Aquel joven ya estaba cansado de siempre lo mismo, las peleas constantes con su hermano, el agobio por culpa de su canal de youtube. Incluso las últimas semanas se había quedado afónico de tanto gritar "EEEESTOS SON".

Su mente era un profundo y perfecto caos, como la mente de cualquier adolescente cuando llegan los exámenes o finales, o cuando quiere conquistar a la Vane y trata de que el Richard no se la quite.

A decir verdad, los pensamientos de Tri-line, eran demasiado confusos, se montaba sus propias películas de como era la situación en todo el mundo, aunque, sin olvidar a lo más importante, su hermano.

Todo pasó aquella noche. Tri-line abrió los ojos cansado por los gritos de su hermano y de otra muchacha desconocida, a saber quien era, según sus cálculos, ya era la quinta esta semana.

-¿Quieres bajar el volumen de tus putos gemidos?, un ciervo en celo hace mucho menos ruido que tú- Golpeó la puerta del cuarto que estaba justo delante de su habitación esperando que parara. 

En su lugar, lo único que obtuvo fue un "Vete a la mierda" el cual vino de parte del señor Daniel, quien siguió a lo suyo.

Al peliblanco no le quedó más que aguantar e ir a la cocina a por un vaso de agua. Mientras caminaba, varios pensamientos pasaron por su mente, en cierto modo, se sentía tan celoso de que su hermano fuera tan cariñoso con todos menos con él. Incluso había pensado varias veces en mudarse tan sólo para no aguantarle.

-Ese idiota....- Fueron las únicas palabras que salieron de su boca antes de ver una nota un tanto especial escrita en la nevera. Su sangre se congeló al leerla....