«Un gran poder conlleva 
una gran responsabilidad» 
Dicho por el Tío Ben 
en Spiderman.

La bondad de los héroes me conmueve.
Hace mucho tiempo, dejé de ser humano,
abandoné mis pulsiones violentas
y mis nobles deseos.

Hoy transpiro en el cuarto,
doy vueltas en la cama
buscando un sitio cómodo
para leer, mientras el héroe
mortal y de incansable voluntad 
arriesga su vida, 
su comodidad y sus placeres 
por los demás.

La nobleza de los héroes me conmueve.
Una vez concluida mi venganza,
me he convertido en el demonio
de la pereza y la inmundicia.
No necesito provocar muertes,
ya he matado suficiente.

Soy el demonio de la pereza,
un hikikomori solitario, 
navegando en historias de ficción.
No quiero causar más dolor.
Mi valor social es menor a cero.
Soy feliz en aislamiento y adicción.

¿Cómo salvar a alguien más
si apenas puedo con el peso
de mis propias piernas?
¿Cómo salvar a alguien más
si a mí nadie me salvará?
No puedo retomar la bondad,
no soy parte de la humanidad.

Este poder no es poder, 
es maldición y castigo.
Es recuerdo constante, 
soy un asesino.
Mejor me aparto y evito
acumular sangre ajena.

En una era de paz, 
¿cuál es mi utilidad?
No necesito pelear. 
Sin mi espada, sé
que mi valor es menor a cero,
pues dejé de ser humano 
hace mucho tiempo.