Día 42 (continuación/2)
Nunca podré poner en palabras lo que significas para mí, porque es imposible. Esas palabras no existen. Pero leí una cita en algún lugar que estuvo cerca. "Te juro que no podría amarte más de lo que lo hago ahora y, sin embargo, sé que lo haré mañana".
(Ella Frank)
* * *
[Día 42]
POV MAGNUS
Estoy tan feliz.
Tan feliz de imaginar a mi familia completa de nuevo. Que termino abrazando a Alexander hasta levantarlo del piso y dar vueltas con él. Apretándolo fuerte, tanto que tal vez duele.
-Magnus -suena casi sin aliento cuando lo dice, tal vez por lo apretado de mi abrazo, tal vez por la sorpresa. Cuando lo suelto de nuevo, sus mejillas están levemente rosadas-. La gente nos ve. ¿Por qué haces eso?
Parece querer ocultarse y yo se lo facilito, abrazándolo de nuevo, esta vez dejando que él también se aferré un poco a mí. -Ya sabes cómo soy, Garbancito. ¿Por qué te sorprende?
Su aliento eriza la piel de mi cuello cuando habla, el calor de su aliento y sus labios bastante cerca. -No creo que llegue a acostumbrarme nunca.
Sus brazos rodeándome, y los míos a él, mis manos en su espalda, quisiera chasquear los dedos y envolvernos en una burbuja, movernos de aquí, crearnos un mundo sólo para los dos. Un mundo nuestro.
Su piel acariciaba suavemente la mía, aumentando todavía más mi emoción, mi felicidad. -Estás casi saltando -dice, con una sonrisa en su voz-, y Max también sonaba feliz. ¿Ha pasado algo?
Hay curiosidad, y puede que un poco de temor, en su voz.
Me siento culpable de no poder ser totalmente sincero con él, pero puedo compartir parte de mi felicidad, que sé que también será de él.
POV ALEC
-Max soñó con Rafa, su hermano, con...mi otro hijo. Yo también lo soñé, de hecho. Es...puede parecerte absurdo estar feliz por un sueño, pero...
-Hey -me separo un poco de él, moviendo mis manos hacia su rostro-. Yo no dije eso. Ni lo pienso. Hay sueños que nos hacen mucho más felices que la realidad. Y soñar con aquellos que perdimos, así como recordarlos, es traerlos de vuelta un momento más, sacarlos de aquí -bajo una de mis manos hacia su pecho- y dejarlos libres, dejarnos libres de sentirlos con una sonrisa y no sólo con tristeza. Así es la vida, a veces sólo eso nos queda y hay que saber apreciarlo. No es tonto que soñar con Rafa los haga felices.
A mí me pasa con Max.
Magnus no dice nada, siento sus brazos a mi alrededor aflojarse y temo haber dicho algo malo cuando deja de abrazarme, pero entonces sus manos están en mi rostro y me besa. Un beso dulce y lento, pero lleno de sentimiento, de algo que no llego a comprender, pero sé que es fuerte y se siente como si, con cada roce de labios, quisiera decírmelo sin necesidad de palabras.
Magnus está sin aliento cuando nos separamos. Nos sostenemos el uno al otro. Mis labios en una sonrisa y por sus mejillas abultadas, bajo mis dedos, que él también. -Sólo tú me faltabas para hacer de este día perfecto, Alexander.
Magnus suena tan feliz. Quiero escucharlo y sentirlo así siempre. Conservar su felicidad todos los días. Por eso me animo a decirlo: -Yo también soñé con él...sé que no lo conozco, y tal vez no me creas, pero soñé con Rafa. Con tu hijo, Magnus.
CONTINUARÁ...
Este es el capítulo 100 y todavía no vamos a la mitad 🙈😂
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