Iemitsu era un idiota romántico.

Un día, a sus diesisiete se enamoró de una hermosa chica a primera vista.

Su largo cabello castaño se movía al viento y sus ojos avellana tostada seguían una línea de algún cartel.

Chocó con un poste por verla.

No la volvió a ver.

Ese día conoció a Nono.

Pasarían tres años antes de volver a ver a esa chica.

Estaban en Grecia cuando la vio por segunda vez.

Seguía igual de hermosa, se distrajo lo suficiente y una bala atravesó su pulmón.

Fueron tres meses en completos regaños y risas de Federico cuando le confesó la distracción.

Massimo todavía no lo podía creer.

La tercera vez que la vio fue en París.

Ella estaba estudiando para Chef.

"¡Ey!" La llamó a lo lejos, tropieza con sus zapatos pero logra mantener su escaso equilibrio.

Ella se señaló y había asentido.

"¿Cuál es tu nombre?" Estaba jadeando por el esfuerzo, su rostro rojo e hizo de todo para no tartamudear.

Orégano detrás suyo suspiró, sabe que tienen una misión pero esto es más importante.

"Nanami, Zegel Nanami" sus voz fue de los mismos angeles.

Iemitsu estaba tan feliz que su sonrisa hizo sonrojar a la chica. Se gira a su subordinada y sonríe.

"Orégano, ¡Sé su nombre!" Chilla cuál colegiala.

Oye una risita a su espalda y se sonroja.

Había olvidado que ella seguía allí.

Y la cagó.

"Pero yo no el tuyo"

"O-oh s-si y-yo. Sawada Iemitsu" tartamudea.

"Eres tan lindo, Iemitsu-san" Nanami sonrió "Nos vemos, Iemitsu-san tengo que volver a clase"

"Orégano, ¡Dijo que soy lindo!" Chirrió.

Nana a lo lejos soltó risitas, ese chico guapo le habló, después de tres años sabía su nombre.

"Orégano, la amo" dice todo apendejado cayendo en un charco "Nos casaremos en Barcelona, la llevaré a Milán en nuestra luna de miel, tendremos una niña de nombre Mirai como mi madre y un niño llamado Ieyoshi. Me retiraré y adoptaremos un gato al que llamaremos José, viviremos en Namimori y nuestros nietos vendrán a vernos...moriremos de vejez rodeados de nuestros hijos, nietos y bisnietos" dice soñador.

"Jefe idiota, primero levántese del charco"

"O-oh s-si"

Más tarde regresa a la base con una pierna rota, el labio partido y una sonrisa boba.

Iemitsu es un idiota.

Investigó todo de ella en sus ratos libres.

Cuando Nana no pudo terminar sus estudios, la siguió hasta su trabajo y pidió un café.

La saluda, tienen una breve plática y se despiden.

Aveces tiene que contratar los servicios de Mammon para poder viajar de Italia a París, todo para no faltar a el café.

Son cuatro largos meses antes de pedirle la primera cita.

Que por cierto es terrible.

Llueve, se distrae con ella y cae a un río, la mira h tropieza con el aire cayendo de boca al piso, después tropieza con sus propios pies y arroja su comida a la falda de ella.

Fue muy idiota.

Aunque afortunado cuando ella le pide otra cita igual de entretenida.

Diesisiete citas después, se dan su primer beso.

Es casto y puro, muy inocente.

Ella está sonrojada y tartamudea.

El por el otro lado sigue en las nubes y ese condenado poste se atraviesa.

"¿Piensa pedirle matrimonio?"

Orégano y Cúrcuma lo pillan con Enrico en una joyería muy cara.

"Si, No o me dio su bendición"

Es un bonito anillo plateado con diamantes deletreando su nombre en japonés.

Nana lo ama.

Cuando está distraída puede verla mirar el anillo con una sonrisa y mejillas rojas.

Le dice a Nana que su trabajo es peligroso.

Ella le cree, aunque piensa que es un constructor para una empresa Italiana que paga muy bien.

No es culpa suya que el pico sea su arma predilecta y que el overol naranja sea muy cómodo.

Ama su overol naranja, y también su pico.

Ella regresa a Namimori y el la sigue (también supervisa la construcción de la base de Namimori)

Entonces ella le presenta a su amigo de infancia.

Casi le da un infarto cuando ve a Qingli Ruo, ahora Hibari Qingli.

Pero sabe que estará muy bien protegida, con Autumn Rain rondando cerca.

Nana tenía llamas secundarias de un cielo, eso la ayudaría a qué sea protegida.

Su boda no fue en Barcelona, fue una sencilla en el templo de Namimori con solo los amigos cercanos, de su parte solo Federico, Orégano y Cúrcuma asistieron.

La luna de miel si fue en Milán.

Nana amó Milán.

La llevó a conocer a Nono, él le explicó que Iemitsu era su fiel y más cercano trabajador y que siempre lo necesitaría en Italia, pero con su nueva base en Japón, estaría allí muy poco.

Ella solo había asentido, ella explicó que no podía ser egoísta con tan buen marido y que aceptaba todo de el.

Un cielo tan amable.

Lloró en su regazo esa noche exponiendo sus sentimientos.

Es un Idiota romántico y sentimental, pero Nana lo ama así.

Está presente cuando Tsuna nace, estaban en París de vacaciones (solo una semana) cuando Tsuna se adelanta un mes y nace justo debajo de la Torre Eiffel sobre una sábana de picnic y una enfermera que tenía el día libre.

Salen en las noticias y no le importa.

Porque se enamoró de su hijo.

Tsuna es tan perfecto.

Es la combinación perfecta de ambos, tiene rasgos Italianos que heredó de él y los Chino-Japonés de su esposa.

Aman a su hijo.

Un Cielo perfecto.

Hijo de un Cielo Tormentoso y un Luminoso Cielo.

La primera palabra de su Fishie es 'Papa' papá en francés. Ese día fue tan feliz que cayó en una alcantarilla por estar en las nubes, nadie mencionó el árbol con el que chocó ni el escalón que no vió.

Está los primeros tres años con ellos, después es llamado a Italia durante un año entero.

Su oficina tiene fotografías de su pequeña familia, y un enorme cuadro en su habitación en la Mansión Vongola.

Hace llamadas una vez a la semana.

Y la ruina llega cuando Nana llama muy alterada diciendo que no encontraba a Tsu-kun.

A su cielo.

El cielo de ambos.

Hace una llamada rápida a Nono, Orégano se encarga de CEDEF y paga una gran cantidad a Mammon para llegar ese día a Namimori.

Su cuenta está en ceros pero tiene a Nana en sus brazos.

Qingli y Ryoya tienen a su gente buscando, su base de Namimori también busca en todo Japón.

Sale con Nana buscando a su hijo, mostrando fotografías e interrogando a todos los que lo vieron.

El primer indicio de que su hijo estaba vivo, fue con una viejita que visitaba un templo.

Dijo ver a una niña muy parecida al de la foto en un templo y buscaban a una mujer muy parecida a su amada Nana.

Llegaron muy tarde.

Del templo solo quedaban unos escombros.

Pero la poca intuición Vongola que desarrolló cantó en qué Tsuna-Fishie seguía con vida y buscaba a Nana.

Lloraron a cántaros cuando tuvo que volver a Italia.

Prometió regresar con Tsuna de su mano.

Y ahora, por fin lo ve.

No como quiere pero tiene a su pequeño cielo bebé en sus brazos.

En la soledad de la habitación que Capo Tino le asigna, solloza de la felicidad, tiene a su hijo.

Lo encontró.