Presente

Movió su manito despidiéndose de sus maestros y demás compañeros, quedándose parada frente a la reja de la escuela esperando que su papá fuera a buscarla para llevarla a casa. Ya se le hacía normal tener que esperar un par de minutos a que Jeon mayor llegará, su padre era el ser más despistado de este mundo.

Tarareando una de sus canciones favoritas comenzó a mover su cabeza de un lado a otro al ritmo del sonido que salía de sus labios. Un suavecito olor a lavanda llegó a su naricita logrando que sonriera, le gustaba ese aroma.

-¡Hola bonita! ¿Estás sola aquí?

Alzó la mirada viendo con ojitos brillantes al precioso omega parado frente a ella. Era rubio y de ojos verdes, piel blanca y aparentemente suave, parecía un modelo con aquella ropa cara e impoluta.

-Papá me enseñó que no hablara con extraños- musitó alejándose un poco, aún un poco impresionada por la belleza del mayor.

-Mi nombre es Park Jimin, y un pajarito me dijo que te llamas HyeJin- el omega se acercó con una sonrisa soltando más feromonas para que la niña se sintiera en confianza, su corazón latía acelerado y su lobo movía la cola aullando, emocionado por tener a su cachorra en frente, tan preciosa con su cabello castaño recogido en dos largas trenzas y sus mejillas abultadas -Ves, ya no soy un desconocido.

-¿Hablas con los pajaritos?- cuestionó haciendo su boquita una "O" debido a lo impresionada que estaba, el omega soltó una risita y asintió -¡Whoaa eso es genial!

-¿A qué sí?- cautelosamente se acercó acariciando su cabello con delicadeza -También me dijo que eres una de las mejores de la escuela y que te portas muy bien con tu padre.

-¡Sí! ¡Soy la mejor de mi aula y siempre le hago caso a papá!

-¡Oh! Eso es bueno- miró hacia atrás viendo a Hoseok hacerle señas raras, eso quería decir que ya Jeon estaba cerca -Ya que eres tan buena la próxima vez que nos veamos voy a traerte algunos dulces.

-¿En serio?- preguntó emocionada dando saltitos, su papá no la dejaba comer muchos dulces porque decía que luego le dolería su pancita, pero algunos dulces no estaban de más.

-Sí- asintió con la cabeza -Debo irme, pero vendré a verte de nuevo mañana.

-Está bien. ¡Adiós señor Jimin!

-No puedes decirle mi nombre a nadie, ¿bien?- la pequeña asintió -Adiós pequeña Hye

Dejó un beso en la frente de la infante y se retiró rápidamente, justo a tiempo, porque vió de lejos el auto de Jeon aparcar frente a la escuela y a este cargar a HyeJin entre sus brazos, depositando un montón de besos en el rostro de la niña. Dos lágrimas salieron de sus ojos mirando enternecido la escena tan linda.

-¿Por qué lloras?- preguntó el alfa acercándose a él.

-Ella es preciosa Hoseok- murmuró mirando como padre e hija ingresaban en el auto -Es tan adorable y obediente.

Su corazón dolía, había perdido tanto tiempo con su cachorra por culpa de su terquedad y su orgullo. No pudo verla dar sus primeros pasos, ni escucharla decir sus primeras palabras, tampoco estuvo ahí su primer día de escuela para darle ánimos, y esas eran cosas irrepetibles que ya nunca podría a vivir. No se explica aún que estupidez pasó por la cabeza de ese Jimin inexperto de 21 años, para que se le ocurriera abandonar a la cosa más bonita que le pudo haber pasado. Dejó que sus problemas con Jungkook lo nublaran y terminó alejándose de ella por tantos años. Ahora se daba cuenta del enorme error que había cometido.

Mientras tanto, en el auto una emocionada HyeJin le contaba a su padre sobre su encuentro de minutos antes.

-¡Tengo un nuevo amigo papá!

-¿A sí? ¿Y cómo se llama?- preguntó viendo a la niña sonreír por el espejo retrovisor.

-No puedo decirte- ladeó la cabeza preocupado -Pero es así de alto y muy bonito y, ¿sabes qué? ¡Habla con los pajaritos!

Negó levemente riendo bajo. Había comenzado a preocuparse pensando que alguien desconocido se había acercado a su hija con intenciones de ganarse su confianza para luego hacerle daño, pero ahora se daba cuenta de que no era así y se sentía aliviado.

-Mi pequeña ya tiene su primer amigo imaginario- musitó limpiándose una lágrima falsa -Crecen tan rápido.

-¡Ya soy una niña grande papá!- exclamó enfurruñada cruzándose de brazos

-Mi niña grande- asintió con una sonrisa nostálgica.

-¡Papá! ¡Se nos hace tarde!- la niña removió por los hombros al alfa sintiéndolo extremadamente caliente

-¿Hye?- murmuró confundido abriendo los ojos con lentitud

Sentía su cuerpo hervir desde el interior y aquella punzada molesta en su entrepierna. Ladeó la cabeza mirando hacia el calendario que tenía pegado en la pared, observando el gran círculo rojo que tenía ese día encima.

Justamente ese día empezaba su celo y no se había dado cuenta.

-Mierda -balbuceó poniéndose de pie -Vamos Hye, te vas para casa de tío Yoongi.

-¿Tu celo de nuevo? -preguntó con curiosidad la cachorra de 6 años recibiendo un asentimiento del mayor -¿Cuando vas a explicarme lo qué es?

-Cuando seas grande te diré -musitó echando ropa en la mochilita de la niña.

-¡Pero ya soy grande! -exclamó dando pisotones. Cuando Hye se levantaba así de terca en serio debía tener mucha paciencia, la cual en ese momento no tenía porque su maldito lobo solo quería un omega en el cual anudar.

-Cuando tengas mi altura serás grande -la menor abrió la boca comparando su tamaño y el de su padre. ¡Tardaría una eternidad en llegar a ese tamaño!

-Pero...pero...

-¡Ya basta Jeon HyeJin! -gruñó cerrando mochila haciendo que la castañita se callara al instante, formándose un pucherito en sus labios -Perdón, no quería gritarte.

Se arrodilló frente a ella dándole un rápido abrazo y colgando la mochila en su espalda.

-¡Ushh! Pica -reclamó restregándose la nariz, a pesar de ser una cachorra podía sentir a la perfección el fuerte aroma que emanaba su papá en ese momento.

-Gracias por cuidar de ella -agradeció a su hyung cuando esté llegó a buscar a su sobrina.

-No tienes que agradecer, sabes que me gusta pasar tiempo con ella.

Una vez se marcharon entró a su hogar nuevamente, agradeciendo que todavía su celo no había llegado con fuerza, tal vez dentro de unas horas, cuando realmente se sintiera necesitado, podría llamar a Seokjin a ver si tenía tiempo de pasarse por allí.

¡Esos tres días de celo eran insoportables! Su temperatura se elevaba mucho y la molesta necesidad de tener sexo llegaba a volverlo loco. Rompía muchas cosas ya que su lobo era bastante agresivo cuando se lo proponía, cada 6 meses debia cambiar lámparas o mesitas de su habitación, una vez incluso destruyó el colchón de su cama.

Agradecía que siempre había alguien que se hacía cargo de Hye cada que eso pasaba. Cuando no era su madre, era su hermano, por esa razón no se preocupaba porque sabía que ambos la cuidarían más que a nada pues adoraban a la pequeña. Pero esta vez habría un inconveniente, del que él, obviamente, nunca se enteraría, o al menos no por ahora.

-¡Hola señor Jimin!- la castañita movió su manito llamando la atención del mayor, quien al verla entre el mar de niños sonrió enormemente, su corazón latía con fuerza en su pecho cada que veía a su cachorra.

-¡Bonita! -corrió hacia ella apachurrándola entre sus brazos-. Te ves preciosa hoy.

-Tío Yoon me peinó como princesa -dijo haciendo que el rubio soltara una risita, había conocido a ese amargado alfa hace unos años, y la verdad no se lo imaginaba peinando a la niña.

-¿Qué tal si hoy vamos a tomar un helado? -preguntó acomodando su uniforme -O a comer pastel, lo que prefieras.

-HyeJin no puede salir de la escuela si no es con alguien autorizado por su padre -una maestra se acercó con el rostro serio, pero al ver que se trataba del famoso modelo Park Jimin llevó sus manos a su boca soltando un gritito emocionada-. ¡Oh Luna santa!

-Hye ve a despedirte de tus amigos -musitó acercándose a la profesora-. Mire, sé que nunca antes me había visto por aquí, pero yo soy el padre omega de HyeJin.

-¡¿Usted es...?! -abrió los ojos sorprendida.

-Sí, y no quiero que lo ande divulgando por ahí, su padre y yo no nos llevamos bien y me gustaría que no supiera de esto -profirió seriamente mirando a la maestra asentir un par de veces-. Si me disculpa, voy a llevarme a mi hija.

Fue en busca de la niña y la tomó de la mano para llevarla hacia su auto. Esta vez iría manejando él, pues no quería que su mánager y el chofer estuvieran molestando en su salida con su cachorra.

Al final Hye decidió que quería comer pastel, por lo que el mayor se dirigió a una cafetería que solía ser frecuentada por personas famosas. Pasaron un par de horas, en las que la castañita le contaba un montón de anécdotas de salidas o viajes con su padre y de cosas que sucedían en su escuela. Jimin disfrutaba de verla hablar haciendo gesticos con sus manos y muecas cuando algo no le agradaba. Se dió cuenta que la niña amaba a su padre más que a nada en el mundo, y que le extrañaba un montón.

-¿Lo extrañas? ¿Por qué? Si viven juntos, no lo entiendo...

-Papá entró en celo -profirió haciendo puchero-, no lo veo desde hace dos días

-Ohh entiendo -asintió, tragando saliva ante el recuerdo de Jungkook en celo llegando a su mente-. ¿Y quién te está cuidando?

-Tío Yoongi -respondió quedamente dándole un sorbo a la malteada que estaba frente a ella.

Asintió mirando la hora en su celular. ¡Eran poco más de las 6 de la tarde!. Se había centrado tanto en su hija que olvidó que debía llevarla a tiempo de nuevo a su escuela. Pagó por lo que habían consumido y se dirigieron al auto para poner marcha hacia la escuela de la niña. Sabía que Yoongi era cirujano y esperaba que haya tardado un poco más en ir a recogerla, aunque mirando la hora, era difícil que hubiera tardado tanto.

Lo primero que vió al llegar a la instalación fue el ceño fruncido del alfa, el cual al ver el auto se puso en alerta, más cuando vió a Jimin bajar y abrir la puerta trasera para dejar salir a HyeJin. Caminó hacia ambos con los puños apretados y feromonas de enojo esparciéndose por el lugar, sabiendo desde hace horas, gracias a una maestra, que HyeJin se había ido con su padre omega.

-¡¿Cómo se te ocurre llevártela de esa forma?! -gritó poniendo a HyeJin tras él-. ¡¿Acaso estás loco?!

-¡Le dije qué quería verla y me lo negó! ¡¿Qué querías qué hiciera?! -le reclamó de igual forma sintiendo un nudo formarse en su garganta-. También tengo derecho...

-¡NO! ¡No tienes ningún maldito derecho! -empujó al omega con poca fuerza, sintiendo como su sobrina apretaba su ropa entre sus manos mirándolos un poco asustada-. ¿Tengo qué recordarte qué perdiste ese derecho cuándo saliste por aquella puerta hace 6 años?

La menor observaba de hito en hito a los mayores, no entendía de que estaban hablando, y para ella era raro ver a su Tío Yoon así de alterado, normalmente el alfa era tranquilo y callado.

-Que sepas que Jungkook va a saber de esto -advirtió señalándolo con su dedo índice haciendo que el rubio dejara de respirar unos segundos.

-No, por favor no le digas nada -pidió, pero fue ignorado por el alfa, que se marchó a pasos rápidos de allí, llevando a su sobrina de la mano hacia su auto.

-No vuelvas a irte con él sin permiso, ¿entendido HyeJin?

-Pero él...

-¿Entendido HyeJin? -cuestionó observándola seriamente.

-Si, tío Yoongi -musitó bajando la cabeza.

Estoy intentando subir el capítulo desde la tarde pero Wattpad no me deja poner los separadores y me cambió los guiones largos (╥﹏╥), supongo que lo arreglaré más tarde.

Por cierto hice una nueva portada para la historia! Qué tal quedó?

Espero que les haya gustado el cap y no se olviden de votar y comentar.

Besos 💋