Capítulo 64: Discusión.
— Ah... Odio las clases, viejo —se quejó Aarón, lanzando un ruidoso bostezo al aire.
— Ajá —respondió Jade, mirando un libro sin el más mínimo interés a la queja de Aarón.
—...—Valentino ni siquiera contestó, estaba mirando su nuevo horario de clases mientras su mente vagaba en lo ocurrido más temprano, completamente perdido en sus pensamientos.
— ¡Hey, par de idiotas, escúchenme cuando les hablo! —gritó Aarón, claramente molesto por ser ignorado por ellos.
— Quita tus sucias manos de mí, Banner —susurró Jade en un tono peligroso al sentir como las manos aceitosas de Aarón ensuciaban su uniforme impecable.
Valentino, al sentir como era tomado por el hombro, salió de su letargo y ni siquiera se molestó en disimular el asco al sentir el olor a pollo frito que tenía Aarón en las manos.
— ¡Entonces escúchame cuando te habló! —reclamó con el rostro rojo de ira, tan rojo como las raíces que se asomaban tímidamente entre su cabello teñido de castaño.
— Ni que fueras mi madre —bufó Jade, alejando a Aarón de él.
Valentino sólo miró su hombro, buscando manchas en su ropa, mientras sus amigos se gritaban menos de dos metros de él. Estaba acostumbrado a ver estos roces entre Aarón y Jade, quizás demasiado; Aarón siempre exigía atención y Jade... a él no le importaba nadie.
‹ ¿Cómo termine con este par...? › se cuestionó, un tanto fastidiado. Si quisiera escuchar gritos se quedaría en casa... ‹No pienses así› se dijo a sí mismo, deteniendo su hilo de pensamientos ‹Ellos son tus amigos...›
— ¡Eres un amargado, por eso nunca tienes novia! —gritó Aarón.
Al escuchar esto, un destello de ira se reflejó en los ojos de Jade, un destello que hizo temblar de miedo a Aarón.
Se había pasado...
— Estoy harto —dijo Jade acercándose a su "amigo" mientras se tronaba los nudillos en un gesto claramente amenazante.
— E-Eh... sabes que no lo decía en serio... Yo... ¡Yo si fuera una chica saldría contigo! —comenzó a decir lo primero que vino a su mente en un intento de salvar su trasero, retrocediendo aterrado— ¡V-Valentino, ayúdame! —suplicó cuando Jade lo había acorralado y lo había tomado del cuello de la camisa.
En ese instante, mientras Valentino se debatía entre salvar a Aarón o simplemente observar, fueron interrumpidos.
— Las peleas están prohibidas en los terrenos de la academia.
Al unísono los tres giraron sus cabezas hacia la persona que habló: Shun Chevalier, el vicepresidente del consejo estudiantil, o al menos eso era lo que ponía la banda alrededor de su brazo...
— Si quieren resolver su conflicto de manera física pueden ir al club de artes marciales —propuso si nada, ignorando por completo el ambiente, dejándolos confusos. Entonces, Shun se inclinó un poco hacia ellos, mientras que Jade aun sujetaba a Aarón de su uniforme— ¿Hay algún problema...? —preguntó con una voz muy terminante.
— ¡N-No, claro que no hay ningún problema...! —declaró tembloroso Aarón, aun siendo sostenido por Jade.
Ante esa negativa, Shun dirigió su mirada hacia Jade— ¿Algún problema...?
A pesar que Shun era más bajo que Jade por unos diez centímetros lucia sorprendentemente intimidante.
— No... no lo hay —habló al fin, soltando a Aarón, que rápidamente corrió a esconderse tras Valentino.
— En tal caso, tengan un buen día —se despidió Shun, dándose la vuelta como si nada.
—...Ese tipo da miedo —murmuró Aarón, mirando marchase al segundo al mando del consejo— ¡Hey, ¿Dónde vas?! —exclamó, viendo a Jade alejarse.
— Cállate —ordenó este con el ceño fruncido para darse de nuevo la vuelta.
Por un momento, el silencio reino entre Valentino, quien no sabía que se suponía que debía hacer ante esta situación, y Aarón, quien... estaba molesto por ser ignorado...
— Ese idiota es muy arrogante —se quejó Aarón, encendiendo un cigarrillo, sin obtener respuesta a su queja. Valentino realmente no quería meterse en líos por apoyar a uno de ellos, era una completa causa perdida, así que decidió callar— ¿Vas a participar en el "Cáliz de fuego"? —preguntó, dándole una calada a su cigarrillo.
El "Cáliz de fuego" era sólo una forma bonita de decirle a una copa donde elegían por azar el nombre de los tres ayudantes del consejo estudiantil. Ese puesto desde la subida al poder de Rebeca Miller había sido extremadamente solicitado, siendo los postulantes separados en dos grupos: los que querían una oportunidad con la joven modelo y los que querían poder y prestigio por ser parte del consejo estudiantil.
— ¡Es mi oportunidad para mostrarle a esa bruja el hombre que se pierde! —exclamó Aarón, siendo claramente parte del primer grupo.
— ¿No que tenías novia...? —preguntó algo incrédulo de la actitud de Aarón con Miller. Era extraña, muy extraña.
— Bah, mientras ella no se entere no importa. Que esta buena no es razón suficiente para desperdiciar oportunidades con otras chicas —y, por cosas como estas, Aarón nunca tenía una relación seria o una que, por lo menos, durara más de unos meses— ¿Y tú qué? ¿Vas a seguir en esas mariconadas de clubes? —cuestionó, mirándolo mientras fumaba.
No había forma en que dejara el club de manualidades ni el club de tenis de mesa, no cuando ya había llegado tan lejos— Creo que me quedare un poco más...
— ¡Ja! ¡Eres un mandado! ¿Acaso tu noviecita no quiere dejarte solo? ¡De seguro que por su culpa dejaste de fumar!
Suspiró, sin tener ganas de discutir con Aarón— Sólo es temporal... —dijo, sin estar seguro de sus propias palabras.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro