-Oye, oye, Kanra.

-No me hables.

Ambos hermanos habían estado caminando (o mas bien, Kanra caminaba ya que Kuro se había tirado al piso en un momento del trayecto, siendo arrastrado por su hermana) por lo que parecían ser horas.

Se encontraban algo alejados del centro de la ciudad. Eso era fácil de saber ya que en donde estaban ahora había galpones completamente abandonados y que a nadie en su sano juicio iría allí a no ser que fuera un traficante de armas, personas, droga entre otras cosas ilegales.

-Oye, oye, Kanra

-Te dije que no me hables.

Pasaron tan solo unos pocos segundos.

-Oye, oye, Kanra.

-UGH!!- la paciencia de Kanra se desvaneció en tan solo unos segundos. Soltó  a su hermano bruscamente.- QUE DIABLOS QUIERES!?

-No. Nada. Solo quería saber si ya llegamos- dijo Kuro mientras se paraba y se limpiaba los restos de polvo y tierra de sus ropas

-Baka- dijo Kanra simplemente mientras daba media vuelta y seguía con su camino.- Es en ese galpón de allí- dijo señalando a lo lejos un galpón, el cual se desmoronaba lentamente.

-Oh- dijo Kuro para luego seguir a su hermana.

Después de caminar unos pocos minutos más llegaron a su destino. No tuvieron problemas para pasar ya que ese viejo galpón no tenía puerta alguna. Dentro de este solo había algunos contenedores, de aquellos que se pueden ver en los puertos, y alguna que otra herramienta oxidada. La vegetación se hacía presente en el lugar en forma de hierbas mientras que también se podían apreciar ciertos animales como ratas y murciélagos y algún que otro insecto.

-Donde dejaste nuestras mochilas?- preguntó Kuro a su hermana.

-Ahí- dijo ella señalando un contenedor cuyo color rojo se había ido desgatando por la oxidación con el pasar de los años al no ser ni utilizado no mantenido apropiadamente.

Ambos se dirigieron hacía donde había señalado la chica.

Y en efecto, bien escondido gracias a la maleza, se encontraban dos mochilas negras con varios bolsillos. Kanra tomó la mochila de la derecha mientras que Kuro tomó la que estaba al lado contrario.

Rápidamente, ambos abrieron cada uno de los bolsillos de la mochila mientras verificaban que todo se encontraba en orden y en el último lugar donde los habían guardado.

-Todo en orden por aquí- dijo Kanra.

-Igualmente- le respondió su hermano.

-Bien, será mejor irnos- dijo Kanra poniéndose la mochila en su espalda mientras salía de ese lugar.

-A donde?- preguntó Kuro imitando la acción de su hermana

-...- La verdad era que Kanra no había podido pensar en algún lugar donde podían dormir.- Tu solo sígueme- le dijo a su hermano luego de pensar unos segundos. No tenía idea a donde irían pero, si tenía suerte, alguna idea aparecería en su cabeza. Solo es cuestión de tiempo y paciencia.

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-Tenía razón, señor. Ellos vinieron al mismo lugar de los hechos- dijo un hombre perteneciente a los Yakuzas a un hombre de traje negro, el cual tenía un enorme moretón en el ojo que intentaba tapar con unos lentes de sol.

-Pues era bastante obvio.- le respondió el sujeto con traje.

-Los seguimos?- le preguntó otro hombre.

-... Si, por que no? Después de todo le tenemos que dar una apropiada bienvenida.- y murmurando para él mismo dijo:- Y una lección para que no se vuelvan a meter donde no los llaman.

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https://youtu.be/lUOm6-DzPBc

-I'll be there hold on

-They'll change you somehow

-So where are you now?

-I'll reach you by dawn

-Before you can be turned

-Illusions are torn

-The fallen angels you run with don't know

-It is our pain that makes us all human after all

-Warm old sepia photographs show

-Our fragile precious world

-Must protect it, respond to the call

Cantaban Kuro y Kanra (Kuro es el que esta en negrita) para pasar el rato.

Ya estaban de vuelta en la ciudad, salvo que no era el centro sino mas bien una parte bastante tranquila. Sin enorme edificios con grandes carteles luminosos, solo casas simples en donde todas las luces estaban apagadas y se podía visualizar una plaza con grandes arboles y juegos para niños (tobogán, hamacas, etc).

No se dieron cuenta de que los estaban siguiendo hasta que...

-FUEGO!!

Ambos pudieron refugiarse rápidamente detrás de unos arboles de la plaza mientras unos sujetos armados hasta los dientes les disparaban con todo lo que tenían.

-Mierda!_ gritó Kuro.

-Esas armas son las que usan los Yakuzas de nuestro tiempo!!- gritó Kanra a su hermano para hacerse escuchar.

-La ilegales?! Las que robaron de ese cargamento ruso?!- Preguntó Kuro a los gritos.

-Si esas!? No ves las marcas!?

-PUES A DECIR VERDAD NO!! LO ÚNICO EN QUE ME PUDE FIJAR ES QUE ESOS TIPOS NOS ESTAN DISPARANDO!!! EN SERIO QUIERES QUE ME FIJE SI SON UN CALIBRE NO SE QUE O UNA METRALLADORA NO SE CUANTO!!!??

-Kuro!!

Y como empezó toda esa balacera terminó; en tan solo unos pocos segundos.

Kuro y Kanra no desaprovecharon esta oportunidad y, viendo como ellos estaban recargando sus armas, empezaron a correr lo más rápido que les permitían sus piernas.

-Hey!! Se escapan!!!

-NO!! DETENGALOS!!!

-Y SI PUEDEN CON VIDA!!!

Un pequeño grupo se separó del resto y, tirando sus armas ya que estas no servían sin municiones, empezaron a perseguir a los niños.

Algunos decidieron tomar un atajo por unos callejones para poder atraparlos más fácilmente.

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-Rápido Kanra!!!- gritaba su hermano viendo como su hermana se quedaba atrás.

-Eso intento!!- le respondió ella a los gritos.

No era su culpa que el trabajo de su hermano consistía en perseguir a sujetos por toda la ciudad, armados o no. En cambio ella estaba acostumbrada a que, en estas situaciones,  Owen la rescatara en su moto como todo el cabello que es.

-KURO CUIDADO!!!- Le gritó ella cuando vio que su hermano estaba a punto de chocar con alguien.

Pero su advertencia fue demasiado tarde. Kuro chocó con esa persona pero el que terminó tirado en el suelo fue él mientras que la persona con quien chocó seguía en pie, ahora, mirando al chico en el suelo.

-Oye niño, estas bien?- le preguntó.

-Yo...-  Kanra llegó corriendo a su lado y lo ayudó a levantarse. Luego se fijó con quién hablaba.

Cuando vio de quien se trataba, casi pega un grito de sorpresa pero se contuvo a tiempo. Lo suficiente como para cambiar la palabra que le iba a decir. En su lugar dijo: Shizuo Heiwajima.

Kanra, agradeció mentalmente a todos los dioses del mundo, de que su hermano no halla metido la pata.

-Eh? Ustedes no son... como se llamaban... ah, si. Kuro y Kanra?-dijo Shizuo mientras tiraba el cigarro que tenía en sus labios al piso para luego pisarlo con su zapato.

-Si. Esos somos- le respondió Kuro algo nervioso. Bueno, no todos los días escapas de unos sujetos armados para luego encontrarte con tu padre, el cual aún no tenía ni idea de que estaba hablando con sus dos hijos que tuvo con  su archienemigo jurado.

-No estaban durmiendo en el departamento de la pulga?- preguntó él confundido.

-Pulga?- preguntaron ambos gemelos confundidos, olvidándose momentáneamente la razón por la cuál estaban corriendo segundos atrás.

-Asi le digo a Izaya- luego se dijo para si mismo entre dietnes- ese maldito bastardo.

-Oh- dijeron ambos hermanos.

-AHÍ ESTÁN!!

-Mierda!!- exclamaron Kuro y Kanra al recordar la persecución en la que se encotraban.

-Pero que?!- dijo Shizuo sorprendido al ver a un grupo de no más de seis hombre rodeándolos en un circulo, dejándolos sin escapatoria alguna.

-Ustedes vienen con nosotros- dijo Un hombre de traje marrón mientras se acercaba peligrosamente a Kanra.

-Inténtalo!- desafió Kuro mientras se interponía entre su hermana y ese sujeto.

Los hombre empezaron a reír escandalosamente. Era obvio que no sabían lo que eran capaces de hacer ambos hermano. Es mas, ni siquiera se habían dado cuenta de quién era el hombre rubio con traje de barman (quien miraba la escena mas que confundido)

-Ya verán- dijo otro sujeto con traje azul oscuro. Corrió velozmente hasta donde estaba Kuro con el puño en alto.

Kuro, rápidamente tomó a su hermana y se corrió del camino.

El sujeto notó que los chicos habían esquivado su golpe cuando sintió que había golpeado algo más. O mejor dicho, a alguien mas.

Al ver las caras de burla con miedo fingido en los rostros de los niños, el hombre levantó la mirada lentamente encontrándose con la mirada de odio y furia del rubio.

-Es-espera un m-momento... tu no eres...?- pero la pregunta del hombre quedó inconclusa, ya que Shizuo lo golpeó con su puño, con toda su fuerza, mandándolo a volar. El golpe fue tan fuerte que, mientras volaba por los aires, al hombre se le iban saliendo las prendas de vestir hasta aterrizar de cara contra el pavimento, llevando solamente su ropa interior.

Aquellos hombres se quedaron mirando con horror al rubio, dándose cuenta de quién se trataba.

-Hei-hei-HEIWAJIMA SHIZUO!!!- gritó uno aterrado al estar frente a la mismísimo hombre de fuerza sobrehumana de Ikebukuro.

Kuro y Kanra empezaron a sonreír diabólicamente. Sin duda esos hombres estaban en grandes problemas.

-No-no- no sabía- sabíamos q-qu-que tu- empezó a hablar otro sujeto pero cerró la boca cuando Shizuo lo agarro del cuello de la camisa, dejándolo suspendido, sin que sus pies pudieran tocar el suelo.

-Escúchame bien- habló con una voz bastante intimidante.- No tengo ni la menor idea de quienes son o que quieren pero déjenme decirles que no voy a permitir que le hagan daño a estos niños de aquí. Entendido?- el hombre no dijo nada- ENTENDIDO!!??- Dijo esta vez gritándole en la cara a lo cual el hombre asintió rápidamente con la cabeza mientras temblaba de miedo.

Shizuo lo soltó, haciendo que caiga de culo al suelo.

Desesperado, el hombre empezó a gatear cual bebé mientras intentaba huir de allí.

-Monstruo- murmuró el hombre.

Para su desgracia, Shizuo y todos los presentes lo escucharon.

Discretamente, Kuro y Kanra sacaron sus celulares. Lentamente pusieron la cámara de video para grabar la pelea que tendría su padre con esos sujetos. Una sonrisa se les formó en su rostro cuando Shizuo agarró al hombre por los pelos para empezar a golpearlo. Más tarde se le empezaron a sumar los demás sujetos quienes, desesperados, intentaron salvar a su compañero pero solo terminaron en el suelo sangrando de alguna herida ocasionada por los golpes del exbarman.

Una cosa era segura para ambos hermanos, su padre odiaba la violencia, pero si se metían con ellos él era capaz de matar a cualquiera. Esta bien, él no tenía idea de quienes eran en realidad pero algo les decía que la razón por la cual Shizuo empezó a golpear a esos hombres no era porque uno le dijo Monstruo, si no que esos sujetos no estaban dispuestos a dejarlos irse, aunque eso implicara matarlos con aquellas armas terroristas que tenían en sus manos, las cuales se activan cuando entran en contacto con la piel de una persona. Y si, ellos las habían notado pero solo cuando el primer sujeto que golpeó a Shizuo la activo a penas hizo contacto con el pecho del exbarman. Tenía suerte de estar en pie sin que la herida lo molestase. Pero así era Shizuo, cuando alguien le importaba de verdad y estaba en verdadero peligro no le importaba dar su vida por protégelo.

Ellos siguieron grabando aquella pelea, mientras su sonrisa, antes burlona, había cambiado a una de orgullo mientras alentaban a su padre mentalmente.