Día 52 (final)
Dos cuerpos moviéndose juntos como si cada uno hubiera sido hecho específicamente con el otro en mente.
(L.A.W.)
* * *
[Día 52 final]
POV ALEC
Me atrevo a dejar mi mano en su nuca, mis dedos enredándose en su cabello, y dejo un beso un poco más fuerte sobre su piel, en su mandíbula.
No tengo idea qué estoy haciendo. Mi cuerpo parece actuar por instinto. Quiero ir lento, quiero ir rápido, quiero ir suave, y estoy ardiendo por acelerar. Mis dedos hormiguean por sentir más de Magnus, por tocar más de esa suave piel que mis labios ya sintieron en su hombro desnudo.
Me acerco un poco más a él, todo mi cuerpo esta temblando, un suspiro se me escapa cuando mi cadera golpea la suya. Me estremezco un poco más, pero Magnus también, así que no soy el único que está sintiendo esto.
-¿Alexander, qué...? -Magnus no puede terminar de hablar. Nunca lo había escuchado así.
Nunca, ni siquiera cuando estaba por confesarme la verdad, en ese momento, él no parecía encontrar las palabras correctas. Ahora parece haber perdido la capacidad de hablar.
Yo también tengo que forzar las palabras a través del nudo en mi garganta. Mi mano está temblando mientras la llevo de su nuca a su mejilla, a sus labios.
-Quiero sentirte, Magnus.
Y creo que esa es la verdad única. Mi cuerpo arde de un deseo y un anhelo desconocido, pero mi mayor necesidad ahora es sentirlo y que me sienta, sentirlo más cerca, no sólo de corazón, saber que esto es más que platónico.
No puedo explicarlo con palabras. Necesito hacerlo. Demostrarlo. Sentirlo.
Magnus no dice nada y yo espero, en silencio, sintiendo que cada segundo que pasa y lo único que escucho es mi corazón latiendo voy a volverme loco.
Pensaría que Magnus no quiere, que no reacciona a mí si no fuera porque siento sus labios temblar bajo mis dedos y cuando su mano se detiene a un lado de mi cadera, también está temblando.
Magnus nunca tiembla. Nunca está nervioso. Nunca se queda sin palabras.
-¿Q-qué q-quieres... Qué quieres d-decir? -Magnus nunca tartamudea.
-Quiero... -me cuesta tanto decirlo, siento mi rostro arder todavía más, mi sangre enloquecida corre por cada rincón de mi cuerpo como nunca antes-. Quiero... Magnus, yo...
Siento a Magnus sentarse, nuestros cuerpos más cerca, todavía. Y mi corazón se detiene y luego se acelera por saber qué va a decir.
¿Me va a detener?
POV MAGNUS
Me obligo a encontrar un poco de control cuando creo entender lo que pasa.
Me siento en la cama, con mis piernas dobladas y cruzadas, siento la tensión en Alexander y luego se relaja un poco cuando mi mano sube de su cadera a su costado. Todavía inestable ante el contacto.
-Ven aquí -subo y bajo mi mano por su costado, tratando de tranquilizarlo, o tranquilizarme a mí, realmente ya no lo sé, y dejo la otra en su cadera. Lo guío hasta que se sienta sobre mí.
Ambos nos quedamos sin aliento por la posición. Pero la incomodidad no dura más de unos segundos, sin importar la posición que tomemos, la cercanía y la comodidad entre nosotros vuelve, nuestros cuerpos se adaptan al otro.
Una de mis manos sigue sobre su cadera, amasando cerca del hueso afilado que ahí encuentro. Dejo la otra ir hasta un lado de su cuello, él se inclina más cerca de mi toque, desnudando el otro lado. Dejo un beso fugaz en ese lugar, su piel se eriza y a mí me recorre un nuevo escalofrío.
-Cuando yo te conté la verdad, Alexander -comienzo con calma, alguien necesita control-, fue para no herirte ni confundirte más. Tienes estos recuerdos breves, visiones fugaces que no entendías. Yo hice lo que creí mejor para ti, pero nunca, nunca, mi amor, pretendí obligarte a nada. ¿Entiendes eso?
Sus ojos están cerrados, fuertemente cerrados, mientras él asiente.
-Alexander, te amo. Te amé y nunca lo ocultaría de ti ni de nadie. Es la parte que más atesoro de mi pasado. Y si bien me acerqué a ti buscando aquello que perdí, pronto me di cuenta que no podía recuperarlo, pero mientras tú escuchabas mi historia de amor, aquella que tú no podías recordar, una historia nueva comenzó, un amor nuevo con ecos del pasado inevitable. Eres tú, este hermoso hombre frente a mí, este que incluso cuando se muere de miedo se atreve a dar el primer paso... -me interrumpo cuando lágrimas resbalan por mis mejillas.
No podría estar más agradecido con la vida por esta nueva oportunidad de amar. Amarlo. Amarnos.
-Alexander, te amo, y así como nunca presioné tus recuerdos, no te hice recordar con magia, porque lo que quiero es este nuevo tú, así como realmente ni me importa si me ves con los ojos o con tus manos y tu corazón, así no me importa esperar a que tú estés listo. Un mes, un año, lo que tú necesites, mi amor. Te deseo y no puedo negarlo, creo que me sientes vibrar contra ti, y no es sexo lo que yo deseo, es sentirte, es ser tuyo y hacerte mío, sentirnos un poco más, pero yo voy a esperar... Sé que es un paso importante... No pienses que porque te dije la verdad, pienso que tenemos que...
Y entonces él me deja sin habla: -Pero yo quiero, Magnus. Sentirte también. No me importa si es sexo, no sé...no sé de eso, sólo sé que quiero sentirte... Tu cuerpo, como siento tu corazón.
POV ALEC
Me quedo sin aliento cuando termino de decirlo y espero su respuesta.
No me siento obligado. Es sólo... Como cuando mis manos deseaban ver su rostro, como cuando yo anhelaba sentir sus labios con los míos, hoy deseo sentir su cuerpo, reconocerlo en cuerpo y alma.
-¿Estás seguro?
Sólo logro asentir antes de que él me bese, tan tan suave, sus manos nunca dejan mi cuerpo y, de algún modo, logramos salir de la cama.
Él besa un lado de mi cuello. -Vamos a probar algo esta noche. Y si todavía estás seguro mañana, entonces daremos un paso más. Recuerda que yo voy a esperarte lo que haga falta.
Yo asiento y me quedo sin aliento cuando sus labios toman mi lóbulo. Magnus nunca había hecho eso y no estoy listo para lo que me hace sentir. Mis rodillas casi ceden, pero su brazo en mi cintura me sostiene hasta que vuelvo a estar de pie por mí solo.
Las manos de Magnus se cuelan bajo la camisa de su pijama. Sus manos son cálidas y suaves sobre mí piel, suben y bajan, suben y bajan. Y yo me muero. Yo ya no sé qué soy o quién soy, sólo siento.
-¿Puedo? -él susurra cerca de mi oído.
Vuelvo a asentir y Magnus saca la prenda por encima de mis brazos. La siento y la escucho caer cerca de mis pies. Sus manos están a cada lado de mi cuello, acariciando, calentando mi piel ya ardiente, y luego siguen por mis hombros, mis brazos, entrelaza nuestras manos, recorremos juntos mi abdomen y pecho y luego las lleva hasta él, las deja sobre sus hombros mientras las suyas recorren mi espalda.
Mi cuerpo está ardiendo, pero se relaja con cada caricia, como si no fuera la primera vez.
Yo dudo antes de hundir las mías bajo la seda de su bata, siento la piel de sus hombros, su espalda, mientras aparto la tela fría hasta que la siento caer. Magnus se acerca más a mí, permitiendo a mis dedos nerviosos explorar su torso.
Nunca había habido tanta piel entre nosotros.
Sus manos encuentran el borde de mi pantalón y juguetean con él. Tengo miedo de lo que pueda pensar al verme desnudo, ¿él puede desearme de verdad? No sé cómo soy, si puedo parecer atractivo para él...
Pero Magnus sólo baja el pantalón, dejando la ropa interior, se arrodilla mientras quita la pijama, mis manos van a sus hombros para estabilizarme mientras saco un pie y luego el otro.
Sus manos nunca pierden contacto con mi cuerpo, deja algunos besos al azar sobre mis piernas mientras vuelve a subir.
Él sólo lleva unos shorts de seda, lo siento cuando junta nuestros cuerpos. Hay deseo innegable, puedo sentirlo, el suyo y el mío cuando chocamos, pero él no forza nada, no empuja a nada. Nuestros cuerpos sólo se rozan, uno de sus brazos rodea mi cintura, mientras si otra mano toma mi rostro y entonces me besa.
Mis brazos envuelven su cuello sin dudar. Hay tanta piel caliente y suave rozándose. Dos corazones latiendo fuerte. Y dos cuerpos amoldándose, reconociéndose.
Tengo miedo. Tanto miedo. Pero también estoy seguro y feliz del torrente de emociones y sensaciones que me vuelve loco y llena mi estómago de mariposas.
Sin aliento nos separamos.
-Duerme conmigo, Alexander. Siénteme así esta noche y mañana dime si quieres más. O esto es suficiente.
CONTINUARÁ...
Les dije que amarán el día 53, creo que ya saben qué va a pasar 😍
¡Pregunta importante! ¿Qué les ha parecido este día? Espero que se entienda lo que Alec quiere y lo que yo pretendo, más que un encuentro sexual, es el hecho de sentirse, de dar un paso más en ese reconocimiento de la persona que amas, Alec quiere "ver" y sentir más de Magnus. Más que un encuentro sexual y sensual, yo quiero sensaciones, que ambos sientan y ustedes puedan sentir eso al leerlos... ¿Qué opinan de las escenas de este primer acercamiento? ¿Estoy logrando aunque sea un poco mi objetivo? 🙈
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