007. colt piton
one month after.
Un vacío inmenso quedó en los corazones de las personas que amaron, respetaron y admiraron a Rick Grimes. Había sido un líder ejemplar, que a pesar de la difícil toma de decisiones en un mundo como aquel, había mantenido a sus seres queridos vivos. ( Por desgracia no a todos ).
Los días parecían haberse tornado grises y la crispación entre los habitantes de las comunidades aumentó cuando sus lideres—incapaces de liderar en condiciones—llevaban la perdida del hombre hasta sus niveles más personales. Desde la catástrofe del puente, Michonne y Daryl no habían parado de buscar el cuerpo del sheriff a las orillas del rio. Brooklyn se unió a ellos un par de semanas después, cuando al encontrar la colt piton de Rick la esperanza volvió a removerse en su pecho. Si Rick estaba vivo, si tan solo había una mínima posibilidad, Brook quería ser parte de la búsqueda y hallarlo cuanto antes.
Pero parecian caminar en círculos entre los arboles cercanos al rio, nadando en algunas ocasiones con unas viejas gafas de buceo y matando a cada uno de los caminantes de la zona comprobando primero que ninguno fuese Grimes. Brooklyn pasaba día si día no en Alexandria sin sentir que era su hogar pero aceptando que Michonne le hubiese abierto las puertas. Unas ganas de vomitar inmensas se acoplaban desde su estomago hasta la garganta cada vez que ponía la mirada en el vientre hinchado de Michonne y era incapaz de decirle que no a nada. Mientras que a las personas que se prometió liderar fueron repartidas a cada una de las comunidades restantes tras una supervisión, decidiendo que estarían mejor separados en caso de un nuevo complot. Les costó aceptar, Brook habló con ellos y trató de convencerlos pues aquella era la opción más segura. A Daryl también le había costado aceptar el regreso de Brook de alguna manera. Estuvo esperando encontrar un buen momento en el que hablar, pero tras la caída del puente sus días consistían únicamente en buscar en silencio o hablar de la situación de Alexandria con Michonne.
Aunque siempre había tiempo para un cigarro.
Brooklyn caminó sigilosa—aun sabiendo que Daryl le escucharía— hasta la zona donde se despejaba la arboleda y un campo por fin vacío de caminantes dejaba apreciar el atardecer tranquilamente. El cielo anaranjado le hacía sentir bien, el comienzo de la noche estaba por llegar. Se posó en un árbol y sacó un cigarro mientras Daryl la miraba en silencio sentado en una piedra.
—¿Tienes fuego?—instantáneamente el hombre saco un encendedor del bolsillo y se lo lanzó, dejando de observarla mientras lo encendía, iluminada por la llama y el naranja del horizonte. Brooklyn ya no sabía si todo se lo imaginaba o realmente Daryl se encontraba incomodo en su presencia.—Necesitamos hablar.
Daryl le miró de reojo, su expresión impasible. No parecía tener intención de iniciar una conversación y el silencio entre ellos empezaba a ser incomodo tras lo sucedido. No entendía como le fue tan fácil integrarse con otras personas y con el no, después de haberle ofrecido su ayuda una y otra vez. La personalidad del hombre era distante, y aun mas desde que perdió a Rick. Nunca pensó que vería a Dixon llorar como aquel día en el puente inundado por los desgarradores gritos de Michonne. Sabía que ellos llevaban juntos desde el inicio del apocalipsis, formaba parte del primer grupo y era de los pocos que quedaban. De los pocos que no se había llevado el bate de Negan.
—Sé que no te encanta que este aquí. Desde que me uní a la búsqueda has estado distante, hemos tenido nuestras diferencias Daryl. ¡Nos pegamos, Joder! ¿Hay algo mas aparte de eso?—Brook insistió, fijando su mirada en él. Los ojos azules de Daryl parecian una perfecta copia de los suyos, un mismo tono encantador que bailaba en el ocaso.
—No tengo tiempo para eso.—dio una calada más a su cigarro y lo apagó en la suela de su bota antes de tirarlo lejos.—Tenemos algo más importante que hacer.
Antes de que el hombre se levantase Brook lo agarró por el hombro. Si hubiese habido alguien más allí podría haber notado las chispas y la tensión en el aire. La forma en que la piel del hombre parecía vibrar bajo su tacto y como a la mujer se le tensaba la mandíbula para que su rostro ocultase todo pensamiento. ¿Eran nervios? No lo sabia. Daryl era un hombre tranquilo pero con una personalidad fuerte. Brooklyn no se dejaba torear, era cabezota y una posición autoritaria. Eran propensos al choque. Sus personalidades y opiniones dispares les habían impedido entablar una cercanía o siquiera la mínima amistad.
—Necesito saberlo Dixon. Por favor.—Soltó su agarre antes de que este lanzase su mano por el aire o comenzaran con un estúpido enfrentamiento.
—Que quieres saber.—gruñó Daryl mirándole a los ojos. Su pelo tapaba la mayor parte de su mirada. Se apoyó contra un árbol esperando la pregunta de Brook, que tardó unos segundos en responder.
—Si me odias.—argumento la mujer.
—No.
Brooklyn dudo. Pero sonaba sincero. Y si Daryl hubiese querido mentir no habría sido a ella, no se debían nada, podían ser sinceros. Un nuevo silencio se instaló entre ellos a la vez que Daryl encendía un nuevo cigarro y Brook sacaba uno de su cajetilla.
—¿Sabes? Yo realmente pensaba que podríamos haber sobrevivido colaborando. Son los enfrentamientos los que matan. Lo viste, lo vimos todos. Vivíamos enfrentados por lo que un líder provocó y cuando otro quiso el cambio y el bien tampoco estábamos de acuerdo. Ahora Rick... el quería prosperidad.
—Tenía un sueño imposible.—refunfuñó él, esta vez no la miró a los ojos.—Te niegas a aceptarlo. Él se negó.
—No. Todos os negasteis a ayudar. Rick era el único pilar que sujetaba el futuro.
—Ahora ya no importa. Hasta que no le encontremos.—la pesadez con la que hablaba Daryl era inesperada por su parte.
Brooklyn se quedó fría en ese momento. No por el viento nocturno que comenzaba a soplar entre los troncos de la arboleda tras ella. Sino por las palabras de Dixon, con quien había acostumbrado a compartir noches en la azotea del santuario y quien ahora parecía un desconocido con el que compartía los sucesos importantes de su vida.
—¿Crees que lo encontraremos?—Brooklyn dio una ultima calada al cigarro. Lo tiro al suelo y observó como poco a poco se apagaba su llama.
—Está por ahí, tiene que estarlo.—Daryl la miró, el brillo de la luna iluminó los ojos del hombre, ella apartó la mirada bruscamente. Sintió el dolor, Brook experimentó el común dicho de "los ojos son el espejo del alma" cuando miro a los ojos del cazador y sintió el llanto de cada una de la personas que amaban a Rick reflejados en la mirada de Dixon.
Brooklyn asintió y comenzó a caminar hacia el interior del bosque, donde habían dejado sus caballos atados, había avanzado apenas dos metros cuando se percato de que Daryl no la seguía. Aun estaba apoyado en un árbol, mirando como la noche caía cada vez mas, perdido en su propios pensamientos.
—¿Vienes?—Para Brook no era una pregunta, era una petición. El hombre asintió.
[ . . . ]
A la mañana siguiente Aarón despertó el interés de Brook avisando de que harían pancakes de frutos rojos con la recolecta del último mes para toda la comunidad. Mientras iba en dirección al comedor—que fue construido con mucho esfuerzo—vio al padre Gabriel y algunos fieles colocados en circulo recitando unas palabras de esperanza y petición del perdón de Dios. En momentos como aquellos Brooklyn deseaba creer y atenerse a esa fe inmarchitable como ultimo recurso para calmar su mente. Podía jurar que si su cerebro fuese un coche estaría alcanzando los doscientos kilómetros por hora. Estar en la comunidad le ponía nerviosa, una ansiedad constante se había instalado en su pecho el mismo día que ella se instaló en Alexandria.
Sentía presión en el pecho en los momentos menos esperados, su estomago era un cocedor de nervios y los vómitos esporádicos eran lo mas cotidiano de su día a día.
—¿No estarás embarazada verdad?—preguntó Gaia mientras sujetaba el pelo de Brook, mientras ella echaba los pancakes que había comido con ilusión. La castaña se ató el pelo como pudo y se limpio la boca con agua antes de hablar.
—No he follado con nadie desde hace meses y mi periodo ha estado bajando con regularidad gaga.—dijo mirando a su amiga a través del reflejo.—Olvida ya la idea de tener a un mini yo en está mierda de mundo.
Brooklyn no creía lo que sus ojos veían, Gaia estaba sonrojada y con una sonrisa tímida saliendo por la comisura izquierda de su boca.
—¿Que? ¿He dicho algo gracioso?—Brook puso los brazos sobre sus caderas esperando una respuesta.
—Rosita y yo estamos pensando tener un bebe.—comentó tímidamente, era la primera vez que veía a Gaia así. No parecía ser la de siempre, se veía mas inocente que nunca. Un adjetivo con el que Brook jamás pensó describir a su mejor amiga.
—¡¿Enserio?! Cuando gaga, no me habías dicho nada.—le dio un abrazo, acariciando el corto cabello platino en sus manos.
—Aun no sabemos cuando será el momento perfecto, necesitamos mas estabilidad, eso sin duda. Pero Rosita esta dispuesta a quedarse embarazada. Yo... ya soy un poco mayor para ello y correría mas riesgo.—tenía razón, Gaia era casi veinte años mayor que Rosita, la cual tenía la misma edad que Brook.—Lo hemos hablado con Siddiq, necesitaremos un medico para cuando suceda.
—Estoy feliz por vosotras gaga, solo una pequeña pregunta, ¿como...?—Gaia le interrumpió antes de que formulase la pregunta. Habían salido del baño de casa de Brook y se sentaron en el sofá.
—Sabía que lo preguntarías. Siddiq ha llegado a la misma conclusión que nosotras. No tiene el material necesario para hacer una inseminación artificial o siquiera usar uno de mis óvulos, asique Rosita tendrá que follarse a otro.—Brooklyn rio ante la mueca de asco que puso su amiga.
—¿Algún candidato?—hablar con Gaia de manera tan natural después de todo lo que había pasado entre ellas era un alivio, de echo era lo poco que calmaba su ansiedad estando dentro de los muros de la comunidad. Se sentía demasiado encerrada y desconocía el porqué. Meses atrás era esa seguridad lo mas preciado para Brook.
—Debe ser alguien joven y sano. Pero no queremos tampoco que el padre sea cualquier persona, que luego reclame al hijo como suyo... De echo, Siddiq propuso ser el para cerrar el circulo y que nadie mas se implicara en eso, así solo lo sabríamos nosotras.
—Wow, que atrevido el doctor.—las risas calmaban su ansiedad, pero su cuerpo respondía de otra forma, llevándose las uñas involuntariamente a la boca y mordiendo las uñas enérgicamente. Gaia se dio cuenta y tomo sus manos en silencio, mirándole a los ojos con pena.
—¿Por qué no vas a verle? A Siddiq, puede que te ayude.
—¿Enserio crees que necesito follar?—dijo con ironía, sabía perfectamente que no se refería a eso, sino al diagnostico que el pudiese darle.—No lo se gaga, cuando estoy en el bosque no me siento así. Buscando a Rick con Daryl y Michonne mi cabeza esta despejada, dejo de encontrarme mal. Es como si sintiese que no pertenezco aquí.
—No digas tontearías Brook, claro que perteneces aquí, Michonne te dio la bienvenida sin poner ningún impedimento, mucha gente te admira aquí.
Brooklyn resopló. —No soy alguien a quien deban admirar. A veces siento que me juzgan, me miran o que hay alguien vigilando cada cosa que hago para encontrar una escusa por la que decir que soy una salvadora o algo así. Cuando voy a supervisar a Negan y alguien me ve entrando o saliendo de la cárcel oigo los susurros. Nos siguen viendo diferente.
—Estas equivocada cielo. Esos días ya han acabado.
—Eso espero gaga, eso espero.
primer capitulo del acto doooooos. :)
siento haber tardado tanto, pero estuve muy ocupada.
los capítulos del acto dos serán por lo general cortitos (porque van a ser muchos) y dinámicos. Porque el romance entre el sucio daryl y brook va a estar intensito.
para hacer una aclaración de las edades de los personajes por si alguien no las tiene claras aquí pongo una pequeña aclaración.
Brooklyn : 31 (actualidad) 37 (después del gap de 6 años en la serie)
Gaia : 49 / 55 Daryl: 42 / 48 Rosita: 30 / 36
¿les gustó el capitulo? Denle amor, ayuda mucho los comentarios y votos <3
xoxo, cede
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