Capítulo 37
—Gracias por la invitación —Isa se limita a contestarle.
—Kim ¿por qué no trajiste a tu mamá y tus hermanas a la fiesta? —dice Tom después de ofrecerle una sonrisa a Isa y soltar su mano.
—No me dijiste, así que no quería que llegaran como paracaídas.
—Nunca será así con ustedes, por Dios, claro que no.
Todo está decorado con papelillos volantes pegados al techo, formando curvas de colores violeta, rosa y blanco, alternándose en cada línea. Al final del local hay una mesa en donde están poniendo todos los regalos que le traen a la festejada. Camino hasta allí para dejar el regalo junto a los otros pocos, ya que la fiesta aún no está iniciada y no hay muchos invitados todavía en el salón. A medida que pasan los minutos, los invitados van llenándolo y ocupando sus mesas correspondientes. Todas las mesas llevan un centro con un arreglo de flores, con el tarro bordeado con chiles rojos y verdes, de tamaño extra pequeño a su alrededor. Una mesa está siendo trasladada desde la cocina del local y al desvelar lo que lleva descubro que es un bar de tacos y uno que otro bocadillo mexicano. Al parecer es un cumpleaños temático pero, es raro, porque no veo nada verde y rojo por aquí. Es algo así como Mexican-Pink. Luce genial. Hay una hielera con cervezas mexicanas y limones partidos a la mitad, junto a una licuadora y copas de margarita. El DJ inicia su trabajo y la música empieza retumbar en las bocinas. Los invitados están empezando a pasar a tomar algunas bebidas.
Tommy nos llama para firmar el libro de invitados, que ya han estado firmando los invitados que acaban de llegar. El DJ anuncia la llegada de la festejada, quien según puedo ver a través de la ventana, llega en un carro antiguo Volkswagen blanco decorado con un lazo rosa alrededor.
El desfile inicia y la hermana de Tommy, de la cual confieso no recuerdo el nombre, está acompañada de un señor de algunos cincuenta años. Presumo que es el padre de Tommy, ya que es bastante parecido a él, incluso a ella también. La música acompaña el paso de todos. Todos nos ponemos de pie y la recibimos con un aplauso.
Después de una presentación realizada por el maestro de ceremonias, de todos los integrantes del grupo, estos inician una coreografía en parejas. La primera canción que bailan es "Fifteen" de Taylor Swift, y es algo parecido a una caracterización de la canción. Seguido inicia "Butterfly Kisses" de Bob Carlisle.
El "Vals de las flores" de Tchaikvosky, crea una antesala, con luces bajas y una única luz en el centro del circulo que han formado los demás bailarines dejando una abertura en el mismo para darle paso, en un extremo, al presunto padre de Tommy y al otro extremo la hermana de Tommy. Ellos están acercándose despacio, y la canción inicia. Cuando Steven Tyler, vocalista de Aerosmith, empieza a cantar "I Don't want to miss a thing" y bailan despacio a través de la pista de colores que está debajo de ellos, destellando un sinnúmero de colores que acompañan su paso. Al terminar todos los invitados, se ponen de pie y aplauden para los bailarines.
Todos se retiran unos momentos, mientras la luces están momentáneamente apagadas y vuelven a encenderlas, para dejar todo limpio, como si nada hubiera sucedido allí. Unos meseros se acercan hasta nosotros y nos ofrecen algunos bocadillos y pasabocas, y nos trae unas cervezas en vasos altos.
Tommy se acerca hasta nosotros y toma asiento junto a mí.
—Estuvo genial el baile —digo.
—Sí. Mi papá la verdad es que se esmeró con esos pasitos —él se burla un poco.
—De hecho te pareces mucho a tu papá.
—Eso dicen todos —él sonríe.
—Me encanta la fiesta. Todo esto del tema mexicano. Los tacos y la cerveza.
—Sí. Mi hermana quiso traer sus raíces a la fiesta.
—¿Tus padres son mexicanos? —pregunto algo impresionada, ya que pareen tan estadounidenses como cualquiera.
—Sí. Mi mamá y mi papá son mexicanos. Mi mamá vino aquí cuando estaba embarazada de mí.
—Esas sin son nuevas noticias. Pero me encanta.
—Me alegra. Sigan divirtiéndose, ahora me toca a mí mover un poco el esqueleto allí arriba. Nos vemos —dice y se pone de pie.
Todos los bailarines están de vuelta y reconozco el inicio de "Can I have this dance" en las bocinas. Hay una fila de cinco chicos, entre ellos Tom y su padre cada uno con una rosa color rosa en sus manos y la hermana de Tom ahora con un vestido más sencillo y moderno color rosa que está por encima de sus rodillas. Ellos poco a poco se van acercando a ella y le entregan la flor para luego darle ritmo al baile. Todos uno por uno, hasta llegar al quinceavo chico.
La madre y los demás familiares que conforman la mesa principal se ponen de pie y aplauden. Su madre se acerca a ella junto a los pajecitos, el primer paje, lleva consigo un cojín decorado con una tiara encima, el segundo lleva consigo un anillo puesto en su joyero y el siguiente va detrás con una canasta llena de pétalos que va agitando a medida que realiza su camino. Ellos le ponen todos los ajuares y la familia empieza una especie de sesión fotográfica.
La fiesta toma su breve receso para llevar a cabo un discurso, primero por los padres, luego Tommy y por último la festejada quien agradece a todos los invitados por su presencia y todo lo que significa el esfuerzo realizado por sus padres de haber realizado su sueño. Después del discurso, ella se acerca a todas las mesas para saludar y darle las gracias a todos por la presencia.
El maestro de ceremonias anuncia el buffet y todos somos invitados a pasar por la mesa de comida. Después de pasada la hora de la comida y reposada. La música retoma las riendas de la fiesta y es declarada una hora loca, que está ambientada al estilo mariachi. Jason tiene un gran sombrero de ranchero y la mamá de Tommy se acerca y alza su voz por encima de la música.
—¿Te sientes un mero macho? —pregunta ella con una sonrisa en su rostro y con un sombrero igual que el de él. Su voz se escucha su acento, por primera vez.
—Pues claro —él dice y le sonríe—. ¿Qué tienes para mí?
—Te reto entonces. Te reto a un tequilazo —ella le hace seña al mesero y este llega con una botella de tequila, cerveza, dos vasos, sal y limón. Ella empieza con un trago directo, da una probada al limón con la sal y sigue con un trago de cerveza. Él la imita y continúan con ello hasta que los pierdo de vista. Estoy en el centro de la pista bailando con Tommy. Después de terminar esta canción él se acerca hasta la mesa y yo sigo bailando con un chiquillo de unos dieciséis años que me invito a bailar. En la mesa el hala a Isa, quien al principio noto que reniega de pararse a bailar, sin embargo, él logra convencerla y ponerse de pie, la canción ahora es un poco más suave, lo que es bastante oportuno. Ellos están bailando, muy pegados e incluso podría decir que están conversando. Y ella sonríe y se ruboriza.
Seguimos bailando y ahora la música se vuelve un poco más movida y empezamos a bailar como locos todos alrededor de la pista. Todavía veo a Jason en la mesa con la mamá de Tommy, llevando a cabo su reto. Sospecho que eso no va a terminar muy bien que digamos.
El DJ anuncia una sección de karaoke y los primeros en iniciar son una pareja de chicos cantando una canción moderna bastante desentonada. Le sigue el papá de Tommy con una canción titulada como "Cielito Lindo", lo hace bastante bien, podría decir que hizo esto en algún momento de su vida. Voy a la mesa a sentarme y la verdad es que Jason luce bastante abatido podría decir pero, se esté haciendo el fuerte.
—¿Podemos seguir después? —dice con la voz un poco revoltosa y extraña—. Es que quiero ir a cantar una de las tres únicas canciones que conozco de mariachi.
—Oh, que gallinita wey. Pero ándale, ve y da tu cantadita allá arriba —él se pone de pie y tambalea un poco al principio lo detengo y le digo:
—No tienes que hacerlo sino te sientes bien.
—Estoy bien. Solo estoy algo mareado pero, estoy bien —él sigue su camino hasta la tarima y se acerca hasta el DJ para pedirle la canción. La canción empieza a aparecer en la pantalla llamada "Acá entre nos" de Vicente Fernández.
Jason empieza a tararear la canción como si estuviese poniendo en orden las letras en su cabeza y comienza a cantar. Es un desastre. Total y completamente desafortunada actuación. La canción por fin termina y él da las gracias a todos, que también lucen bastante borrachos, quizás no tanto como él pero, también están abatidos.
Él viene a sentarse junto a mí y empieza a hablar.
—Me gusta mucho esa canción. Cuando los editores leyeron una frase en el manuscrito, me preguntaron si fue que me puse a escuchar canciones de Vicente, y yo les dije; "¿De qué rayos me estás hablando? ¿quién es el tal Vicente y qué hace en mi manuscrito?"
¿Estás delirando o qué? ¿De qué demonios está hablando?
—No, es cierto. Ellos pensaron que hice algo de plagio. Pero espera, no debes saber esto —él abre sus ojos y cierra su boca.
—Estás mal. Deberíamos irnos —le digo. Tiro la mirada por el salón y veo a Isa y Tommy hablando en una esquina. Los dos están sobrios, así que todo lo que digan es a conciencia. Espero a que terminen de hablar y ellos se acercan hasta nosotros. Jason tiene su cabeza recostada sobre la mesa roncando sutilmente.
—Creo que debemos irnos —le digo a Tommy lanzando mi mirada hasta Jason.
—Cayó en el juego de mamá —él se ríe—. Hay taxis afuera esperando así que puedes despertarlo.
Isa y yo nos ponemos de pie y nos despedimos de la hermana de Tom y sus padres. Después voy a la mesa y despierto a Jason.
En la salida, yo con Jason prácticamente al hombro, me despido de Tommy y luego Tommy se despide de Isa con un beso en su mejilla, muy cerca, demasiado cerca de la comisura de sus labios. Ella lo acepta con una sonrisa y él sujeta su mano.
—¿Entonces, seguimos hablando? ¿Nos vemos el viernes? —pregunta él.
—El viernes será —ella le dice y le sonríe todavía con su mano sostenida.
Tommy me ayuda a llevar a Jason hasta el auto y subimos a él. Prefiero guardar el silencio y esperar a que ella diga algo de eso que acabo de presenciar. Ella es rápida esta vez y toma la iniciativa.
—Kimberly, tengo una cita el viernes con Tommy —ella dice con emoción en su voz.
—Me alegra mucho de verdad —sostengo su mano.
—Él es un chico lindo la verdad.
—Sí, es un buen chico.
—Tengo miedo de no ser suficiente para él. Es que no sé cómo pueda reaccionar.
—No tengas miedo. El miedo es tu peor enemigo. ¿Qué tal si piensas en la felicidad? En lo bonito que podrás pasarla.
—Te juro que lo quiero intentar. Lo voy a intentar.
—Y lo lograrás. Estoy feliz por ti.
—Aunque solo vamos a salir —ella detiene su ensueño y trata de retomar la realidad.
—Todo empieza en una cita. Jason empezó con una "cita" y míralo aquí, a mi lado, roncando y borracho —me río.
—¿Crees que termine así también mi cita? —pregunta algo asustada.
—Creo en los sueños y estoy soñando para que así sea —ella mantiene el silencio y una sonrisa llena de expectativa en su rostro.
Sin embargo, a pesar de que siento mucha emoción por lo que está pasando en el corazón de Isa por primera vez en muchos años, no deje de pensar en el comentario de Jason en la mesa. Dicen que los borrachos dicen incoherencias y todo eso pero, un manuscrito, más editores solo da un único resultado, y la verdad suena bastante interesante y emocionante la idea de lo que es. Espero que no haya sido solo un delirio provocado por la mezcla tequila-cerveza-vino de la noche.
9-el-ax*dL
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