•• 7 ••
Prompt: Gargantilla.
Sinopsis: JongIn no es bueno creando cosas, pero por KyungSoo vale la pena intentarlo.
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JongIn no está muy seguro de lo que está haciendo. En primer lugar, no cuenta con instintos ultraincreíbles, fuera de otro mundo, agudísimos y sobrenaturales, en segundo lugar, estas cosas no te las enseñan en clase de preparatoria y mucho menos en la universidad, y en tercer lugar, tiene un gusto pésimo para el arte y las manualidades, así que... sí.
Probablemente esté más cerca de un gran desastre que de algo bonito y delicado, y eso es muy desafortunado.
Como un beta de nacimiento, JongIn no había planeado enamorarse de un omega. Creía que encontraría a un igual para mantener una relación estable hasta donde sea que llegaran juntos y luchar para que las cosas difíciles fueran más llevaderas. Esa era la idea, lo que todo beta deseaba para su propia vida; no había necesidad de aspirar a algo más.
Pero KyungSoo resultó ser parte de esas casualidades que no puedes esquivar. No lo estaba buscando ni lo había esperado, pero había llegado por su propia cuenta y él se encontró cayendo rápida y profundamente por él.
KyungSoo era tan encantador como irresistible. Eran afines en muchos aspectos, se compenetraban de alguna forma y conseguían ser perfectos (si es que la perfección realmente existía) juntos. Hizo que la idea de ser acompañado por un beta cambiara totalmente y las líneas que trazó obstinadamente para el resto de su vida perdieran sentido.
KyungSoo era todo lo que quería, era todo lo que estaba bien en el mundo, y JongIn lo quería.
Sabía que aceptarlo era una responsabilidad bastante grande, que KyungSoo tenía necesidades que a duras penas podía cumplir, que tener hijos iba a ser difícil y muchas otras cosas que de solo pensarlas le provocaban jaqueca, pero ellos eran tercos, solo Dios sabía cuánto, y se querían. ¿Hacía falta algo más, entonces?
Lucharían, lo harían lo mejor que podían y permanecerían juntos. Eso era todo.
Estaban juntos desde hace cinco meses y las cosas habían funcionado hasta ahora. JongIn también estaba seguro de la durabilidad de esta relación, así que él quería hacer algo por KyungSoo, algo que podría obtener fácilmente de un alfa, pero que, si se esforzaba lo suficiente, él también podría proporcionarle.
La idea de la gargantilla surgió de una conversación entre ChanYeol y SeHun.
Ya que el ciclo de apareamiento entre los alfas y omegas estaba acercándose, ellos estaban planeando fabricar gargantillas de cortejo para sus compañeros; la curiosidad despertó como un bichito excitado en su interior y él no pudo evitar zambullirse en el tema y pedir ayuda e instrucción.
Fue una fortuna que ellos no lo tomaran como una burla ni se rieran de él por querer ser parte de todo esto siendo un beta (sí, había esa clase de idiotas y, desafortunadamente, eran muchos), de hecho, ambos fueron bastante agradables y pacientes al respecto. Le enseñaron la importancia del gesto, el significado que tenía para un omega y que esta debía ser una decisión definitiva. No había posibilidad de retractarse.
En pocas palabras, la gargantilla sería una especie de mordida de apareamiento pues no tenía colmillos afilados como los alfas o los omegas. Era su símbolo de posesión y pertenencia y tenía que estar muy seguro de querer hacerlo.
JongIn lo estaba.
Luego de asegurarse de esto, ChanYeol y SeHun llevaron todo el material de trabajo a su departamento y comenzaron con las clases personalizadas. JongIn contaba con un entusiasmo elevado al ver las piedras brillantes y hermosas, los cristales pulidos y las pequeñas piezas decorativas en forma de flores y lobos, sin embargo, todo cayó en picada cuando notó que era un desastre con sus manos.
Dios, él era patético.
El primer modelo de gargantilla terminó pareciendo un gancho de ropa de metal deforme, pero JongIn fue rápidamente apoyado por sus amigos alfas. Era el primer intento, así que la moral se mantuvo a flote.
El segundo intento era más como un caucho ponchado de tamaño pequeño.
El tercer intento fue un desastre cuando las cuentas comenzaron a caerse.
El cuarto intento se desarmó repentinamente y JongIn tuvo que volver a armarlo desde el principio. Al final no hubo una forma definida y tuvo que deshacerlo.
En el quinto intento se había hecho una herida bastante profunda con uno de los materiales y ChanYeol creyó que había sido suficiente por ese día.
Al principio JongIn se había enfurruñado, pero cuando KyungSoo vio su herida (mucho después de que sus amigos se marcharan a casa, cuando solo estaban ellos dos en la sala de estar) y la preocupación llenó su hermoso rostro, se aflojó considerablemente.
Bien, tal vez un pequeño descanso le haría sentir mejor, abriría su mente y lo llevaría a crear cosas mejores.
No fue así.
JongIn tuvo que haber sospechado que fracasar en recortar, pegar y hacer bolitas de papel en el jardín de infantes le costaría caro en la adultez, y ahora estaba sufriendo por ello.
Jesús.
JongIn miró la gargantilla que tenía parecido a la boca de una piraña en sus manos y sus labios formaron una mueca. A su lado se encontraba ChanYeol con su propia gargantilla siendo hermosa y perfecta y ni hablar de la de SeHun, llena de diamantes, flores, corazones y muchas cosas delicadas que JongIn solo podía envidiar.
Qué desastre.
—Esto es imposible; no funcionará.
ChanYeol se detuvo y lo miró de inmediato. Sus cejas se fruncieron y las iris doradas de sus ojos parecieron vibrar de una forma muy extraña. JongIn no le tomó importancia y se desparramó sobre la mesa de trabajo con la moral masculina totalmente destruida.
—¿Te vas a rendir?
JongIn se encogió de hombros.
—No puedo hacer algo decente y es imposible que le entregue esta mierda a KyungSoo. Él merece algo mejor. ¿No puedo comprar una?
—Puedes —respondió SeHun esta vez con un tono monótono y sin dejar de trabajar—, pero sin duda es mucho más especial hacer las cosas con tus propias manos. Ellos lo aprecian aún más sin importar que sea una mierda (al menos los omegas como KyungSoo lo hacen, hay otros cuya personalidad es una cosa). Sigue intentándolo.
JongIn formó un puchero y algo se retorció en su pecho. Realmente no quería rendirse, pero entregar un trabajo como ese le daba vergüenza. No era justo que KyungSoo recibiera algo así para llevar en lugar de una mordida, no podría perdonárselo.
—Escucha; deja de tener expectativas tan altas —continuó ChanYeol con vigor y optimismo—. Si no las tienes no podrás decepcionarte si fracasas, pero te emocionarás cuando consigas algo que te guste. Eres muy exigente contigo mismo, JongIn, y no tomas en cuenta que nunca habías sido instruido en estas cosas. Nosotros las manejamos porque crecimos con ellas, pero tú estás haciendo tu mayor esfuerzo desde hace apenas unos días. Relájate, no pienses demasiado y hazlo. Ese es mi consejo para ti.
Su corazón se sacudió al escuchar estas palabras confortables y una chispa de ilusión comenzó a crecer en su pecho.
—¿De verdad crees que pueda hacerlo?
—¡Claro, hombre! Así que vamos, deja la tristeza y ponte en esto. Te ayudaré un poco con la forma y tú haces lo demás, ¿bien?
JongIn sonrió ampliamente y está seguro de que sus ojos relucían en ese momento. Podría parecer un hada, todo chispas y colores, pero no le importaba. Contaba con el apoyo de sus amigos alfas y eso era suficiente para devolverle el entusiasmo.
—Está bien; muchas gracias, Yeol. Realmente te lo agradezco mucho.
ChanYeol sonrió en respuesta y le revolvió el pelo con afecto.
—Lo que sea, chico, ahora dame eso. Veamos qué podemos hacer al respecto.
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ChanYeol tenía manos mágicas (y no solo para las cosas sucias); acomodó su desastre y le dio una forma circular bastante aceptable, lo ayudó a colocar el broche en la parte final de la gargantilla y le enseñó a manipular el material para poder asegurar las piedritas sin que se escaparan.
Se sentía mucho más relajado al ver las cosas tomando forma, al dejarse guiar por ChanYeol y poder recurrir a él cada vez que tenía una duda o cuando algo no salía tan bien como lo había esperado inicialmente.
Esta vez, a diferencia de las anteriores, no rompió ni desarmó su trabajo; adelantó las cosas hasta donde pudo y lo guardó todo en un lugar seguro cuando ChanYeol y SeHun se marcharon.
Continuó al día siguiente, al siguiente y al siguiente, y cuando cumplió una semana y media con la misma gargantilla, JongIn finalizó la pieza.
La alzó con una gran sonrisa y la miró con fascinación. Era bonita, muy, muy bonita. Con sus bordes pulidos para que KyungSoo no se lastimara, con pequeñas piedras plateadas y otras tantas de un azul profundo cayendo como delgados hilos valiosos que relucirían y realzarían la belleza natural del cuello y clavículas de su omega y, finalmente, con un broche adornado con un par de tiras plateadas y brillantes que caerían delicadamente sobre la nuca de KyungSoo.
Era bonita. Para nada impresionante o indescriptible como los trabajos excepcionales de sus amigos, pero sabía que se vería muy bien en KyungSoo. Era el resultado de su trabajo duro, del dolor de sus manos, de la nueva rugosidad en las palmas, de las ampollas que habían salido entre sus dedos y de las uñas rotas, era la muestra de su esfuerzo y eso la hizo única y valiosa.
Por una vez desde que había comenzado con esto, JongIn se sentía complacido.
SeHun asintió, bastante satisfecho, y le dio una palmadita en el hombro.
—Bien hecho, es bastante bonita. Ahora solo deberás rociarla con tu perfume y todo estará listo.
—¿Es necesario?
—Por supuesto; debe oler a ti para que sea algo íntimo y personal. KyungSoo va a apreciarlo.
JongIn asintió y dejó la pieza cuidadosamente en el empaque circular de terciopelo azul rey que había comprado. Ahí se veía aún más hermosa y delicada. Se dio una palmadita en el pecho y luego se volvió hacia sus amigos con gratitud.
—Chicos, muchas gracias por todo. De no ser por ustedes yo no lo habría conseguido. Prometo recompensarlos pronto.
ChanYeol bufó e hizo un ademán para restarle importancia al asunto.
—No seas tonto, no es necesario. Lo hicimos con gusto.
—Estás hablando por ti mismo; quiero una buena lasaña, ¿entendiste? Hazla y me llamas para venir a buscarla.
JongIn rió y asintió porque él podía hacer esto por ellos. Es lo menos que merecían, después de todo.
—Está bien, está bien. También conseguiré cerveza.
—Por eso eres nuestro beta favorito. Bueno, es hora de irnos; JunMyeon debe estar preocupado.
ChanYeol asintió y JongIn se apresuró a ayudarlos a guardar todo el material de trabajo y acompañarlos a la puerta cuando todo estuvo limpio. Se despidieron con algunas palmadas amistosas y promesas de verse pronto y JongIn cerró la puerta cuando ambos desaparecieron tras las puertas del elevador.
Se dedicó a limpiar el departamento después de eso. KyungSoo llegaría pronto con la cena, así que quería que todo estuviera ordenado para entonces. Acomodó la mesa, escondió el paquete que contenía la gargantilla en uno de los gabinetes de la cocina y dejó un par de platos y vasos en la mesa de la sala para cuando KyungSoo llegara.
Él lo hizo no mucho después. JongIn sonrió instantáneamente al escuchar las llaves tintineando y se puso de pie para recibir a KyungSoo en el living. Su pequeño omega cargado con una pizza tamaño familiar compartió su sonrisa con ojos brillantes y JongIn se inclinó con una mano apoyada en la espalda del más pequeño y le dio un dulce y corto beso en los labios.
—Bienvenido a casa, cariño.
KyungSoo rió y le pasó la pizza para poder quitarse los zapatos y calzarse las pantuflas que descansaban en el pequeño zapatero. JongIn lo esperó pacientemente en su lugar y cuando estuvo listo caminaron juntos hacia la sala de estar. Colocó la pizza en la mesa, la abrió y colocó un gran trozo en cada plato mientras KyungSoo iba en busca de la coca-cola que quedaba en la nevera.
—¿SeHun y ChanYeol estuvieron aquí hoy también? —preguntó su pareja cuando volvió de la cocina y JongIn asintió fácilmente en respuesta—.
—Así es. ¿Qué tal el trabajo?
—Igual que siempre. Es una fortuna que esté a punto de recibir vacaciones; de esta forma podré acompañarte en casa durante estos días y ver El Grinch contigo en el sofá mientras comemos rica comida navideña.
—Oh, eso suena maravilloso.
—Lo sé, es una fantasía preciosa —KyungSoo se sentó a su lado y JongIn abrió la botella de plástico y llenó ambos vasos, colocó uno de los platos frente a KyungSoo y este se inclinó para besarle la mejilla con gratitud—. Te quiero.
JongIn sonrió y le devolvió el beso, esta vez en su frente.
—Y yo a ti, corazón. Ahora come antes de que se enfríe.
Se alimentaron con las anécdotas del día de KyungSoo de fondo, sobre cómo tuvo que atender a algunos clientes groseros y que las galletas navideñas en forma de arbolitos de navidad, bastones de azúcar y muñecos de nieve fueron un éxito rotundo; además, mencionó que las ventas estaban yendo bastante bien, así que esperaba tener un buen arreglo monetario antes de salir de vacaciones.
JongIn lo escuchó con atención durante todo ese tiempo, fascinado y encantado con la voz tranquila y sedosa de KyungSoo en medio del silencio de la sala, y compuso algunas sonrisas e hizo un par de comentarios que lo dejaron riendo en su lugar.
Era tan bonito y JongIn no puede dejar de pensar en lo bien que se vería la gargantilla en su cuello.
—Bien, iré a darme una ducha; siento que estoy pegajoso en todas partes. ¿Quieres que lave los platos o lo harás tú?
—Yo me encargo; ve a lavarte.
KyungSoo sonrió y le dio un beso en los labios.
—Eres el mejor. Ven pronto, quiero acostarme y descansar contigo.
—Está bien, terminaré con esto y me reuniré contigo en la habitación.
KyungSoo asintió y JongIn lo envió al baño con una palmada en el trasero. Una vez se encontró solo, recogió los platos y los vasos rápidamente y los dejó en el fregadero, tomó la caja de pizza vacía y la dejó en el basurero y luego sacó la gargantilla de su escondite y se encaminó hasta el cuarto, buscó su perfume acostumbrado y roció una cantidad aceptable sobre la pieza.
Una vez lista, colocó la tapa en su lugar y dejó el obsequio sobre la cama. Miró el empaque con una sonrisa y salió de la habitación luego de dejar el perfume en su lugar.
Con el regalo esperando por KyungSoo, JongIn se dedicó a lavar lo que habían ensuciado, apagó la luz de la cocina al terminar y aguardó impacientemente en el sofá. Su corazón dio un vuelco cuando escuchó a KyungSoo cerrando la puerta del baño y entrando en la habitación que ambos compartían y se mordió el labio inferior mientras los segundos en silencio se extendían.
Finalmente, este se rompe con una exclamación repentina y emocionada que le deja completamente emocionado.
—¡Dios, no lo puedo creer!
La puerta de la habitación volvió a abrirse y los pasos presurosos de KyungSoo golpearon el suelo de madera con rapidez; JongIn sonrió y giró en el momento justo para atrapar el cuerpo mojado de su pareja cuando este se abalanzó sobre él.
—¡Hey! Ten cuidado, pudiste lastimarte —dijo con dulzura y KyungSoo alzó la cabeza para mirarlo con los ojos empañados y las mejillas sonrojadas —.
—¡Es una gargantilla! ¡Hiciste una gargantilla para mí! ¿Es por eso que ChanYeol y SeHun vinieron todos estos días? ¿Te estaban ayudando a hacerla?
JongIn asintió y comenzó a peinarle el pelo mojado.
—Sí. Fue difícil pero lo conseguimos al final. ¿Te gusta?
—Oh, JongIn, me encanta, cariño, es perfecta, tan hermosa y adecuada. Pero eso... ¿sabes lo que significa, no es cierto?
JongIn volvió a asentir y las facciones de KyungSoo se aflojaron considerablemente con la llegada del alivio y la ilusión.
—Lo sé, lo sé muy bien, y sí, KyungSoo, quiero mantenerte para siempre conmigo. Eres mi persona especial, eres mío y querré que las cosas permanezcan de esa manera hasta el día de mi muerte. Te amo —murmuró con adoración y se apresuró a secar las lágrimas que abandonaron los ojos relucientes de su pareja con sus pulgares. Besó su frente y murmuró contra su piel—, te amo y te amaré siempre, cariño.
—Y yo a ti —respondió temblorosamente antes de aferrarse a su pecho y hacerse un lugar permanente ahí, justo en su corazón—. Siempre. Siempre serás tú.
Y sin necesidad de recurrir a instintos u otra cosa sobrenatural, JongIn lo supo. Entonces sonrió y lo apretó con fuerza, con los ojos cerrados y la mejilla apoyada en su cabello húmedo.
Eso era todo. Todo estaba en orden.
. . .
JongIn se sintió feliz al ver a KyungSoo portando una vez más su gargantilla y la satisfacción y el orgullo se instaló en su pecho.
KyungSoo fue incapaz de separarse de ella desde que se la había regalado hace seis meses. Era un omega feliz, completo y satisfecho, y eso había llevado felicidad y complacencia infinitas a la vida de JongIn.
Distraídamente lleva una de sus manos a su cuello, justo sobre la mordida de pertenencia que KyungSoo había dejado en la zona, y su sonrisa se amplió un poco más.
Él también era un hombre completo. Lo fue por el resto de su vida.
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[✍🏻]
Quería publicar los capítulos que tengo listos hoy, pero he estado TAN ocupada 😔 ¡apenas me escapé de las garras de mi madre para medio editar este capítulo! ¡Ella junto a mi abuela son tan terradoras en estas fechas ajajaj!
De todas formas, mañana les traeré uno o dos prompt más hasta que completemos los diez que prometí (a pesar de que para entonces habrá acabado el reto, pero no me importa, no me importa ajakak).
¡Todas/os! ¡Tengan una linda noche y un gran comienzo de año! Compartamos mas momentos juntos en el futuro, ¡y no olviden desear mucha salud y bienestar! En estos tiempos suelen ser el regalo mas preciado. Las/os quiero mucho, coman bien y cuiden a sus mascotas esta noche; ¡hasta mañana! Besos~ ❤️
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