
2.Jaehyun
—¿Me vais a explicar quién era ese chico?— Dijo Doyoung una vez nos hubimos subido todos al coche.
—Es el novio de Jae.— Afirmó Miyoung con total seguridad. Yo me encogí en el asiento mientras Doyoung me miraba alzando las cejas, seguramente sorprendido, por el espejo retrovisor.
—No es mi novio, Mimi.— Murmuré por lo bajo antes de mirar avergonzado hacia la ventana, imaginándome el rostro angelical de aquel chico.
—Ah, pero lo será ¿No es así?— Respondió ella con entusiasmo mientras se giraba desde el asiento del copiloto para mirarme.
—Cariño, ¿Por qué no dejas que él nos lo cuente?— Susurró Doyoung con delicadeza mientras ponía su mano en la rodilla de Miyoung.
Ella lo miró antes de sonreír y asentir. Él era el único capaz de serenarla y calmarla con tan solo el tono de su voz.
—Lo he conocido hoy, cuando estaba cerrando me fijé en que él estaba quieto, llorando completamente solo frente a la cafetería y no pude evitar querer ayudarlo... Pero cuando levantó la cabeza, su mirada acristalada y las lágrimas mojando sus mejillas hicieron que algo se revolviera dentro de mí.— Dije mientras una pequeña sonrisa se infiltraba en mis labios.
Cuando los miré, me di cuenta que Doyoung ya había aparcado y que ambos me miraban sonrientes, al parecer me había quedado embobado en mis pensamientos y recuerdos.
—¿Le has dado tu número?— Cuestionó mi amigo con interés.
—¡Y de qué manera! Le había ido a llevar las flores que utiliza para hacer puntos de libro y ha cogido una y se la ha dado con su número.— Contestó Miyoung mientras alzaba repetidamente sus cejas.— Pero no solo eso, estoy segura de que le escribiste algo más.
—Mimi, deja al pobre Jaehyun. Seguro que te lo cuenta después. Creo que ahora es turno de que vaya a descansar, mañana ya podrás atosigarlo a preguntas.— Contestó Doyoung.
Le di una sonrisa agradecida y después me despedí de ellos antes de salir del coche para subir a mi apartamento. Se había vuelto costumbre que ellos me trajeran a mi hogar al cerrar del día. Hacía ya tres años de amistad y seguían igual de alocados que el primer día que los conocí, con la única diferencia de que ellos ahora llevaban casados dos años.
Recuerdo que el día en que llegué al local el cual debía reformar, la agencia de mudanzas me había traído absolutamente todos los muebles el mismo día. Miyoung trabajaba en la floristería de en frente, pues al parecer era de herencia familiar. Estaba regando las flores del escaparate cuando me vio con todo aquel desastre por montar. Me trajo un ramo de margaritas para presentarse y una sonrisa de oreja a oreja. Congeniamos con rapidez y al poco tiempo llamó al que me presentó como su novio Doyoung y al hermano de este, Haechan, que trabajaba a tiempo parcial en su floristería. Miyoung cerró aquel día su tienda y entre los cuatro estuvimos de sol a sol trabajando en la mía hasta que estuvo impoluta. Seguramente yo habría tardado muchísimo más de haberlo hecho solo. Las semanas siguientes, me ofrecí a darles de manera gratuita el desayuno cada día en forma de agradecimiento. Gracias a eso pudimos conocernos más y llegar a formar nuestra bonita amistad.
El sonido de la televisión me extrañó un poco cuando entré en casa, puesto que yo no era consciente de haberla dejado encendida. Cuando llegué al comedor sonreí enternecido al ver a mi hermano tumbado en el sofá completamente dormido. Dejé las llaves en la mesa del salón y también mi chaqueta antes de agacharme delante de él. Últimamente llegaba tan agotado a casa después de la universidad y las clases de teatro que no le daba tiempo ni de encender la televisión. Lo cogí en brazos, porque a pesar de sus diecinueve años para mí seguía siendo un niño pequeño, y lo llevé a su cama para después taparlo. Dejé un beso en su frente y me retiré para sentarme en el sofá algo agotado. La gente había ido a la cafetería para refugiarse del mal tiempo y la verdad es que había trabajado bastante duro.
Comprobé mi teléfono después de apagar la televisión y me sorprendí al ver que tenía un mensaje de un número desconocido. Sentí mis pulsaciones acelerarse cuando vi que el mensaje era de Taeyong. Pensaba, por su rostro al irse, que no me iba a escribir. Contuve un grito interno y estuve hablando con él lo que restó de noche, completamente ensimismado en sus palabras repletas de timidez y algo evasivas. Sabía que debía guardar muchos problemas y secretos por la manera en que me hablaba, pero confiaba en que ya iría descubriendo de a poco cosas sobre él.
¡Mimi!
00:29
¿¡Te ha escrito!?
00:29
¿Cómo lo sabes?
00:30
Porque llevas mucho tiempo en línea y no creo que estés hablando con Doyoung porque él no tiene el teléfono. Además de que los signos de exclamación no sueles ponerlos.
00:31
El FBI debería contratarte ya...
O una sociedad de adivinos.
00:31
Por supuesto. Ahora dime, qué te ha dicho. 👀
00:32
Pues... Hemos hablado de nuestros gustos, le he contado sobre mí, sobre la tienda, sobre cómo os conocí, sobre Jaemin. Él ha sido algo más reservado, ha evitado completamente el tema de su familia y el porqué estaba llorando cuando nos hemos conocido. Pero es un chico bastante divertido dentro de todo y me ha contado que le gusta la fotografía. ¿No es tierno? Además me ha dicho que vive cerca de mi tienda, apenas a dos manzanas, pero que no suele salir de casa a menos que sea por trabajo, por eso no nos hemos cruzado antes. Y le he pedido que me pasara una foto suya porque no recordaba su rostro (se lo dije en broma y me dejó en visto). ¡Y me envió la foto! Casi me caigo al suelo de la sorpresa. Me dijo que había tardado porque se la estaba sacando y yo AAAAAHHHH no puede ser más bonito porque no puede.
00:38
¿Mimi?
00:40
Perdona, estaba asimilando lo cursi que ha sonado todo. Ahora hazme el favor de leer lo que has escrito.
00:41
¿Lo ves?
¿Cuando fue la última vez que te pusiste así por alguien?
00:42
Hace dos años con Johnny, antes de que se fuera a Chicago...
00:43
Exactamente...
¿No crees que ya es tiempo de que vuelvas a salir con alguien?
00:43
Claro, yo quiero conocerlo pero ¿Y si yo no le gusto? Es un chico... Diferente. No quiero hacerlo sentir incómodo. ¿¡Y si ni siquiera le gustan los hombres!?
00:44
Tu gay radar va mal, amigo. No sé qué harías sin mí. Por supuesto que le gustan los hombres ¿Y como no ibas a gustarle?
1. Eres el amigo más guapo que tengo.
2. Hasta el más hetero caería por ti, Jae
3. ¿Acaso no has visto como te miraba él?
Es obvio que le gustas tanto como a ti te gusta él, al menos físicamente y con lo poco que sabéis el uno del otro.
Ahora enséñame esa foto que me has dejado con las ganas de verla.
00:47
00:48
Taeyong es muy guapo ¿No?
00:49
😳 No te lo voy a negar...
Creo que deberíamos ir a dormir ya.
00:50
Coward
Pero tienes razón, mañana hablamos, preciosura.
Duerme bien y sueña con tu angelito.
00:51
Buenas noches, Mimi y no molestes mucho a Dodo, él también debe dormir.
00:52
Byeeee
00:52
Reí levemente, sabiendo que seguramente Miyoung le contaría a mi amigo todo lo que yo le había dicho sobre Tae.
Taeyong... Tenía un nombre tan delicado como lo era su piel, tan bonito como su mirada perlada con mil estrellas en la galaxia de sus pupilas.
Mordí mi labio inferior, algo frustrado con lo ridículamente romántico y cursi que me estaba poniendo. ¡A penas lo conocía! Aún así algo dentro de mí me decía que él era esa persona especial que por tanto tiempo había buscado de manera inconsciente.
Me dirigí a mi cama y me puse el despertador para el día siguiente para seguidamente caer rendido en un profundo sueño, lleno de flores y susurros.
—¡Jaehyun!— Me desperté algo sobresaltado por aquel grito y corrí a la velocidad de la luz hasta donde estaba mi hermano.
—¿Qué pasa? ¿Estás bien?— Pregunté preocupado observándolo de arriba abajo.
Él me sonrió abiertamente como siempre hacía y se acercó para abrazarme.
—Estoy bien, es solo que has apagado dos veces el despertador y te he llamado otras tantas y no te despertabas. Te he dejado el desayuno hecho, yo tengo que irme ya. Hasta luego.— Sonreí por lo cariñoso y atento que era mi hermano y dejé un beso en su frente.
—¿Tienes dinero? Si necesitas algo llámame.— Dije antes de que cerrara la puerta de entrada.
—¡No te preocupes tanto, ya sé cuidarme solo!— Contestó riendo para después irse.
Sacudí la cabeza y me senté a desayunar para después ducharme y vestirme tranquilamente, sabiendo que llegaría a tiempo gracias a la bonita pareja de amigos que tenía.
Una vez ya me hube arreglado cogí mi teléfono y dudé sobre mandarle o no un mensaje a Taeyong.
Buenos días, Tae.
07:23
Buenos días, Jaehyun, hoy estaré bastante ocupado con el trabajo, pero podría pasarme por la tarde. ¿Te parece bien?
07:31
¡Claro! Sin problema, te estaré esperando.
Digo, nos vemos luego.
Y por cierto, tú me enviaste una foto tuya ayer, así que hoy me toca a mí.
07:32
07:34
Wow... Te ves muy bien.
07:35
07:37
Al ver que ya se había desconectado simplemente me quedé mirando la imagen, sacándome una sonrisa boba. Se veía muy tierno y frágil. Una llamada entrante me despertó del trance en el que su belleza me había sumergido.
—¿Puedes bajar ya? Llevamos dos minutos esperándote y tú nunca tardas. ¿Se puede saber qué haces?
—Ya voy, Mimi, y te lo explico.— Después de pronunciar aquello colgué y salí del apartamento para bajar rápidamente las escaleras.
Doyoung me sonrió desde la ventanilla del coche, pero una vez dentro Miyoung casi me asalta a preguntas.
—¿Es por Taeyong? ¿Habéis hablado esta mañana? ¿Lo vas a ver hoy? ¿Qué te ha dicho?— Cuestionó ella haciendo reír a Dodo por su entusiasmo.
—Sí, es por él, sí, hemos hablado, sí lo voy a ver hoy y me ha dicho que seguramente sea por la tarde porque hoy tiene que trabajar.— Contesté risueño a sus preguntas.
—Míralo, Dodo, mira esa sonrisa de tonto enamorado. Hoy me pondré a preparar las flores para su boda.— Le susurró Miyoung a su esposo.
—¡Miyoung!— Dije avergonzado, sintiendo como mis orejas ardían de la vergüenza.
—Déjala que sea feliz. Además, en parte ella tiene razón. Quizá no lo has notado, pero desde ayer no has dejado de sonreír, se te ve más alegre, más vivo. Y yo creo que te escribió por la flor, así que hoy Mimi te preparará un bonito ramo para que se lo des cuando lo veas. ¿A qué sí?— Rebatió Doyoung sonriendo de manera que sus encías se veían.
Me encogí en el asiento, sintiéndome como un niño pequeño recibiendo consejos de amor por parte de sus padres. Miyoung dio su aprobación al plan de Dodo y empezó a parlotear. Nos contó que ella solamente estaría por la mañana en la tienda, ya que por la tarde estaría Haechan y que le pediría a él que me trajera el ramo de flores que iba a preparar.
—¿Sabes si Haechan quiere apuntarse a las clases de teatro con Jaemin?— Le pregunté a Doyoung, ya que era su hermano, mientras este aparcaba.
—Me ha dicho que le gustaría, pero con la universidad y el trabajo no cree que tenga tiempo.— Respondió ya con el coche apagado.
—Es una pena, realmente tiene talento para el drama.— Contesté en broma antes de salir a la calle.
Respiré profundamente y me dirigí a la cafetería para abrirla, sabiendo que Doyoung y Miyoung me seguían para que les hiciera el desayuno. Deseaba profundamente que la tarde llegara con más rapidez de lo habitual.
Al final no sé cuántos capítulos tendrá la historia, quizá cinco, quizás alguno más, quién sabe. Solo espero que os esté gustando. Dadle una 🌟 para poder escribir el siguiente capítulo. 😘
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