Decidí reunirme con las chicas varios días después del incidente. Juan estaba en un viaje de negocios y necesitaba contarle a alguien como me sentía. En mi habitación les fui contando al detalle lo sucedido.

— ¡Qué arrogante cretino, no me lo puedo creer, bien engañadas nos tenía! Pensábamos que era un santo y resultó ser el diablo personificado — dijo Erika, no pude estar más de acuerdo.

— Espero te encuentres bien, es duro enterarse de todo esto — como respuesta me encogí de hombros — lo bueno es que lo pusiste en su lugar y le pegaste, una merecida patada en los huevos — me reí, Noa y sus formas de expresarse.

— Tienes razón; si no fuera por Juan hubiera formado un escándalo de pica y palo, me contuve y me conformé con darle su merecido. Juan me ha preguntado sobre la extraña conversación que mantuvimos. No he podido decirle la verdad, todavía no es el momento para ser completamente sincera

— ¿Estás totalmente segura de ello? — me pregunta Noa.

— Si Flora, no está bien el ocultarle esa información tan importante y más tras lo sucedido, te aseguro que no se detendrá hasta obtener respuestas — corrobora Erika.

— Por esa misma razón he decidido mirar al futuro; pienso decirle a Juan que lo he amado siempre, aunque aún me reservaré esa parte. No se preocupen, se lo diré llegado el momento os lo prometo — les aseguro.

— Confiamos en ti y me alegra tu recapacitación sobre confesarle tu amor, me empezaba a preocupar, además en su mirada se nota lo coladito que está por ti — dijo Noa.

— ¿Tú crees? — le pregunté y las dos asintieron — bueno la verdad cuando íbamos de regreso a su casa, al volver del hospital, se me escapó cuanto me gustaban los niños y que siempre había tenido el anhelo de tener uno propio y saben cuál fue su respuesta ante esto — ellas negaron con la cabeza, solo por alargar el momento y hacerlas sufrir las hice esperar un poco más — algún día tendremos uno.

— Nooooooo, te dijo eso, es genial, significa que quiere tener un futuro contigo — gritó Erika feliz — ya era hora de encontrar a alguien por quien te arriesgues a buscar la felicidad y sin duda él lo es, a pesar de tu silencio.

— Sí, eso creo y después del. encontronazo con ese, me di cuenta de lo importante de ser sincera desde el principio (bueno sincera a medias) — me corrijo mirándolas — chicas lo siento, pero creedme cuando les digo cuán pronto llegará el momento de la verdad y si nuestra historia funciona no tendrá un final, pues las buenas no los tienen. Pretendo hacer de esta la mejor — les aseguro.

— Ésta si es la chica que yo conozco, la decidida, la valiente, de ningún modo lo puedes dejar escapar, este si es tu verdadero amor — me dijo Noa. Quise creerle, pero tenía un poco de duda.

— Entonces, decidido, lo haré nada más vuelva de su viaje de negocios.

Pasamos el resto de la tarde contándonos chismes y riéndonos de idioteces como en los viejos tiempos. A la hora de la comida me reuní con mis padres, hacía rato no charlábamos.

— Bueno cuéntenme algo nuevo — les dije.

— No hay nada nuevo para contar hija, estamos felices por tí y por tu hermana. No te había visto tan alegre en años, me gusta ese chico, es responsable, respetuoso, hacen una excelente pareja — me dijo mi padre, cada vez estaba más convencida de confesarme.

— Si mi amor, me encanta ver esa expresión de alegría en tus ojos. Estoy segura de que todo saldrá bien.

— Lo quiero — digo sin pensar — lo quiero mucho.

— Mi pequeña-gran flor me gustaría decirte algo, ¿puedo? — me preguntó mi madre y yo asentí, intercambiando una mirada con mi padre prosiguió — Mira, a mí y a tu padre nunca nos gustó Rodrigo — la miré sorprendida, nunca me había dado cuenta — Su casamiento fue por conveniencia por la situación de aquel entonces. Su mirada al verte jamás se iluminó tanto como la de Juan cuando entras a una sala o estás a su lado, en él, a pesar de intentar ocultarlo se ve en su gesto lo profundo de su amor por ti. No te lo dije en su momento, pero mi corazón de madre estaba feliz con lo del divorcio; no era para tí, tú merecías a alguien mejor y me alegra comprobar que ya ha llegado — estaba tan emocionada, las lágrimas de felicidad corrían por mi rostro sin control.

— Me alegra oir la verdad, sabes, hace tiempo llegué a la misma conclusión. Cuando conseguí querer a Rodrigo con el alma, hasta el punto de ignorar las señales de alerta, me segué, no quería quedarme sola. Tenía miedo por lo que había pasado y me aterraba la separación, ahora me alegro de haber madurado y encontrado a mi verdadero amor — mis padres me sonrieron.

👨🏻🔨👨🏻🔨👨🏻🔨👨🏻

JUAN

Vaya no puedo creer cuanto se retrasó el vuelo, aunque gracias a eso pude sopesar los pros y los contras de la decisión que había tomado. Estos días fueron horribles, sin Flora a mi lado eran eternos, nadie me había comprendido tan bien como lo hace ella. Es capaz de escucharme, de darme buenos consejos y lo mejor de todo, confía en mí. Solo espero no asustarla, no podría vivir sin ella y el miedo a perderla es cada vez más insoportable. Cogí mi móvil y le marqué.

— ¡Hola Juan, ya llegaste! — sonreí al escucharla, mientras estuve en Canadá no hubo un solo día que no habláramos largas horas; debo admitirlo, ese momento lo esperaba con ansias cada segundo.

— Sí, acabo de aterrizar.

— ¿Entonces todo fue bien?

— Todo fue de maravilla.

— Me alegro por ti.

— Gracias, te llamo para saber si aún sigue en pie la cena en mi casa.

— Por supuesto, en realidad me preguntaba si querías que yo la preparara, así la tendré lista cuando llegues — no lo pensé mucho, la imagen de llegar a casa y verla cocinando para mí me emocionó.

— Claro, nos vemos allí, hasta horita.

— Hasta la noche. Al colgar me dirigí hacia la oficina, llevaba muchos días fuera y el trabajo se me había acumulado.

A las 8:00 recogí todo y me encaminé a mi hogar. Nada más entrar, el olor a comida me asaltó, al instante mi corazón se aceleró. En la cocina pude observarla trabajar, no había notado mi presencia, estaba enfrascada en algo. Me acerqué sin hacer ruido y la tomé por la cintura, no se asustó; es como si hubiera estado esperándome, como si hubiera notado mi presencia antes de tocarla. En su lugar, se giró de cara a mí, me tiró los brazos al cuello y me besó; en ese preciso instante supe que estaba en casa. Cuando terminó el beso me saludó.

— Me alegra que hayas llegado.

— Yo también estoy contento de haber regresado.

— Estas más guapo que la última vez.

— ¿Tú crees? — le pregunto arrogante.

— Oh por supuesto, cada día estás más bueno — me río ante su comentario.

— La hermosa aquí eres tú, incluso con salsa de tomate en la mejilla — me inclino y le quito la salsa con la lengua, ella se estremece.

— Eres muy malo.

— Te equivocas Flora, yo soy muy, muy, muy malo — digo perversamente

— Yo también puedo ser mala ¿sabes? — dice acariciándome y besándome el cuello, torturándome, cuando fui a besarla se apartó — ¿Por qué no te das un baño en lo que termino la cena? Debes estar cansado — me dice con una sonrisa de lado, suspiro, me ha ganado.

— Si es cierto, pero no me gustaría bañarme solo — le dije. Ella se rió, extrañé demasiado su risa, y me siguió al baño. Hacer cosas de pareja como bañarse, comer juntos o cocinar mano a mano nunca me habían parecido tentadoras, solo ligaba con las chicas, nos acostábamos y al otro día si te vi no me acuerdo; con mi chica (pues así lo siento), es diferente. No me apetece separarme ni un momento de su lado.

Al terminar la cena le propuse que nos sentáramos en el jardín. El cielo estaba salpicado por estrellas y una hermosa luna, pusimos una manta y nos sentamos; me pareció el mejor momento para confesarle mis sentimientos. La cogí de las manos haciendo que se volviera hacia a mí, de ese modo estuvimos cara a cara.

— Quiero decirte algo muy importante y quiero que me escuches sin interrumpirme hasta el final — me pareció ver una sombra de preocupación en sus ojos.

— Te escucho — fue su respuesta. Tomando aire empecé.

— Flora, llevo enamorado de tí desde que tengo 11 años — estaba verdaderamente sorprendida, su rostro no dejaba lugar a dudas, temí se levantara y se fuera por lo cual decidí continuar — Siempre te molestaba porque no quería que descubrieras como me sentía. Todo empezó hace mucho tiempo, mis amigos y yo estábamos cazando ranas y sapos en el parque y de pronto escuché voces; me acerqué a ver de quienes se trataba, y cuando te vi, quedé completamente en shock. La segunda vez fue cuando aquel camión por poco te mata, fue una idiotez de tu parte volver por un móvil.

— Tenía muchas cosas importantes en él — la fulminé con la mirada. Ella sonrió encogiéndose de hombros sin darle más importancia — ¿Qué esperabas?, cuando somos jóvenes toda nuestra vida está en los móviles. Anda continúa — decido ceder, lleva razón. Yo era uno de esos jóvenes.

— Desde entonces te miraba a escondidas y procuraba estar donde tú fueras, pero me comporté como un idiota y te dejé escapar sin intentar detenerte. Por tu hermana siempre me enteraba cómo te encontrabas, me contó lo del divorcio, recuerdo que pensé "su ex es un imbécil por dejarla escapar" — ambos nos reímos — Nuestro primer encuentro en el club fue también gracias a ella, y la verdad llevo toda mi vida deseando que volvieras aquí y quisieras ser mi novia. Nunca pensé que funcionaría, si no te lo dije antes fue por miedo a ser rechazado y lo poco que había conseguido hasta ahora se esfumara, porque te amo y cada vez tengo más miedo a perderte. Tú siempre has sido mi primer amor, el que entró por mi alma y se quedó en mi corazón; me cansé de esperar a tenerlo todo, cuando ese todo eres tú, no permitiré que te alejes de mi lado otra vez, no pienso rendirme sin luchar — terminé sin aire, ella solo me miraba, creí se levantaría y me dejaría, en su lugar sonrió.

— Yo te amo — me esperaba cualquier cosa, cualquiera, menos esa declaración. Estaba tan sorprendido, no me salieron las palabras — Llevo enamorada de tí desde el momento en que me salvaste. Al principio creí ver una aparición, pero no lo fuiste, siempre intenté acercarme a ti para confesarme, mi miedo me lo impidió en contadas ocasiones. Desde que acepté ser tu amiga he querido decírtelo, no pude, temía asustarte y alejarte de mi lado para nunca volver. Dicen que cuando te cansas de perseguir a las personas equivocadas la correcta va y te encuentra. Tú lo hiciste, me encontraste en el peor momento de mi vida para salvarme; quiero estar al lado de quien valore mi presencia, cuidar de quien me cuida, valorar a quien se interesa por mí, amar a quien me ama y Juan, esa persona desde antes de conocernos, fuiste tú — estaba eufórico de felicidad, el amor de mi vida me quería.

— No es la sonrisa, no es el beso, no es la mirada. Es quien te besa, quien te sonríe y quien te mira. Flora la llave para mi felicidad siempre la has tenido tú, eres la persona con la suficiente magia como para hacerme feliz el resto de mi vida.

— Pienso usar mi llave todos los días, no te dejaré alejarte de mi lado nunca más y te amaré para siempre — terminamos la noche haciendo el amor con ternura y lentitud.

📖✏️📖✏️📖✏️📖✏️

Qué de aclaración más romántica, no les parece?

Cuál será ese secreto que esconde Flora, te lo imaginas?

Espero les haya gustado el capítulo, muy pronto volveré a subir otro, pues he terminado los exámenes! Nos vemos pronto, mil besos,
Nohelia.