Megan Gardener

¿Como se describe un beso?

¿Fue lento? ¿Fue apasionado? ¿Tierno? o en otros casos ¿asqueroso?

No. Nada de eso.

Cuando mis labios chocaron con los de Dante todo tipo de preocupación o problema que antes yacía en mi mente desaparecieron, como por arte de magia, hasta podría jurar que el alcohol también abandono mi cuerpo.

La conexión inmediata que tuvimos con ese beso es inexplicable, nuestros labios se movían en perfecta sintonía y hasta podía sentir que nuestros corazones latían en la misma frecuencia. La mano de Dante se posó en mi cintura y las mías rodearon su cuello.

Estoy en el cielo

Definitivamente me gusta Dante, ¿Qué me gusta? Este tipo me encanta. Y pagaría millones para que este beso no se detuviera.

Beso que aclaro todo en mí, hizo un click en mi cerebro, dándole respuesta a mis preguntas y quitando la venda de mis ojos.

Poco a poco el beso aumentaba su intensidad mientras nuestros sentimientos se transmiten mediante este.

Maldigo a la falta de aire que nos hizo separarnos.

Sus ojos encontraron los míos y ahí lo vi todo, quien era Dante, el verdadero Dante Vitale, un chico astuto y leal que guarda en su corazón un pasado doloroso pero no esta dispuesto a mostrarlo al mundo. Él es aquel ángel que me negaba a admirar, pero ya no más.

Te veo Dante, ahora si se quién eres, así que por favor, no te vayas, no me dejes.

-Si quiero- Logre murmurar y el frunció un poco el ceño- Si quiero quedarme contigo esta noche.

Sonrío para luego dejar un pequeño y dulce beso en mis labios que provoco un cosquilleo en mi cuerpo. Volvió a tomarme de la mano y juntos caminamos hacia su habitación.

Lena y Karl habían desaparecido, probablemente ni notaron que Dante y yo nos habíamos detenido.

Al llegar a la habitación de Dante él se dispuso a acomodar su cama mientras que yo me distraje admirando el hermoso paisaje nocturno desde la ventana de la habitación. Sentí como Dante me abrazaba por detrás.

-Hola- Susurre con una pequeña sonrisa en mi rostro.

-Ciao, carina

Bum, bum, bum, bum

Ese es mi corazón a punto de estallar

El aparta mi cabello y deja un beso por debajo de mi oreja, causándome un escalofrió. Me gire y volví a besarlo. La magia fue la misma, confirmándome por segunda vez esta noche que quiero estar con Dante.

Así fue toda la noche, me quede dormida en su pecho después de una sesión de besos tiernos y susurros dulces.

No tuve ni que comparar como me he sentido con Zack a como me sentí con Dante esta noche. Ya soy hasta incapaz de pensar en que en algún momento ame a Zack, o que el me amo a mi.

Y si, estoy siendo infiel a mi pareja, pero no me importa en lo absoluto porque con Dante todo esta bien. Y no, esto no es una venganza a Zack por su infidelidad, esto es algo que desde hace bastante tiempo debí hacer, romper las cadenas que me amarraban a Zack y ser libre de una vez por todas. Y por supuesto que voy a terminar con él, sin siquiera investigar quien es su amante, ya no me interesa.

Después de tanto tiempo siento la verdadera felicidad recorrer mi cuerpo.

Por favor, que esto no acabe

...

Abrí los ojos lentamente, esperando encontrarme con un Dante dormido, pero no. Dante no estaba a mi lado, y al incorporarme en la cama y observar mi alrededor tampoco lo encontré.

Otra vez tuve pánico. Por un momento creí que todo lo de anoche fue un simple sueño. Pero me detuve analizar.

A ver, Megan, cálmate

Estas en su cama y aún tienes su camisa puesta

No fue un sueño

Me levante lentamente de la cama y me acerque a la puerta, planeaba ir a mi habitación a cambiarme.

-Buongiorno, Linda- Escuche la voz que me pone los pelos de punta cada que puede- ¿A dónde vas?

Me gire sobre mi propio eje y observe a Dante recién duchado, con una toalla gris rodeándole la cintura.

Creo que ya entramos en confianza

Noto unas cuantas gotas resbalar por su abdomen desnudo.

Mucha confianza

-Iba a mi habitación- Dije sin ocultar el tartamudeo- Debería ducharme.

Dante se acercó a mi lentamente y al quedar a unos pocos centímetros de mí, me beso.

Confirmado, no fue un sueño

-Te veo luego- Dijo luego de separarse de mis labios.

Sonreí como boba y cerré la puerta.

Al llegar a mi habitación aun con una sonrisa invadiendo mis labios, casi doy un brinco al notar que alguien estaba ahí.

-Megan, ¿Dónde estabas? - Pregunto André preocupado, parece que estuvo buscándome.

-Abajo, comiendo- Mentí y él lo noto.

-Fue el primer lugar donde te busque- Mierda. André es alguien difícil de engañar- ¿De quién es esa camisa?

-Es mía- Volví a mentir.

-Mentirosa. Se la vi a Dante anoche

Se las sabe todas

-Si sabes ¿para qué preguntas? - Lo único que me queda es ponerme a la defensiva.

- ¿Por qué me mientes?

-Que te importa. Llevamos días sin hablar y ahora te da por preocuparte.

-Siempre me preocupo, Megan- Dijo esta vez calmado.

-Bien. Hoy no te toca- Dije con sequedad y le señale la puerta- ¿Te vas? Me quiero cambiar.

El se acerco lentamente y se detuvo al frente mío, desvié la mirada.

- ¿Ustedes tuvieron relaciones? - Pregunto con calma.

Se perfectamente porque lo pregunta.

-No te importa.

-Si me importa, sabes que sí- Dijo y el corazón se me encogió- Sis, no me gusta estar así contigo.

-A mi tampoco, pero me hiciste bastante daño, André.

Bajo la mirada, le lastiman mis palabras.

-Lo siento- Murmuro para luego irse.

Cuando la puerta cerro pude derrumbarme, expulse el aire que no sabía que estaba conteniendo. Note algo en mi cama, me acerque, era un sobre con dos papeles, el primero era una carta escrita con una caligrafía infantil que leí con el ceño fruncido.

"Hola, tía Megan. Me llamo Abby y soy tu nueva sobrina, quiero conocerte pronto"

Mis ojos se llenan de lágrimas y me mantengo en shock.

Observo el dibujo adjunto donde se ven cuatro personas con nombres por encima de sus cabezas. Papá, Mamá, yo y Tía Megan.

Me estas jodiendo

Note otra hoja que parecía una copia y con tan solo leer el titulo las lágrimas se rebelaron.

"Certificado de adopción"

Solté la hoja y salí corriendo de mi habitación, buscando a mi hermano que yacía bajando las escaleras de la mansión.

-André- Lo llame y giro de inmediato. El shock no ha abandonado mi cuerpo y lágrimas de alegría resbalan por mis mejillas- ¿Voy a...- Las palabras no salen de mi boca- ¿Abby?

Él sonríe nostálgicamente y sus ojos se llenan de lágrimas.

-Si- Solo esa palabra de dos letras basto para que me lanzara a abrazarlo y llorar con él.

-Voy a ser tía- Susurre con alegría, al fin captándolo. Él se separó de mí.

-Y yo seré papá- Dijo emocionado, seco mis lagrimas y me beso la frente- Ella es hermosa e inteligente, Megan- Soltó una pequeña risa- Tienes que conocerla.

Asentí repetidamente.

- ¿Papá lo sabe? - Pregunte.

-No, aun no. Quiero decírselo de una manera especial. ¿Me ayudas?

Volví a asentir y lo abrace de nuevo.

Y así, lo que paso con Lauren se esfumo, como si nunca hubiese regresado o como si jamás nos hizo daño.

Al diablo, Lauren

Ella no va a quitarnos esta emoción

...

Decidimos anunciarlo en la cena. Pedimos a Williams que organizara todo para una autentica cena familiar, con la presencia de los guardianes y de mi cuñada, Raquel, que se había abalanzado hacia mi cuando le revele que ya sabía sobre la adopción y que los apoyaba completamente.

-Gracias, gracias, gracias- Dijo varias veces mientras me abrazaba.

-Vas a ser una gran madre.

-Y tú la mejor tía.

Agradezco al cielo la gran relacion que tengo con Raquel.

Pero no agradezco que Celia este presente en la cena. Algo tengo claro y es que a mi sobrina la voy a defender y proteger, mas que a sus padres, así que no voy a tolerar que Celia con un solo comentario joda la celebración. Y se lo advertí a André.

-Si esa mujer empieza con sus malas vibras, le voy a responder, no me quedare callada, no esta vez.

-Tienes que mantener la calma, Megan. Ella tiene que estar presente- Dijo mi hermano mientras se acomodaba las mangas de su camisa.

-Puede estar todo lo presente que quiera, pero que se muerda la lengua y no diga nada que me pueda hacer enojar- Puse los ojos en blanco.

Tuve que mantenerme callada con la sorpresa por todo el día, y me fue difícil con los guardianes, sobre todo con Dante, que ya siento que tenemos la suficiente confianza de contarnos todo.

Oh, si, Dante. ¿Qué somos? Aun no lo sé, no lo hemos hablado, pero si que nos hemos dado miradas interesantes durante todo el día. Cuando estamos con Karl y Lena, me pierdo pensando en la noche anterior y en que mis labios anhelan volver a besar los de Dante.

Cuando estamos cerca hace cosas que me causan cosquillas en el estómago, como sostener mi cintura para apartarme delicadamente o como poner su mano en mi pierna cuando estamos sentados juntos.

Es como un amor secreto. Después de todo somos colegas, y aun no se cómo reaccionara mi padre a que estoy saliendo con uno de sus agentes.

Para la cena use un vestido beige y corto ajustado a mi cuerpo. Es una ocasión muy especial, así que André pidió un poco de elegancia.

Me estaba riendo de la anécdota que Karl estaba contando sobre una misión en la que Dante se tropezó tres veces con la mochila de municiones.

-Oye, te dije tantas veces que la quitaras del medio- Se defendió Dante entre carcajadas.

-Tres veces, Rocket. Fueron tres veces.

Dante volvió a reír pero detuvo su mirada en la mía, no pude soportar el contacto visual y con una sonrisilla boba volví a mirar mi plato.

Que bien, terminaste de comer

Mi plato estaba casi vacío, la compañía hizo que se me olvidara por completo mi desorden alimenticio. Mire a André, que también estaba viendo mi plato y a mí, me sonrió orgulloso.

- ¿Sabes, Megan? - Hablo Celia, que se había mantenido en silencio durante bastante rato, pero no lo suficiente- Te ves muy bien, los entrenamientos estan haciendo efecto.

Aunque haya parecido un comentario amable, no lo fue, en lo absoluto. Todas sus palabras se quedaron grabadas en mi cabeza durante todos estos años: "Megan, deberías comer un poco más, estas flacuchenta" "Dios, te estas viendo gorda, come menos" "Robert, no me vas a creer, tu hija arrojo a la basura toda su comida" "¿Acaso te oí vomitar anoche?"

Siempre supo donde estaban mis heridas y justo ahí presionaba su maldito dedo con un diseño espantoso de uñas postizas. Su comentario fue lo opuesto a amable, y por supuesto mi padre no lo noto.

Iba a defenderme, por supuesto que sí, pero alguien se me adelanto, y me impresiona que no haya sido André.

- ¿Megan? Por favor, desde que llego al equipo he envidiado por completo su maravillosa figura- Hablo Lena dejándome en completo desconcierto- Hey, pero es envidia de la buena, amiga- Me guiño un ojo y le sonreí.

Amiga

-Si, Megan entro con un buen físico, grandiosa resistencia y habilidades impresionantes- Dijo esta vez Karl- Es una maquina del boxeo. Jefe, debería verla en el ring- Se dirigió esta vez a mi padre- Tengo que admitir que es una buena contrincante.

-Exageras, me dejas ganar- Mencione sarcástica.

- ¿Dejarte ganar? Casi me noqueaste una vez.

Todos reímos, menos Celia, su atención se puso de nuevo en su plato de comida.

Si, come, perra

Puedo defenderme sola, se que sí, pero entre guardianes nos cuidamos y ellos no podían evitarlo esta vez. Creí que dejaríamos el tema atrás hasta que mi padre hablo.

-Recuerdo una vez que Megan golpeo a una niña en su clase de Ballet.

-No, no, no- Dije repetidamente tapándome la cara con mis manos- No cuentes eso.

- ¿Estuviste en ballet? - Pregunto Lena asombrada y yo asentí avergonzada.

Mi padre termino contando toda la historia de cuando una niña me lanzo una de sus zapatillas y yo le respondí con un golpe a puño cerrado directo en la nariz.

-Desde ese día nos dimos cuenta de que Megan no estaba hecha para el ballet.

Todos reímos ante el comentario de mi padre. Después de que todos termináramos de comer, André se levanto de su asiento y llamo la atención de todos chocando levemente su tenedor con su copa, causando un tintineo.

-Espero hayan disfrutado su comida- Empezó diciendo- Porque tenían veneno- Bromeo y todos reímos- No, hablemos en serio. Todos aquí reunidos esta noche simboliza para mí la unión de esta familia, y por supuesto, los invitados- Se refirió a los guardianes- Que estan aquí por culpa de Dante- Lo señalo y volvimos a reír- Por tu autentico acto heroico con mi hermanita, que te agradezco un montón, por cierto.

Dante levanto su copa levemente en modo de aceptar el agradecimiento y luego me miro con esa sonrisa que tanto amo.

-Realmente, prepare todo este festín, para anunciar algo completamente especial.

André le ofreció su mano a Raquel para que se levantara de su silla, cuando lo hizo beso delicadamente la mano de su amada.

-Familia, les anuncio, que Raquel y yo, hemos adoptado a una hermosa niña. Nuestra hija.

-No te creo- Dijo mi padre con clara impresión en su rostro.

-Oh por Dios, Felicidades- Los felicito Lena.

Mi padre fue el primero en abrazar a André y Raquel, luego le siguieron los guardianes, Dante, Lena y de ultimo Karl.

Y ahí estaba, Celia, con una expresión neutra, como si no le importara en lo absoluto.

Jodelo con un solo comentario. Atrévete. Y te matare aquí mismo

La amenace mentalmente.

La noticia de que seré tía de Abby me ha vuelto un poco sobreprotectora.

-Me alegro por ustedes- Dijo con una sonrisa falsa, al menos yo la note.

-Gracias- Respondió amablemente mi cuñada.

Mi padre alzo su copa.

-Por mi futura nieta- Dijo.

-Por Abby- Le corrigió Raquel.

-Por Abby- Repetimos todos y brindamos.

Nota de la autora💻✍

Este capitulo esta dedicado a la sobrina que lamentablemente no pude tener🕊

Agradecería que dejes tus comentarios (Con ideas para próximos capítulos o simplemente tu opinión) y tu estrellita, es de mucho apoyo✨

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Autora✒: miss.manrique08

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