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Capítulo 3


Ōkina Tsubasa

Desde ese día que negué participar en ese competencia o campeonato, andaba la cabeza metidas en otros lados, sobre todo por la pregunta que me hizo Hinata después de eso "¿Por qué?"

No tengo ni la menor idea de qué voy a hacer. No entendía por qué no quería participar. Tal vez era el medio a fracasar o algo así.

No puede concentrarme en la clase, además me olvidé que estaba en plena examen, y miré el reloj, faltaban 5 minutos para que entregara todo resuelto al profesor de ciencias. Maldecí en voz baja y en dos por tres me puse ha resolver el examen. No me preocupaba mucho de si las respuestas estaban equivocadas, estudié mucho esta semana para este examen así que tenía un poco más de confianza esta vez. ¿Resultado? 45 puntos de 100 que era el máximo.

—Estudia para la próxima—dijo el profesor con una cara tan sería entregándome el examen. "¡Pero sí estudié!" no pude decir absolutamente nada y, entre una sensación con ganas de llorar, regresé a mi asiento. Y lo que me dolió después, era que, le pregunté a Kageyama cuánto había sacado, me mostró su hoja sin decir me nada, cosa que lo interpreté que había sacado una nota aún peor que yo, pero no; tenía escrito el número 90 en su hoja. Miré muy sorprendida a él.

—Oye, ese 90—hablé y me miró con una cara de indiferencia—. Se divide entre 3, ¿no?—dentro de mí misma esta rezando a todos los Dioses para que él dijera que sí.

—No.

Me recosté de golpe en la carpeta mientras que sentí como si algo filudo me hubiera atravesado. No podía creer que perdí contra un idiota en números.

Mi preocupación ya estaba comenzando a afectar a mis notas, exámenes y muchas veces estaba distraída.

Pensé que practicar voleibol me haría sentir o por lo menos creí que me haría olvidar mi preocupación pero no fue así, alguien, un chibi de pelo naranja, me preguntaba sin parar la misma pregunta

—¡TSUBASA!—me reñía el capitán—. ¿¡Cuántas veces te tengo que decir que no lo recibas con las cara!?

Me quedé tirada en el piso con la cara irritada. Necesitaba la voz de un Dios para sacarme de las dudas si participar o no en ese campeonato. Además ya me estaba hartando las risas burlonas de Tsukishima y realmente faltaba muy poco para que me levántala a borrar esa sonrisa con golpes, pero alguien me llamó por detrás antes que pudiera acercarme a él.

—Tsubasa —era Hitoka-chan.

—¿Qué pasa?

—Hay una persona que quiere verte. Dice que se llama Sonoshima Saki —todos se me quedaron viendo como corrí hacia la puerta.

Me quedé viéndola con una cara incrédula como si fuera imposible de creer lo que acaba de decir.

No podía creer. Esa mismísima senpai ¿esta aquí? Pero, ¿por qué?

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Cuando yo estaba en primero de secundaria y admito que no sabía jugar muy bien el voleibol por eso practicaba todo el tiempo posible para llegar a dominar el balón y quizá sea por eso que Sonoshima-senpai viera algo en mí. Practicaba más conmigo que que con otras chicas, me enseñaba trucos, como hacer un buen servicio y muchos consejos más. En junio llegó el torneo internacional, era un torneo que mi senpai no paraba de mencionarlo y por eso entendí que era importante para ella, así que intenté dar todo lo que había aprendido ese año, pero... no sé si era por mi falta de experiencia en un torneo o que realmente yo era pésima en el voleibol que fallaba en muchos servicios, pases y remates, incluso me olvidé en cómo devolver el balón. Me sentí fatal con el desenlace que tuvimos 10 - 26 las dos set, era una vergüenza.

Lloré en vestíbulo, era imposible no hacerlo y lamenté mucho haber participado, pero mis compañera por tratarme hacerme sentir mejor dijeron:

—No llores Tsubasa, aquí todas sabíamos que íbamos a perder.

Y eso escuchó la capitana del equipo, mi senpai, que no le gusto nada

—¡¿POR QUÉ NO DIERON TODO?!

Todas nos sorprendimos y comenzamos a mirar fijamente en ella, era la primera vez que actuaba así, quién podía decir que la persona más serena y pacifica del todo el mundo podría llegar a actuar así: enojada y alterada.

—¿Qué hacen jugando con la actitud de una perdedora desde el principio? luego se volteó y me sonrió "Por eso, Tsubasa, no es algo lamentable haber fallado cuando diste todo".

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—¿¡Sonoshima-senpai!? —apenas puse un pie fuera del gimnasio ya la estaba llamándola y ahí estaba, parada viendo hacía otro lado y teniendo su cabello negro amarrada en una cola alta, se voltea a verme cuando escuchó mi voz, saludándome con una sonrisa—. Un gusto de verla, senpai.

—Veo que no era mentira que decían que estaban en el club voleibol masculino de Karasuno—no podía evitar poner una sonrisa amarga, no podía creer que "mi asunto" había viajado a Masayoshi y que llegó a los oídos de mi senpai—. Y veo que sigues cometiendo los mismos errores.

— ¡Sí mejoré!, lo que pasa es que... —desvié la mirada acompañada de una sonrisa forzada—. Es que tengo la cabeza en, si tomé la mejor decisión de no sé si participar en ese campeonato.

—Oye, Karasuno también participará en el campeonato de Ten no Kokunin, ¿Cierto?—preguntaba con una mirada seria—. Escuché que este año por fin les llegó la invitación pero solo al club masculino.

—Pues, sí, ellos participaran.

—¿Qué?—preguntó asombrada—. ¿Tú no vas a participar?

Me quedé callada durante un momento, pensé en las razones de por qué me negaba a participar tal vez era por: fallar en un torneo importante de mis amigos, era una presión que no me acostumbraba a sentir.

—¿Tú sabes que los de Masayoshi también participaran, verdad? —asentí con lentitud. Ellos siempre participaban cada año y siempre presumían de eso quedándose como si fueran la última gota del desierto—. ¿Y tú sabes que los odio, verdad? —asentí, esta vez aguantando una risa. Recuerdo muy bien como les caía tan mal, o mejor dicho, los detestaba; cada vez que uno de ellos pasaba cerca de ella, los miraba como si fueran las escolias en persona —. Me gustaría que alguna chica le diera su merecido —me miró directamente a los ojos teniendo su sonrisa. No tenía ni la menor idea de qué pretendía—. Me gustaría que tu participaras para que les dieras una lección a ellos, Tsubasa.

Mi mente quedó en blanco para tratar de analizar lo que acaba de decir. Participar ¿Quién? ¿Yo? ¿A darles su merecido a ellos?

 —Quizá te estoy pidiendo mucho —desvió la mirada y se borro la sonrisa dibujada—. Pero yo misma lo haría si pudiera pero no tengo la oportunidad como la tuya, Tsubasa.

 —Lo haré.

Ella alzó la mirada acompañada de asombro, tal vez no era una respuesta que esperaba. Pero por mi parte sabía que este era mi decisión correcta, este era la voz de un Dios para elegir lo correcto.

 —Has tu mejor esfuérzate, Tsubasa, no dejes nada —sonreía de forma tan gentil que cuando sonrió toda la aura se tornada de color celeste pacifico. Si Sonoshima pensaba que con una sonrisa suya me transmitía confianza y seguridad, pues estaba en lo correcto.

 Me di la media vuelta para anunciar a mis compañeros de mi decisión tomada, y esta vez al 120% segura, entré de un saltó al gimnasio para llamar la atención casi como el primer día que entré aquí y di un gran grito.

 —¡VOY A PARTICIPAAAAAR!

Por fin resucité, y cuanto tiempo me demoré, ¿no? Quizá tenga la culpa que por accidentalmente lo borre pero al menos creo que salió mejor de lo que esperaba.

Ah! Ahorita que me acuerdo creo que tod@s estamos de acuerdo qué pensamos acerca de las últimas temporadas del Haikyuu dan lastima.

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