Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo... Bueno, no.

Más que un epílogo, es el comienzo, o da pie a una nueva historia que tendrá como protagonista a nuestro rubio guapo, será de temática yaoi, si no quieren leerlo, lo entenderé y por eso lo aviso antes, pero por favor no se vayan sin pasar por las notas finales🥺

DEIDARA

Mi mirada se posa sobre la escena que ocurre a unos metros de distancia, y siento ese familiar dolor en mi pecho, punzante y creciendo conforme pasa el tiempo, apoderándose poco a poco de mi. Sin embargo, mi rostro no refleja nada.

Él deja un suave beso en su mejilla, y entonces la toma entre sus brazos para dar algunas vueltas alrededor de la cúpula más alta que posee la estructura.

Ese dolor lleva allí meses, y día a día aprendo cada vez más a lidiar con el. Aunque no por ello, sea menos desgarrador verlo junto a ella.

Termino por apartar la mirada, como el vil cobarde que soy.

Nunca esperé ser correspondido, aunque no la conocí, siempre supe que había alguien, por siglos enteros lo acompañé sabiendo que se ausentaba en largos períodos sin explicación, buscándola y pasando el poco tiempo que podía a su lado, antes de que la muerte la llamase, y volviera a comenzar el ciclo, siempre supe que su corazón pertenecía a alguien más, pero no pude evitar entregarle el mío.

Desde el momento en que lo conocí, viéndose tan altivo y poderoso, en comparación con mi pobre existencia, se pudo apreciar la abismal diferencia. Recién había despertado en un mundo completamente nuevo, habiendo sufrido el peor de los castigos por mis pecados, y aún así, se me había otorgado la oportunidad de seguir en este mundo. No podía entenderlo, aún ahora, no lo hago e intento no hacer de ello un pensamiento recurrente.

Sasori me recibió, me enseñó todo lo que sé, y me entrenó hacer que la brecha de poder fuese menor, para que pudiese servirle llegado el momento. Y no podía haber estado más encantando de sentirme apreciado, de realmente... Encajar en algún lugar.

Solté un suspiro, volviendo mi atención a lo que realmente importaba. El castillo había quedado en pésimas condiciones, por no decir que se mantenía aún en pie gracias a algo allá arriba que no nos quería dejar desamparados. Por eso, habiendo terminado de despedir a nuestros compañeros y hermanos caídos, no pudimos pasar mucho sin hacer nada. Era ahora más que nunca cuando debíamos enfocarnos en reparar todo lo posible. Ya tendríamos tiempo libre después, nos lo merecíamos.

Horas después, posiblemente siendo mediodía, las alarmas rompen el cómodo silencio en el que nos encontramos, cada uno en sus ocupaciones para echar adelante el lugar. El ambiente cambia drásticamente, sabiendo perfectamente que la última vez que sonó, el resultado había sido terrible.

Pocos minutos pasan antes de que una horda de ángeles aparezca en nuestra visión, estos poco a poco acortan la distancia con una dirección fija, la entrada principal, o lo que fue esta antes de la batalla. Clavo mi mirada en Sasori, quien ya lo había hecho hacia mí, me da un asentimiento que correspondo, sé qué debo hacer.

Por el emblema en sus armaduras, distingo perfectamente de quién se trata antes de tener la oportunidad de verlo, y no puedo hacer más que fruncir mi ceño, antes de dirigirme con rapidez hacia allá.

Cuando llego, no transcurre mucho antes de tener a la multitud frente a mi. Sasori se encuentra en el gran salón, me permito escanear. Forman un círculo alrededor de él, y cada uno de ellos es un personaje de lo más extraño, conozco a algunos, claro está. Kizame, el hombre con una apariencia semejante a la de un tiburón, destaca sobre todos con su altura y aura que irradia peligro, debo tener un ojo sobre él. Luego de algunos segundos, uno de ellos es quien habla.

—Buen día. Nuestra presencia en sus tierras será rápida, Itachi-sama tiene cosas que discutir con vuestro líder —habla un ángel regordete, quien parece temblar de miedo ante mí mirada, sonrío—. Pide una audiencia con la mayor rapidez.

Asiento, antes de contestarle—: Ya Sasori-sama se encuentra esperando en el gran salón, si gustan seguirme.

Y los guió a una de las pocas zonas que todavía mantienen las 4 paredes intactas, no se puede decir lo mismo del techo, pero tampoco podemos pedir mucho en nuestra situación.

De Sakura no hay rastro, y es mejor así.

Aquella reunión es una formalidad, los terrenos de Kakuzu se encuentran ahora sin un líder, y siendo Sasori quien lo venció, está en su derecho de reclamarlos. Aún así, presiento que sé a dónde quiere llegar el arcángel contrario con todo esto. Pero no hago más que darle una mirada conocedora a mi Señor, él también lo sabe.

Estando en el salón, el círculo parece disiparse. Y entonces aquel hombre pelinegro y aura misteriosa da un paso al frente, con un rostro inexpresivo y un andar arrogante, solo hace falta un ademán para que sus subordinados -siendo la excepción Kizame- salgan y se instalen al otro lado del umbral, donde la conversación no llegará a sus oídos.

—Es un gusto verte con vida —dice, pero su rostro no concuerda con sus palabras, es una piedra en cuanto a hermetismo respecta.

—Digo lo mismo —Ahora es Sasori quien que arma con una máscara impenetrable.

Y no es hasta que el pelirrojo baja de su gran trono y ambos toman asiento en una pequeña mesa cerca del hueco que anteriormente fue una ventana, que la verdadera conversación inicia.

—Veo que tus tropas han sido exterminada —comenta Itachi, sin ningún ápice de empatía—. Justo ahora, te encuentras vulnerable a cualquier amenaza. ¿Me equivoco?

Sasori alza una ceja al escucharle, pero niega con la cabeza.

—Sin embargo, no veo por qué eso debería importarle al arcángel que rige la mitad de Europa, más aún para hacerlo venir hasta mis dominios.

—Solo quería comprobar algunas cosas por mi parte.

—¿Ah, si? Vale, espero que ya lo hayas hecho —Y después suelta un largo suspiro—. Itachi, dejémonos de rodeos, ¿exactamente qué quieres?

Y entonces, la máscara se rompe por un segundo, cuando alza las comisuras de sus labios con burla.

—Eso es algo fácil de entender. Te creía más listo, Sasori. Justo ahora tienes más terrenos de los que podrías proteger con la burla de tropa que te queda. Ante un ataque, no tendrías oportunidad alguna —Hace una pausa, su voz inflexible—. Ni hablar de los estragos que causaría otro enfrentamiento a un arcángel, ¿cierto?

El ceño de mi Señor se frunce, comprendiendo perfectamente sus palabras. Mis puños se tensan, ante la impotencia de no poder hacer nada frente a una amenaza tan directa.

—Y por eso estás aquí. ¿Qué puede interesarte de lo que poseo? ¿Las tierras de Kakuzu? ¿Las mías? ¿Qué quieres ganar? —Si se encuentra tan furioso como sé que lo está, no lo demuestra.

—Oh no, eso es algo demasiado simple. No busco agrandar mis dominios, si bien no me irían mal, no es algo que se encuentre en mis planes a corto plazo —Y entonces, sonríe nuevamente, esa expresión cruel y llena de burla, como quien sabe que es superior—. Quiero algo más, mucho más importante y valioso que cualquier trozo de tierra que puedas ofrecerme.

—¿Y qué es eso que tanto buscas y yo poseo?

—Eso es aún más fácil. Quiero a tu mano derecha —sus ojos se clavan en mi, y por un segundo, no son negros, sino rojos. Por un breve segundo, todo parece detenerse, y antes de siquiera haberlo procesado, vuelve a la normalidad.

Sasori frunce el ceño, paseando su mirada entre él y yo. No puedo evitar imitarlo, sus palabras me han dejado helado.

—¿Qué clase de broma es esta? —pregunta, su voz no varía ni un poco.

—Ninguna, lo quiero entre mis filas, es bastante simple, pero los motivos me los reservo. El hecho es, Sasori, que no estás en posición de negarte.

Y eso era lamentablemente cierto. Aún así, mi Señor volvió su mirada hacia mi y no tardé en escuchar su voz en mi cabeza.

"Sabes que no lo dejaré salirse con la suya, no estamos en el mejor momento, pero no abandonaré a un compañero"

Sus palabras me supieron amargas, porque en otro momento, la ilusión que estás habrían causado en mi sería descomunal. Ahora, sólo podía sentir dolor al recordar que todo era en vano.

Volví mi mirada hacia Itachi, quien ya tenía su vista fija en mi. Y nuevamente sucedió.

Perdí el control de mi cuerpo apenas vi esos pozos carmesí, por más que lo intenté, me resultó imposible mover un dedo, estaba petrificado. En cambio, tuve que observar como se ponía de pie y caminaba en círculos, con lentitud, a mi alrededor. Sasori parecía haber quedado bajo su truco también, y no pude sino sentir miedo ante lo que ese ser pensara hacerme.

—Deberías dejar de ser tan testarudo. Podrás alejarte sin ser considerado traidor, ¿no ves el daño que te haces? Sé cuánto has sufrido por él. Te estoy ofreciendo una gran oportunidad. —Hizo una pausa al situarse de frente, tomó mi mandíbula en su mano, y levantó con rudeza mi rostro hacia él, al parecer, él podría moverme con bastante facilidad—. Si Sasori comienza una guerra contra mi, me aseguraré que no quede ceniza alguna de todo aquello que le pertenece.

Mi mente se encontraba nublada, sentía mis pensamientos difusos, y por primera vez, vi la idea de alejarme de Sasori como una bendición.

Pensé que entonces me dejaría, pero solo se acercó más, nuestras respiraciones chocaron, y entonces apareció una sonrisa cruel en sus labios, llena de soberbia, sabía el rumbo que estaban tomando mis ideas.

—Confío en que tomaras la decisión correcta, y entonces estarás dónde te corresponde, con tu compañero.

Y en un abrir y cerrar de ojos, todo volvió a la normalidad, como si la escena hubiese estado solo en mi cabeza. No podía entenderlo, parpadeé varias veces para salir del asombro, y volví mi mirada al arcángel de cabellera negra, cuyos ojos onix me estudiaban con curiosidad, ¿qué rayos había ocurrido? ¿Sería mi imaginación? Sacudí la cabeza, después me preocuparía por ello.

Sasori estaba esperando mi respuesta, y la verdad, me dolió reconocer que la tenía incluso antes de ese extraño momento.

—Mi deber es servirte, y como tu mano derecha, velar por tus intereses —suspiré, me resultó duro continuar—. Por eso sé que estaré tomando la decisión correcta al irme si debo hacerlo, porque eso significará una alianza, y sobretodo, permitirá que podamos recuperarnos en paz. No estamos listos para otra guerra, ni deseo que alguna vez ocurra de nuevo.

Sasori-sama no pudo hacer más que asentir. Sé que no estaba contento con la idea, pero su silencio en mi mente me dejaba en claro que, aunque sería capaz de enfrentarse a Itachi por mi, el hecho de que yo decidiera lo correcto era un alivio para él, amargo, pero alivio al fin.

Y para mí fue doloroso, pero también, se sintió como dejar un gran peso caer de mi espalda. El peso del dolor que tenía acumulado en mi por siglos. Que permanecía allí, pero que en algún momento, lejos de él, se curaría por completo.

No obstante, ahora tenía un nuevo problema, pensé al fijar mi mirada en el imponente hombre de ojos oscuros, que a pesar de estar discutiendo algo con Sasori, me correspondió la mirada y alzó la comisura de uno de sus labios, sabía que estaba ganando y disfrutaba regodearse, saber que nos había puesto en un aprieto, porque él llevaba la batuta.

Suspiré, en este punto, solo me quedaba dejarme llevar y ver qué ocurriría después, a decir verdad, estaba ignorando el gran elefante rosa de la habitación. Soné los huesos de mi cuello, necesita con urgencia un baño y descansar.

—¿Estás de acuerdo, Deidara? —Dijo Sasori por encima de su conversación.

—Sí —respondí, sin saber muy bien a qué. Pero la respuesta no tardo en llegarme.

—Entonces, mañana partirán al alba. Podrán descansar en las habitaciones que aún se mantienen —Sasori se colocó de pie, y me hizo un gesto con la mano, asentí, después de llevarlos volvería a hablar con él.

Llevar a Itachi y sus subordinados a sus aposentos temporales fue incómodo, el camino lleno de un silencio ensordecedor, puesto ninguno de ellos parecía ser muy dado a la palabra, por mi parte, estaba lleno de preguntas que no tendrían respuestas, al menos no pronto.

Les indiqué cuál compartirían los soldados mientras no estuviesen de guardia frente a la de su líder. Dado que casi ninguna estancia se había salvado de salir intacta, muchos se habían visto en la obligación de compartir, al menos hasta que regresaran el castillo a su gloria.

Después, cuando tocó mostrarle al arcángel sus aposentos temporales, solo Kizame y otro guardia nos acompañaban, al parecer, los primeros en las rondas para proteger a su amo. Pensé que Itachi hablaría conmigo, me diría qué esperaba de mi o al menos algo sobre lo que realmente planeaba, grande fue mi sorpresa cuando después de mostrarle su habitación temporal, me despachó con un gesto vago. No obstante, obedecí.

Era frustrante, no entendía que esperaba ese hombre de mi, no quería creer en sus palabras, puesto lo más lógico sería que quisiera saber sobre Sasori a través de mi, cosa que jamás pasaría. Podía haberme hecho abandonar su lado, pero mi lealtad era clara, y estaba con aquel que me había permitido acompañarle por siglos, con aquel que a pesar del dolor que había causado en mi, al que podía confiarle mi vida.

Me devolví sobre mis pasos, de nuevo al gran salón, donde el poseedor de una cabellera roja cual fuego me esperaba, sentado en el mismo lugar donde le habíamos dejado. Tomé asiento a su lado, el ambiente se sentía pesado, y el nudo en mi estómago se hizo mayor.

—Va a ser extraño, estar aquí sin ti —dijo finalmente, en su mirada se podía percibir la melancolía, y yo sentí que mi garganta se cerraba, después fijo su mirada en mi—. Confío en ti, sé que no dirías nada para afectarme.

Y en ese momento, mi vista se nubló, mordí mis labios y asentí, si abría la boca terminaría llorando, cosa que nunca me permití, al menos no en público. Respire hondo, hasta que me sentí preparado como para hablar sin romper en llanto antes.

—Sabes que siempre estaré de tu lado —Y para demostrarlo, me coloqué de pie frente a él, mis rodillas cedieron hasta quedar en el piso.

El sonrió, y me tendió una mano, que tomé para levantarme. Y antes de que siquiera notará lo que ocurría, estaba envuelto en sus brazos, de una manera fraternal, como un hermano a otro, no pude evitar notar con amargura en mi ser.

—Aquí estará siempre tu hogar.

Asentí, porque nuevamente mis sentimientos me habían sobrepasado y no podía hablar. No obstante, Sasori no me envió lejos rápidamente, lloré frente a él, le lloré, lloré por mi amor imposible, y porque debía dejar a la persona en quien más confiaba sin ningún tipo de preparación. Era demasiado en un solo día, lo odiaba.

Cuando pude tomar el valor de separarme, me sentí incompleto, pero hice de tripas corazón y le tendí la mano, el la estrechó con firmeza.

—Buen viaje, compañero.

—Nos veremos en otra ocasión, sé feliz —Y mis palabras le sacaron una sonrisa, no una normal, sino esa que estaba presente cuando Sakura se encontraba a su alrededor, la de tonto enamorado. Sentí como mi pecho era apuñalado mil y un veces, pero no importó, porque él era feliz con ella, después de mucho tiempo, era tiempo de que fuesen felices.

Las despedidas eran tristes, eran molestas, eran algo que todos preferíamos evitar. Pero, aveces eran necesarias. Quizás, este era el cierre que necesitaba para dejar atrás cualquier sentimiento romántico hasta el arcángel, esperaba que sí, porque no podía aguantar mucho sintiendo como mi pecho se desgarraba a su lado. Aunque, tampoco es como si importara mucho, porque ya no lo estaría.

Salí del salón, sin poder evitar suspirar pesadamente, eliminé cualquier rastro de lágrimas que pudiese quedar en mi rostro, no sabía por qué me ocurría esto, no entendía por qué tan repentinamente, pero, fuese lo que fuese, no dejaría que le ganara. Yo era, podría con eso y más.

—Me alegro de haberte encontrado al primer intento —resonó una voz por el pasillo, fruncí el ceño, y mi vista se aclaró para mostrar que a unos pasos de mi estaba el causante de mis males, con esa expresión indiferente, su larga cabellera azabache recogida en una trenza que reposaba en su hombro, no había rastro de sus guardias alrededor—. Es momento de hablar, cariño.

¡Y con esto terminamos! Sé que les prometí un epílogo, y esto realmente no es uno... Pero fue lo que salió mientras escribía. La verdad, tuve mis dudas sobre subirlo o no, porque no habla de la pareja principal, y más aún, porque sé que no todos se sienten cómodos con las parejas Yaoi, me sentía bastante mal de no haber escrito lo que ustedes esperaban, y espero poder subir esa actu en algún momento. Peeeero, mientras escribía los últimos capítulos se me prendió el foco, y pues, podría decirse que ese será el comienzo de una nueva historia, y por eso decidí ponerlo. También tardé porque no quería darle del todo un final a esto.

¿Haré el epílogo real del Sasosaku? Mi idea es hacerlo, pero no sé cuándo exactamente, no puedo prometer fechas:(

Por otro lado, ¡hasta aquí llegamos! Muchísimas gracias por este hermoso caminar con esta historia que no creí que llegaría a tanto. ¡No puedo creer que ya tenemos más de 24k de vistas! Nunca creí lograr tanto, y me siento tan feliz que quiero llorar.

Les agradezco por no haber perdido la fe en mi, por haber dejado la historia a pesar de mis descansos y actualizaciones tardías. Les quiero agradecer por haberme dado tanto, cuando yo les di tan poco. Por cada comentario, por cada voto, por cada vista💜

Son los mejores lectores que alguien podría desear, y agradezco enserio que me hayan acompañado en el proceso de escribir esta locura que salió de mi mente.

Y si llegaste al inicio, ahorita, o incluso si llegarás mañana, que sepas que tienes todo mi amor y te agradezco muchísimo por darle la oportunidad a esta historia mala de este intento de escritora, prometo que algún día la editaré y la haré muchísimo mejor, valdrá la pena leerla, aunque por ahora tomaré un descanso de ella y me sentiré satisfecha por al fin haberla terminado💜

También, si quieren leer más sobre lo que escribo, estoy escribiendo una historia original, llamada Enamorando a Kate, sobre una chica con cáncer y un chico diabético muy chido, si quieren pasarse por allí y darme su opinión, sería muy lindo y me haría muy feliz, sino, pues, no jaja, igualmente gracias por haberme leído aquí, tienes todo mi amor🥰💜

Esto está bastante largo ya, parece capítulo, pero no puedo dejar de darles las gracias, no saben lo increíblemente feliz que estoy de haber terminado esto y aún tener la presencia de lectores tan buenos como ustedes, ustedes son lo mejor, enserio🥰💜

Escribiré la historia sobre Deidara e Itachi en algún momento, estoy emocionada con ella, pero primero terminaré mi historia original, así que no tiene fecha, si les interesa, igual avisaré por acá cuando esté disponible.

Sé que tenía más cosas por decir, pero no sé exactamente qué más. Editaré esto algún día, no por lo pronto, pero lo haré, y será mejor. Quizás se quede como un fanfic, o quizás la haga una historia original después, de igual manera, avisaré lo que sucederá con ella en el momento para que estén pendientes o la saquen de su biblioteca en el caso de que ya no sea de su gusto💜

Solo gracias, muchísimas gracias por todo, y ahora sí es el fin💜

Otra cosita, si les sale guión corto, es porque Wattpad me los cambia al actualizar desde el celular (el único medio que tengo para conectarme), si puedo editarlo luego de una pc, lo haré🥺💔

Quizás luego haga el epílogo Sasosaku como extra o epílogo real. Por ahora, hasta aquí llegué. Los amo mucho, ¡gracias!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro