Capítulo 14
NOÉ:
Cerré mis ojos nada más irse Marisa, intentaba recobrar de nuevo la compostura y volver a la realidad, qué era lo que me estaba sucediendo para que cambiase de la noche a la mañana. Qué me estás haciendo Marisa para notar como mi corazón ha vuelto a latir con tanta intensidad que pareciese que se me fuera a salir del pecho, mi cabeza no deja de pensar en ti, en tú sonrisa en esa manera de desafiarme todo el tiempo, en general no puedo apartarla de mi cabeza .
¿Acaso me estaré enamorando de ella?
Me dirijo hacia el mini bar y me preparo un whisky, el primer vaso me lo bebo de un trago, el segundo más despacio, tomo asiento en el sofá echando mi cabeza hacia atrás pensando y repitiendo una y otra vez a mí mismo cuando he comenzado a enamorarme y cuál es la razón que me empuja a quererla a mi lado. Es un sentimiento tan intenso y agradable al mismo tiempo. Será esta la segunda oportunidad de la quiero huir. El alcohol recorre mi garganta, mi mirada se queda fija volviendo al pasado en el día que vi por primera vez a Naiya, a esa chica tímida que me enamoró con su dulzura, su sinceridad y esa manera de amarme que me destrozó en el momento que me dijo que hizo el amor con Victor. Me dolió tanto aquella confesión puesto que yo quería hacerla mía por primera vez, quería amarla tal y como se merecía. Sin embargo me sentí humillado y traicionado cuando me dijo que estaba con Victor.
Desde entonces comencé una batalla contra del odio que sentía y mis sentimientos, quería castigarla para que supiera lo que es que te humillen cuando deseas algo y no lo recibes, cuando amas con tanta intensidad como la amé yo y ella, pero eligió otro camino. Pero aquella tarde que vino tras de mí, porque lo hizo, aquello no cambió nada, sino todo lo contrario fueron las cosas a peor. Seguía dolido, herido por su rechazo tanto que decidí que fuese feliz al lado de Víctor para yo asumir mi derrota y como si me arrancaran la piel a tiras así me sentía. Dejé que el tiempo transcurra y me fui de viaje donde conocí a Elsa. Por su puesto no era Naiya, ninguna mujer podía reemplazarla, pero debía continuar con mi vida como ella estaba haciendo. Fui un cobarde por un enfrentarme a mis sentimientos, por no saber afrontar la verdad de lo que sentía por ella y dejarme escapar por el abismo y casarme con Elsa. Donde me enteré que teníamos un hijo en común. Demasiado tarde, el amor que creía que existía entre nosotros todo se había acabado. Y tuve que seguir la batalla por no dejar herida mi hombría no hizo más que empezar y tras cinco años después todavía perdura.
Pero me estaré equivocando y la vida me ha puesto a Marisa ante mí para reemplazar el amor que sentía por Naiya. ¿Será esta mi segunda oportunidad?
MARISA:
Pues a pesar de yo me quiero hacer la fuerte para no caer en la tentación, creo que Noé consigue que cuando esté cerca de él todo de mí flaquee convirtiéndome en otra mujer muy distinta a la que soy o la que quiero ser tras haber sido lastimada y lo que más coraje me da, es que no he sabido defenderme del hombre al que creía haber estado enamorada, al que pensaba que casándome con él todos mis problemas se iban acabar. Pero qué estúpida soy, solo he sido una marioneta en manos de personas que dicen que me quieren cuando en realidad me han herido haciéndome creer que yo soy la culpable de mis errores, cuando solo me limitado hacer lo que me han dicho, he seguido cada uno de los consejos que me han dicho, he intentado evitar mis problemas para hacerles caso, y que he obtenido. Nada, solo encerrarme en una cúpula donde ellos han construido para mí. Y de quien hablo de mis padres, de mi ex prometido, en general de la gente que han sabido engañarme. Pero eso ya se acabó, dije que comenzaría una nueva vida y pienso hacerlo, anda que no pienso, por supuesto que lo haré por mi misma.
Mientras cenaba consultaba mi cuenta de Facebook, desde luego no sé porqué lo hago, si solo hablo con una amiga en la cual no deja de parlotear acerca de mi ex y lo feliz que se encuentra con su nuevo ligue. Pobre mujer si ella supiera con qué subnormal va cargar. Y para colmo comienzan hablarme mis supuestas amigas diciéndome que pronto serán las fiestas del pueblo y si voy a ir acompañada por un hombre guapo de la ciudad. Buah, verás estas payasas se van a enterar. Les respondo escribiendoles más mentiras y dándome una importancia que no tengo, pero como que me da igual lo que digan, total ellas me echan muchas más mentiras porque se las eche yo no pasa nada. Lo peor de todo que comienzo a decirles que he encontrado un hombre mejor que el pastorado de Juan, pero lo más irónico es que le doy la descripción de Noé.
La madre que me parió, pero que he hecho, bueno total esto del Facebook no va a salir, o si, porque mira que el Facebook es un poco chivato. Bueno mientras que no llegue la información a Noé me puedo dar con un canto en los dientes.
Después de estar casi tres horas poniéndome al día de los cotilleos del pueblo, decido irme a dormir cuando escucho la puerta. Alzo un poco la cabeza y veo que pasa mi hermano con la moral por el suelo. Por su puesto no tardo en preocuparme.
—Edu que te pasa que vienes tan decaído.—Le pregunto mientras se quita su chaqueta y los zapatos, nunca he visto así tan decaído y triste a mi hermano.
—Se acabó Marisa, se acabó todo.
—¿Cómo? ¿De qué demonios estás hablando? Edu explicate porque me quedado igual.
—Me refiero a Clara, hoy he estado hablando con ella y bueno... le dicho que la quiero y al parecer ella se lo ha tomado a risa. No te puedes hacer una idea de lo imbécil que me sentido cuando ha comenzado a reírse y darme golpecitos en mi hombro quitándole importancia al asunto. Oh dios Marisa que tonto he sido en poner mis ojos en ella e incluso hacerme ilusiones tontas.
—Mira Edu, puedo entender que después de tanto tiempo queriéndola en silencio ahora vas y se lo sueltas, puedo entender como te sientes, pero miralo por el lado positivo, ya sabes que ella no siente lo mismo por ti, tan solo amistad.
—Amistad, a qué llamas tú amistad cuando nos hemos acostado siempre que ha ella le han roto el corazón, e incluso cuando le ha apetecido yo siempre he estado como un gilipollas deseando de arroparla entre mis brazos y hacerle el amor. ¿Y para qué? Para que se ría de mí, para que me dé palmaditas en mi espalda de consolación. No Marisa, yo también tengo corazón, yo también tengo mis sentimientos y Clara no se los merece, trataré de olvidarla y disfrutar de mi soltería y conocer a otras mujeres y quien sabe lo mismo conozco a mi alma gemela.
No si lo que yo digo, el que no se consuela porque no quiere. Desde luego con todo lo que diga mi hermano, es muy fuerte lo que siente por Clara y me parece a mí que muy chungo lo va tener para olvidarse de cada momento que han pasado juntos. Pero bueno lo mejor es que cenamos y charlamos de otras cosas como por ejemplo del nuevo desfile que se celebrará en una semana y como novedad viene Naiya.
Los días iban transcurriendo muy rápido y al parecer en la empresa todo el mundo estaba estresado o con la moral por el suelo como Sancho, que a pesar de querer aparentar que está más contento que unas castañuelas, se puede ver su tristeza. Luego está Lisa, bueno ella al parecer lentamente se va quitando esas tontas fantasías que tenía con Hugo, me alegro mucho por ella. Y yo pues no he vuelto a saber nada de Noé, sé por Lisa que se la ha pasado de reunión en reunión y pienso que estará algo nervioso por la llegada de Naiya. Si digo que no me han entrado ganas de ir hasta su oficina y abrazarlo, me estaría mintiendo a mí misma. Pero he preferido mantener las distancias y no meterme donde no me llaman y continuar con mi trabajo que no es poco tener que preparar los nuevos vestidos de noche, lencería, ropa de baño y de sport. Pienso que va ser una noche magnífica y vamos arrasar con nuestros nuevos modelos de ropa de temporada. Estoy deseando de que se pasen estos dos días para ver como nuestro trabajo es recompensado.
La noche del desfile por fin ha llegado, si digo que no estoy atacada de los nervios miento, no he dormido en dos noches, todo ha sido un sin parar para que el desfile salga a la perfección y que no se cometa ningún fallo, tuve que hacerme el cargo de supervisar la ropa que se van a probar los modelos, madre mía esta semana ha sido una locura y espero que los invitados queden conformes con nuestro trabajo.
Cuando ya estoy lista, escucho la puerta sonar, frunzo mi ceño, quién será, yo no esperaba a nadie, porque con Sancho y Lisa hemos quedado en vernos en la puerta del salón. Bueno será mi hermano que se le haya olvidado algo. Al abrir la puerta, siento como mi corazón palpita descontrolado, se trata de Noé, y madre mía está impresionante con su esmoquin que le sienta tan bien. Madre mía, como no diga nada creo que le voy a dar un empujón y me voy a quitar la virginidad. Cuánta hambre tengo todo hay que decirlo.
—Buenas noches Marisa, estás preciosa, toma te traído unas flores espero que te gusten.—Me hace entrega de las flores, guau, no sé qué decir.
—Muchas gracias, me encantan son muy bonitas. Espera pasa, voy a ponerlas en agua, y ya nos vamos. Voy como un rayo a la cocina, busco un jarrón y pongo las flores en agua, seguidamente me calzo me doy mi último retoque de maquillaje, me acomodo mi moño y ya estoy lista.
—Bueno pues creo que mi sesión de belleza ya ha terminado.
—Estás preciosa, tal y como eres.—Desde luego qué mujer no va caer rendida a sus pies, entre lo atractivo que es y encima mirándome de la manera que lo hace con esa terneza logrando que los pocos recursos que me quedan para mantenerme fuerte se vayan al carajo dejándome vencer por su encanto. Cuando menos me quiero dar cuenta, estamos muy pegados, nuestras miradas se encuentran, estamos solos, en silencio, escuchando el latido de nuestro corazón, su mano roza mis acaloradas mejillas que comienzan a encenderse, sus suaves labios rozan los míos, es un beso tan deleitoso como agradable, dejo que nuestras lenguas emprenden una batalla de capricho y ansía por devorarnos, por tocar lo inalcanzable dejo que su mano baje hasta mi cintura para que nuestros cuerpos se aproximan más, el beso se prolonga haciéndose más apasionado, entierro mis dedos en su cabello ansiando más y más de él, dios mío que me está sucediendo para perder la cordura de esta manera.
Desafortunadamente su móvil sonó, lo miró con desagrado para a continuación disculparse y haciéndome entrega de su brazo salimos hacia el salón donde se celebra el desfile.
Al llegar a nuestro destino, Noé y yo nos tuvimos que separar. Sentí una pequeña nostalgia golpearme en el centro de mi pecho por tenerme que separar de él, pero entendí que cada uno debíamos ocupar nuestros puestos.
—Marisa esperame en el cóctel, quiero estar a solas contigo, por supuesto si tú lo deseas.
—Si claro, te esperaré, esperemos que esta noche salga todo bien.
—Estoy más que seguro que todo saldrá perfecto, habéis hecho un excelente trabajo y esta noche te lucirás. Eres una gran diseñadora Marisa y vales para ello. —Noé mi guiña un ojo despidiéndose con un beso en mi mejilla marchándose en compañía de otros hombres.
—Guau, qué calladito te lo tenías. Desde cuando...—Me pregunta Lisa que sale de la nada.
—No sé Lisa, sabes creo que me estoy enamorando de Noé. —Lisa se me queda mirando alzando una ceja con cara de sorpresa — Sí, sé lo que dije respecto al amor y sobre Noé que es un hombre inalcanzable para mí, pero tampoco es imposible intentarlo.
—Marisa, no lo tomes a mal, estás muy ilusionada y si sigues con este juego vas a caer en picado y el golpe te va escocer mucho, más de lo que tú imaginas. Ten cuidado amiga.
—Lo tendré, y gracias por preocuparte de mí, te dicho lo mucho que te quiero.
—Anda pasemos que nos espera Sancho que ya se ha bebido media botella de mojito, este hombre como no cambie mal lo lleva.
—Me gustaría que las cosas con Arturo se solucionen, pero creo que tiene menos posibilidades que yo que me toque la lotería sin echar.
Lisa y yo fuimos hacia un reservado donde se encontraban todos los modelos, y el equipo de peluquería. Nada más verme Sancho me abrazó dándome dos besos en mis mejillas, a treinta kilómetros se notaba que estaba contento por el alcohol que se había tomado. Aún así le echo una reprimenda y para comenzar a preparar las modelos puesto en tenemos muy poco tiempo el desfile está a punto de comenzar.
El desfile da comienzo, todo son prisas y tener cuidado con que algo salga mal, por san Tomás que estoy que me comen los nervios, Sancho desde luego no me ayuda mucho puesto que se ha puesto de cháchara con otros diseñadores. Será posible. Ahora me toca encargarme de todo. Verás este me va ha escuchar cuando lo pille.
Para mi buena suerte, el desfile por fin termina, como es habitual Sancho y yo salimos junto a los modelos para que el público nos conozca. Tras subir a la pasarela un foco me ciega o eso creo cuando veo a Noé sentado junto a una mujer. Mi cuerpo comienza a contraerse descargando una pequeña cólera por mis venas, disimuladamente comienzo a sonreír y a saludar a los asistentes cuando fijo mi vista hacia donde se encuentra Noé sentado con...Naiya.
Siento como me falta el aire, mis ojos comienzan a escocerme, pongo una excusa y me marcho hacia el baño, necesito estar sola, al ser posible consumirme con mis pensamientos. A solas en el baño cierro la puerta para dar comienzo a mi llanto con un único pensamiento, Noé está con Naiya.
—Marisa abre la puerta ahora mismo.—Grita mi hermano.
—Qué quieres Edu.—Le digo con mi rostro mojado mientras le abro la puerta y dejo que pase.
—¿Qué se supone que estás haciendo? ¿Eh?
—Nada, no ves llorar como imbécil.
—Marisa no me digas que estás así por el imbécil de Noé.
—Más bien por haberlo visto con Naiya y cómo sonreía. Me siento como una tonta por haberle creído cuando me decía que entre él y Naiya ya no existía amor. Pero me han bastado unos minutos para darme cuenta que no es así. Que la quiere. Edu...—Ya no puedo soportarlo más mis fuerzas han topado su límite y abrazada a mi hermano caigo al suelo llorando desoladamente.
—Marisa, Naiya no ama a Noé, ella está felizmente casada y es feliz con sus dos hijos. No quiero verte así, ese gilipollas no se merece ni una lágrima tuya. Ni una. Ahora lavate la cara y salgamos a fuera te voy a presentar a unos socios que están interesados en tú trabajo. Eso es lo que te debe importar en estos momentos ascender en tu carrera. El amor va y viene. Ahora vayamos hacia el otro salón no van a tardar en dar comienzo el cóctel.
Hice lo que mi hermano me dijo, me lavé la cara, agarré mi bolso y saqué algo de maquillaje para darme un retoque. Admito que mi hermano es un ángel y tengo mucha suerte en tenerlo a mi lado, a veces me pregunto qué haría sin él. Ahora me queda la prueba más difícil, podré arrojar los celos aún lado cuando vuelva a Noé y Naiya juntos.
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