Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Control

Hay ocasiones dónde amamos tanto a una persona que no distinguimos cuando nos lastiman, creemos que todos viven eso alguna vez, que será la última vez que pasará.... Pero no, ellos te siguen lastimando sin importarles tu dolor, saben que te tienen y que no te vas a ir, porque aunque no te amen les gusta tener el control sobre ti.

—Pero hoy tenía que ir a otro lado, ¿No puede ser después, Víctor?

— Bien, si no quieres está bien. Solo te aviso que no sé si voy a estar de humor cuando tú quieras— las conversaciones con Víctor siempre eran así... ¿Desde hace cuánto? Pues no lo sé exactamente, pero ya llevaba varios meses comportándose de esa manera.

—No te enojes, por favor— tomé la chaqueta que estaba en el sofá.— Voy para allá.

—Te espero— colgó. Guardé el celular en mi bolsillo para poder irme.

Siendo sincero no tenía ganas de ir, pero sabía que si no iba él se enojaría y la última vez que no fui cuando él quería me dijo que me dejaría y no estoy listo para perderlo, lo amo y haré cualquier cosa porque permanezca a mi lado.

Caminé hasta su casa, cuando llegué toque la puerta y él me abrió rápidamente. Me observó y me dijo que pasara, ni siquiera hubo una sonrisa, no expresaba nada, ni una pizca de felicidad había en su rostro.

Tan pronto como la puerta se cerró me tomó con gran fuerza y me besó, ya no había delicadeza en sus besos, no sé desde cuándo sus besos se volvieron rudos y sin muestras de amor.

—Víctor, espera...— me aparté de él, pero fue imposible porque no me soltaba y volvía a besarme sin que yo quisiera. Solo cerré los ojos esperando a que acabara, sentía su lengua dentro de mi, sus mordidas eran demasiado fuertes. Su agarre comenzaba a lastimarme, no podía hacer nada o él estaría furioso conmigo.

Cuando se detuvo abrí los ojos y ví esa sonrisa, la intensidad de sus ojos y luego esas palabras:

—Te amo...

Víctor podía hacerme mierda las veces que fueran, podía pisotearme, hacerme sentir la peor escoria del mundo; pero en el momento que mencionaba esas palabras aquellas acciones se quedaban en el olvido y él sabía que podía hacer conmigo lo que quisiera porque al final yo le perdonaría hasta lo imperdonable.

—Yo también te amo— esta vez fui yo quien lo besó, Víctor comenzó a guiarme a su habitación.

Una vez ahí se apartó de mí y acarició mi rostro, me dió algunos besos y después me abrazó.

—Yuri... Necesito que hagas algo por mí.

—¿Qué cosa?— pregunté. Él me quitó la chaqueta y me dió un fugaz beso.

—Sabes que te amo y para demostrarte mi amor quisiera probar algo nuevo contigo. ¿Crees que puedas hacerlo?— ni siquiera sabía a lo que se refería, pero yo jamás le diría que no a Víctor. Asentí y su sonrisa iluminó su rostro.

Me ordenó que me quedara en la cama esperando hasta que regresara y así lo hice, no tardó mucho tiempo. Cuando volvió a la habitación traía algo en sus manos, aunque no podía ver que era pues lo ocultaba detrás de su espalda.

—Desnúdate— dijo con frialdad.

Lo hice, debía admitir que se sentía incómodo puesto que Víctor observaba cada movimiento. Cuando al fin estuve listo el me dió otra orden.

—Quiero que te sientes en la cama y cierres los ojos— no comprendía que era lo que quería hacer, pero de todas maneras lo hice. Cuando cerré los ojos escuché sus pasos acercarse a mi, para ese momento yo estaba temblando.

Sentí como cubría mis ojos con algo realmente sedoso.

—Tú dime si está bien ahí.

—¿Qué haces...?

—Dije que solo me dijeras si estaba bien o te aprieta— si voz era ronca, parecía que estuviera enojado.

—E-está bien— después de que sujetara bien aquella tela, tomó bruscamente mis manos. Escuché un ruido bastante peculiar y momentos más tarde sentí el frío del metal en mis muñecas. Ahí supe de que se trataba y desesperado por quitarlas me lastimé.— Víctor... ¿Qué es lo que piensas hacer?— él no me respondió.

Cuando menos lo esperé me tumbó a la cama, acomodó mis piernas para que estuvieran abiertas. Mi respiración estaba agitada y podía escuchar una ligera risa de parte de él.

—Luces hermoso así— su mano recorría desde mi muslo hasta mi estómago provocándome escalofríos.

No me agradaba estar así, por lo tanto llevé mis manos hasta mi cara para poder quitarme aquello que me había puesto, pero el reaccionó de manera brusca cosa que solo logró asustarme más de lo que ya estaba.

—¡No puedes quitarla!— gritó.

—P-pero...— me calló, sus labios tomaron los míos y con gran fuerza me mordió. Sentí un líquido bajar por mi barbilla, la fuerza había sido tanta que me sacó sangre.

—No puedes hacer nada si no te lo digo— limpió la sangre y escuché como se levantó de la cama.

Sus pasos se alejaron, abrió un cajón algo lejano. Después escuché un ruido demasiado extraño, el sonido cada vez se acercaba más y más.

Esto de no ver me estaba matando, Víctor estaba de nuevo en la cama y ese sonido estaba demasiado cerca de mi, cuando estuve a punto de preguntar de dónde venía él lo acercó a mi miembro.

—¡Ah!— grité. Lo apartó de ahí y ahora lo colocó en uno de mis pezones.— ¿Qué es eso?—.

—Un juguete nuevo que compré pensando en ti— susurró en mi oído mientras iba bajando esa cosa por mi abdomen hasta detenerse por mi entrepierna.

—P-para... Víctor, t-tengo miedo— no se detuvo, al contrario subió la intensidad.— Por favor...— el sonido paró, suspiré aliviado creyendo que Víctor se había detenido por completo pero después el me jaló fuertemente del cabello y me acercó a él.

—¿Por qué quieres que pare? Yo veo que lo estás disfrutando— dijo refiriéndose a la erección que tenía.

—No me gusta estar vendado, por favor quítame esto.

—Pero todo esto lo hago por ti, pensé que te gustaría. Planee esto para que tú disfrutaras y me dices que no quieres— parecía que me estuviera regañando.— En ese caso para que viniste te hubieras ido a hacer tus estúpidas cosas— quiso pararse de la cama y como pude lo detuve.

—No, está bien... Lo lamento Víctor, me gusta escuchar que te preocupas porque yo disfrute— me dió un beso en la frente y acarició mi cabeza suavemente.

—Por eso te amo.

El sonido volvió y aunque aún tenía miedo tenía que disimular ante él que lo estaba disfrutando. Pasaron las horas y él jugaba con esa cosa, hasta que se cansó y comenzó con las mordidas por todo mi cuerpo, casi todas fueron igual de fuertes que cuando me besó. Mordió mi cuello, mi abdomen, los muslos de mi pierna, marcó cada parte de mí para después hacerme suyo sin nada de delicadeza.

Las embestidas eran fuertes, tomaba mis caderas con fortaleza. Cuando estuvo a punto de terminar me quitó la venda de los ojos.

Por su rostro escurrían algunas gotas de sudor, estaba algo rojizo de sus mejillas y esa mirada no era como otras. Su mano tomó mi barbilla sin ninguna cuidado obligándome a alzar la vista.

—Pide más— me ordenó sin detenerse.— ¡Hazlo!— no quería, yo solo pedía que se detuviera. Me estaba lastimando, pero parecía no importarle.

Y como no hice caso comenzó a hacer presión en mi cuello, mientras seguía con lo demás.

—M-más, por... P-por favor— él sonrió satisfecho y aumentó la velocidad, la fuerza, tanto en las embestidas como en mi cuello. Creí que quedaría inconsciente, pero antes de que todo se nublara el terminó.

No me preguntó si estaba bien, si lo había disfrutado. Solo se levantó y me quitó las esposas.

—Iré a bañarme, puedes dormir un rato y después irte— asentí. Después de todo lo que más quería era descansar.

Cuando él ya no estaba más en la habitación me recosté lentamente pues todo el cuerpo me dolía. Había marcas por todos lados, algunos moretones por lo fuerte me sostenía y esa herida en el labio que me había dejado. Cubrí mi cuerpo con las sábanas, odiaba ver todo lo que había hecho en mí. Mis ojos se rozaron un poco, pero no solté ninguna lágrima. Víctor había hecho esto porque me amaba, él mismo lo había dicho... Quería probar cosas nuevas conmigo, si no fuera especial para él jamás hubiera intentado esto.

—Él me ama...— dije antes de caer rendido.

Lo justificaba de mil maneras, siempre me repetía "él lo hace porque me ama", pensaba que yo era el malo en nuestra relación, él me hacía creer que yo lo lastimaba cuando era él quien estaba acabando conmigo.

OoO

Y después de mucho tiempo actualicé jaja, una disculpa por la tardanza es que con eso de las tareas en línea uno se estresa, pero ya no hay más tareas y espero actualizar más seguido. uwu

Como les prometí este capítulo fue más largo que el anterior, el siguiente es un capítulo muy MUY importante ya verán porqué...

Yo me despido no sin antes darles las gracias por el apoyo que le dan a este fic y recordarles que tienen un lugar especial en mi corazoncito ♥️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro