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5

—Jungkook no corras muy rápido que te puedes caer —llamó Hoseok al pequeño de seis años.

—Déjalo que corra y libere toda la energía —Taehyung habló acercándose con un paquete de algodón de azúcar.

—Y traes más dulce —regañó fingiendo enojo.

—Son para ti.

Y si, Taehyung no solo consentía al pequeño, también lo hacía al mayor y de este, podía sacar provecho con varios besos robados.

Hoseok lo tomó y empezó a comer, sin dejar de mirar a su hijo.

—Las nubes están empezando a oscurecer —dijo el castaño observando el cielo —. Debemos irnos antes que la lluvia caiga.

El pequeño se quejó cuando lo llamaron, porque quería seguir jugando.

—Otro día vendremos y podrás seguir jugando.

—No me quiero ir —zapateaba y hacía pucheros tristes.

—Tenemos que ir porque pronto lloverá.

—¡Mejor! —detuvo el paso —. ¡Así puedo jugar con los charcos de lodo!

Hoseok negó frustrado porque a veces su hijo era un poco terco para la edad que tenía.

—Sube a mis hombros —propuso Taehyung y vamos por un helado.

Jungkook aceptó emocionado y se olvidó que no quería ir a casa.

Después de cenar y llevar al menor a la cama, Hoseok y Taehyung se quedaron solos en la cocina para poder conversar.

El dueño de casa, limpiaba los mesones, luego de que el invitado se encargó de lavar todos los platos mientras él había hecho dormir a su hijo.

Taehyung lo atrapó en un abrazo por la espalda y recargó su cabeza en el hombro de Hoseok, le encantaba abrazarlo por sorpresa, porque el gritito ahogado que soltaba le causaba mucha gracia.

—Estoy esperando respuesta Hoseok —murmuró girando su rostro y olfateando su cabello.

—Tu-tu dijiste que po-podrías esperar —respondió nervioso.

—Sabes lo que siento por ti y Jungkook —murmuró acariciando un mechón de cabello —. Que te amo.

—Yo-yo... —Hoseok tragó saliva muy nervioso.

No dudaba de lo que decía el castaño, le había demostrado con acciones y no solo con palabras que lo que decía era verdad.

—No tengas miedo, estoy contigo.

—¿Seguro? —preguntó temeroso.

Claro que tenía miedo, su relación con el padre de Jungkook no resultó bien y el amor que se prometieron duró poco por parte de este, dejando con el corazón roto a Hoseok.

—Si.

—Si en algún momento dejas de amarme —murmuró dándose la vuelta —. ¿Me dirás?

—Sabes que eso no pasará —aseguró con firmeza en su mirada.

—Necesito que me respondas —insistió.

—Si, lo diré —respondió Taehyung antes de que Hoseok se pusiera más nervioso.

La sonrisa del pelinegro se formó un poco y bajó la cabeza para que no pudiera notar su sonrojo, aunque era un poco difícil porque sus mejillas lo delataban.

—No escondas ese sonrojo en tus mejillas, déjame verte —Pidió levantando el mentón de su ahora novio.

Hoseok soltó una risita tímida cuando su mirada se conectó con la del castaño, notando el brillo en ellos, emoción, anhelo, esperanza y sobre todo amor.

—Ahora ya podré besar sin reparo a mi novio —soltó acariciando la mejilla de Hoseok. Y, acercando su rostro, tocó con suavidad los labios de Hoseok.

Fue un beso mágico, que parecía irreal, era como un sueño.

•☭•

Sentía que su frente era humedecida y unos cuantos murmullos intentaba entender su oído. Los párpados de sus ojos se empezaron a abrir, observando el reflejo de una persona a su lado.

Reconoció que era la señora Gim, con quién hablaba un rato antes, pero no recordaba que sucedió después. Hasta que conectó lo que ella le dijo y la bilis se revolvió en su estómago, queriendo ser expulsada.

Intentó incorporarse de donde se hallaba acostado, solo que una mano lo detuvo.

—No lo haga, espere a que se sienta mejor —propuso con voz suave la señora Gim.

—Quiero vomitar —confesó con horror, no quería hacer aquello, pero su estómago no cooperaba.

—Espera —Se levantó apurada y trajo consigo una lavacara —. Por si acaso —dijo risueña, queriendo romper el momento de tensión.

Hoseok negó, pero se acomodó hasta quedar sentado. Miró el sofá queriendo ocultar su mirada llena de vergüenza por su reciente comportamiento.

Solo que podía sentir esa mirada de compasión y no era la misma que muchos le habían brindado cuando se enteraron del repentino fallecimiento de su esposo, esta era diferente, una pena por él, por no haberse dado cuenta.

Su celular sonó, revisando un mensaje de su hijo mayor, indicándole que los pequeños ya habían terminado sus tareas y ahora miraban televisión. Sonrió ante la foto que se mostraba, donde Jungkook abrazaba a con cada brazo a los menores, observando la sonrisa de Jisung en primer plano.

Su sonrisa desapareció un poco al darse cuenta que Jimin estaba serio, con una mueca como si fuera sonrisa, pero tampoco se notaba hastiado.

Con el mensaje reciente, encontró buena excusa para salir de ahí.

Él solito se lo había buscado y lo encontró, solo que no le gustó nada.

—Lamento que la haya importunado de esta manera —habló con la voz ronca —. Pero me tengo que marchar, mi hijo mayor me acaba de escribir y debo regresar a casa —Se excusó.

La señora Gim sonrió comprendiendo la situación, claro que sabía que estaba huyendo, pero no lo hizo notar.

—No te preocupes, reconozco que me asusté un poco, pero mi nieto llego y me ayudó a acostarte ahí —señaló donde se encontraba sentado.

Hoseok miró alrededor queriendo disculparse con el nieto de la señora Gim, ahora estaba el doble de avergonzado.

—Salió, tenía que hacer unas cosas —explicó.

Cuando se despedió, evitó sentirse mal.

Más de lo que ya estaba.

—Cuídese mucho.

—Cuida de ti, Jungkook y los pequeños te necesitan.

Sabía porque mencionó eso y asintió.

—Gracias —murmuró.

Caminó un poco, queriendo despejar su mente antes de empezar a conducir. Debía tener todos los sentidos alertas y así evitar posibles accidentes.

Suspiró frustrado cuando encendió su auto, golpeándose la frente con el volante y permitiéndose llorar.

•☭•

Jungkook se encontraba encerrado en su habitación, había mentido a sus hermanos que debía estudiar para que ellos no lo interrumpieran por algunos minutos. Por eso se hallaba mirando su celular con los auriculares puestos y con toda la concentración que tenía, sobre la pantalla de este.

Lo que miraba era la grabación del día del accidente de Taehyung, no el momento exacto, sino, cuando ya había ocurrido. Supo que muchos si consideraban a su padre, porque habían mentido sobre los hechos del video.

Su padre le comentó sobre la existencia de un video donde se veía claramente a Taehyung sentado en el parterre y que decía que estaba bien.

Mentira.

El video no era apto para sensibles, ahí estaba tirado en el asfalto y con un pequeño charco de sangre.

Cubrió su boca para evitar que sus hermanos lo escucharan llorar y lo llenaran de preguntas. El ambiente era demasiado deprimente en la casa y el era el único que no se había permitido doblegar delante de nadie.

Solo qué en ese momento, en la intimidad de su habitación y percatándose de la verdadera situación, no pudo soportar. Escuchaba a las personas querer saber si estaba bien, pero muchos evitaron acercarse al notar la sangre.

Eso no era buena señal.

Hubo una persona qué si se acercó, le tomó el pulso y comentó que aún tenía signos. El se emocionó, como muchos lo hicieron ahí. Un engaño.

El sonido de la ambulancia lo aturdió un poco, pero en ningún momento dejó de mirar la pantalla. Lo demás era borroso, conmoción y unos cuantos suspiros de pena.

Luego el sonido de la ambulancia se disipaba, hasta que ya no lograba escuchar nada más que los murmullos de las personas que estaban ahí y el video terminó.

Holis. 

Lxs Quiero ♡.

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