EPÍLOGO
CATALINA POV'S:
¡Me duele la cabeza!
Acabo de despertar y recuerdo por partes lo que pasó ayer.
No sé cómo llegué a mi habitación.
Me levanto y en mi mesa de noche hay una nota.
Toma esta pastilla.
Te queremos.- Ryan y Almendra
Hago caso a lo que dice la nota, tomo la pastilla y bebo el agua de la botella.
Por lo que veo en mi despertador, aún son las nueve de la mañana.
Mi celular está cargando, me parece raro que no tenga mensajes de Richard.
Él siempre me manda un mensaje de buenos días.
A lo mejor se quedó dormido, pues él si bebió más que yo ayer.
Escojo la ropa que me pondré y la dejo sobre mi cama.
Entro al baño dispuesta a tomar una ducha pero cuando estoy por echarme el shampoo, el sonido de mi celular me interrumpe.
Genial, ahora tengo que salir de la ducha.
Definitivamente hoy no es mi día, aparte está lloviendo.
Salgo del baño y atiendo la insistente llamada.
- Catalina -
¿Ese es Antonio?
- ¿Qué pasó? - La preocupación invade mi cuerpo por su tono de voz
Y mi piel se estremece.
Tengo un mal presentimiento.
- Richard - Dice y la angustia me carcome
¡Ay Dios!
- ¿Qué pasó con él? - Pregunto pero Antonio se queda en silencio - Él se irá Cata -
- ¿Cómo... Cómo que se va? - Digo con voz entrecortada - ¿A dónde? ¿Cuándo? - Pregunto rápidamente
- A Inglaterra, su vuelo sale a las 9:50 - Dice rápidamente
- Iré al aeropuerto -
- ¿Quieres que te acompañe? - Pregunta
- No hay tiempo - Cuelgo la llamada
Sé que le ha tomado mucho cariño, pero yo iré.
Me visto y salgo de casa sin decirle a nadie, pues no vi a nadie despierto aún.
- ¡¡Taxi!! - Grito
Subo al auto sin esperar respuesta del chofer.
- Al aeropuerto - Digo y el chofer asiente
Él no se puede ir, no puede.
Yo lo necesito.
Yo lo quiero.
Es todo para mí.
No se puede ir.
No se irá.
Todos esos momentos vividos junto a Richard vienen a mi mente y las lágrimas se hacen presentes.
No puedo dejar que se vaya.
Miro mi reloj y son las 9:45, el tiempo se agota.
Richard no puede subir a ese maldito avión.
No me puede dejar aquí.
- Llegamos señorita - Dice el taxista
Pago la carrera y me bajo del auto.
- Pasajeros con destino a Inglaterra, del vuelo de las 10:50 por favor hacerse presentes en la sala de embarque - La voz de la señorita que avisa sobre el vuelo inunda el lugar
Miro mi reloj, 10:46.
Busco con la mirada la sala de embarque.
Genial, está al otro lado del aeropuerto.
Me limpio las lágrimas en vano pues empiezan a salir más.
Corro hacia la sala de embarque.
La multitud de personas que esperan para tomar su vuelo hacen paso al verme corriendo.
¡Aquí es!
Sala de embarque.
Busco con la mirada al chico que me sacó miles de suspiros y aún lo sigue haciendo.
Localizo a Richard y corro hacia él, está a dirigiéndose hacia el avión.
Me detengo a centímetros de él.
- Richard - Digo y las lágrimas siguen cayendo sobre mis mejillas pero esta vez con mayor intensidad
Él se voltea lentamente.
Su cara cambia de triste a preocupado.
- Cata - Es lo único que sale de sus labios
- ¿Es lo único que dirás? - Limpio mis lágrimas
- ¿Qué esperabas? - Pregunta con voz arrogante
Este no es Richard.
- ¿Que te bese acaso? - Lo miro a los ojos pero él mira hacia otro lado
Definitivamente no es Richard.
- ¿Por qué no me dijiste que te ibas? - Frunzo el ceño
- ¿Qué caso tenía? No quería que... Catalina, ya no puedo más, no te soporto, no quería seguir con nuestra relación - Dice con disgusto
Las lágrimas caen por mis mejillas.
¿No les pasa que a veces sienten como si todo su mundo se derrumba?
Eso provocó en mí sus hirientes palabras.
- Pero tú dijiste que me querías - Le hablo con la esperanza de que me diga que todo esto es una broma
- Te quería, ya no - Dice mirando su maleta
- Pero... - Me interrumpe
- Olvídalo Catalina, lo nuestro no debió pasar - Me mira a los ojos por primera vez en esta mañana
- Estaba pasando - Digo dura
- Yo tengo que tomar un vuelo, adiós -
Y sin más, se dio vuelta y caminó hacia el avión.
No sé qué me duele más, lo que me ha dicho o que se vaya lejos.
¿Se puede llegar a odiar tanto a una persona, que antes se amó con locura y gran pasión?
No hace falta que diga que me derrumbé por completo cuando Richard subió al avión.
Mi primer amor, solo él.
Se había ido.
Y no volvería.
O eso creía.
---- 7 años después ----
CATALINA POV'S:
- Señorita Johnson, un joven la busca - Me avisa Jenny, mi secretaria
- Hazlo pasar - Le digo por el intercomunicador
- De acuerdo - Es lo único que dice
- Adelante por favor - Digo al oír que tocan la puerta
Me levanto de mi asiento.
Él entra en la habitación y cierra la puerta.
- Cata - Me dice nervioso
No ahora por favor.
Justo cuando ya estoy por casarme con David.
Justo cuando ya lo estaba olvidando se digna a reaparecer.
- Richard - Digo como si no me importara su presencia
Está aquí.
Mi primer amor.
El chico que más amé.
Con su cabello despeinado de siempre.
Tocándose la nuca evidenciando lo nervioso que está.
- Cata, yo vengo a explicarte todo lo que pasó - Se acerca a mí
- Dejaste todo claro hace siete años, cuando me quedé llorando por tu partida -
Debo hacerme la fuerte frente a él.
No puede saber lo débil que me hace su presencia.
Además ya es pasado.
¿Tanto le costó venir antes y explicarme?
- No, fui un idiota y vengo para corregir mi error - Los metros que nos separaban se conviertes en cortos centímetros
- Es muy tarde ya Richard, han pasado siete años, yo ya tengo mi vida, me voy a casar mañana y nada lo impedirá, menos tú -
- Cata, yo aún te amo - Me acaricia la mejilla - Pensé en ti todo este tiempo que estuve lejos, no estuve con nadie - Cierro los ojos - Te amo y eso no cambiará ni aunque pasen mil años - Nuestros labios se rozan y se juntan con un pequeño beso
- David no se merece esto - Digo cerrando los ojos y alejándome un poco de él
- Y tú no mereces ser infeliz - Me toma de la mano - No te pido que me ames porque sé que ambos nos seguimos amando - Besa mi mano - Te pido que vengas conmigo y huyamos juntos - Junta nuestras frentes
- No puedo - Me separo y abro la puerta - Será mejor que te retires Richard -
Él me mira triste.
Asiente y sale de mi despacho.
Lo que me faltaba.
Que Richard se aparezca cuando estoy por casarme con David.
Me ha costado mucho tratar de borrarlo de mi corazón.
Y David se lo ha ganado con esfuerzo.
- Hola cariño - Como si de una invocación se tratara, David entra en mi despacho con una gran sonrisa
- Hola - Sonrío y correspondo su beso en mis labios
- Solo venía a decirte que estoy muy ansioso por mañana, serás la novia más bella nunca antes vista - Besa mi frente
- Y tu estarás muy apuesto también - Digo con una leve sonrisa
- Nos vemos mañana en el altar futura esposa - Deposita otro beso en mis labios
- Disfruta tu noche - Digo cuando se aleja de mí
- Igual tú, cariño - Dice antes de salir del despacho
Mierda.
Me siento tan mal ahora.
***
- Estás hermosa - Dice mamá y se limpia las lágrimas
- Sin duda eres la novia más bella - Dice Beily y besa mi mejilla
- Gracias por estar aquí conmigo - Nos damos un largo abrazo
- Hemos llegado a la Iglesia - Informa el chofer y abre la puerta de la limosina para que mamá, Beily y yo bajemos
- Estás hermosa hija - Dice papá y me da un beso en la frente - Te amo - Me abraza
Sonrío y empieza el sonido tradicional de las bodas.
Mi padre enreda su brazo con el mío y pasamos por la alfombra roja hasta llegar donde David está parado junto al padre.
Me pongo en mi lugar y miro hacia los lados donde están mis damas de honor: Ryan, Almendra y amigas de mi universidad sonriendo.
Veo hacia los invitados y ahí está mi mejor amigo, presenciando mi boda.
Cuando todo ya está listo, el padre da inicio a la ceremonia.
El día en que conocí a David fue sin duda uno de los mejores.
Se convirtió en alguien vital pues por más que yo estaba triste por lo de Richard, él siempre trataba de hacerme sonreír, pero nunca lo vi como algo más que amigo.
Sin embargo acepté ser su enamorada, porque no quería que se alejara de mí o que nuestra amistad se arruinara.
Y acepté ser su esposa porque lo quiero demasiado y no fui capaz de pronunciar un NO cuando me lo propuso.
Me gusta pasar tiempo con él, pero no me gusta estar en una relación con él.
Mierda.
Tal vez el maldito Richard Miller tenga razón.
La única razón por lo que estoy aquí hoy es porque uno de los dos será feliz con esta unión: Él.
- Catalina Johnson, ¿aceptas a David Greeman como tu esposo? - Pregunta el padre
Pero, ¿en serio quiero ser infeliz toda mi vida?
David se merece alguien que lo ame, lo respete y quiera estar siempre junto a él.
Alguien que lo tenga como prioridad y se case con él porque lo ama de verdad.
Esa persona no soy yo.
- Cata -
Esa voz.
No.
¿Qué hace él aquí?
Todos los presentes, incluida yo, volteamos hacia la puerta.
Y ahí está Richard.
El único al que amo con la misma intensidad con la que él me ama a mí.
¿Debería ir con él?
¿En serio debería?
Es ahora o nunca, Cata
Sujeto mi vestido con ambas manos y salgo corriendo por la alfombra roja dejando a todos los presentes con la boca abierta.
Excepto Antonio, él lleva una sonrisa en el rostro.
Como si hubiese ganado una apuesta.
Llego a donde está Richard, nos tomamos de las manos y corre conmigo fuera de la iglesia.
Lo beso con pasión cuando ya nadie nos ve, pues todas las miradas se posaron en David, quién se quedó estático.
Y así es querido amigos, como una vez más se demuestra que no importa nada más que el amor.
A pesar de años de por medio.
Mi primer amor volvió por mí.
Y no saben cuánto agradezco eso.
El amor puede traspasar barreras, que aparentan ser imposibles de traspasar.
El amor lo puede todo, mientras sea correspondido.
NARRADOR OMNISCIENTE:
Catalina y Richard se casaron el mismo día que huyeron.
David se casó con la secretaria de Catalina luego de un par de años y ella le agradeció a Catalina por esta unión.
Ryan se casó con Jack y tuvieron un hijo llamado Jordyn, un pequeño rubio de ojos claros.
Antonio se casó con Valentina y vivieron sus primeros años de esposos viajando por el mundo, tuvieron a la pequeña Alice, una rubiecita muy diva.
Almendra se casó con Mark y tuvieron dos hijos, Julie y Brandon, quienes son unos gemelos muy hermosos.
En tanto a nuestros protagonistas y su loca historia de amor, ellos tuvieron a Becka, Daniel y a Miley.
Unos tiernos niños con personalidades idénticas a la de sus padres.
Richard y Catalina fueron ejemplo de un amor profundo, de amor eterno.
Un amor que nunca se rompió.
Final - 1 de octubre del 2017
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