Extra: San Valentín
Ya sabes cómo la gente siempre usa esa expresión: nunca he sido más feliz en mi vida. Bueno, lo digo en serio. He tenido tantos momentos increíbles desde que entraste en mi vida, y sé que voy a tener muchos más. Pero ahora mismo, aquí en este momento, nunca he sido más feliz en mi vida.
(Ella Frank)
* * *
[Extra: San Valentín]
El día comenzó de buena manera. Excelente, en realidad.
El sol colándose por las ventanas, calentaba su piel desnuda, ahí donde la suave sábana no lo cubría.
Una sonrisa perezosa y feliz, muy feliz, adornó sus labios.
El olor de su novio seguía ahí. En la habitación, en la cama, entre las sábanas, la almohada, en su piel, se sentía como pequeñas partículas corriendo sobre él, recorriéndolo completamente.
Su sonrisa se hizo más amplia cuando inhaló y el inconfundible olor a la magia lo llenó.
Se sentó en la cama, arrastrando la sábana sobre él. ¿Dónde estaba Magnus?
Era 14 de febrero, San Valentín, Día del amor y la amistad.
En su interior, su alma, su pasado, siempre estaría aquel cazador de sombras, pero ahora era un mundano, y podía, y quería, celebrarlo con su novio.
Novio.
No se cansaba de decirlo.
Con la sábana atada a su cintura, salió de la cama, y esa pareció ser la señal. Uno de sus olores, y sabores, favoritos llenó sus sentidos.
Café.
Hace un instante no estaba ahí. Pero ahora sí. Avanzó, conociendo ya perfectamente su habitación, la que reconoció desde la primera vez que volvió a poner un pie en ella, y llegó hasta la taza llena de su bebida favorita. La llevó hasta sus labios, mojó su sonrisa antes de convertirse en un gemido.
Sabía bien.
Se quedó ahí de pie, sintiendo el sol sobre su piel, y la cafeína llenando su sistema. Al terminar, caminó hasta la puerta de la habitación.
Fue como otro clic.
Sus pies desnudos rozaron los suaves pétalos. Y el aroma de las rosas se unió al de Magnus, la magia, y el café.
Olía a amor.
El piso del loft debía estar lleno de pétalos. Con cada uno que tocaba, una chispa se encendía tras sus párpados y brillaba en su memoria el recuerdo.
Su primer encuentro. El chiste de los vampiros. Su primera risa.
"¿Nunca has besado?" ¿Qué tal el viernes?" Su primer beso. El día que le pidió una cita.
¡Su primera cita!
Su sonrisa se convirtió en una risa ante esos recuerdos.
La primera vez que durmió en su loft.
Cuando Magnus consiguió una cafetera para él.
El beso en el Salón de los Acuerdos.
París. Su primera vez.
"Aku cinta kamu", ahora ya no dolía, no había peros, era sólo lo que significaba: Te amo.
En Edom, la desesperación, el amor, la confesión inesperada. "No quiero el mundo. Te quiero a ti".
"Eres mi primero en tantas cosas, Alec Lightwood". El tejado. La reconciliación. El inicio.
La Academia de cazadores. Su primer hijo: Max.
Rafa.
Su boda.
"¿Tienes una historia que contar?", el primer día de la segunda vida.
Y cada día después de eso.
La magia pareció crear el camino a seguir. Los pétalos y los recuerdos guiaron sus pasos. Llegó hasta ellos, lo esperaban en uno de los sillones.
Podía sentir, no sabía como, la risa de Magnus. No le hacía falta verla, la sentía estremecer su alma, erizar su piel, latir en su corazón, y curvar sus propios labios.
Y después ese sonido feliz que su pequeño hacía.
-¿Quieres ser nuestro San Valentín, Alexander Lightwood?
La pregunta, el plural, todo tenía sentido.
Supo en que momento detenerse para recibir al pequeño de ojitos marrones que extendía sus brazos hacia él.
Lo vio en sus recuerdos y el día que lo encontraron.
-¿De quién? -bromeó Alec, ya con el bebé en brazos.
-Mío, de Magnus Bane, el amor de tus vidas, y de Rafa Lightwood Bane, nuestro hijo, uno de nuestros hijos.
Algo faltaba.
Oh sí. Alec sintió la magia recorrer su cuerpo y cubrirlo con ropa, justo cuando la puerta se abrió.
-Siento tardar. ¿Estoy a tiempo para el Día del amor?
Y ahí estaba quien faltaba.
Max Lightwood Bane. Aunque ya no era un niño.
Todo había cambiado. El mundo vuelto de cabeza, pero seguían siendo una familia, los Lightwood Bane. Se amaban, y era eso, ¿no?
El día del amor.
Alec sintió a Max acercarse por un lado, Rafa rió feliz cuando su hermano -mayor/menor- acarició su mejilla y revolvió su cabello. Y Magnus llegó por el otro, abrazándolo, sus labios cerca de su oído: -Feliz día, mi amor. Contigo está el amor, cualquier día, en cualquier realidad, cualquier momento.
-Te amo -fueron sólo dos palabras, pero con todo el sentimiento del mundo, su mundo.
Max, que sólo iba a estar un rato con ellos y luego iría con Esperanza, tomó a Rafa en brazos justo cuando sus padres se besaron.
Las manos de Alec fueron al rostro de Magnus, las de Magnus rodearon su cintura, y ambos se perdieron en el beso. Un mundo empezó y un mundo se extinguió en ese beso. Un mundo sólo de ellos. Sólo para ellos.
-Aku cinta kamu, Alexander. Siempre.
-Un mundo nace cuando dos se besan -dijo Max, en su voz una sonrisa. Rafa parecía estar de acuerdo.
Magnus buscó los ojos de Alec. Las manos de Alec seguían en su rostro, acariciando, se veían, se sentían. Estaban conectados, sonrieron.
-Podría besarme mil vidas más -dijo Alec-, y son sólo esos mundos los que quiero.
Y Magnus sonrió porque lo entendía. -También te quiero -dijo-. Te quiero a ti.
* * *
Espero que les gustara, aclaro que es un alternativo, tal vez todos los extras de hoy sean alternativos 😍 ¡Feliz día del amor y la amistad para ustedes! ❤
Y antes que me molesten. Esta vez, siendo día del amor, y siendo malec, no podía no usar la frase: NO QUIERO EL MUNDO. TE QUIERO A TI ❤
Los fics que ganaron para extras fueron Papi y el profesor, Mi único, Mi princesa, Malec o Shumdario, Inocente seductor :3
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