Único
A la mansión llegaba un auto , una vez aparcado bajaban dos hombres, un castaño de 1.80 y un pelinegro de 1.83.
- ¿Qué onda gorilita? - Zhan rompió el silencio llegando a la mansión - Desde que salimos del club no has dicho ni MU - puso sus manos en sus caderas - Ay ya sé... Te comieron la lengua los ratones - se fue acercando a su guardaespaldas
-No, estaba esperando llegar aquí para hablar con usted - respondió el castaño
- Que chistoso, la bronca es que yo no quiero hablar contigo Wangsito - apareció un sonrisa ladina - ¡Captas! - Zhan estaba jugando con la poca paciencia de su guardaespaldas
- Lástima - sonrió - Por qué yo, ¡sí! - lo tomo de ambas muñecas juntándolas, para arrastrarlo a la fuerza y subir las escaleras
- ¿Qué? - el pelinegro forcejeaba para soltarse - ¿Qué te pasa imbécil? - gritaba - SUÉLTAME WANG - seguía gritando mientras subía a la fuerza por las escaleras - No me puedes tratar así... QUE ME SUELTES - seguía forcejeando - SUÉLTAME - seguía siendo arrastrado por su guardaespaldas a su cuarto.
-WANG SUÉLTAME, TE PASAS DE IGUALADO... QUE ME SUELTES - entraron al cuarto, hasta que Wang Yibo lo soltó - Tu trabajo es que cheques que llegue bien a mi casa, no que te metas a mi recamara... Ok - levanto un ceja mientras se frotaba las muñecas - Este es mi espacio, mío lo entendiste - el castaño se iba sacando su saco - Te lo explico con dibujitos para que entiendas... SALTÉ - ahora el castaño desarmaba su corbata - QUE TE SALGAS - el castaño tiro la corbata - ¿Qué estás haciendo gorilita de quinta? - ahora se desabotonaba las mangas de su camisa - Wang ¿Qué vas hacer? - seguía mirando que el castaño ahora se desabotonaba la camisa - Wang te volviste loco o ¿Qué? - Zhan empezó a retroceder.
- No, todo lo contrario - se sacó la camisa - Estaría loco si aceptará que tuvieras un hijo mío sin antes hacer lo necesario... ¡Uhm! - se acercó a la cama del pelinegro.
- ¿Qué? -
- Afirmas que vas a tener un hijo mío - sacaba las mantas, sábanas, tiro las almohadas - Está bien - se acercó al pelinegro - Vamos a fabricarlo - lo levanto estilo nupcial para acercarse a la cama y tirarlo.
- ¿Qué?... N- no Wang... Su- Suéltame - su cuerpo calló fuertemente a la cama - SUÉLTAME WANG - volvió a gritar - si no te sales ahorita mismo voy a gritar... ¿Oíste? - se arrodilló sobre la cama.
- Jamás imaginé...- se fue sacando la correa - Que inventaras algo tan perverso, me has hecho quedar como un canalla frente a tus padres- se acercó a la cama.
- Si no te vas antes de que cuente 3, diré que estás violándome, ¿entendiste? - lo miraba al castaño desafiante.
-Hazlo, yo no tengo nada que perder - puso sus manos a cada lado de su cintura - Con tus mentiras has dejado por los suelos mi reputación - subió a la cama
- No Wang - gateaba para no ser atrapado -
- Ven acá - lo atrapó de la cintura
- NO, QUE ME SUELTES - llegó a sacarse del agarre de la cintura- SUÉLTAME - agarró un adorno de su mesita de noche - si te me acercas te reviento la cabeza - levantó el adorno - ¿Me entendiste? -
- ¿Por qué toda esa farsa Zhan? - salió de la cama - ¿eh? ¿Por qué inventaste que estás esperando un hijo mío? - se fue acercando poco a poco a Zhan - Cuando nunca hemos tenido relaciones - seguía acercándose, la furia que salía por sus ojos asustaba al pelinegro - ¿Por qué? SI YO TE RESPETO, JAMÁS TE HE TOCADO - gritó
- Porque no te soporto - bajo el adorno - Porque quiero que te corran - se acercó a Yibo quedando a pocos centímetros - Porque me RECHAZASTE WANG - sus ojos se cristalizaron
- ¿Ah? - sus ojos se abrieron como platos - Yo no te rechacé - se alejó al ver que el pelinegro volvió a levantar el adorno para tirárselo y lo hizo - ¡Uh! ¡Ah!... Intentaste tirármelo en la cara - Zhan estaba furioso - Cero puntería Zhan... ¡Captas! -
- Te odio WANG, te odio con toda mi alma y todo mi coraz...- fue interrumpido por el abrazo del castaño
- No Zhan, tu no me odias, me amas - dio un beso demandante al pelinegro, el cual trataba de romperlo, pero no podía, sus manos y piernas empezaron a ponerse débiles, necesita de ese beso, ya tiempo que lo anhelaba y necesitaba.
-Ve y besa a esa zorra – sus labios eran atrapados por el castaño - Flacuchenta por la que me – otro beso – Cambiaste -
La tensión entre ambos se dio desde del primero momento en que Wang Yibo entro a esa mansión a trabajar como guardaespaldas del único hijo de los Xiao.
Zhan vivía en su mundo de niño rico, nunca se fijaría en un cualquiera, en alguien menos que él, nunca pensó que su guardaespaldas derivaría esas barreras del tan afamado y millonario Xiao Zhan.
-Por qué no aceptas que te has enamorado de un simple, de un cualquiera, de uno que no es de tu clase ¿Eh? - Wang Yibo no lo soltaba, sabía que si lo hacía ya no obtendría otro momento para tener a su amado niño rico en sus brazos.
- Y-yo... Nun-nunca...- estaba tan nervioso que no podía formular ninguna palabra, el tenerlo así de cerca, ver su torso bien marcado, sus brazos con esos músculos que siempre solo con tenerlo, pero su cabeza podía más que su corazón - Maldito guardaespaldas - susurró
- Maldito guardaespaldas... - lo soltó - Bien - empezó a recoger su ropa - Este maldito guardaespaldas renuncia - se volteó para salir de la habitación, pero un agarre en su muñeca lo detuvo.
- No te vayas - pidió Zhan
- ¿Aceptarás como soy? - respondió el castaño
- Yo yo... - soltó el agarre - Yibo yo ...- no pudo terminar por el grito del castaño
- VES, NO PUEDES DEJAR TU MUNDO DE NIÑO RICO PITUCO - avanzó hasta quedar a pocos centímetros del rostro de Zhan - NO SABES LO QUE ES AMOR DE VERDAD - Sollozó - ¿Por qué quieres que me quedé? - acaricio una de sus mejillas del pelinegro mientras lloraba - ¿DIME? – gritó.
- No quiero que te vayas - repitió - Tengo mi- miedo - estaba muy nervioso sobre todo por el toque de su mejilla.
- ¿Solo por eso?... Adiós Zhan - hizo caer su mano, volteó para acercarse a la puerta
-TE AMO WANG YIBO - el pelinegro grito con todas sus fuerzas llorando - NO ME DEJES, ¿ENTENDISTE?... NO ME DEJES -
Wang al escuchar el grito, volteó, se acercó y levantó al pelinegro haciendo que sus piernas se entrelacen en su cintura, mientras que ambos se besaban como si no hubiera mañana, sus bocas bailaban tan perfectamente, sus besos eran demandantes, eran besos que se habían anhelado más de 5 meses.
Se separaron por falta de aire - ¿Estás seguro Xiao Zhan? - preguntó Yibo
- Sí, enséñame tu mundo Wangsito - sonrió
Bajó al pelinegro de su agarre y mientras sus bocas bailaban cada uno se ocupó de deshacerse de la ropa, quedaron desnudos frente a frente, viéndose.
- Estás listo - el castaño lo tomó de la cintura
-SÍ, hazme tuyo -
Wang Yibo echo suavemente a Xiao Zhan en la cama mientras dejaba besitos en su rostro, bajaba por su cuello, su pecho, jugando con cada uno de esos botoncitos rosados, volviendo a su boca, besando ese maldito lunar que hace tiempo quería reclamarlo como suyo, bajo dejando un camino recto de besos y saliva hasta llegar a la entrepierna de su amante, sacó su lengua y comenzó a jugar con falo del pelinegro, provocándole melodioso jadeos y gemidos - Ahhhh!!! Yibo ahhhh!! - cada uno de estos eran detonantes para el castaño de seguir.
- Yib- Yibo m-me ven-go...- ya no podía controlarse más
Yibo aceleró su movimiento al escuchar las pocas palabras que Zhan soltó, lo cual tuvo resultado de su semilla esparcida en su boca, este lo recibió muy gustoso, se incorporó y vio al pelinegro que trataba de controlar su respiración, se acercó y le regaló un beso.
- Si te duele, me avisas, ¿Sí? - recibió un asentimiento por parte de Zhan
Acercó tres dedos a la boca del pelinegro para que este los chupara, mientras separaba gentilmente las piernas de este, se posicionó entre ellas y acercó un dedo a la entrada masajeándola hasta poco a poco empujando para que se de paso.
-Ahhhh!!!- Zhan gimió ante la sensación de invasión arqueando su espalda, era doloroso, pero a la vez excitante. Un segundo dedo y un tercero después de corto tiempo invadieron al pelinegro, haciendo que este moviera sus caderas, dando la señal de que ya estaba listo.
Yibo acercó su falo a la entrada del pelinegro y fue adentrándose poco a poco, un gritito de dolor salió de los labios de Zhan.
- Zhan, cariño, parare un poco -
- No, estoy bien, sigue - lo tomó de sus mejillas y las acercó - Solo bésame - fue un beso tan lento, pero a la vez lleno de amor y combinado de lujuria.
Yibo empezó a moverse primero lento hasta que estuviera todo dentro del pelinegro, al ver que Zhan gemía tan armoniosamente, perdió la cordura y ya no se pudo controlar.
Yibo aumento el ritmo yendo cada vez más fuerte, abrazó al pelinegro y como pudo sin separarse voltearon de posición, ahora Zhan es el que tendría el control de la situación.
- Tú tienes el control cariño - atrajo el rostro de Zhan para besarlo recibiendo como repuesta una sonrisa ladina.
Zhan empezó a dar de saltos, cada vez caía más y más fuerte haciendo que ambos soltaran gemidos fuertes, el pelinegro sintió que Yibo había llegado a su punto dulce, esto hizo que el castaño agarrara fuertemente sus caderas del pelinegro haciendo la penetración más profunda.
- Me encantas Zhan - el castaño lo palmeo
- Ahhhh!! Yibo... No... Puedo... más -
El castaño agarró el falo de Zhan masturbándolo para que su excitación subiera, provocando que este se viniera primero, mientras que él daba 3 estocadas más y se vino dentro, dejando su semilla en su querido niño rico.
Zhan se arrecostó sobre el pecho de su guardaespaldas sin separarse, ambos sudados tratando de controlar su respiración.
- Te amo Zhan - Le dio un beso en su cabellera
- Yo también gorilita Wang - besó su pecho
Zhan se acostó a su lado, ambos nos dejaban de mirarse, mientras que se repartían pequeñas caricias en sus rostros.
Yibo prometió no dejarlo y ayudarlo a su pequeño Zhan, para que ambos fueran felices.
-Creo que ahora sí, hicimos un bebé – dijo el castaño ganándose un pequeño golpe en el estomago por parte del pelinegro
-Eres un idiota Wang – rieron juntos.
-Seré muy feliz sí aquí – toco el vientre de Zhan – Viene un pequeño Yibo o una pequeña Zhan o viceversa – dejo un beso corto en los labios de este.
-Pues entonces... - se subió encima del castaño – Sigamos intentando – se frotaba contra el bulto del contrario – Lo difícil será... hablar con mis padres –
-Lo que sea por ti amor – se incorporo y lo beso lentamente.
Ambos siguieron desatando su amor, por el resto del día, pues como Yibo lo dijo, ese día procrearon una nueva vida, que pondría todo su mundo de Zhan de cabeza, pero llena de amor por parte de sus padres.
¡FIN!
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