Leo tiene 17 años....

_¿Leonardo?_ una voz lo hizo voltearse, encontrándose con su mejor amigo

_hola Slash_ sonrío el pelinegro_ ¿Que pasa?

_iremos a fumar hierba detrás del instituto ¿Quieres unirte?_ pregunto sonriendo sacando mota de su bolsillo, enrolado como un cigarrillo

Leonardo dio una mirada de asco para luego negar con la cabeza y mirar hacia su amigo.

_no gracias, tengo que ir a la biblioteca_ Leonardo volteó dándoles la espalda_ ustedes diviertanse

Leonardo comenzó a caminar en dirección opuesta a su amigo, Slash sonrío dándose la vuelta mientras comenzaba a caminar mientras escondía el cigarrillo en su bolsillo.

_¡Hasta luego puberto!_ gritó a lo lejos, Leonardo rodó los ojos tristemente mientras comenzaba a caminar

Por curiosidad luego pasado unos minutos Leonardo decidió ir donde Slash le había comentado que estarían fumando marihuana, viendo que nadie lo estaba viendo siguió el camino que tomo su amigo; al llegar a la parte de atrás del instituto Leonardo logró escuchar la voz de alopex, su novia de hace ya 7 años. Sacó su cabeza un momento encontrándose con alopex fumando junto con Slash, muy acaramelados los dos sonriendo. Leonardo algo sorprendido siguió viendo la escena, su corazón palpitaba frenéticamente asustado; de repente sus ojos se abrieron enormemente al ver que Slash el que creía que era su mejor amigo, se estaba besando con su novia.
Con lágrimas en los ojos salió corriendo en dirección hacia su casa, necesitaba estar en un lugar seguro y cálido que le brindará amor y comprensión; vivía en una enorme mansión, su padre se la pasaba trabajando dejándolo completamente sólo. Su madre falleció en el terremoto de 1890, un trágico suceso que aún enluta a la familia.

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Leonardo llegó a su casa con el corazón destrozado, abrió las puertas encontrándose con su padre mirándolo de manera molesta mientras sostenía una copa de vino carísimo; el azabache se apoyó en la puerta respirando pausadamente mientras cerraba los ojos tratando de que las lágrimas no cayeran.

_ahora que pasa_ preguntó luego de beber un sorbo de vino

_n-nada_ respondió mientras secaba sus lágrimas con su chaleco

Saki tiro la copa de vino directo al suelo para luego acercarse a su hijo tomándolo bruscamente del brazo.

_¡Ahhh!_

_cuando te pregunte algo, debes contestarme bien ¿Entendiste?_ pregunto violentamente.

_s-si_

Esa fue la gota que rebalsó el vaso, saki lanzó a Leonardo al suelo sacando de uno de los cajones un látigo de 3 elásticos.

_¡Ya sabes que hacer!_ grito para luego ver cómo Leonardo se quitaba la camisa.

Saki comenzó con los fuertes latigazos contra la espalda de su hijo, siempre era así, su modo de educar a su hijo era siempre entre golpes y amenazas; cuando la espalda de su hijo comenzó a sangrar tanto que varias gotas de ellas mancharon la carísima alfombra que había dejado su madre antes de morir, hipócritamente saki guardó nuevamente el látigo para luego acercarse a su hijo arrodillarse ante el y tomar su mentón

_no es que no te quiera hijo, lo hago por tu bien_ sonrío mientras veía como los ojos de su hijo lo miraban con lágrimas en ellos._ es educación para tu futuro, algún día me lo agradecerás

Luego de eso, saki soltó el mentón de su hijo y se fue; Leonardo se levantó con mucho dolor sintiendo como las gotas de sangre caían sobre su espalda, con mucho cuidado levantó la camisa que antes tenía puesta para volver a ponersela. Sin importarle el dolor que sentía en su espalda, corrió en dirección al muelle de la playa, el cual quedaba en la cima de una colina que quedaba justamente arriba del mar.

Miro el celeste mar con tristeza recordando todos aquellos días que habían ido como familia, antes de que su madre falleciera; Leonardo cerró los ojos con fuerza, mientras sollozaba se tomó fuerte de las barandillas tomando impulso para luego pararse sobre las barandillas de seguridad del muelle.

Te quiero mucho

mamá.......

Fue el último susurro que se escuchó del joven antes de que este cayera al profundo mar, y que unos minutos después fuera arrastrado por una enorme ola que destruyó completamente el muelle y la ciudad.

Continuará