El gran banquete del Grand Prix era esta noche, Víctor asistiría y yo estaba muy emocionado por ir con él. Aunque era obvio que no iríamos como lo que realmente somos, él pasaría por mi así como lo haría con Mila y Yakov, no era nada en plan romántico.

"Pasaré por ti primero"

Era el mensaje que me había dejado hace 10 minutos, así que solo estaba en la sala de mi casa esperando. Llevaba un traje con el que no me sentía tan cómodo, pero Mila me había obligado a traerlo.

—Maldita bruja...— el timbre sonó y sabía que era Víctor el que estaba detrás de la puerta, me apresure a abrir.

Él... Se veía muy bien, no tenía duda de estar enamorado de él. El traje que llevaba puesto le quedaba a la perfección, bueno es que a Víctor le quedaba todo.

—Luces bien— dije algo nervioso. No me contestó, él solo entró a la casa y cerró la puerta sin saludarme.

—Vamos arriba— tomó mi mano con fuerza llevándome a las escaleras.

—Pero tenemos que irnos, Mila nos espera y si llegamos tarde el viejo de Yakov se va a...— colocó uno de sus dedos en mis labios.

—Jamás te pedí que hablaras, solo dije vamos arriba y tú vienes conmigo... ¿Entendiste?— sus manos acariciaron mi rostro.

—Es que mis manos aún duelen de...— no me dejaba ni terminar, alzó la manga de uno de mis brazos y vio la marca que aún tenía en una de mis muñecas.— Te dije que habías apretado demasiado.

—Bien, entonces esta vez no te voy a sujetar de las manos.

—Victor es que no entiendes, no quiero hacerlo... Lo hemos estado haciendo seguido y tú cada vez eres más brusco. No solo son estas marcas, hay demasiadas.

—¿Me estás culpando?— su mirada cambió, estaba enojado... Lo había hecho enojar.

—N-no... Está bien, de todas maneras ya no me duelen tanto si quieres vamos a mi cuarto.

—No, ya vámonos.

—Pero querías...

—¡Vámonos!— bajó las pocas escaleras que habíamos subido y se dirigió a la puerta.— Y apresúrate porque Yakov me regañará por tu culpa— me quedé ahí pasmado sintiéndome culpable por lo que acababa de suceder.— Mierda Yuri, apresúrate.

Solo asentí y caminé detrás de él con la mirada hacia el piso. Su carro estaba enfrente, el dió la vuelta y se subió, traté de subirme en la parte del copiloto pero Victor no me dejó hacerlo y no me quedó de otra que irme atrás.

El camino fue en silencio, yo estaba demasiado incómodo por la situación anterior. Ya había pasado un tiempo en que él no se enojaba porque siempre intentaba complacerlo en todo lo que quería, a pesar de que a mí no me gustara. Amaba a Víctor y haría lo que fuera para tenerlo a mi lado.

Nunca mentí cuando dije que haría lo que fuera para tenerlo conmigo, me humille por él, me lastimé por él, rogué porque se quedara, perdí todo para que al final ese imbécil apareciera y me lo arrebatara con una simple sonrisa.

—¡Yuri!— Mila entró al carro bastante emocionada y me abrazó.

—¡Suéltame bruja!— grité y ella como siempre nunca me hizo caso, le gustaba fastidiarme.

—¿No estás emocionado? Esto será divertido, vamos a bailar, tomar y platicar con chicos guapos— tomó mi mano para alzarla.

—¡Auch!— aparté mi mano de ella lo más rápido posible para que no viera que estaba lastimado.

—¿Qué pasó? Ni te hice nada, eres un chillón— a pesar de ya no haberme quejado Mila supo que había algo más, después de todo esa idiota era mi mejor amiga.— Enséñame tu mano.

Victor me observó por el retrovisor.

—No, no tengo nada.

—¿Y por qué sigues agarrando tu mano aún?— me miró detalladamente intentando buscar algo.— Yuri Plisetsky me estás ocultando algo— rápidamente se acercó a mi.— Lo averiguaré, no por nada me llamas maldita bruja.

—¡Estás loca!

Afortunadamente ya no me preguntó más y volvió con su celular, yo miré a Víctor y él solo asintió, me sentí aliviado ya no podía hacerlo enojar más este día. Pasamos por el viejo como acordamos y como era su costumbre estaba de mal humor, comenzó a gritar a cada uno de nosotros sin tener una razón para hacerlo.

—Y tú Mila quiero que te controles, ya estoy harto de que tomes sin control.

—Lo que pasa es que ya eres viejo Yakov y no sabes cómo divertirte, en cambio yo soy como el alma de la fiesta y tienes que admitirlo, esos dos no saben lo que es divertirse.

Nadie más habló durante el camino, de vez en cuando Víctor me miraba por el retrovisor pero no era una mirada cálida, no me transmitía un sentimiento lindo. Al contrario, sentía miedo... No sabía que iba a hacer una vez que estuviéramos solos, por primera vez no quería estar a solas con él.

Creía que sentir miedo por tu pareja era normal, no le veía nada de malo. Me arrepiento de no haberle dicho a Mila en ese instante por lo que pasaba, así Víctor no me hubiera lastimado más.

—¡Llegamos!— Mila saltó emocionada y tan pronto Víctor se detuvo ella abrió la puerta.

—E-espérame— le dije, sentí la mirada de Víctor.

—¿Que te espere? Jamás me habías dicho algo así... Oh, mira ese chico lo siento Yuri nos vemos allá— la estúpida me acaba de dejar, justo lo que no quería.

Yakov ya se había bajado del auto, solo quedábamos él y yo. Traté de bajar lo más rápido que pude pero antes de que pudiera abrir la puerta él me sostuvo.

—¿Por qué huyes?

—No estoy huyendo, es solo que...

—Sé cuando mientes Yuri— acarició mi rostro.— ¿Recuerdas que nadie se debe enterar de esto, verdad?— asentí.— Ni siquiera Mila.

—Ella es... Mi mejor amiga.

—Creo que no me has entendido aún, no puedes decirle a nadie porque si lo haces me perderás y sé que no quieres eso.

—No, lo que menos quiero es perderte Víctor.

—Lo sé, yo tampoco quiero perderte Yuri porque eres el amor de mi vida.

Con esas palabras me amarró aún más a él, se aseguró de que yo jamás me fuera de su lado a pesar de todo lo que hacía, siempre lo perdonaba porque después de cada discusión estaba ese "eres el amor de mi vida" y todo lo malo para mi desaparecía.

—Tú también eres el amor de mi vida.

Salí de ahí con una actitud diferente, ya no me sentía mal porque Víctor me había dejado en claro que me amaba y eso era lo único que necesitaba escuchar.

Había muchas personas, pude ver qué Víctor iba caminando junto con Christophe. Yo me quedé ahí solo viendo a cada persona que se encontraba en el lugar, hasta que me topé a un japonés.

—Ugh, qué patético— no lo conocía, pero de solo verlo me aburría. Su mirada era tan estúpida.

—Hey Yuri— Víctor me llamó.— Ven con nosotros a tomar un poco— me acerqué a él con un poco de temor.

—Creí que no querías que se enteraran— susurré.

—Y si actuamos normal nadie se dará cuenta— me dijo al oído.— Vamos, esta noche tenemos que festejar.

Me coloqué a lado de Víctor y caminamos en la misma dirección que estaba ese estúpido japonés. Al momento en que vió a Víctor su mirada cambió, yo conocía esa mirada...

Lo miré directamente para que me notara y lo hizo, una vez que me vió desvió su mirada al suelo bastante asustado.

—Idiota...

Jamás imaginé que ese idiota sería el que arruinaría mi vida, él me quitaría lo que más amaba en el mundo. Se veía tan patético que no le ví tanta importancia y dejé que se acercara.

Antes que nada quiero decirles o más bien repetirles (porque no recuerdo si ya les dije) la historia no sigue tanto la trama del anime, solo quería aclarar por si se sacan de onda con algún detalle. La quise hacer así porque hace un rato que no me veo YOI, aparte que agregar todo ese sería fastidioso porque ya lo conocen y siento que les aburriría más.

Espero que les esté gustando mucho la historia, gracias por apoyarla. Me hace muy feliz recibir notificaciones de este fic, aunque somos pocos los aprecio demasiado. uwu ♥️