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DECISIÓN

Cass abrió los ojos con pereza ante la sensación molesta del sol sobre ellos. Por un segundo, se quedó inmóvil mirando el techo blanco antes de mover sus ojos amarillos por la estancia, ligeramente confuso. Pudo reconocerla enseguida, era su habitación, la de la Academia Arándano pero ¿Cómo llegó hasta ahí?

Se incorporó lentamente, sintiendo la boca pastosa, pasando su mano por el rostro y apretarse el puente de la nariz ante la aparición de un punzante dolor de cabeza. Intentó repasar los hechos ocurridos la pasada noche.

Había sido invitado a una fiesta, con la excusa del final de los exámenes trimestrales, Cass no recordaba quién exactamente lo había invitado, solo estaba seguro de era alguien del Club de la Liga. Y su hermana lo animó a asistir, o mas bien, lo obligó asistir, como si ella hubiera olvidado convenientemente que a él no se le daba nada bien estar en entornos sociales tan ruidosos, aunque entendía porqué insistió tanto.

Cass había recibido una propuesta por parte de la profesora Brie. Luego de tantos intentos a lo largo de los años, al fin había conseguido autorización por parte de la Liga Pokémon de Paldea para poder realizar las investigaciones que necesitaba en el interior del Área Cero ¡por fin iba a poder realizar la investigación que llevaba años anhelando y que empezó haciendo su ancestro!. Una de las condiciones que se le pusieron era que un porcentaje de los resultados y beneficios de sus investigaciones serían donados a la Academia Naranja de Ciudad Meseta quienes además les proporcionarían alojamiento, segundo, debido a la peligrosidad que fue en aumento con el paso de los años, por motivos de seguridad deberá tener un escolta de su propia escuela y otro mas que le proporcionaría la Liga Pokémon que servirá también como vigilante para asegurarse de que la recopilación de datos no fuera fraudulenta.

Y la profesora le había elegido a él para ser su asistente y escolta durante este periplo.

La noticia le había descolocado por completo ¿él en Paldea? Sobre todo ¿Él en la Academia Naranja? Cientos de recuerdos y emociones le embargaron en el momento en que su cerebro procesó la información. Tuvo que preguntarle varias veces a la profesora si de verdad era con él con quien quería contar. La Academia Arándano y la Academia Naranja no habían estado en buenos términos desde que había ocurrido el incidente hacía siete años ¿era sensato elegirlo a él como su acompañante? ¿Sabían siquiera los de la Academia Naranja que él iba ser su asistente?

Brie solo desestimó sus preocupaciones, al parecer muy segura de su elección, pero para tranquilidad de Cass, le explicó que el motivo de haberle elegido a él entre todos los alumnos de la Academia Arándano no se reducía solo a que él era el Campeón y que hubiera conservado el titulo durante tanto tiempo, ese era uno de los motivos, pero no el único. Sino también por la elección de carrera universitaria que actualmente Cass estaba cursando.

Cass estaba estudiando la carrera de Mitos y Leyendas del Mundo, un campo que se especializaba en la investigación sobre las leyendas que envolvían a los Pokémon, en especial a los Pokémon Legendarios, y su impacto sobre el mundo; descubrir qué leyendas eran reales, cuales eran exageraciones y cuales son las consecuencias, tanto buenas como malas, podrían ser para la humanidad y el resto de criaturas que había en el mundo.

Dicho campo ganó mucho terreno gracias a que la legendaria campeona de Sinnoh, Cintia, era investigadora de las leyendas de la región y gente que fuera del sector, aun siendo solo un estudiante, era altamente considerado.

Dado que Cass decidió estudiar la carrera por ese amor que siempre tuvo a la leyenda de Ogerpon en Noroteo, para él, tener la posibilidad de viajar a otra región y lograr estudiar de manera directa el misterio del Foso de Paldea, que indudablemente debía estar generándolo un Pokémon, era una oportunidad única para que, en el futuro, pudiera lograr tener unas prácticas con expertos en el sector ¡era posible incluso que pudiera llegar a bajo el ala de la campeona Cintia si lograba sobresalir!

Para Brie, esto también suponía una ventaja, pues eligiendo a uno de sus alumnos como asistente en semejante periplo, la Academia Arándano tenía la posibilidad de limpiar de manera definitiva su nombre ante el mundo, dado la manera en que su reputación había sido afectada por el incidente y, como consecuencia, muchos alumnos fueron retirados de las clases por sus padres y los que estaban apuntados para futuros ingresos, habían anulado la petición. Dejar ir a Cass a la Academia Naranja era un riesgo enorme pero también, si salía bien, la Academia Arándano no solo limpiaría su nombre sino que podrían ganarse el favor de la Liga Pokemon de Teselia con esto.

De todos modos, la profesora no era tan alocada como para no pensar en lo que esto podía suponer para Cass, habían pasado ya siete años desde el incidente, pero era consciente que el chico podría no estar preparado para afrontar la situación, así que le dio tiempo para que se lo pensara y le diera su respuesta cuando estuviera listo, si rechazaba su propuesta, entonces le pediría al segundo mas fuerte de la Academia que la acompañara, en cuyo caso, sería Levi.

Sobra decir que desde que recibió la propuesta, Cass se retrajo en si mismo y comenzó a inundarle cientos de pensamientos sobre todo aquello. ¿Quería ir? Por supuesto que si ¡se moría de ganas de ir! pero también estaba aterrorizado y no precisamente por lo que pudiera encontrar en el fondo del Área Cero...

No era de extrañar que su hermana hubiera insistido tanto en sacarlo de su habitación para hacerle ir a esa fiesta, con tal de no permitir que se hundiera en sus propios pensamientos.

Cass recordaba estar en la fiesta, el sonido tronador de la música casi le destruía los tímpanos, Corín le había hecho conversar con diferentes invitados, algunos conocidos, otros no tanto. Recordó escabullirse del sitio luego de una hora, evitando ser descubierto por Corín, montar sobre su Dragonite y acabar en algún punto del área Costera del Biodomo. Pronto recibió la compañía de Nerina, apenas unos minutos después de que se acomodara en la arena, que le había visto salir y trajo consigo algo de beber.

Cass no era un gran bebedor ni tampoco era gran fan de la compañía no solicitada, especialmente cuando había estado buscando un rato a solas. Pero también era consciente que había bebido un poco durante el tiempo que estuvo en la fiesta y que estar solo con alcohol en sus venas mientras era atormentado por sus demonios internos podría hacer que diera un lamentable espectáculo. No sabía si Nerina lo había seguido por cuenta propia o porque Corín se lo había pedido, pero igualmente Cass aceptó la bebida y la compañía, esa noche no le apetecía enfrentar a esos demonios a solas, cuando lo hacia, no acababa precisamente bien. Hablaron de muchas cosas, desvariaron, se permitió soltar un poco de toda la basura que había en su cabeza desde que recibió la propuesta de la profesora ¡bendita sea Nerina y su infinita paciencia!

Luego perdió la cuenta del número de latas que había consumido mientras mantenía conversaciones cada vez mas extrañas con la chica, hasta que luego todo quedó sumergido en una bruma de oscuridad y su cerebro se desconectó de la realidad.

Suponía que eso significaba que Nerina lo llevó de vuelta a su habitación, quizá llamó a  Corín para que le abriera la puerta y así meterle en la cama, sino, Cass no podría comprender cómo Nerina habría podido abrir la puerta si no tenía la llave y, conociéndola, estaba convencido que no se habría atrevido a registrarlo, no sabiendo que Corín la mataría por ponerle las manos encima a su hermano estando ebrio. Genial; ebrio, inconsciente y siendo cargado por Nerina, su hermana iba a echarle la bronca tan pronto la viera, lo estaba previendo, sobretodo iba a enloquecer cuando le dijera su decisión con respecto a la propuesta de la profesora. 

Cass se levantó perezosamente, de mala gana incluso, tomando una botella de agua que convenientemente tenía en la mesita de noche antes de mirar por el rabillo del ojo el reloj digital que marcaba las 12:45. Resopló con hastío antes de dar un trago. No estaba acostumbrado a levantarse tan tarde, no al menos desde que tenía 13 años. Llevaba muchos años cargando con las responsabilidades que acarreaba su titulo como campeón de la Academia Arándano, resultando imbatible desde que le arrebató el titulo a Levi, eso significaba que el holgazanear no estaba permitido, aunque Cass aun se preguntaba hoy en día el cómo Levi pudo conservar el titulo cuando era un caso serio de pereza crónica.

Por suerte, Cass no iba a ser el único que se levantara tarde de la cama, era domingo luego de la fiesta de final de los exámenes, la gran mayoría de los estudiantes no empezarían a dar señales de vida hasta bien entrada la tarde, algunos tal vez no fueran aparecer hasta la misma noche por haber acabado en algún lugar del Biodomo. Cass solo esperaba que ninguno hubiera quedado atrapado y desnudo en el Área Polar, ya tuvo que ayudar a rescatar a estudiantes en un par de ocasiones y no le apetecía volver a pasar por eso....

Se metió en el baño, al encender la luz lo primero que se encontró fue su propio reflejo en el espejo; lo recibió un rostro pálido y cansado, con unas pequeñas bolsas oscura debajo de los ojos y el cabello totalmente alborotado y cayendo sin restricción por su cuello y hombros. En otras circunstancias, quizá alguien podría decir que había pasado una noche bastante alocada y divertida, pero la realidad es que ese rostro era la viva imagen del lamento.

Por un segundo, sintió que su reflejo se deformaba y se sustituía por una versión mas joven de si mismo, una versión muy desagradable, que lo miraba como si acabara de insultar a su madre. Cass, al ver aquel niño enfadado, sintió un escalofrío recorrer su espalda y golpeó el cristal del espejo con la palma de su mano.

No, él ya no era ese niño, hace mucho tiempo que dejó esa parte de si mismo atrás.

Se apresuró en ir a la ducha, evitando volver a mirar el espejo temiendo volver a encontrar algo desagradable ahí y se intentó concentrar en su aseo personal. 

Pasado unos minutos, una vez ya bañado y vestido, salió de su habitación rumbo a la cafetería, algunos estudiantes de primaria y secundaria corrían por los pasillos o charlaban cerca de las taquillas, a Cass le pareció escuchar comentarios de las diferentes conversaciones que estaban teniendo los mas jóvenes. 

Entonces Cass detuvo caminata en cuanto divisó la figura de su hermana mas adelante, tenía la espalda apoyada en las taquillas con los brazos cruzados a la altura de su pecho. No hizo falta que la llamara, parecía que ella se dio cuenta pronto de su presencia, en el momento en que alzó la mirada y sus ojos dorados se clavaron en él. Cass conocía esa mirada, y trató de no sentirse irritado al saber lo que vendría a continuación.

Retomó su camino y en cuanto pasó por el lado de Corín, ella lo acompañó.

-Buenos días, supongo.-saludó ella una vez se colocó a su lado.

-Buenos días-respondió mas como un gruñido, sintiendo una punzada de dolor en su cráneo.

-¿Cómo te encuentras?

-Como si una manada de Tauros me hubiera pasado por encima, lo normal cuando alguien bebe más de la cuenta. No le des mas vueltas.

-Sabes que no es eso lo que te estoy preguntando, Cass.-susurró ella con una suavidad que al chico le pareció excesiva y volvió a sentir esa punzada de irritación subirle por la garganta como si su hermana estuviera presionando donde no debía.

 -Estoy bien...

-Cass...

-¡He dicho que estoy bien, Corín!-volvió a gruñir, quizá un poco mas alto de lo que debía pues otra punzada en su cabeza se hizo presente.-Lo prometo, estoy bien.

-Pero tienes permitido no estarlo-insistió la mas mayor interponiéndose en el camino de su hermano.-Todos los hemos dado cuenta de lo mucho que te ha afectado la solicitud de la profesora...

-¿Y por eso has mandado a tu amiga a que me vigile cuando me fui de la fiesta?-le cuestionó con un tono amargo, acercando su rostro a su hermana para intimidarla.-Dime, Corín, si te habías dado cuenta ¿por qué has insistido en que fuera a esa fiesta y por que tuviste que mandar a Nerina a vigilarme cuando me marché? ¿No pudiste pensar por ti misma que quería estar solo?

-Primero que nada; yo no mandé a Nerina a vigilarte, ella fue detrás de ti porque así lo quiso. Yo no tuve nada que ver con eso. Y en segundo lugar...-Corín apretó los labios y junto sus manos en su regazo.-Hace mucho tiempo que respeto cuando quieres tu espacio, pero también te conozco y sé que es una mala idea dejarte solo luego de...

-No soy ningún niño, Corín.

-Pero sigues siendo mi hermano menor, y lo vas a seguir siendo hasta el día en que me muera.-gruñó con frustración, esta vez siendo ella la que acercó su rostro al del chico.-Enfádate todo lo que quieras, pero si veo que estás mal no puedes esperar que me quede a un lado sin hacer nada ¿Qué clase de hermana mayor sería si miro para otro lado cuando te estás viniendo abajo?

Cass rodó los ojos con hastío ¡maldita sea que a su hermana le encanta ser dramática!

-Te lo repito, no soy ningún niño, Corín.-siseó esta vez sin hacer nada que ocultara su irritación, sin embargo, al segundo se esforzó por moderar su tono, su hermana, al fin y al cabo, solo estaba preocupada por él.-Ya tengo 21 años, no puedes ocuparte de mi como cuando tenía 12. Habrá veces en que te necesite, pero otras veces necesito que te hagas a un lado y me dejes lidiar con mis asuntos por mi cuenta. Ayer fue una de esas ocasiones, tenia demasiadas cosas en las que pensar. 

-Te creería si no supiera cómo te afecta todo lo que tenga que ver con...-al notar la amenaza que se reflejó en los ojos de su hermano, Corín optó por no terminar la frase.-Lo que quiero decir con esto, Cass, es que te he visto repetir el mismo patrón desde hace años. Estás bien la mayoría del tiempo hasta que dejas de estarlo, y cuando no estás bien, temo que cometas una tontería. Hasta tú mismo te das cuenta de eso ¿verdad?

Cass suspiró bajando los hombros, mirando con discreción a su alrededor.

-No es el mejor sitio para tener esta conversación, nuestras charlas nunca son precisamente silenciosas y a la gente le encanta enterarse de lo que no le importa.-espetó rodeando a Corín de los hombros para hacerla caminar.

Corín lo siguió dócilmente, contemplando el rostro cansado de su hermano. Le daba una profunda tristeza verlo en esa tesitura y a la vez una rabia intensa contra la profesora Brie por haberle hecho semejante petición a Cass ¿por qué siquiera lo había hecho? Ella conocía toda la historia ¡¿Por qué pensó que meter a Cass en sus asuntos era una buena idea?!

Y, como si hubiera leído sus pensamientos, Cass habló a la altura de su oído.

-Voy aceptar trabajar con la profesora Brie.

Corín casi detuvo abruptamente su caminata, de no ser por un tirón por parte de Cass que la obligó a seguir caminando. Lo miró con incredulidad ¿es que su hermano era tonto?

-No vas hacer nada de eso-negó Corín con la cabeza.-¡Pero vamos ¿eres tonto o qué pasa contigo, enano?!

-No me llames así.-rodó los ojos, fastidiado de ese viejo apodo.

-¿Cómo que vas a aceptar el encargo? ¡No puedes hacerlo! ¡Quién sabe lo que puede ocurrirte!

-Por algo la profesora Brie me lo ha pedido a mi-se señaló a si mismo con el dedo.-Soy el campeón de la Academia Arándano, el entrenador mas fuerte de toda la escuela, y llevo mucho tiempo conservando el titulo. Tiene sentido que si tiene que pedirle esto a alguien, ese alguien sea yo.

-¡Exacto, tu lo has dicho, eres el campeón de la Academia Arándano! Pero maldita sea, Cass, eres el campeón de una escuela, da igual lo prestigiosa que sea ¡el campeón de una escuela!-repitió esto último con tal vehemencia que, sin querer, dio un fuerte pisotón- ¿Por qué narices tiene que pedirte esto a ti? Si lo que necesita es a alguien que tenga el titulo de entrenador mas fuerte ¿por qué entonces no se lo pide al campeón de Teselia? 

-Dudo mucho que la profesora consiga que alguien de la Liga Pokémon haga llegar su petición a Rizzo, y menos con un encargo de estas dimensiones que, al fin y en cuentas, el Foso de Paldea no tiene nada que ver con Teselia.

-¡¿Y eso es excusa para que te ponga en peligro a ti?!

Cass encogió los hombros.

-Soy indudablemente mas accesible para ella que el campeón de la Liga Pokémon.

-Es decir ¡que te tiene como opción de descarte! ¡Que bien!-se mofó ella con amargura-Y aunque ella esté loca ¡¿qué pasa contigo para querer aceptarlo?!

-Sabes por qué...

-¡Y no es razón suficiente! ¡Maldita sea, Cass! Estamos hablando de que vas a ir a lo mas profundo del Área Cero ¿y para qué? ¿Para mantener a raya a esos Pokémon viajeros del tiempo...?

-Pokémon Paradox...

-¡Como se llamen! Paldea tienen a sus propios campeones ¡tienen varios campeones, por Arceus! ¡Tiene incluso una super campeona! ¡¿Por qué ir con un campeón de una escuela que está en otra región?!

-Ni lo sé ni me importa pero sabes perfectamente que la investigación de la profesora es solo una excusa para mi.

-Ya ¡lo sé! Tú lo que quieres es ir a la Academia Naranja ¡para intentar encontrarla a ELLA!

Cass no la contradijo, algo que a Corín le resultó aun mas irritante cuando él solo se quedó mirándola ¡ni siquiera iba a intentar excusarse!

-De verdad que te entiendo, pero no es momento para que hagas esto ¡no ahora!

-Nunca va a ser buen momento para esto, Corín...

-¡Cass, anoche demostraste otra vez lo inestable que eres cuando se trata de ella! Mira cómo has acabado, huyendo de la fiesta y emborrachándote sólo por la idea de volver a verla. No te entiendo, enano. Te ha ido bien, has estado viviendo tu vida, haciendo amigos, has tenido varias parejas, incluso tienes tu propio lugar en el salón de la fama de la Liga Pokémon de Teselia, ¡estás estudiando una carrera que te gusta! Estás teniendo una buena vida y construyendo un buen futuro. Pero esos malditos momentos en los que su nombre entra en escena y es como si todo por lo que has luchado para volver a levantarte y prosperar se hubiera quedado en nada. ¿Tengo que recordarte cómo estabas en ese momento cuando hiciste la locura de escaparte de casa, tomar un avión y hacer un viaje de 8 horas solo para aparecerte en la puerta de su casa cuando tenías 15 años? ¿O la vez que intentaste alcanzarla en el Pokémon World Tournament cuando la viste en internet y te echaron a patadas porque te colaste en el evento sin pagar la entrada?

A Cass se le torció el gesto en cuanto su hermana dijo todo aquello, albergando una mezcla de rabia, vergüenza y tristeza al rememorar esos momentos, esos y muchos otros mas en su intento de encontrarla, de querer hablar con ella...

-Lo siento, hermana, pero esto es algo que tengo que hacer.-susurró Cass acercándose a ella y juntando sus frente.-Tengo que encontrarla y hablar con ella, porque hasta que no lo haga jamás voy a poder vivir en paz, porque nunca he podido perdonarme a mi mismo por lo que le hice. Necesito mirarla a los ojos y pedirle perdón o esta pesadilla nunca va a terminar.

A Corín se le cargaron los ojos de lágrimas al escucharlo y mas viendo la profunda tristeza que tenia la mirada de su hermano.

-No lo hagas, por favor-rogó cerrando con fuerza los ojos y presionando mas su frente con la de él.-Si algo te pasara, soy yo la que no podría vivir con el conocimiento de que no te detuve. Nunca podré volver a mirar a la cara a nuestros abuelos sabiendo que permití que te fueras.

-Ten mas fe en tu hermano-sonrió con pena el joven, soltando a su hermana.-Yo...tengo que hacer esto, y cuando lo haya hecho, entonces prometo que podré salir adelante, eso es lo que quieres tu y lo que quiero yo. Pero necesito hacer esto, hasta las últimas consecuencias.

-Los dos sabemos que esa no es toda la verdad, enano.-susurró Corín haciendo que Cass se detuviera al escucharla.-Yo sé tan bien como tú que la culpa no es lo único que te mueve. Eso que sientes no se te va a quitar cuando logres darle tus malditas disculpas, y sé lo que va a pasar si ella no responde como tanto quieres que haga. Lo sé. Estas obsesionado con ella, llevas muchos años obsesionado con ella y eso te va a destruir.

Hizo un amago de girar la cabeza para mirarla pero al final no lo hizo, no merecía la pena discutir lo que ya discutió tantas veces con ella, pero sus palabras taladraron su cabeza, y esa maldita palabra, "obsesión", le hacía doler el corazón. Le hacía sentir que era un enfermo en el peor de los casos y un estúpido en el mejor. Y lo peor es que no podía negar que Corín podía llegar a tener razón.

El chico caminó con premura, alejándose de su hermana todo lo que pudiera porque sabía que si la escuchaba llorar correría el riesgo de cambiar de opinión, y no podía permitirse eso.

Sacó su Smart Rotom y le mandó un mensaje a la profesora confirmando que aceptaba el trabajo para la investigación, no tardando mas de dos minutos en recibir una entusiasmada respuesta junto con una lista de cosas que tenía que tener preparadas para poder viajar a Paldea.

Mientras continuaba el bombardeo de mensajes, Cass abrió la galería de imágenes haciendo click en "favoritos". Allí contempló varias fotos en donde estaban sus Pokémon en varios momentos a lo largo de los años y en todas sus etapas evolutivas. Pero hubo una foto, mas antigua, que tenía guardada con especial mimo, en donde podía verse así mismo, siendo poco mas que un niño, junto a otra niña mas mayor a su lado, vistiendo jinbei y compartiendo una manzana caramelizada y la boca manchadas de caramelo.

Cass acarició la imagen, mirándola con melancolía y afecto, casi no pudiendo creerse lo jóvenes que se veían ¡Arceus, eran solo un par de críos! ¿de verdad habían sido así de pequeños?. Ella le había parecido tan mayor y madura en aquel entonces y ahora le parecía tan pequeña que si la viera así no podría detener el impulso de protegerla.

Pero nadie pudo protegerla de ti

Apretó los dientes con fuerza ante aquel pensamiento intrusivo. No ahora, ya tuvo suficiente de eso la otra noche y no quería repetir la espiral de lamentaciones. 

Debía empezar a preparar todo lo necesario para el viaje, tenía mucho trabajo por delante.

CONTINUARÁ











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