Los nervios me recorrían de pies a cabeza, Victor pasaría en la noche a mi casa y por fin le demostraría que iba en serio, después de esto todo iba a ser diferente, mi vida va a ser diferente.

Y vaya que iba a cambiar mucho, porque fue ese día en el que me jodí por completo.

Regresando del entrenamiento me metí a bañar, quería estar preparado cuando Victor llegara. Le estaba tomando mucha importancia a esto, no quería arruinarlo y que él jamás volteara a verme, quiero que Victor enloquezca cuando no esté conmigo, quiero ser el único que pueda complacerlo.

Me había puesto la mejor ropa que tenía, era algo casual tampoco quería ponerme un traje solo para perder mi virginidad. Decidí vestirme como siempre lo hacía, me preguntó si Victor está igual de nervioso que yo...

El tiempo pasaba muy lento, no podía encontrar una cosa en la cual pudiera entretenerme en lo que él llegaba, caminaba de un lado a otro mientras las manecillas del reloj avanzaban.

6:30 pm y las inseguridades comenzaban a surgir...

¿Y si no lo hacía lo suficientemente bien para que el estuviera satisfecho? Tal vez se arrepintió y ya no vendrá. ¿Qué tal si encuentra a alguien mejor?

Todas estas preguntas se esfumaron cuando el timbre sonó, no pensé que era él puesto que todavía era muy temprano para que se presentara. Pero me llevé una gran sorpresa al abrir la puerta, porque sí era él quien había tocado...

Estaba ahí enfrente de mi puerta con esa elegancia que siempre lo caracteriza.

—Vi-victor... ¿Quieres pasar?— no me respondió, solo dió algunos pasos y entró. Cerré la puerta rápidamente y él volteó a verme.— Llegaste muy temprano, pensé que sería más noche...

—Lo sé, pero ya no podía resistir ¿Sabes?— tomó mi mentón haciendo que elevara mi mirada hacia él.— El reloj me volvía loco Yuri, ya quería verte— sonrió y poco a poco se fue acercando a mi para besarme.

—Espera... ¿Esto será así de rápido? M-me refiero a que pensé que iríamos a comer algo y después...— comenzó a reír.

—Esas son cosas de niños, no me hagas esperar más— contestó.— Por favor Yuri, vamos a tu cuarto.

No había marcha atrás, tomé a Víctor y lo llevé hacia mi para poder besarlo, su lengua se sentía tan bien dentro de mí. Los nervios habían desaparecido por un momento... Sentí las manos de Víctor envolverme, me separé de él para poder indicarle el camino hacia mi cuarto.

Él me siguió y apenas abrí la puerta sentí como todo su peso caía sobre mi. Con una de sus manos jalaba con sutileza algunos mechones mientras que la otra la paseaba por todo mi cuerpo.

—No sabes cuántas veces soñé con tenerte así...— me besó.

Ambas manos habían bajado a mis pantalones, trataba de deshacerse de el y yo de aquella camisa que traía puesta. Podía apreciar su piel conforme iba desabrochando cada botón, metí una mano y su piel era tal como la imaginé... Suave y muy blanca, me eleve un poco para poder besar parte de su pecho que estaba al descubierto.

El frío empezó a colarse por mis piernas y supuse que ya había quitado mi pantalón. Me separó de él y se quedó unos segundos observandome, sentí pena cuando no dejaba de ver mis bóxers y trate de cubrirme con las manos, pero el las apartó rápidamente.

Se acercó para darme un beso de pico y después descendió hasta mi cuello, mi respiración se agitaba con cada roce, sentí un ligero dolor en mi cuello, él estaba succionando con fuerza. Siguió bajando hasta que mi playera le estorbó pero en menos de diez segundos se deshizo de ella y continuó con su recorrido de besos. Había llegado hasta el borde de mis bóxers y los nervios volvieron.

—¿Q-qué piensas hacer?— no me contestó, no me quitaba la vista de encima. Con su boca tomo la orilla de mi bóxer y comenzó a bajarlo dejando al descubierto mi erección.

No podía evitar sentir pena, así que voltee a otro lado bastante sonrojado. Pero hubo algo que me hizo regresar la vista al instante y soltar un gemido.

—¡Ah!— Víctor apretaba con sus dedos la punta de mi pene.

—Te ves tan hermoso sonrojado...— lo tomó por completo y comenzó con un ligero movimiento de arriba hacia abajo, con ese pequeño movimiento me hacía sentir mil cosas. Tape mi boca, pero a él no le gustó eso.— Quiero escucharte Yuri Plisetsky, quiero escuchar como disfrutas ser mío— el movimiento aumentó.

—¡Ah Víctor!— con mi antebrazo cubrí mi rostro mientras me dejaba llevar por él. Sentí su respiración cerca de mí.

—¿Te gusta?— quite mi brazo para verlo a los ojos y asentí, él me besó. No puedo describir lo que siento justo ahora, era una descarga de emociones. Su lengua dentro de mí, los movimientos que hacía con sus manos, Víctor me volvía loco. No resistí más y me corrí, de nuevo estaba avergonzado, pero el dolor en mi entrepierna seguía.— Creo que ya es hora, date la vuelta.

Lo hice sin preguntarle qué iba a hacer, me recargue en mis rodillas y suspiré. Él volvió con los besos desde el cuello y así como al principio iba bajando. Quise mirarlo y note que acercó dos de sus dedos a su boca y los lamió.

—Escucha, esto dolerá un poco pero te irás acostumbrando— susurró en mi oído. Sentí sus dedos recorrer mi trasero y la verdad es que no puedo decir que no estaba nervioso ahora, porque si lo estaba. No tenía idea de lo que iba a hacer, hasta que sentí como introducía uno de sus dedos.

—¡Ahh! Vic-victor...— lo movía lentamente, al principio me sentía raro pero después me fui acostumbrando, quería más pero me daba pena decirlo, solo me quedaba ser paciente. Sentí como el segundo dedo entró y volví a gemir, escuché una risa por parte de él. Los movimientos que hacía era en círculos, los sacaba y los metía.

—Listo— escuché como el cierre de su pantalón bajó. Tuve miedo y voltee a verlo.

—¿Me dolerá...?— él me sonrió.

— Solo un poco, pero después haré que lo disfrutes— confíe en él, asentí y cerré los ojos.

Sentí su miembro y eso me hizo sentir más nervioso de lo que ya estaba, pensé que lo iba a hacer lentamente pero fue al revés. Solté un grito, el me tomó de las caderas y comenzó a moverse, mi mente quedó en blanco. Lo único que sentía eran esas descargas que recorrían todo mi cuerpo, me volvía loco con cada embestida, ya ni le estaba tomando importancia cuando gemia demasiado fuerte, solo me estaba dejando llevar por el momento.

Los jadeos que Victor daba me excitaban aún más, su nombre era lo único que venía a mi cabeza.

—Volteate— sus brazos me tomaron y me dieron la vuelta, ahora podía verlo completamente desnudo, volvió a meterlo con rapidez.

—¡Ah!— la sonrisa que tenía en su rostro era de victoria, no dejaba de observarme. Se acercó a mí y volvió a tomar posesión de mis labios, mordía ligeramente el labio inferior.

Y antes de acabar dijo algo que siempre esperé escuchar, dos palabras que me hicieron sentir la persona más feliz del mundo...

—Te amo

El segundo error que cometí fue haberme entregado a ti, fui un idiota al pensar que con eso tú me necesitarías para siempre, pero tarde o temprano me di cuenta que quién había caído en la trampa había sido yo y estaba pagando un precio muy alto.

OoO

Aquí está el tan esperado capítulo y ustedes dirán que tal vez fue muy rápido para que esto pasara, pero les recuerdo que esta historia será muy corta entonces no quiero hacer capítulos innecesarios xd.