Desde el principio tuve un plan para mi vida. Pero no supe hasta que nos conocimos que eras tú.
(E.F.)

* * *

[Día 52]

POV ALEC

Cuando dejó de besarme, me sentí perdido. Nunca me había sentido tan vacío y vulnerable -ni siquiera cuando abrí los ojos y me di cuenta que no había nada para ver- como cuando Magnus terminó el beso.

Yo anhelaba más. Más, más, más. Y entonces él rompió el contacto abrasador de nuestros labios, pero su cuerpo seguía cerca todavía, el mío vibrando de necesidad por el suyo.

Mi pecho subía y bajaba con rápidas respiraciones entrecortadas. Lo escuché aclararse la garganta antes de que sus manos guiaran a las mías. No deshizo él solo la cama, me ayudó a hacerlo, retirar las sábanas para meternos ambos y acomodar las almohadas.

Su cuerpo estaba tan cerca del mío. Mi piel erizada, llena de electricidad por la cercanía, pero aun así necesitaba más.

Escuchando su respiración, buscaba algo qué decir, cómo pedirlo a través del nudo en mi garganta. Tenía miedo de un rechazo definitivo, pero su cuerpo no mentía, lo sentí temblar contra el mío mientras me besaba.

Pensé en buscar su mano con la mía, entrelazar nuestros dedos para tomar valor, pero terminé rozando la seda fría de su bata y entonces tuve la idea. Tragando, nervioso, con una mano inestable encontré su hombro, aparté un poco la tela, sólo lo suficiente para encontrar la piel caliente y más suave que la seda.

Lo sentí tensarse y escuché su pesada respiración mientras llevaba mis labios a su hombro. Dejé mi mejilla y mi nariz acariciar también su piel en el proceso del beso más arriesgado de mi vida.

Nos hemos abrazado antes, besado, he tocado más piel que ahora y, sin embargo, esto se siente diferente.

Como arde mi propia piel, mi corazón late fuerte, retumbando en mis oídos, mientras me acerco más y llevo mis labios en un camino de besos tímidos desde su hombro hasta su cuello.

Una de sus manos encuentra también mi propio hombro, la unión tierna y sensible entre hombro y cuello, su pulgar acariciando me hace estremecer y jadear contra su piel.

Hay un "Magnus" balbuceado mientras el gruñé un bajo "Alexander".

Y mi cuerpo y mi alma se estremecen, mi corazón definitivamente no es el único que lo siente.

POV MAGNUS

Mi cuerpo se está volviendo loco de deseo. Mi mano encuentra su piel suave, ese punto tierno, el se estremece ante el toque y su aliento golpea mi piel ya ardiente, mi sangre y todo en mí arde.

Quiero girar y envolverlo en mis brazos, empujar su cuerpo con el mío, y besarlo hasta quedarnos sin aliento.

El descontrol al que quiero ceder me recuerda al final de nuestra primera cita:

<<Alec le plantó una cuidadosa línea de besos en el cuello, comenzando desde la oreja hasta la punta de la clavícula. La puerta seguía entera. Todo era maravilloso.

Magnus jaló al muchacho hacia el sofá, y Alec se desplomó sobre él. Pegó los labios al cuello del chico. Sabía a sudor, jabón y piel, y Magnus lo mordió, esperando dejar una marca en la pálida piel, deseándolo. Alec soltó un callado gemido y se dejó llevar. Metió las manos debajo de la arrugada playera y recorrió la forma del cuerpo de Alec. Le pasó los dedos por los hombros y por la larga curva de la espalda, notando las cicatrices de su profesión y la pasión de sus besos. Con timidez, el cazador de sombras le desabrochó los botones del chaleco, le dejó la piel al descubierto y le acarició el pecho, el estómago, y Magnus notó que la fría seda había sido reemplazada por unas manos cálidas, curiosas, que lo acariciaban. Notó que los dedos de Alec temblaban sobre su piel.

Le puso la mano en la mejilla, sus oscuros dedos enjoyados contrastando con la piel pálida como la luz de luna de Alec; éste volvió la cabeza y le besó la palma de la mano, y a Magnus se le partió el corazón.

-Alexander -murmuró, queriendo decir algo más que <<Alec>>, llamarlo por un nombre que fuera más largo que eso y diferente del que usaba el resto del mundo, un nombre que fuera más suyo, más entre ellos dos. Lo susurró como si le prometiera que se tomaría su tiempo-. Quizá deberíamos esperar un segundo.>>**

Una mano de Alexander en mi nuca mientras deja un beso más fuerte sobre mi piel, me regresa a la realidad.

¿Será posible...?

Él se pega más a mí, su cuerpo entra en contacto con el mío, su cadera golpea contra la mía. Ambos nos estremecemos.

-¿Alexander qué...? -apenas puedo hablar, mi voz entrecortada, mi cuerpo temblando.

-Quiero sentirte, Magnus -lo dice como si fuera algo tan simple, mientras para mí es el mundo.

Mi mundo parece temblar con sólo tres palabras.

Oh, mi amor, mi Alexander, vas a matarme.

CONTINUARÁ...

¡Van a amar lo que queda de este día y el día 53! Gracias por sus bellos comentarios sobre esta historia ❤

**Las crónicas de Magnus Bane. ¿Qué piensan de este momento? A mí siempre me ha parecido, como he dicho, que Magnus se detuvo por varias razones: cuando Alec lo besa creo que es un gesto que demuestra mucho la ternura de Alec, incluso mientras se estaba dejando llevar por el deseo, es tierno con Magnus, como nadie había sido con él, y, a la vez, le recuerda a Magnus la inexperiencia de Alec. Creo que Magnus nota que Alec no es como cualquier otro amante, Alec merece una primera vez especial y no por la calentura del momento en esa primera cita, Magnus se da cuenta que Alec es el indicado por un gesto tan simple y hermoso como ese beso 😍😍😍