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Capítulo 100: Chris.

La directora lo examinó de manera disimulada, pero él reconocía perfectamente esa mirada: "¿Cuál gemelo es él", eso no era raro en lo absoluto, pero si agotador— Soy París, París Berardi...

El rostro de la directora se iluminó un poco al notar que él era el "gemelo responsable" y no el "gemelo problemático", pero de inmediato lo intentó ocultar— Y bien, París ¿Qué te trae a mi oficina?

‹Que problemático› pensó, todavía somnoliento— Me dormí en la clase de inglés, la maestra me envió aquí...

La directora se removió en su asiento, incómoda— Bueno, es tu primera vez durmiéndote en clases...—comentó, escribiendo con su mano izquierda un papel que le entregó— Puedes volver.

Tomó el papel y lo miró un momento— Gracias —dijo, levantándose de asiento y despidiéndose de la directora, pero él no volvió a la clase de inglés, en su lugar se sentó en una banca que encontró y se puso a dormir.

Esta vez, no soñó nada, pero de pronto sintió como algo lo estaba tocando...

— Hey~, tierra llamando a París~ —escuchó la voz de alguien a lo lejos.

Abrió los ojos, encontrándose en primer plano la cara del maestro Aiden, quien lo había estado picando con el dedo a ver si despertaba— Profesor...—se sentó correctamente en el banco, tocando su hombro para asegurarse que su mochila seguía ahí. Lo estaba— ¿Qué hora es...? —preguntó, aun somnoliento.

Aiden se alejó un poco y lo miró— 12:19 pm —anunció el maestro con una sonrisa, la cual no hizo más que aumentar al ver como París se levantaba de la banca como si fuera un resorte.

— ¡Чёрт!

¡Tenía clase de Kickboxing en 10 minutos!

Aiden miró con curiosidad como París maldecía en ruso, pero su sonrisa no se borró— Si no estas listo para cuando empiece la clase, tendrás que pagar el atraso ♡ —amenazó con una amigable sonrisa el maestro, empezando a caminar con toda la calma del mundo al dojo.

Sudó frío ‹Tengo que apresurarme› pensó y, mientras el maestro caminaba muy tranquilo, él salió corriendo al dojo.

Por culpa de su "siesta" se había perdido la clase de ingles y la de cocina, pero Paris estaba más aterrado de tener que lidiar con el maestro Ayers molesto...

— Justo a tiempo —declaró Aiden con un cronometro en la mano, viendo como París llegaba justo a tiempo a su clase, aunque con la ropa de entrenamiento un poco descolocada, pero lo dejaría pasar esta vez.

París trató de recuperar el aliento ‹ ¿De dónde sacó ese cronometro...? No, espera, ¡¿Cómo diablos llegó antes que yo?! › no lo había visto en el camino a la clase, ¿Acaso se había teletransportado?

— Hoy seré misericordioso, así que tendremos un entrenamiento tranquilo.

Si bien el maestro Ayers era un sádico, no había mentido. Fue un entrenamiento exigente, como siempre, pero fue bastante tranquilo.

‹Mañana podré levantarme sin ningún dolor› pensó, bastante aliviado con la idea de que mañana podría moverse bien sin la necesidad darse una ducha caliente.

— ¡París! ¡Mira, tengo un teléfono nuevo!

Ni siquiera se sorprendió cuando Chris se le lanzó encima a penas lo vio durante el receso. Realmente estaba muy acostumbrado a esto.

— ¡Mira, es súper cool! ¿No es así? —prácticamente le puso el celular en la cara, presumiéndolo como si de un niño pequeño se tratase. Ni siquiera habían pasado 24 horas desde que había destrozado por accidente su anterior celular y ya tenía uno nuevo, tal y como se esperaba de Volker Bolton...

— Si, si —apartó el celular de su rostro, con este en la cara no podía observarlo bien.

— Mi hermano me dijo que él tenía uno igual —declaró Chris, bastante orgulloso. Por un momento tuvo ganas de preguntarle sobre cuál de sus tres hermanos se refería, pero viendo lo orgulloso que lucía de seguro hablaba de Declan y no de Jules o Jonathan.

‹Apuesto que ni siquiera sabe el modelo› pensó mientras examinaba de manera superficial el celular. Después de todo, ambos estudiaban administración y comercio, no es como si fueran expertos en estas cosas, pero lucia bien— ¿Ya restauraste todo lo del otro celular? —preguntó, devolviéndole el teléfono.

— ¿No...? —pareció dudar, como si recién hubiera caído en cuenta de que tenía que restaurar todos lo que tenía en su anterior celular— En ese caso, debería ir a la sala de juegos para conectarme al WiFi, ahí es mejor y más rápido —se refirió a la "sala de juegos" de los alumnos internos, un nombre bastante correcto, ya que ahí incluso se podía reproducir una película en la pared blanca de ese lugar.

Abrió la boca, dispuesto a recordarle que ambos tenían que almorzar. El maestro Aiden no le había intentado matar hoy, sin embargo, tenía hambre pero Chris entonces cayó en cuenta de ello.

— ¡Claro, después de almorzar! —aseguró, notando su error.

— En ese caso, está bien —aceptó.

Christopher siempre actuaba como un niño en momentos como estos, pero aun así trataba de no molestarlo o hacerlo enojar.

— ¡Y entonces-...!

Estaban en camino al comedor cuando Chris de pronto paró su parloteo acerca de como su padre lo regañó por romper el teléfono— ¿Qué pasa? —preguntó, confundido.

— ¡Mira!

Y sin ningún pudor, Cris tomó su barbilla y lo obligó a mirar en un punto del patio. Ahí estaban dos personas en una banca, abrazadas de manera muy cariñosa en un lugar no tan transitado de la academia, una era alguien que conocía, Shun Chevalier, pero la otra persona...

‹ ¿Qué carajos? › se cuestionó, viendo a una de las chicas más problemáticas de la academia, Iris Antzas, una chica que ignoraba por completo las reglas y siempre se metía en problemas, una chica que se teñía el pelo rubio y usaba esos bronceadores exagerados en la piel, usaba minifaldas y demás cosas extremadamente prohibidas en la academia, siendo abrazada por detrás por un muy feliz Shun, el vicepresidente del consejo estudiantil...

Algo así en la academia Belial era como ver a un policía abrazando a un delincuente...

Entonces vio a Chris, quien tenía su celular en manos y tenía la aplicación de cámara del celular abierta. En ese momento, París fue testigo de como se formaba un nuevo rumor...

— ¿Cuánto tiempo llevaran saliendo...? —preguntó Chris, divagando con un aire risueño mientras tenía el celular a su lado, aprovechando el WiFi de la cafetería para adelantar trabajo.

—...—a pesar de llevar tantos años en la academia, le seguía sorprendiendo lo amantes de los chismes que podían llegar a ser los estudiantes internos— ¿Cuánto le falta a tu teléfono? —cambió el tema.

— Tiene 68%-...

*Riiiiiiiing*

‹ ¿Acaso no quieren que sepa cómo es la novia de Chris? › se cuestionó, algo mosqueado por su suerte. La siguiente clase era de artes.

—... Y el color rojo y amarillo generan hambre —explicó el maestro.

La clase de arte, debido a la especialidad de administración, estaba más orientada a cosas como el marketing y parte de esto era atraer la atención de los alumnos era parte de su clase.

— Algunos ejemplos de esto —pasó de diapositiva con el control en su mano— El logo de McDonald —pasó de diapositiva— El logo de Burger King —pasó de diapositiva— Comunismo —una gran imagen de la bandera de la URSS se proyectó en la pantalla. Quizás era importante agregar que su maestro era de Venezuela...— Y el logo de Carl's Jr.

París miró como, de pronto, Chris le lanzó una nota con este mensaje: 95%, junto a una carita feliz.

— Ejem —levantó la mirada, encontrándose con la mirada reprobadora del maestro— ¿Notas? ¿En la era de la mensajería instantánea? —lo miró con cara de "¿Es en serio?"— Si van a distraerse en mi clase, por lo menos háganlo con un video de gatitos —los regañó con una voz muy seria.

— ¿Los videos de cachorros sirven? —preguntó con un tono sorprendentemente serio Shun, quien también compartía clase de arte con ellos.

— Depende. Si me los compartes al final de la clase lo podría considerar.

¿En serio esta era la conversación entre un maestro de la prestigiosa academia Belial y un alumno del top 3...?

Volteó a Christopher, quien de pronto parecía haber recordado el hecho de que había visto a Shun y a Iris juntos en el patio.

‹Es imposible que pueda tomarlos en serio› suspiró, tapando la mitad de su rostro con su mano derecha mientras tomaba notas de la clase con la izquierda.

Sólo otro día normal...

— Me pregunto si en el campo de futbol hay WiFi —dijo Chris, quien miraba con cierta desolación ese 99% de restauración.

— Podemos esperar hasta que se complete...

Esto pareció horrorizar a Chris— ¿Qué? ¡No, nosotros debemos ir! —comenzó a empujarlo hacia campo donde futbol americano y las porristas entrenaban.

— Puedo caminar solo...

No es como si por tardarse cinco minutos algo malo fuera a pasar...

Y cuando llegaron al campo— ¡Si, por fin! —mostró la imagen de su celular, el mismo fondo de pantalla que tenía ayer.

— ¿Al fin me vas a presentar a tu novia?

— ¡Por supuesto!

Su corazón empezó a latir con fuerza mientras Chris buscaba alguna imagen de él y su novia. ¿Acaso sería la misma mujer que estuvo en el choque con su padre? O...

— ¡Equipos fuera! —exclamó el entrenador Nolan, tomando cual ladrón el celular de Chris cuando estaba a punto de mostrarle una imagen de su novia.

— ¡Espere entrenador! Es algo-...—trató de discutir con el entrenador, pero Chris de pronto lo tomó del brazo.

— Déjalo así...

La actitud de Christopher estaba rara, ¿Quizás temía que Nolan requisara su celular nuevo?— Está bien...—aceptó, dudoso.

— ¡Te voy a superar! —se escuchó ese grito venir del otro lado del campo, específicamente donde estaban las animadoras, pero la voz que gritó no era la de una chica, sino la de un chico.

París se sintió seriamente confundido al ver a ese chico del dojo, ese que Aylin había noqueado, usando la ropa masculina de entrenamiento de las porristas, mirando con desafío a Aylin, quien lo estaba mirando desde las gradas.

— ¡Ja! Ya quiero ver eso, Ezio —declaró con un tono burlón y con cierto tinte acido Aylin, quien tenía a su lado un par de muletas.

‹ ¡¿Muletas?! › pensó, alarmado al ver esas muletas ‹ ¿Su lesión fue tan mala? › se preguntó, muy preocupado.

— ¡No se distraigan! —gritó el entrenador, forzándolos a prestar atención al entrenamiento.

‹Maldita sea› pensó, atrapando el balón y corriendo a la portería. Quería ir y preguntarle a Aylin si estaba bien, pero si el entrenador lo veía saltándose el entrenamiento lo castigaría.

— ¡Bien hecho, París! —escuchó a alguien decir cuando su lanzamiento logró llegar al blanco.

‹Estoy cansado› pensó, recuperando el aliento después de su carrera. Quería salirse del entrenamiento y preguntarle, pero ‹Maldita sea› pensó, tomándose un momento lejos del campo para descansar.

— ¡Oye, Christopher! —escuchó a María gritarle a Chris. Levantó la mirada, viendo el intercambio— Alguien te busca.

— ¡Voy!

Podía recordar todo lo que siguió a esas palabras, después de todo, todo paso a menos de 5 metros de donde estaba recuperando el aliento...

El aire seguía ardiendo en sus pulmones, pero ya no dolía tanto. Christopher se acercó a donde estaba quien lo buscaba, un chico que pudo reconocer como uno de los amigos de Valentino. ¿Abram? ¿Alan? ¿Aarón...?, no lo recordaba. Los vio hablar por unos pocos segundos, y lo siguiente que vio fue a Christopher caer al suelo y a ese tipo lanzarse sobre él, golpeándolo violentamente. Había algo brillante en sus puños...

Sangre.

Vio la sangre salir de la nariz de Christopher, y como la mano de ese loco se teñía de ese mismo líquido. Escuchó gritos y a sus compañeros lanzarse a correr a separar a ese tipo de Chris.

Su cuerpo... no se movió, a pesar de que era el que estaba más cerca, no pudo moverse. No pudo... no pudo...

— ¡Alguien llame a los guardias!

Un caos absoluto se formó a su alrededor, pero él no pudo moverse. Sólo pudo mirar cómo se llevaban a Chris...

— ¡Tú eras el que más cerca estaba! ¡¿Por qué no lo detuviste?! —cuestionó el entrenador, tomándolo de los hombros.

Esa mirada... esa mirada de nuevo. Todos lo estaban mirando, lo estaban juzgando. Otra vez él...

"¿Por qué no hiciste nada?" "¡Es tu amigo, ¿No es así?!".

"Su madre tiene cáncer, dicen que quizás no sobreviva el próximo año" "Que niño tan frio, da miedo...".

— Yo...

Otra vez él era el malo...

¡Ya son 100 capítulos (formales)! Gracias por leer hasta este punto, ¡Yo digo que esto merece una estrellita! Es gratis uwu

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