Capítulo 17
Hola amig@s, espero que se encuentren bien. JAJAJA, lamento mucho que se hayan quedado con la ansiedad de saber que pasa en el próximo capítulo, realmente no fue mi intención. (En realidad sí)
Sé que estan ansiosos por saber lo que ocurre (Desde la persepctiva de Jayden) pero les aseguro que nada es lo que parece >:3 Se soprenderán, oh sí.
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JAYDEN
Definitivamente, el beso con Jenna fue una de esas situaciones que me hicieron perder el control de mis emociones, el autocontrol que había decidido mantener, se esfumaba en el aire de la confusión. Al tenerla tan cerca de mí, su olor quedó plasmado en mi memoria, ella olía a cerezas, un olor tenue que a cualquiera le agradaría tenerla cerca. El poder una visión más detallada en sólo unos segundos, provocó en mí, la sensación de no dejarla ir, de que se quedara conmigo porque su compañía me hacía sentir bien.
En el momento que nuestros labios chocaron, el tiempo pasó a ser sólo un concepto trivial, sin mayor relevancia. Ella se encontraba expuesta a lo que el momento ameritaba, nuestros labios encajaron a la perfección a pesar de estar unidos por la inercia del movimiento. Olía y sabía a cerezas, un sabor fascinante, que me hacía querer continuar con aquello, pero su mano se colocó en mi pecho sutilmente, tratando de alejarme. Entendí la señal y alejé mis labios de los suyos lo más rápido que pude.
Fue un momento muy incómodo después de lo ocurrido. Sus mejillas estaban coloradas y la notaba muy nerviosa. Hasta cierto punto, mis manos estaban temblando y mi respiración estaba descontrolada. Quería arreglarlo al decirle que no quería besarla, pero su respuesta fue directa al mencionar la misma frase. No tenía idea de cómo sentirme al respecto, sólo sabía que ese momento sería difícil olvidar.
Jenna se bajó del auto, yo quería llegar a casa para asimilar todo. Me dispuse a hacer las tareas, pero el recuerdo venía a mi mente una y otra vez. No pude dormir en el poco tiempo disponible que me quedaba. Como siempre, fui el primero en llegar al salón de clases, me dispuse a leer uno de mis libros de tinte científico acompañado de una música clásica para tratar de concentrarme y olvidarme de todo, aunque sea por un rato. A los pocos minutos, Jenna llegó, dispuesta a tratar conmigo sobre nuestro beso accidentado. Al parecer se encontraba un tanto molesta porque había perdido su primer beso conmigo, eso explicaba el por qué trató de alejarme.
Lo que realmente me sorprendió fue escucharla decir que el beso no le gustó, por mí parte, traté de decirle una verdad a medias con tres simples palabras <<A mí sí.>> Lo gracioso, fue ver su expresión de total asombro con sus labios entreabiertos y el ceño fruncido.
Al estar con un solo audífono, quería arreglar lo que dije y no ser tan evidente. Fingí que estaba hablando por teléfono con mi abuelo, así que, dejé de mirarla y volví a colocar mis ojos en mi libro. Repetí la frase, pero esta vez con un complemento.
–A mí sí, abuelo. Me gusta la idea. –Solo sentí que se fue a los asientos de atrás, esta vez ya no quiso sentarse junto a mí. Mencioné unas palabras de despedida en la supuesta llamada con mi abuelo. Tomé mis cosas y como un buen amigo y compañero, fui a sentarme a su lado, con una sonrisa ladina sin tantas explicaciones de mi parte.
–Sí Jenna, debemos hablar del beso. Pero no decírselo a Laura porque ya no tiene nada que ver en este asunto. –Le dije mientras, ella me observaba con total confusión.
–Entiendo, yo... pensé que era lo mejor. –Se dispuso a decir.
–Con respecto a tu primer beso, no te culpo, no debe ser fácil asimilar que los hayas perdido con un modelo. –Le mencioné con total sarcasmo y empecé a escuchar sus pequeñas carcajadas, incluso eso le salía tan bien.
Durante la mañana, hablamos del tema del trabajo y unas cuestiones del libro que le regalé el día anterior. Las clases pasaron lentas, pero de alguna manera, me sentía aliviado teniéndola a mi lado. En la hora de receso, Jenna me brindó una de esas propuestas a la que no se les puede decir que no.
–Jayden, ¿Podemos comer juntos? Quiero pagar tus servicios por adelantado. –Mencionó con aquella mirada dulce que la caracteriza, haciéndome acuerdo sobre la propuesta de que me invitara a comer.
–Es tu forma indirecta de invitarme a una cita. –Dije con un tono serio para darle más credibilidad al asunto.
–Llámalo cómo tú quieras. –Contestó con una gran sonrisa.
Nos dirigimos a la cafetería, teniendo una conversación sobre las clases, creo que no me importaba de lo que habláramos, por más insignificante que fuera. Estar con ella, se sentía tan bien.
Pedimos nuestra comida, estaba preparándome para poder observarla y que el recuerdo de verla comer se quedara en mi memoria, pero ella volvió a sorprenderme con una de esas preguntas inesperadas.
–Considerando la situación de tu familia, ¿Por qué decidiste ingresar a este tipo de Universidad? –Cuestionó con total curiosidad.
–Es un legado familiar, mi abuelo y mi padre estudiaron aquí, era justo que yo siguiera con la tradición. –Contesté con amabilidad. A pesar de ser una de las razones por las cuales yo ingresé a esta Universidad, no es una de las más importantes, pero aún no era momento de decirlo.
–¿Y tus padres están de acuerdo? –Continúo.
–Mi madre no, ella siempre se ha encargado de tomar las decisiones sobre mi vida, pero estoy seguro de que eso ya no pasará.
–Oh, entiendo. Debe ser difícil ser tú. –Me miró a los ojos sin previo aviso.
–¿Por qué lo dices? –Le pregunté.
–No te conozco mucho, pero siento que te limitas en tu realidad, no has permitido que otros vean lo mejor de ti y te tienen catalogado como el típico chico frío que es indiferente a su entorno, debo decir que mi perspectiva hacia ti ha cambiado.
–¿Qué es lo qué piensas de mí ahora?
–Pienso que tu realidad está en colores fríos y buscas aventurarte en un degradé de colores cálidos. –Fue directa, comparando mi vida con una gran metáfora.
–¿Y qué pasa si tú perteneces a esos colores cálidos?
–Tal vez, podría colorearte un poco para que tú mismo llegues al nivel más intenso de esa gama de colores. –Me brindó una sonrisa amable con sus mejillas un tanto sonrojadas.
Su mensaje fue ambiguo, tenía tantos significados que generaban más confusión. Sólo la miré con cierta emoción, sus palabras empezaban a formar una nueva realidad para mí y de alguna manera, quería que ella fuera parte de ese nuevo comienzo.
Salimos del lugar, su compañía encajaba perfectamente con el momento. Empecé a notar el nerviosismo de Jenna, al ver ese mismo chico que la acompañaba en la biblioteca hace unos días. Él se veía molesto y estaba dispuesto a dirigirse a Jenna con disgusto.
–Jenna, ¿Qué estás haciendo con este sujeto? –Le dice mientras comienza a analizarme.
–¿Por qué debería darte explicaciones, Stevie? –Ella lo dice con total enfado.
–Ven, te llevaré a casa. – Stevie la tomó del brazo. No podía permitir que se la llevara de esa manera, así que, yo tomé de su otro brazo, con cierta suavidad impidiendo que avanzara.
–Jenna se encuentra conmigo, no debería irse con alguien que está irritado y no sabe lo que pueda pasarle. –Dije con total determinación y dispuesto a defenderla de personas cómo él.
–¿Tú qué sabes? Este es un asunto entre Jenna y yo. –Expresó con gritos.
No me quedó de otra que expresar el mensaje con hechos y no con palabras, así que, tomé a Jenna de la mano y di un golpe suave en el brazo de Stevie, para que la soltara. Él lo hizo, pero no trató de tomarla de nuevo. Seguimos caminando, me sentí triunfante, mientras que Jenna tomaba mi mano un poco más fuerte en modo de agradecimiento.
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¡TAARAAAAN! JAJAJA, no sé si esperaban algo como: >>Jayden besa nuevamente a Jenna, tras decirle que el beso le encantó y se hicieron novios, FIN. << Pero, no, no, no. Sabemos como es Jayden, un tanto sarcástico acompañado de su fría personalidad y lo nerviosa que puede resultar Jenna...no podía seguir la trama así, nah, nah nah.
Continúen con esta montaña rusa. Nos vemos en otra ocasión.
Con cariño, Cherry <3
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