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┆ chapter nine ᵎᵎ

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más tarde ese día, cuando el sol ya había sido sustituido por la luna, rainbow se encontraba en casa de su prima.

luego de la conversación con wyatt en el parque, este último le pidió a rainbow que al anochecer lo acompañara a la cueva, pues tenía algo importante que decirle. también agregó que la manada debía de informarle algo a addison, por lo que ambos acordaron en que las dos chicas los estarían esperando a él y al resto de su manada en casa de la peliblanca.

—¿no crees que quizá el rompimiento no te afectó no sólo porque nunca estuviste enamorada de él sino también porque has comenzado a enamorarte de alguien más?— preguntó addison a su prima.

—no sé cómo se siente estar enamorada, así que no sabría decirte— le contestó ella encogiéndose de hombros. —¿puedes decirme qué se siente?— preguntó curiosa.

—primero: es como si la persona de la que te estuvieras enamorando fuera la única en la habitación, aún cuando hay más personas ahí y, simplemente, no puedes dejar de mirar a esa persona— enumeró addison.

rainbow colocó las palabras de su prima en su mente junto con una casilla y la rellenó, pues a ella vinieron recuerdos de cómo en algunas ocasiones junto a wyatt, se sorprendía a sí misma mirándolo más de la cuenta y hasta sentía que él era el único en el lugar.

—segundo: sientes las clásicas mariposas en el estómago— agregó addison.

siguiendo con su lista mental, rainbow rellenó la segunda casilla, consciente de que wyatt le ha estado haciendo experimentar esa sensación desde que él llegó a la preparatoria.

—y tercero: no sabes cómo, porqué, ni de dónde le has tomado tanta confianza a esa persona— finalizó la peliblanca.

rainbow rellenó la tercera y última casilla, pues ella podía identificarse con esa sensación cuando se trataba de wyatt lykensen.

—no puede ser...— susurró rainbow para sí misma, cayendo en cuenta de la situación. —me estoy enamorando de wyatt— confesó en voz alta.

—lo sé— murmuró addison con una sonrisa satisfecha y su prima la miró confundida. —pude darme cuenta por la manera en la que tus ojos se iluminaban al verlo aquel día que hicimos la tarea en casa de zed, sólo quería que te lo admitieras a ti misma.

rainbow la miró con la boca abierta.

—eso es trampa mental— la señaló acusatoriamente con el dedo.

—¿enamorarse o que yo te haya hecho admitirlo?— preguntó addison en tono burlesco.

antes de que rainbow pudiera responder, se escuchó que la puerta de la casa de los wells se astillaba.

ante el sonido insólito, el par de primas salió de la casa y se encontró a los lobos esperando a ambas de pie a unos metros de la entrada.

rainbow también encontró la fuente del sonido; la puerta de la casa de su prima era de madera y al parecer los lobos decidieron dejar un enorme rasguño en el medio de esta.

—chicos, addison tiene un timbre, ¿sabían?— le comentó la pelinegra a la manada al tiempo que señalaba el aparato al lado de la ahora astillada puerta de los wells.

—lo siento, bow— se disculpó wynter avergonzada. —no tenemos uno de esos en la cueva.

—está bien, wynter— contestó bow comprensiva pero entonces recordó que no era su casa de la que hablaba. —¿sí está bien, addison?

—sí, no se preocupen— confirmó la peliblanca restándole importancia.

—bueno, ahora sígannos— murmuró wynter.

con eso dicho, la manada comenzó a avanzar rumbo a un destino que las dos primas desconocían, pero que igualmente siguieron.

—bow, espera— wyatt se detuvo, tomando la mano de la pelinegra para que ella también detuviera sus pasos.

wyatt y bow se quedaron atrás de la manada que seguía avanzando.

—¿sucede algo, wyatt?— le preguntó la pelinegra con curiosidad.

—hice esto para ti— contestó el lobo extendiendo la palma de su mano libre frente a ella, para que pudiera observar que sobre esta descansaba un anillo de papel en forma de corazón.

la melliza buchanan miró el objeto con ternura.

—antes de que llegaras al gimnasio para el ensayo, le pedí a zed que me contara cosas sobre ti, porque sé que tú y él son mejores amigos— comenzó a explicarse el castaño. —él me dijo que siempre habías deseado que alguien te regalara anillos de papel, así que me pasé las últimas horas viendo tutoriales de cómo hacer uno.

el corazón de rainbow dio un vuelco ante las palabras del castaño y lo miró con la boca ligeramente abierta, no sabiendo qué decir.

—me tardé porque con las garras me era un poco complicado, además no soy muy bueno con las manualidades— agregó el chico.

—wyatt, eres el chico más dulce que he conocido en mi vida— le confesó rainbow mirándolo enternecida. —gracias, nunca nadie se había tomado la molestia de hacer esto para mí.

en respuesta, wyatt soltó la mano de rainbow para poder tomar el anillo entre el índice y el pulgar, y con la mano que le quedó libre tomó nuevamente la de rainbow, colocándole el anillo de papel en el dedo anular.

rainbow miró el anillo puesto en su dedo con ojos brillantes y a continuación levantó la mirada para observar al chico que se lo obsequió. ambos intercambiando sonrisas de labios sellados que reflejaban los crecientes sentimientos que ambos tenían por el otro.

wyatt, todavía con una mano sosteniendo la de rainbow, entrelazó sus dedos con los suyos y sin más ambos comenzaron a seguir los pasos de la manda.

tomados de la mano, tanto rainbow como wyatt se sentían caminar entre las nubes.

no pasó mucho tiempo para que ambos alcanzaran al resto de los lobos y a la peliblanca.

después de internarse en el bosque prohibido, llegaron a una cueva; willa, wynter, addison, rainbow y wyatt se detuvieron frente a esta mientras el resto de la manada ingresaba.

—¡bienvenidas a la guarida!— le dijo wynter al par de primas con voz contenta, pero de la nada comenzó a toser a la vez que la piedra de su collar se iluminaba de verde.

—¿estás bien?— addison, quien estaba a su lado, le preguntó.

rainbow miró a su amiga con preocupación, pues de repente, esta parecía débil.

—mi collar está perdiendo su carga— murmuró wynter y su voz ya no sonaba contenta, sino triste.

—nuestras piedras lunares nos hacen verdaderos hombres lobo. sin ellas no seríamos nada— explicó willa. 

—cada día se enferman más de la manada porque la piedra lunar de su collar pierde su energía— wyatt se unió a la explicación. —nuestros mayores no viajan porque están enfermos.

—y nos dejan el cuidado de la manada a nosotros— agregó willa refiriéndose a ella y a su hermano antes de corregirse a sí misma. —a mí.

la morena avanzó hasta colocarse al otro lado de wynter y colocó una mano sobre su hombro.

—estarás bien, wynter, lo prometo— le aseguró la morena para después fijar la vista en su hermano y dirigir sus próximas palabras a él. —espero que tengas razón sobre esto; necesitamos encontrar la piedra lunar.

a continuación, los cinco entraron a la cueva.

addison soltó un aullido al entrar y el resto de la manada ahí presente se llevó una mano al pecho, casi ofendidos, mientras que los lobos más pequeños soltaban risas divertidas.

—whoa, cuidado, aquí hay cachorros lobo— le dijo wyatt tratando de contener una risa.

—sí addison, que grosera— le regaño su prima de forma juguetona, aunque claramente no tenía idea de qué había dicho addison exactamente.

—que ponga una piedra en el lobo tarro de grocerías— pidió wynter con seriedad.

la manada soltando un aullido en acuerdo.

—cuánto lo siento— se disculpó addison avergonzada y willa rodó los ojos dejando en claro que a ella no le agradaba la peliblanca.

—ya basta, no la trajimos aquí para decir palabrotas— murmuró willa con fastidio.

—¿para que me trajeron aquí? bow dijo que querían informarme algo— expresó addison confundida.

wyatt soltó la mano de bow y fue a tomar un enorme libro abierto que estaba sobre una de las piedras del lugar, luego lo llevó a la piedra central de la guarida que funcionaba como una mesa y lo asentó sobre esta. los cinco reuniéndose para observar el libro.

—creemos...— wyatt comenzó a hablar, pero willa se aclaró la garganta interrumpiendo su explicación. —bueno, yo creo...— se corrigió wyatt a sí mismo y dirigiendo sus palabras a addison. —que tú nos guiarás a la piedra lunar; creo que tú eres la gran alfa, creo que eres una mujer lobo.

—tenemos esta profecía— agregó willa a la vez que señalaba la página en la que estaba abierto el libro. —habla de una chica de inusuales cabellos que encontrará y nos guiará a la piedra lunar.

—recibe el nombre de "la gran alfa" y tenemos la esperanza de que seas tú— completó wynter mirando a addison, pero willa volvió a aclararse la garganta. —bueno, willa no.

la peliblanca sonrió enormemente, contenta de por fin entender el porqué de ese cabello blanco suyo y de al fin encontrar su lugar en el mundo.

—¡addison, bow!— se escuchó un grito en la entrada de la cueva y todos los presentes voltearon para encontrarse a cierto zombie de complexión alta y delgada que bow y addison reconocieron inmediatamente como zed.

impresionadas, vieron como el peliverde, contra el muro de roca, golpeaba su brazalete (que puesto lo mantenía al margen de no convertirse en un zombie total y devorador de cerebros) y cómo este se abría; zed lo mantuvo alrededor de su muñeca con ayuda de su otra mano, pues si no el brazalete se le podría zafar y él todavía no quería eso.

—no me hagan quitarme esto, no querrán ver al zombie que soy en verdad— amenazó zed a toda la manada al tiempo que se colocaba de manera protectora frente a addison y rainbow.

un miembro de la manada gruñó amenazante y luego todo pasó muy rápido; zed aventó su brazalete a un lado y comenzó a transformarse en un zombie total. las venas en su cuerpo se pusieron rojas al igual que el contorno de sus ojos, generando un gran contraste con su piel blanca.

wyatt se apresuró a tomar a rainbow por el brazo, apartándola lejos del zombie; la llevó a la roca alta en la que willa se puso de pie y luego él se colocó delante de bow para protegerla del peliverde en caso de que fuera necesario.

—¡lobos, a mi orden!— ordenó willa a su manada y a continuación todos se colocaron en posición defensiva, listos para atacar.

—¡atrás!— amenazó el zombie a la manada con voz monstruosa.

—¡ahora!— ordenó willa, pero entonces zed tomó a un miembro de la manada por hombros y lo aventó por el aire hasta que este se estrelló con el muro de piedra y cayó al suelo.

wyatt y willa intercambiaron miradas preocupadas.

addison, angustiada por lo que estaba ocurriendo, se apresuró a recoger el brazalete de su novio y luego regresó a él para ponérselo de vuelta. zed inmediatamente volvió a su estado de zombie pasivo, la manada bajó la guardia y rainbow se colocó al lado de wyatt.

—zed, yo quiero estar aquí— le reclamó su novia, a lo que él la miró extrañado.

—¿y bow?— preguntó él.

—yo también, zed. no estamos aquí en contra de nuestra voluntad— le explicó la pelinegra.

—creen que yo puedo ser una mujer lobo— comentó addison.

—¿qué? ¿cómo?— le preguntó zed extrañado.

—tal vez un abuelo, no lo sé, pero mi cabello es así por algo y esta podría ser mi manada— explicó la peliblanca.

—durante siglos esto se ha guardado para la gran alfa— pronunció willa al tiempo que ella, su hermano y rainbow se acercaban nuevamente a la pareja.

la morena sostenía una pequeño alhajero abierto que dejaba ver un collar de piedra lunar; era como el que usaban todos los de la manada.

—un collar de piedra lunar con carga completa es invaluable— expuso wyatt y addison asintió dando a entender que aquello le quedó claro.

—si eres de los nuestros, cuando te lo pongas te transformarás en mujer lobo. serás de la manada, para siempre— sentenció willa.

—¿qué? ¡no! aguarda...— zed entró en pánico y miró a su novia suplicante.

—zed, es decisión de ella— le advirtió rainbow defendiendo a su prima.

—¿puedo pensarlo?— preguntó addison a la morena.

willa miró a su hermano buscando su opinión; este sólo levantó una ceja y entonces la alfa volvió su atención a la peliblanca.

—sólo un día— sentenció y addison tomó el alhajero de sus manos.

—si te unes podrías guiarnos a la piedra lunar— comentó wyatt con esperanza.

—pero no sabe dónde está— le recordó wynter con una mueca en el rostro.

a continuación, el suelo comenzó a temblar y los seis se apresuraron a correr a la entrada de la cueva; al ser un terreno alto, desde ahí se podía observar la ciudad.

podían visualizar fácilmente cómo la planta de seabrook tenía un parpadeo de luces, que rápidamente identificaron que se trataba de ligeras explosiones.

—sí, la explotación vino de la planta de seabrook— comentó zed.

—están probando cargas para la demolición de mañana— agregó addison.

—la planta de seabrook es la cuna de los zombies— contó rainbow a los lobos.

—soda de lima mezclada con energía misteriosa...— comenzó a explicar zed. —y ¡bamm! zombies— dijo esto último de repente al oído de wynter, provocándole un ligero susto que ella se encargó de devolverle soltando un gruñido que hizo a zed retroceder un paso con temor.

—linda historia, pero no nos concierne— murmuró willa con impaciencia a addison y a zed.

—tienes razón, lo siento— se disculpó addison con la morena. —ya no les quitaremos más su tiempo, los veré en la escuela mañana— se despidió la peliblanca tomando la mano de zed para marcharse.

—lamento el disturbio que causé por aquel mal entendido— se disculpó el zombie, rascándose la nuca apenado con su mano libre. —vamos, bow— llamó a su mejor amiga para que se fueran los tres juntos.

wyatt se apresuró a tomar la mano de la pelinegra para impedir que ella también se fuera.

él todavía no le había dicho a bow la razón por la que la llevó ahí en primer lugar.

—yo la llevaré a su casa— informó wyatt a zed y con eso dicho, este último se fue junto a addison.

—de hecho...— murmuró rainbow haciendo un análisis de la situación y llamando la atención de los tres lobos. —la historia sí les concierne; esa planta fue alimentada por una misteriosa fuente de energía, podría ser su piedra lunar, ¿no?

los tres lobos la miraron asombrados por la conclusión a la que llegó. wyatt siendo el más impresionado de los tres.

—¡encontró la piedra lunar!— exclamó el chico emocionado y con una sonrisa de oreja a oreja. —¿no es ella fantástica?— preguntó aún sonriente a su hermana y a wynter. aquella pregunta provocando un sonrojo en las mejillas de rainbow.

willa, wynter y wyatt tenían expresiones esperanzadas en sus rostros. al fin sabían dónde ir a buscar su piedra lunar, aquella de la que sus vidas dependían.

—si destruyen ese edificio, quedará sepultada la piedra lunar— murmuró willa cayendo en cuenta de la situación. —no dejaremos que eso pase— sentenció.

—addison puede ayudar— comentó wyatt.

—cuando sea de los nuestros, por ahora yo dirijo la manada y digo que debemos evitar que destruyan la piedra— pronunció willa con voz firme. —cueste lo que cueste.

con eso dicho, willa soltó un suspiro, ya agotada por la situación.

—en fin, estaremos adentro— informó la de piel morena a su hermano, refiriéndose a ella y a wynter. ambas ingresaron nuevamente a la cueva dejando a wyatt y a rainbow a solas.

una vez que wyatt y rainbow se quedaron completamente solos a las afueras de la cueva, ella se animó a hacerle al chico la pregunta del millón.

—¿y bien? ¿qué es lo que querías decirme?— cuestionó aún con su mano unida a la de wyatt.

ninguno de los dos quería deshacerse del agarre, porque cuando lo hacían, inmediatamente extrañaban el contacto de la mano del otro unida a la suya.

wyatt tomó una respiración profunda, juntando coraje para confesarle lo que quería confesarle.

—quizá ya lo has notado, o quizá no, pero no me gusta estar lejos de ti— comenzó a explicar wyatt. —intento estar lo más cerca posible de ti ¡y no es que sea un acosador!— se apresuró a aclarar. —es sólo que... ¿tú conoces el término "mate"?

—¿la bebida argentina?— preguntó rainbow extrañada.

—¡no! no esa clase de mate— se apresuró el lobo a corregirla. —mira, a nosotros los hombres lobo, la madre luna nos destina una pareja, esta recibe el nombre de mate.

rainbow se limitó a mirarlo con atención y guardar silencio para no interrumpir la explicación del chico.

—y la madre luna también nos otorga la capacidad de reconocer a nuestras parejas destinadas— completó wyatt. —por eso, rainbow, cuando te vi por primera vez aquel día en el bosque prohibido, te reconocí como mi mate.

la chica se quedó atónita y sintió su corazón acelerarse con rapidez ante tal afirmación. se preguntaba si wyatt le estaba diciendo lo que ella creía que le estaba diciendo.

—¿me entiendes, bow? los hombres lobo tenemos un alma gemela y tú eres la mía. tú eres mi mate— le confesó el de ojos castaños.

la pregunta de rainbow fue resuelta, wyatt sí le estaba diciendo que estaban destinados.

—¿y qué pasa una vez que la encuentran? es decir, ¿qué pasará ahora que ya me has encontrado?— al rainbow preguntar aquello, le fue imposible no sonrojarse.

y no era para menos; el chico del que estaba comenzado a enamorarse le acababa de confesar que ella es su alma gemela. 

esta era "la cosa de lobos" que a willa no le correspondía explicar.

—una vez que la encuentras, se convierte en lo único que importa, puedes literalmente sentir sus emociones y la tierra ya no es lo que te mantiene con vida, sino ella— explicó wyatt mirando con profundidad a los ojos de la chica.

rainbow pudo entonces entender a lo que willa se refería horas antes cuando le dijo que si le cortaba la garganta, eso también mataría a wyatt.

wyatt y rainbow estaban unidos a un nivel cósmico.