Capítulo 89: Trabajo.
Miró a su celular, viendo su celular con ese mensaje.
"...y la próxima reunión del consejo será este sábado, en horario de almuerzo".
Hizo una mueca ‹No quiero ir› pensó fastidiado.
¿Por qué tenía que ir a esa maldita reunión si él ni siquiera se había postulado como ayudante...?
— Mierda, yo...
— Aarón Volk. Sal de aquí y no vuelvas, no necesitamos tus servicios como ayudante.
‹...Creo que tendré que asegurarme que el nuevo ayudante no es un pervertido como Aarón›
Aylin no había venido estos días a clases, pero le dijo ayer que mañana iría a clases. Sólo era para asegurarse que no pasara algo raro...
‹Quiero jugar con ella en ping pong› pensó, notando que jamás había jugado con ella. Vagamente recordó que su primer día como miembro jugó otra vez con Ludwig ‹...Parece una niña›
Ludwig ahora se había dejado crecer el cabello, y no había lo notado mientras jugaba con él, pero... Él realmente tenía un rostro de chica, al punto en que llamarle "Ludwig" era extraño...
Incluso así, no le pudo ganar...
‹Algún día le voy a ganar› pensó, frustrado porque su marcador con Ludwig seguía siendo 0 de su lado. Ya de mal humor por culpa de recordar esto, decidió que era buen momento para irse a dormir.
Cuando despertó para ir al día siguiente, todo parecía normal, bueno... Todo menos que encontró a ese viejo borracho inconsciente en la puerta.
—...—decidió que si ese tipo moría de hipotermia no era su problema, así que sólo pasó por su lado y pidió el Uber.
El conductor resultó ser un chico universitario, del tipo que no se callaba...
— Vaya, ¿Viste eso? —cortó su monologo, señalando a un tipo saliendo de una cafetería local con una pistola y una bolsa con el botín subirse a toda prisa a un auto que estaba delante de ellos.
—...—sólo guardó silencio, mientras por dentro pensaba ‹ ¡¿Qué carajos?! ¡Pero si son las 7 de la mañana! ›
La delincuencia estaba muy violenta últimamente, y madrugadora...
Pero al menos Abigail no fue madrugadora hoy, así que pudo desayunar en paz por primera vez en... ¿Una semana? Ya no recordaba.
— Recuerden que falta poco para los exámenes de practica ¡Necesitan tener una buena calificación para poder pasar el año y no reprobar!
Valentino, quien tenía la cabeza apoyada en el escritorio mientras veía su teléfono, de pronto se sintió muy juzgado por la mirada que la maestra le dio cuando dijo esto.
‹Yo tampoco quiero perder el año...› pensó para sí, sintiéndose demasiado observado por la maestra para su gusto, al igual que los demás estudiantes que habían reprobado un año ‹ ¿Por qué me juzgan así? ¡Maldita sea, París también reprobó un año! ›
Claramente incómodo, miró su celular con la intención de evitar la habitual sesión de "juzgarlos en silencio" de esta profesora...
「 ¿Cómo vas a ir al consejo con tu esguince? 」 preguntó a Aylin, recordando que para ir a la sala del consejo había que subir las escaleras, y ella tenía un esguince.
「 Romeo me va a llevar \(・ω・)/」
Al leer esto, Valentino, sin notarlo, apretó el celular en sus manos.
‹ ¿Cómo la va a-...? ›
*Riiiiiiiing*
Su hilo de pensamientos fue abruptamente cortado cuando la campana de la escuela sonó, recordándole que tenía que ir a la sala del consejo. Por esto, casi arrastrando los pies, Valentino salió de la clase y comenzó a subir las escaleras para llevar a la sala del consejo.
— Bla bla bla bla bla este es su nuevo compañero bla bla bla bla siéntense ahí —resumió lo que dijo esa bruja de Rebeca sin ponerle atención realmente. Sólo notó que la sala estaba llena de gente, pero...
‹ ¿Dónde está Aylin? › se preguntó, mirando unos papeles que le hicieron organizar porque se habían caído y desordenado. A su lado estaba ese chico nuevo, ¿Cuál era su nombre...? ‹Ah, sí, Kendall›
— ¡¿En serio eres italiano?! —le preguntó ese chico gordo, demasiado emocionado mientras ayudaba a la organización de los documentos revueltos.
— Si —respondió vagamente, encontrando la pagina 124 entre las 37 y 50 de una de las carpetas de documentos revueltos.
— ¡Eso es genial! ¡Mi familia también es italiana! —comentó Kendall.
—...—sólo lo miró, "Kendall" no era un nombre italiano.
— Jaja...—rió tímidamente, notando su expresión de escepticismo— Mis abuelos maternos son italianos —se explicó— Mi padre es-...
En ese momento la puerta se abrió, dejando ver a Romeo entrar a la sala con Aylin en la espalda— Lo siento, llegué tarde...—rió avergonzado, notando la mirada de reproche que su prima le dio.
Rebeca suspiró— Déjala ahí —indicó, señalando el lugar junto a Shun quien estaba haciendo unos cálculos, como si esta situación no fuera algo fuera de lo normal.
— Adiós Romero~ —se despidió Aylin del rubio, a lo que él sólo sonrió y asintió.
Kendall miró a Valentino, notando que estaba mirando muy fijamente los documentos, sin leerlos— ¿Ella no es...? —intentó preguntar.
— Cállate —gruñó, muy molesto.
Ese día Valentino descubrió que cuando estaba de mal humor era mucho más eficiente que cuando él estaba de buen humor...
‹Termine› pensó, dejando las hojas ordenadas frente a él.
Entonces su mirada, sin darse cuenta, se desvió a donde estaba Aylin quien estaba hablando con Shun... en lenguaje de señas. La naturalidad con la que ambos estaban "hablando" mientras el resto del consejo trabaja dejaba en claro que no era la primera vez que hablaban en señas, algo que le sorprendió pues le recordó nuevamente que Aylin era, de hecho, sorda y porque él jamás había visto a alguien hablar con señas.
Valentino miró muy fijamente los movimientos que ambos hacían, aunque no tenía idea de que decían era, de hecho, muy interesante, así que vio toda su interacción en lugar de seguir ordenando los documentos... O así fue hasta que Rebeca entró en escena, colocándosedelante de ellos.
— Dejen de hablar de los ligues de Shun –ordenó en un tono no muy alto, claramente molesta. De no ser porque estaba relativamente cerca de la mesa de esos dos, él no hubiera podido escuchar eso.
—...
—...
Shun y Aylin se miraron por un momento y entonces...
— 漫画了吗? —preguntó Shun, hablando en chino... o lo que Valentino supuso que era chino.
— 虽然结局很是难过。。。 —respondió Aylin, también en chino.
Y así ambos, de la nada, dejaron las señas de lado y comenzaron a hablar en chino, ignorando por completo que Rebeca estaba delante de ellos.
— 但, 你不覺得主角有點像雷貝卡嗎。。。 ?—tal parece hizo una pregunta Shun, realmente no lo entendió. Lo que si supo es que esa "pregunta" no le gustó ni un poco a Rebeca.
— ¡Si van a hablar de esos temas, háganlo en un idioma que no entienda! —les reclamó Rebeca, aparentemente frustrada.
— ¿Qué pasa, Rebeca? —pregunto Aylin, mirándola con una sonrisa— ¿Acaso quieres ser parte de nuestra conversación...? —inquirió con un tono provocativo y burlón.
Rebeca entrecerró los ojos ante estas palabras— Si tienes tiempo para actuar wie ein verderbt, tienes tiempo para trabajar —sentenció, colocando una gran torre de papeles en la mesa.
— Ugh...
La torre de documentos era bastante desigual ya que la torre de Shun era equivalente a un tercio de la torre de Aylin, quien comenzó a quejarse en voz baja por ese castigo "injusto".
‹Nota mental: no molestar a Miller› pensó Valentino, pensando que estaba bien con ordenar papeles.
— Aylin...—vio a esa chica pelirroja cuyo nombre olvidó acercarse a ella— Si quieres, puedo ayudarte —ofreció.
— Sasha...—¿En serio sus ojos se habían humedecido...? — Eres un ángel ¡Cásate conmigo! —pidió, tomando sus manos entre las suyas.
Por la falta de reacción de Sasha ante esto, Valentino supo que no era la primera vez que Aylin le pedía matrimonio. Lo único que Sasha hizo fue mirarlo, soltar las manos de Aylin y decir— Tu novio está ahí... —lo apuntó.
Aylin miró donde Sasha apuntó y lo miró. Fue como si ella hubiera acabado de recordar que él estaba ahí...
— Valentino, ¿Puedo casarme con Sasha? —preguntó Aylin, sin ninguna pisca de vergüenza.
Frunció el ceño.
En ese momento, Valentino decidió que había tenido suficiente. Se levantó de su asiento, caminó hacia donde estaba Aylin y la tomó entre sus manos.
— Por supuesto que no —sonrió— Tú debes casarte conmigo.
Como respuesta, Aylin sólo lo miró con los ojos bien abiertos, para luego comenzar a reír.
— Ejem —arruinando por completo el momento, Rebeca se aclaró la garganta junto a ellos— Valentino, si tienes tiempo para ponerte a coquetear con Aylin, ve a dejar esto en el club de música —eso fue lo que escuchó antes de fuera apartado de Aylin y un montón de documentos tomaran su lugar.
— Ugh...—mierda, eran sólo papeles ¿Cómo podían pesar tanto?
Valentino miró a Rebeca, quien tenía una mirada severa mientras lo miraba, una mirada que no dejaba lugar a replicas.
Suspiró— ¿Dónde está la sala de música? —cedió.
...o0o...
Quien se dé a la tarea de traducir los diálogos en chino al español se va a divertir mucho \v:
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