Luzuplay Month 2022: Hardcore Luzuplay(2021) día 8: Batalla final.

Resumen: 

"Tu y yo contra el mundo, ¿no?" 

"Siempre."



A Auron no le gusta la magia. Muchas malas experiencias en el pasado con esta misma como para sentirse cómodo, lo gracioso es que aquella magia está siendo manipulada por la misma persona causante de una de sus peores experiencias.

Y ahora es su esposo.

—Casi están listas Auroncito.

—Tus cosas de brujo lejos de mi, Luzu.

—Que no es magia, son pociones.

Luzu rueda los ojos con una simpática sonrisa en su rostro en cuanto miró de reojo a Auron haciendo muecas cuando olía alguna poción. Realmente tiene unas actitudes totalmente infantiles y adorables.

Están en medio de los preparativos para ir por la dragona. Es la última prueba que les puso Heberon para poder vivir en paz, cosa de tratos con Dioses. Así que están preparándose a conciencia para ir a la batalla.

—Sé que no nos casamos en condiciones normales pero...—Auron termina de meter cosas al cofre de Ender que hizo Luzu — ¿Matar a un dragón en nuestra Luna de Miel? Definitivamente no me lo imaginaba.

—¿Pensaste mucho en la luna de miel?

—Tal vez. —Murmura Auron con un pequeño sonrojo sólo logrando causarle risa a su esposo. —¡Calla gorrino!

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Auron escucha atentamente las indicaciones de Luzu para encontrar el camino hasta la batalla final. Maravillado de cómo se toma el tiempo de explicar cada paso y guiar a Auron entre el bosque y las montañas para no desviarse del lugar.

También le comentó cómo luchar y las indicaciones para que no perdiera una vida, que tanto le costó conseguir, aunque a ojos de Auron (Quién le pidió a Heberon una recreación de la batalla de Luzu) a él no le costó nada luchar contra ese monstruo.

Se miraba tan genial luchando.

—Auron, estamos cerca...

—¿Eh, cerca de qué?

—De la dragona, ¿Me estás escuchando?

—Siempre, bebé.

Luzu comienza a reír avergonzado, si es que no puede con la mirada coqueta de Auron, mucho menos cuando viene de la nada. Sabe perfectamente que él disfruta de ponerlo nervioso y bueno, Luzu se deja provocar la mayoría de las veces.

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Cavaron por horas hasta encontrar la guarida, aunque Auron logró llegar primero al sitio, Luzu se adelantó rápidamente para matar a los pequeños bichitos que aparecían cerca de la guarida con una espada de diamante que Auron le hizo hace tiempo.

Avanzaron entre el laberinto hasta encontrar el portal apagado para entrar a la dimensión de la dragona.

Luzu le entregó un par de perlas de ender a Auron para que abrieran juntos el portal y preparó la cama fuera junto a un par de cofres extras que trajo con objetos de reserva.

—Listo, asegúrate de dormir para que si pierdes una vida aparezcas aquí. —Luzu está metido revisando la cantidad de flechas que lleva en su inventario.

Auron baja de la pequeña pirámide de un salto y queda al lado de Luzu, primero hace lo que le indicó, no quiere darle problemas, luego le pone la mano con sumo cuidado en la mejilla, guiando su mirada hasta conectarla con la suya.

—Eres precioso.

—A-Auron...

¿Por qué de pronto se ponía así? su mano en su nuca, toqueteando los vellos de su cuello le dan cosquillas.

Sólo parpadea un poco hasta encontrarse con los labios húmedos de Auron contra los suyos, moviéndose lenta y cariñosamente, y Luzu queda maravillado por como Auroncito cierra los ojos cada que le besa. Así que le imita, se deja besar hasta que el otro decide separarse.

Aun tiene la duda clavada en la mirada pero, joder, por todos los putos dioses, que bien besa Auron.

—Tu y yo contra el mundo, ¿no?

Luzu sonríe, es una cosa que le dijo él hace tiempo, y ama tanto que siga teniendo sentido.

—Siempre.

Con las manos entrelazadas, ambos ex héroes de Karmaland, ahora luchando por su libertad y su felicidad, caminan hasta el portal, dejándose caer juntos a su batalla final.

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Y aquí el final de este mini fanfic conmemorando el maravilloso Luzuplay Hardcore que nos dieron estos dos. 

Espero les haya gustado, sólo busqué relatar y conectar ciertos hc que tenía de la serie en esta colección, y bueno me saqué la espinita del cuerpo. Gracias por acompañarme esta semana y nos leemos mañana en otra historia.

Adios!