JiMin se sentía atrapado. Siete pares de ojos lo observaban, algunos con curiosidad, otros con asco y también habían unos pocos que mostraban lástima.

Suspiró sin saber qué hacer, obviamente sabía quiénes eran. Pero no comprendía el motivo de sus prejuiciosas miradas, se encogió en su asiento y dio un saltito cuando uno de los policías se acercó a él. Cerró sus ojos con fuerza y comenzó a preguntarse dónde estaba DaeHyung, prefería mil veces que su pareja lo golpeara a que fueran esas personas que no conocía.

-Hey... ¿Cuál es tu nombre? -le preguntaron suavemente a JiMin después de percibir el temor en su cuerpo.

-P-park JiMin -susurró.

A la mente del policía llegó la voz desesperada de su compañero en Busan, Park JiMin era el mejor amigo de JungKook y HoSeok. Había sido secuestrado hace aproximadamente dos años y por más que lo buscaron, no lograron dar con su paradero.

Escaneó el pequeño cuerpo bajo esa manta y sonrió contento.

-Hola JiMin, soy Kim TaeHyung. Oficial hace aproximadamente tres años y te estuvimos buscando por mucho tiempo -botó el aire de sus pulmones y se sentó en una silla cerca del castaño. -Necesito hacerte algunas preguntas.

-¿Dónde está DaeHyung? -murmuró el más bajo acomodándose en el asiento intentando no pasar a llevar la venda que tenía en su muslo.

-En la cárcel.

Los ojos de JiMin se llenaron de lágrimas, no podía creer que era tan inútil como para dejar que Dae terminase en la cárcel. No había hecho nada malo, siempre le dio de comer, abrigo y donde dormir. ¿Qué más podía pedirle? Ni siquiera fue capaz de salvarlo ante ese hombre de baja estatura y piel blanca que lo golpeó.

-¿Y e-el chico que lo golpeó? -sollozó dejando a Tae sorprendido, ¿JiMin estaba llorando porque su secuestrador estaba en la cárcel?

-Debe estar con otros oficiales -se levantó del asiento y sonrió levemente a JiMin. -Ya vuelvo, ¿sí? Espérame aquí.

Salió tranquilamente de la habitación y le hizo una seña a su compañero para que vigilara la puerta. Miró hacia los lados buscando a su jefe y fue tras él cuando lo encontró.

-Oficial Kim -llamó viendo como este se detenía justo frente dos hombres de piel clara y razgos parecidos mientras anotaba algo en su libreta.

-¿Sí, TaeHyung? -respondió NamJoon dejando de escribir.

-Es Park JiMin, el chico que secuestraron hace dos años en Busan. No sé qué hacían aquí en Daegu, pero creo que llegó a formar algún tipo de vínculo con Kang DaeHyung.

-¿Por qué lo dices? -frunció el ceño mientras comenzaba a escribir la información que TaeHyung le había dado.

-Le comenté que estaba en la cárcel y se puso a llorar... -fue interrumpido por un suave carraspeo que atrajo la atención de ambos policías.

-Yo... Eh, lo siento -se disculpó YoonGi. -Fue inevitable oírlos hablar, soy psicólogo y creo que -suspiró-, ¿JiMin? Puede padecer o poseer cierto grado de síndrome de estocolmo a juzgar por los años que ha pasado con su secuestrador y violador. Lo más probable es que lo considere una pareja.

Los oficiales y su hermano lo miraron extrañados, ¿cómo se va a considerar una pareja alguien que te priva de estar con tu familia y amigos, abusa sexualmente de ti y además te golpea? NamJoon lo pensó unos momentos y finalmente decidió que el psicólogo podría ser de bastante utilidad ya que demorarían mínimo una hora en traer un profesional para tratar este tema.

-¿Cuál es su nombre, doctor? -preguntó TaeHyung.

-Soy Min YoonGi, un gusto. Fui quien encontró al chico siendo violado por el señor Kang -dijo con un tono preocupado. -¿Podrían decirme si el chico está bien? La última vez que lo vi... -hizo una mueca al recordar los ojos cansados del menor. -Tenía una herida en su muslo y su cara tenía muchos hematomas.

-Oh, no se preocupe. Él tuvo asistencia médica y se encuentra bien, sin embargo, quería pedirle un favor -respondió Nam. -¿Podría hablar con él y decirnos cómo está psicológicamente? Si llamamos a otro profesional ahora demorará demasiado y quisieramos tener un diagnóstico del señor Park para poder llamar a sus familiares y amigos.

-Claro, no hay problema -sonrió al saber que podría ayudar al indefenso chico que conoció el día anterior.

Entraron silenciosamente a la habitación en donde JiMin se encontraba y se paralizaron al escuchar pequeños murmullos que provenían de sus labios mientras miraba hacia el suelo.

"JiMin, no puedes dejar que DaeHyung esté en la cárcel. No es justo."

"Hizo muchas cosas por mí y yo lo abandoné."

Fueron las frases que más se repetían. YoonGi miró a JiHoon con mucha tristeza, extendió sus brazos y abrazó a su hermanito. Le partía el alma ver lo que una persona podía llegar a hacer, JiMin no se merecía esto. Su mente se vio obligada a sentirse cómoda con las nuevas sensaciones que estaba recibiendo y ahora sólo quedaba un frágil JiMin intentando explicarse el porqué de esta situación. ¿Por qué se sentía tan correcto estar con estas personas y en este lugar, siendo que nunca estuvo incómodo con DaeHyung?

YoonGi estaba más que decidido a ayudarlo. Y no dejaría que nadie más dañara a ese pequeño y tierno ser humano. Definitivamente, desde ahora lo protegería.