Capítulo 49: Miedo.
— Ah, ¿Por qué tuve que venir hoy...? —se quejó Aarón, fumando un cigarrillo.
— ¿Tus padres te obligaron a venir otra vez? —preguntó Jade, mirando sus apuntes.
— Si, esos dos seguramente están cogiendo en casa, aprovechando que no estoy —se quejó, exhalando un círculo perfecto de humo— Seguramente mañana me manden con mis tíos o algo por el estilo —comentó.
— Hablando de coger —dijo Jade, guardando sus apuntes— ¿Cómo vas con la apuesta, Valentino? —preguntó, notando que el chico estaba muy metido en su celular.
— Ah, bien —respondió de manera vaga, sin prestarle real atención a la conversación.
— ¿Qué tanto miras en el celular? —preguntó Aarón, asomándose por sobre su hombro para ver que tanto veía.
— Nada —respondió cortante, alejando su celular de su amigo. Su olor a cigarrillo era tan fuerte que le hizo recordar que debía comprar más parches de nicotina, pues ya casi se le acababan.
— ¿Hablando con tu noviecita? —rió Aarón, encendiendo otro cigarrillo.
‹ ¿Cómo puede fumar tanto? › se preguntó, olvidando que él fumaba tanto o más que Aarón hace sólo dos semanas.
— Tienes suerte, mi novia no me contesta desde el miércoles —se quejó, inhalando el humo del cigarrillo— Creo que se enojó porque le dije que hacía unos orales terribles.
— Si fuera ella, también me hubiera enojado —rió Jade, encendiendo un cigarrillo... de marihuana. Lo supieron desde el momento en que lo encendió.
— Viejo, esa mierda apesta —se quejó Aarón, alejándose de Jade.
— "Esta mierda" es mejor que tus cigarrillos baratos —declaró Jade, frunciendo el ceño.
Ajeno a la conversación de sus amigos, Valentino seguía hablando con normalidad con Aylin desde su celular, o así fue hasta que lo obligaron a integrarse de nuevo.
— ¿Has visto a Sasha Forrest? —le preguntó Jade.
— ¿Quién? —no entendía ¿Sasha no era el nombre de una actriz porno? ¿Qué tenía que ver una actriz porno con esto?
— Mira —en ese momento, Jade le mostró la foto de una chica pelirroja, de ojos verdes, piel blanca y pecas, leyendo un libro en la biblioteca de la academia.
— Se me hace conocida...—juraría que la había visto antes, pero no recordaba donde...
— No has visto nada —Jade, con un movimiento, cambio de imagen, mostrándole a una chica con las mismas características, pero gorda, muy gorda— Así estaba hace unos meses.
¿Por qué tenía fotos guardadas de esa chica? Esa fue una fuerte duda que... no se atrevió a expresar.
— Qué asco, de seguro está llena de estrías —rió Aarón, dándole una última calada a su cigarrillo.
En ese momento, Valentino sintió un escalofrió en su espalda. Volteó, pero no vio a nadie...
— ¿Te atreves a ir por ella? —le preguntó Aarón a Jade, quien negó de inmediato.
— No, gracias. No quiero ver la piel sobrante de su cuerpo.
— ¿Y tú, Valentino? ¿Te atreves a ir por ella cuando termines con Miller? —preguntó Aarón con una sonrisa burlona.
En ese momento llegó un mensaje a su celular「No te atrevas, Berardi」ese mensaje, sin ninguno de los habituales emojis que Aylin usaba, le causó escalofríos. ¿Dónde estaba si sabía de lo que estaban hablando...?
— N-No, no me gustan ese tipo de chicas —se negó, sudando frio ante ese mensaje.
— Son un montón de aburridos —se quejó Aarón, tirando el cigarrillo al piso.
‹No, es sólo que no quiero morir...› respondió Valentino en su mente.
Ignorando el miedo que pasó en ese momento, su día fue bastante tranquilo. Esta academia era igual de tranquila cada día, sin importar lo que pasara fuera o que mañana fuera 24 de diciembre y no hubiera clases por un tiempo...
Ese día llegó temprano a casa, con una bolsa llena de suministros para aplacar su adicción a la nicotina. Lo malo es que su padre había llegado temprano también, y estaba con una chica...
‹Este tipo no aprende› pensó, dejando las cosas en su cuarto y cambiándose la ropa; ni siquiera había pasado una semana desde el accidente. Aylin no le contestaba los mensajes, así que supuso que estaría ocupada, así que se quedó en su cuarto, aburrido, sin nada que hacer... ‹Necesito un hobby› se dijo a sí mismo, notando que, sin salidas con sus amigos, tareas o gente con quien chatear, no tenía absolutamente nada que hacer.
En medio de su aburrimiento, decidió que necesitaba un camino más seguro de la puerta a la cama, por lo que "limpio" un poco...
— ¿Esto sigue aquí...? —se preguntó, encontrando la revista de manualidades que había tirado hace... mucho. Sin nada mejor que hacer, y entendiendo un poco más del tema, comenzó a leerla.
En medio de su lectura, un gran deseo de tomar Coca Cola se apoderó de él, y decidiendo que no había nada que perder, decidió bajar a buscar un poco.
— ¡Ah! ¡Ah! ¡Ahhhh! —parecía que su padre se consiguió una gritona, era casi como si la estuviera matando...
Sin mucho interés, tomó la gaseosa y la bebió directamente de la botella, escuchando el alboroto de esos dos de fondo.
— Ah...—dejó la botella en el refrigerador y sin mucho interés, comió un trozo de pastel que había ‹Me pregunto cómo gemirá Aylin...›
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