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Capítulo 18

Estaba sentado en el pasto comiendo tranquilamente un sándwich que compró en la cafetería de la universidad, rodeado por un par de alumnos que conversaban tranquilamente sin notar demasiado su presencia.
Se sentía un poco cansado, luego de una clase de Economía, otra de Historia del arte, y una última de Idioma, lo que más deseaba era estar en su cuarto, metido en el pequeño nido que había hecho en el centro de su enorme cama con algunas prendas de sus padres y un par que le había pedido a Jungkook. Con eso del embarazo estaba demasiado suceptible y siempre andaba buscando el aroma del alfa.

Tomó el popote de su vaso de jugo natural, el cual su alfa le llevaba cada mañana porque él se lo había exigido. De pronto un olor a chocolate amargo llegó a sus fosas nasales poniéndolo nervioso al instante. Recogió todas sus cosas del suelo y se puso de pie dispuesto a escapar antes de que Namjoon llegara a donde él estaba, pero un agarre en su bolso le impidió continuar con su camino.

Se giró observando a aquel alfa de cabello azabache mirarlo con aquella sonrisa cínica en su rostro.

—¿A dónde crees qué vas, pequeña mierda?

—Déjame en paz —habló lo más firme que pudo en esa situación, no era la primera vez que pasaba, pero siempre intentaba demostrarle que no le temía aunque la realidad no fuera esa. Pero Park Jimin no sería Park Jimin sin esa actitud terca y provocativa—, consíguete una vida y deja de andar detrás de mi culo

Un par de risillas se escucharon, todos esos chismosos estaban alrededor con las orejas bien paradas para poder escuchar la conversación, que siendo sinceros, ninguno de los dos hacía el mínimo intento de esconder.

—¿Te crees muy importante? —espetó dándole un manotazo en la mano y botando su vaso con jugo—. ¿Tengo que recordarte de quien es esa marca que llevas en tu cuello?

Apretó los puños mordiendo su labio inferior con fuerza, sintiéndose enojado por la mención de esa estúpida marca.

—¿Por qué la escondes? Vamos, muéstrale a todos que eres el omega del alfita afeminado —le quitó de manera brusca la bufanda dejando ver una marca rojiza y saludable.

—Eres un gran imbécil —masculló enterrando sus uñas en sus propias manos. De pronto una fuerte bofetada impactó en su rostro, haciéndolo ladear la cabeza debido al golpe. Su labio inferior ardía un poco y su mejilla se sentía extremadamente caliente.

—¡¿Enloqueciste?! ¡Recuerda cuál es tu jodido lugar omega! —le gritó logrando que el pelirrosa se encogiera en el lugar—. Un solo golpe a tu vientre y dile adiós a tu bastardo

Aquello lo dijo en voz baja y de una manera tan amenazante que lo hizo temblar y comenzar a sudar profusamente.

—¡No te atrevas! —aquel había sido su omega, que no dudó un segundo en tomar el control de su cuerpo. El iba a proteger a su cachorro hasta el final.

—Ven aquí, Jiminie —dijo acercándose con una sonrisa macabra y moviendo su cuello de un lado a otro, traquéandose los huesos de manera escalofriante...

—Por favor espera un momento —Namjoon lo miraba apenado sujetando con cuidado su muñeca. Lo miró con sus ojos húmedos debido a las lágrimas que querían acumularse en ellos, su mente volviendo de aquel mal recuerdo, rememorando como Jungkook apareció de la nada y golpeó a Namjoon dejándolo inconsciente.

Se había buscado muchos problemas por eso pero al enterarse de que Kim planeaba golpearlo en el vientre y el alfa castaño solo lo había protegido, decidieron no hacer nada.

—Por favor, podemos sentarnos a hablar —la voz calmada y pacífica del contrario lo hizo asentir quedamente, pero lo que más llamó su atención fue la marca que había en el cuello del pelinegro.

—E-está bien.

—Jimin —la voz preocupada de Taehyung lo hizo voltearse—. ¿Está todo bien?

—S-sí, no te preocupes Tae —tartamuedeó, aún un poco asustado y nervioso. Además de todo el aroma fuerte del más alto lo tenía un poco atontado.

Todos sabían que el olor de una delta podía ser bastante molesto para las demás castas, más si era un omega. Por esa razón los delta no eran bien recibidos en la sociedad.

—Yo...quería pedirte perdón por haber sido un completo imbécil contigo y con Jungkook —musitó con la mirada baja y las manos temblorosas. Ahora se sentía tan estúpido, había sido un idiota creído durante esos años de la universidad, tuvo que conocer a un alfa y enamorarse de él para darse cuenta.

—Yo...no puedo perdonarte —ahora la voz del omega había salido seria y sin un ápice de miedo o nerviosismo—, sería un hipócrita si te digo que todo está olvidado. Me humillaste, te burlaste de mí e incluso amenazaste la vida de mi hija.

—Lo siento tanto —fue lo único que pudo decir. No sabía que más hacer, no podía echar el tiempo atrás y cambiar lo que había sucedido. Ahora debía enfrentarse a las consecuencias de sus acciones y vivir con el odio de Jimin—. ¿Entonces tuviste una niña?

—Mmh —hizo un sonido afirmativo—, tengo una preciosa niña de 6 años.

—¿Y Jungkook? ¿Ustedes están juntos? —se rió un poco, pero no en forma de burla, más bien recordando algunas cosas del pasado—. Así que al final ese alfa logró conquistarte.

—Con Jungkook...no estamos juntos —aclaró soltando un suspiro cansado.

—Ohh...yo creí.

—Pues creíste mal —le cortó antes de que pudiera terminar de hablar. No era fácil hablar de ello con él, mucho menos si la respuesta a su pregunta era un claro "No estamos juntos porque Jungkook no me quiere". Quería regresar ya a casa y no tener que seguir escuchándolo, por esa razón lo miró seriamente pensando que decir para terminar esa conversación—. Mira...yo ahora mismo no puedo perdonarte, tal vez en un futuro...

—Entiendo —musitó cabizbajo juntando sus manos sobre sus muslos—, será mejor que me vaya ya, mi alfa de seguro me está esperando.

Se despidió con un breve movimiento de cabeza, dejando allí al omega con una mueca pensativa y bastante triste. Le sorprendía el hecho de que incluso Namjoon ya tenía un alfa, y él por estar encaprichado con Jeon, o más bien, por su omega encaprichado con ese alfa, no había podido intentar tener una nueva relación, su lobo se negaba a cualquier otro aroma que no fuera café y licor.

Volvió a encontrarse con Taehyung después de aquella corta conversación, pero terminó marchándose a la casa minutos después, no sin antes pasar por una tienda y comprar caramelos y chocolates para HyeJin. Espería en la casa hasta que llegará la hora de recogerla en la escuela. Ese día estaba feliz y ningún fantasma del pasado vendría a arruinarlo, estaba haciendo muchos avances con su cachorra y eso era todo lo que importaba.

Tal y como planeó, fue a buscarla en la tarde y se la pasaron viendo películas infantiles y comiendo palomitas y dulces. Cuando el sol comenzó a ocultarse pidió unas pizzas y terminaron comiendo entre risitas y bromas. No podía estar más feliz. Al final de la tarde ambos yacían acostados en el sofá completamente dormidos, y así fue hasta que Jungkook llegó a la casa.

Se quedó estrujando sus ojos mientras el menor llevaba a Hye a su habitación. Pensó que sería bueno decirle que de había encontrado con Namjoon y las novedades que había notado en ese encuentro.

—¿Qué hiciste hoy?

—Llevé a HyeJin a la escuela y  me encontré con un amigo en el centro comercial

—¿Te divertiste? —una pequeña sonrisa se dibujó en su cara al sentirse rodeado del aroma del alfa.

—Mmh —hizo un sonido para afirmar a la pregunta hecha por Jeon—, pero...me encontré con Namjoon

El castaño se tensó de inmediato mirándolo inquisitivamente, buscando alguna herida con la mirada. Y el mayor mentiría si dijera que aquella clara preocupación en los ojos de Jungkook no hizo a su omega regodearse en su interior.

—¿Te hizo algo? —preguntó de forma rápida tomando su rostro entre sus grandes manos.

Sabía claramente de lo que era capaz ese alfa. Defendió a Jimin muchas veces de él, incluso una vez intentó golpearlo en el vientre sabiendo que el rubio estaba encinta. Sí, así de cruel podía llegar a ser.
Solo pensaba en si lo había lastimado, si le había humillado como solía hacerlo en la universidad o había ido directamente a golpearlo.

—Me pidió perdón —dijo en un murmullo hipnotizado por los ojos grises del menor.

Hasta ahora se daba cuenta de que sus rostros estaban demasiado cerca. Sus respiraciones se cruzaban y ninguno de los dos dejaba de mirarse a los ojos. El momento se sentía tan íntimo que los asustaba un poco, como si eso hubiera ocurrido un montón de veces en el pasado. No parecía que era la primera vez que ambos se tomaban el tiempo de apreciar con calma y anhelo el rostro del contrario.

—Jimin —susurró con tono de advertencia cuando el omega acercó su rostro un poco más, rozando sus narices.

—Solo por hoy —musitó llevando su mirada a los labios finos del alfa, acercándose a dejar un pequeño beso en el lunar bajo estos—, permíteme hacerlo solo por hoy, mañana olvidemos todo

Y sin esperar respuesta del menor, terminó uniendo sus labios en un beso pacífico y dulce a más no poder, sintiendo como el alfa afirmaba sus manos fuertes en su cintura y ladeaba su rostro profundizando aquella bonita acción. Su aroma se disparó como si hubieran presionado un interruptor. Pronto aquella sala comenzaba a llenarse de sus aromas, una mezcla rara pero agradable de licor y jazmín. .

Jungkook se sentía embriagado por las feromonas que expulsaba el más bajo, su lobo retozaba en su interior corriendo de un lado para otro y aullando de felicidad. Finalmente su omega volvía a estar entre sus brazos, que importaba que la marca hubiera desparecido, a fin de cuentas siempre se podía hacer una nueva, ¿no?

Esa noche, justo como el día anterior, ambos habían dormido juntos otra vez. Jungkook notaba como su lobo se mantenía en calma gracias al suave aroma de su omega. ¿Esa podría ser la solución a su problema de ira? No lo sabía, pero al menos por esa noche disfrutaría de la presencia de Jimin en su cama.


Entró a la oficina de su hyung, en donde lo esperaba junto con Seokjin y los resultados de las pruebas que se hizo días antes. Estaba nervioso, eso no podía negarlo. Su aroma a licor sobresalía un poco más cuando eso sucedía y Jin lo notó de inmediato, acercándose a él y liberando un poco de su aroma para calmarlo.

Después de un largo día de trabajo lo que menos quería era recibir malas noticias, por lo que esperaba que la suposición de su hermano no fuera cierta, pero las caras de ambos dejaban mucho que desear.

—Era lo que temíamos, Jungkook —fue lo primero que dijo el pelirrojo.

El menor solo inspiró profundamente y mordió su labio inferior con fuerza, un poco shockeado con la reciente noticia y sin saber bien como reaccionar a ella. Yoongi y el peliazul esperaban que explotara y gritara, o que golpeara algo para descargar un poco ese sentimiento de rabia que sabían, iba a tener. Pero no, Jeon se mantuvo en silencio por varios minutos antes de soltar una vaga despedida y marcharse.

Kim y Yoongi se quedaron un poco preocupados, si, no era la reacción que esperaban que tuviera, parecía habérselo tomado con mucha calma, y precisamente eso era lo que les preocupaba. Jungkook no era una persona que escondiera sus sentimientos, porque de una u otra forma siempre acababa explotando, eso era lo que más temían, la reacción que tendría el castaño cuando ya no pudiera seguir fingiendo que aquello no le importaba.

En efecto, media hora después el ojigris ingresó en su casa, encontrándose a una emocionada HyeJin que se acercó a él con una hoja en la mano.

—¡Papá! Mira lo que hice...

—Ahora no HyeJin —soltó de manera seria pasando las manos por su cabello, revolviéndolo un poco, escuchando a la niña insistir en que le hiciera caso—Dije que ahora no HyeJin.

Elevó un poco más la voz, pero eso no detuvo a la cachorra, que emocionada insistía en mostrarle aquella hoja. Jimin apareció un segundo después con una sonrisa y un delantal puesto, observando como la castañita intentaba llamar su atención.

—Pero papi mira...

¡Qué me dejes en paz de una vez, joder! —la pequeña se sobresaltó y retrocedió un par de pasos, corriendo poco después hacia su habitación, asustada y con sus ojitos grises llenos de lágrimas.

Antes de que pudiera reaccionar bien un fuerte empujón lo hizo trastabillar. Jimin estaba frente a él expulsando un montón de feromonas de enojo y con los ojos completamente azules.

—¡¿Qué te pasa, imbécil?!










Ya sé que tardé un montón en actualizar, pero últimamente he estado muy estresada con la universidad y lo que menos me da son ganas de escribir, además también estuve algo enferma hace un par de días, aunque ahora ya estoy mucho mejor.

Espero que les haya gustado el cap. La próxima semana tengo un par de exámenes así que no se si podré actualizar pronto, pero saldré de vacaciones dentro de poco así que espero lo tardar tanto en volver a actualizar.

Eso es todo por hoy. Gracias por leer 💜

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