20. Escape
Domingo 22 de octubre.
Una gloriosa jornada para la familia Márquez: después de varios días de recuperación, Julián pudo volver a su casa.
Todo tercer año lo había visitado en el transcurso de la semana, incluso Martina Laverde se despidió.
¿Por qué se despidió? Julián no lo sabía.
Julián tampoco sabía porque había llorado tanto cuando se enteró de la muerte de Diego. Un llanto desconsolado, sin calma.
Si su relación era meramente una cuestión de ser compañeros y cruzar palabras cada dos por tres, ¿por qué lo afligió tanto que Diego falleciera?
Preguntas van, preguntas vienen.
Era un domingo lluvioso pero sin tormentas. De aquellos días que llueve un rato y luego para, y que no te da ganas de salir de tu casa bajo ninguna circunstancia.
El grupo de amigos de Julián hizo un esfuerzo enorme.
Sabiendo que su amigo llegaría a su casa el domingo bien temprano, Lucas, Sebastián e Ignacio cayeron en la casa de los Márquez cuando apenas habían tocado las 11 de la mañana.
El hogar de los Márquez era como cualquier otro. Ni muy chico ni muy grande, ni muy moderno ni muy tradicional, era una casa convencional de clase media en Argentina.
Los chicos sonaron el timbre un par de veces y la puerta tardó varios minutos en abrirse. Sebastián incluso se había asustado.
Pero, por suerte, todo estaba bien.
Con la sonrisa despampanante que tanto la caracteriza, la señora Márquez, una analista de sistemas implacable, abrió la puerta.
-¡Sorpresa! -gritaron los tres chicos como si tuvieran dos años. La madurez sigue guardada en los úteros de sus madres.
-Pasen chicos, Juli está en su cuarto. No se puede mover mucho, pero para lo que seguro planean hacer tampoco se requiere esfuerzo -contestó la mamá entre risas mientras le daba un beso a cada uno.
-¿Rubén no está? -preguntó Ignacio haciendo referencia al papá de Julián.
-No, lo mandé a hacer unos mandados así me llena un poquito la heladera -respondió la mamá. Los chicos rieron y se fueron tranquilamente hasta el cuarto de Julián.
Esta vez sus amigos no tocarían la puerta. Si Julián se tenía que cagar del susto, que así sea.
-¿Dónde está el pibe que se pone a recibir balazos? -dijo Ignacio Sánchez abriendo la puerta.
-¡Chicos! -contestó Julián incorporándose en la cama. Estaba boludeando con el celu.
Los amigos del herido se sentaron al pie de la cama, y no tardaron en comenzar a hablar de temas triviales y sin importancia. Lo que suele hacer el 90% de los adolescentes cuando están manteniendo una conversación.
-Che, ¿sale ese Fortnite gente? Últimamente lo está jugando todo el mundo -dijo Lucas. Ignacio quiso responder, pero Sebastián se le adelantó.
-Antes déjenme contarles algo -disparó Sebastián. Sus amigos lo miraban expectantes.
-¿Te la jugaste en el Quini y perdiste mucha guita? -tiró Lucas. Claramente no era más que una cargada a su amigo.
-Yo soy el que está viralizando el caso de T.A.I por las redes y la tele -contó Sebastián sin más. Julián e Ignacio lo miraron perplejo.
-¿Que hiciste qué? -preguntó Julián anonadado.
-Sos un pelotudo -agregó Ignacio.
-¿Por qué tanto problema? No veo el quilombo -arrojó Lucas. Julián jamás se hubiera esperado esa respuesta.
-¿No ves el problema? ¿Viralizar la muerte de tus propios compañeros no te parece un tanto, no sé, morboso, repulsivo, completamente inconsciente? -gritó Ignacio Sánchez. Julián mostró aprobación, y Sebastián y Lucas sólo atinaron a bajar la cabeza.
-Yo sabía que pocas veces te tomás las cosas en serio, que solés vivir en una superficialidad admirable, pero acá te fuiste bien al choto, Seba. Prendé la play porque si sigo pensando en esto te saco a patadas en el culo de casa -remató Julián entre frustrado y decepcionado.
Sebastián hizo caso a su amigo y prendió la Playstation 4 y luego la televisión.
TN, un canal reconocido de noticias en Argentina, estaba transmitiendo en Núñez un nuevo acontecimiento sobre el caso de T.A.I.
-Subí el volumen -le dijo Nacho a Sebastián.
"Un hecho desgarrador acaba de ocurrir en el barrio de Núñez, donde una adolescente fue asesinada de un disparo en la cabeza mientras salía de su casa con su familia.
Se cree presuntamente que T.A.I ha sido el responsable del asesinato.
¿Quién es T.A.I, y por qué nadie puede encontrarlo?
Esperemos que el cuerpo de la policía encuentre la respuesta pronto.
Ampliaremos."
Los chicos sabían quien era la única chica de su grado que vivía en Núñez.
Julián ahora entendió el motivo de su despedida cuando vino a visitarlo.
T.A.I se ha cobrado la vida de Martina Laverde.
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