Las engañé, sorpresa 7u7
(Lean la nota de autor, es importante)

—¿Que tu qué? —oí gritar a mi padre.

Nate le había pedido hablar con él, a pesar de que habíamos planeado decirle ambos.

—¡Aún no tiene veinticinco, renacuajo! ¡Cuál renacuajo! ¡Tú eres un sapo! —gritó papá y Nate entró a casa riendo.

—Ya le conté, ahora te toca calmar a la bestia —habló parándose detrás mio.

—Mi héroe —dramaticé poniendo la mano sobre mi pecho.

—¿Dónde estás? —entró con Valentina, y como había mucho sol allá afuera, papá se veía a contraluz como una sombra gigante.

—Hola suegro —sonrió Nate agitando la mano y Papá lo tomó del cuello sin dificultad.

—Papá, casados o con veinticinco. ¿Qué esperas para darnos un abrazo y felicitarnos por ser el abuelo más joven y guapo? —papá me miró y se puso a llorar. Claro, y luego yo era la que lloraba por todo.

—Estás creciendo muy rápido costalito, mi bebé va a tener un bebé —nos abrazó removiéndonos mientras lloraba.

—Solo pido que me suelte —dijo Nate agudizando la voz y papá lo soltó mientras el tosía.

—¿Qué pasa? —preguntó mamá.

Oh, bueno.

-0-

Luego de que toda la familia se enterara gracias a mamá y Chloe, quién Nate había llamado a penas se enteró, armaron una fiesta cuando menos lo notamos.

—Zoe se volverá loca cuando se entere —reí entrando a casa luego de un largo fin de semana de felicitaciones.

—¿Zoe? Imagina a mis primos y tus amigas.

—Quien imaginaría que tú y yo somos dueños de uno de los mejores hoteles de Counterville, eh.

—Lo sé, soy el mejor administrador —sonrió orgulloso y yo alcé una ceja.

—Bueno, tal vez tus estudios en Hostelería y turismo sirvieron de algo —rio rodando los ojos y poniendo su mano sobre mi estómago— Dos meses ya. Yo quiero una niña —sonreí y puse mi mano sobre la suya.

—Estoy impaciente por conocerle.

—Al igual que yo —sonrió besando mi estomago— ya sé —se levantó y saco algo del armario.

—¿Qué haces?

—Algo que hacía mi padre cuando era niño —tenía una guitarra en la mano y habían dos opciones, o me pegaba con ella o la tocaba. Asumo que es la segunda.

Afinó la guitarra y me sonrió para empezar a tocar la condenada canción que había logrado aprender a tocar con la guitarra.

—¿Es en serio Nate? ¿Bailando?

—Lo siento, es que aprendí esto y era necesario —rio haciendo que niegue con la cabeza— es broma, es broma, ahora sí.

Somewhere only se know de Keane sonaba con la guitarra y poco después, Nate empezó a cantar.

Y eso me recordaba aquel día que Theo se despertó teniendo una pesadilla y Nate había estado oyendo detrás de la puerta cuando le cantaba esa canción.

Claramente no era el mejor cantante, pero le estaba cantando a su hijo y no sé si eran efectos del embarazo pero había estado llorando por todo desde que nos enteramos que estaba embarazada.

—Te amo.

—Yo te amo más bonita.

-0-

—¡Abby por favor! —se enfurruñó como un pequeño niño cruzando los brazos.

—Nate no, acordamos que sería sorpresa. Yo también quiero saber si es hombre o mujer pero no ando persiguiendo al doctor.

—No puedo esperar más.

—Sí, no me hagas enojar, ¿bien? Quiero helado, tengo gases, tengo trabajo y estoy cargando a un bebé —hablé firmando una hoja.

—Embarazada no me caes bien.

—Sí, sí. Igual no sabremos que es hasta que nazca. Ahora ve y fíjate que Mark ha enviado un paquete, está en la habitación.

Nate's POV.

Y luego yo era el gruñón, ¡ja! mandona.

Le saqué la lengua y salí de la oficina para dirigirme a nuestra habitación, Encontrándome con una caja, la abrí y sonreí al ver un hurón de peluche.

Bajé la escaleras y me recosté en el marco de la puerta.

—Oye Abs —señalé el peluche y ella alzó la mirada sonriendo al ver animal de felpa.

—¿Tiene nombre ya? —sonrió de lado y asentí.

—Sir Sparkie Jr.

—Qué elegante —sonrió dejando el lápiz sobre la mesa.

—Extraño a Sparkie.

—Yo también, pero todo en este mundo tiene un ciclo, ¿qué podemos hacer?

—Lo sé, y tengo una sorpresa para ti, señora embarazada.

—¿Cuál? —preguntó mientras me acercaba a ella para que se levante— Nate van a ser las doce, estoy cansada.

No dije nada y caminamos hasta el living.

—¿Me vas a decir qué pasa?

—Sí.

—Pues dilo —sonreí y saqué de detrás del sillón un libro y se lo entregué.

—¿Qué? ¿Estás de broma no? —abrazó el libro y me miró incrédula— ¿Cómo? ¿Cómo lograste esto?

—¿Dónde crees que he estado todos estos días?

—Trabajando.

—Sí, trabajando en tu libro.

—¡Oh Dios, Nate! Eres... ¡Eres lo mejor! —rio y me abrazó muy fuerte.

—Feliz cumpleaños chispita —le guiñé el ojo me acerqué para besarla.

—Gracias mi amor —sonrió y me besó.

Recuerdo aquel día que la descubrí escribiendo nuestra historia, recuerdo que me golpeó en el brazo por revisar sus cosas y se sonrojó al descubrir que había leído su historia.

Nuestra historia, más bien.

Dijo que había comenzado siendo su historia y que me había "inmiscuido" para luego formar parte de ella.

Así que ahora, luego de buscar a un par de personas había logrado que el libro de Abby saliera a la venta.

—Creo que todos tus seguidores me van a amar.

—Las seguidoras ya lo hacen —rio rodando los ojos.

—La editorial me ha dicho que hará quinientas copias ahora, ¿está bien?

—Yo no sé, yo estoy emocionada —sonrió sacando su teléfono.

—¿Qué haces?

—Tomar una foto, qué crees —rio enfocándose con una gran sonrisa mientras mostraba su libro y luego escribió:

"Adivinen quién tiene True Colors justo ahora en sus manos. ¡Ha salido más rápido de lo que pensé! Definitivamente será uno de lo mejores cumpleaños"

—¿Cómo conseguiste estos dibujos? Son hermosos —sonrió empezando a llorar.

Estaba tan sensible y tierna a la vez.

—Bueno, esos los hice yo —sonreí rascándome la nuca.

—Eso los hace aún más especiales —se limpio las lágrimas y sonrió pasando las hojas.

—¿Quieres helado? —pregunté besando su cabeza, asintió tratando de no volver a llorar y reí levantándome del sofá.

A mí, como amante de la comida me gustaban sus antojos ya que comíamos mucho. Pero no eran tan buenos cuando se levantaba a las dos de la mañana porque quería chocolate.

No lo era.

-×××-

Abby's POV.

—¡Nate! —me quejé haciendo que pegue un brinco de la cama y caiga de cara al suelo.

—¿Qué? ¿Qué pasó? —preguntó él levantando la cabeza y mirando aún confundido.

—Me duele, creo que... ¡Oh por dios! ¡Rompí fuente!

—¿Qué? ¿¡Que rompiste qué!? ¡La maleta! ¡El auto! ¿Dónde están las llaves? —gritó saliendo de la habitación mientras se ponía los zapatos, yo bufé aún con las pesadas contracciones y oí que volvió a caerse. Negué con la cabeza y me levanté de la cama— ¡Oh por Dios! ¡Abby! —gritó recordando que faltaba ayudarme y volvió haciéndome reír por un segundo, pero luego volvieron las contracciones y solté un gemido de dolor provocando más su nerviosismo.

—¡Nate, cálmate! Recuerda lo que dijeron en clases de maternidad. "Porca miseria andiamo!" —le grité abriendo bien los ojos y empezamos a caminar a la salida.

Al llegar al hospital, nos dieron una silla de ruedas y tuvimos que esperar algunos minutos para ir en la camilla a la sala de parto.

Nate's POV.

Estaba nervioso, muy nervioso. Abby estaba a punto de dar a luz y yo caminaba de un lado a otro llamando a mi madre para que se encargara de llamar a los demás, que como sabían que aquella semana estaba planeado el nacimiento, decidieron quedarse en Counterville.

—¡No es una falsa alarma madre! Mi hija va a nacer —dije sorbiendo la nariz de la forma menos educada que se podía, pero no me importaba, estaba viviendo uno de los momentos más importantes de mi vida y ni siquiera podía hilar bien las palabras— Sí, en la clínica —colgué sonriendo y una amable enfermera se acercó.

—¿Es su primera vez aquí verdad? —sonrió tocando mi hombro. Aquella anciana me recordaba mucho a Rose.

—S-sí —asentí luego de balbucear y sonrió tiernamente y guiándome a donde tenia que ir.

Me colocaron el indumentario que usaría y luego entré a un cuarto bastante blanco en el que un doctor me saludó.

—Hola —le dije a Abby en cuanto la vi, tomando su mano como primera reacción— ¿cómo estás?

Era tan tonto. Y es que una mujer embarazada, con contracciones y ya habiendo roto fuente, me iba a responder que estaba bien.

Con su mirada me dijo que debía callarme y tomar su mano.

Ella tenía una mirada muy comunicativa.

—Perdón —intenté sonar inocente pero solo volví a oír un gemido de dolor mientras presionaba fuertemente mi mano.

—Que ni se te ocurra desmayarte como en maternidad, ¿oíste? —bromeó aún dentro del dolor y sonreí de lado.

—Prometo no hacerlo chispita, voy a estar aquí para ti en todo momento.

—¿Lista? —preguntó el doctor, ella me miró y asintió frunciendo el ceño por el dolor.

—Lista.

Y empezó todo, oía a Abby gritar de dolor mientras mi mano era prácticamente fracturada, Billy, el doctor gritaba para que ella pujara y mi mano seguía siendo presionada, al empezar a ver sangre me sentí mareado, pero me mantuve fuerte y derecho, aunque eso podía ser ya que la mano de Abby presionando la mía me mantenía ahí.

¿Mencioné que me estaba presionando la mano?

—¡Abby, es la última! ¡Tú puedes! —le gritó el doctor mientras veía una pequeña cabeza salir. Eso era mucho para mí, ya empezaba a delirar de nuevo, y mis mejillas no dejaban de mojarse.

—Abby, nuestro bebé —sonreí en grande en cuanto lograron sacarlo.

O mejor dicho, sacarla.

—¡Es una niña! —grité presionando su mano y Abby sonreía agitada al haber hecho tanto esfuerzo— ¡Nuestra bebé es una niña! —volví a decir acercándome a ella y besando sus labios.

—Te amo.

—Yo también te amo Abby —sonreí y la besé de nuevo.

Le oía llorar, pero era como un bello sonido para mí.

En cuanto la limpiaron y cortaron el cordón umbilical, la enfermera que había estado ayudando la puso sobre los brazos de Abby y por supuesto, empezó a llorar de nuevo, al igual que yo.

—Hola bonita —susurró acariciando la mejilla de la pequeña.

—Mi amor —sonreí poniendo mi mano sobre su pequeño estómago— Hola, soy papá —me presenté aunque obviamente no entendería.

—Sky —miré a Abby y sonrió limpiándose las lágrimas de la mejilla derecha.

—Sky —aceptó Abby sonriendo emocionada.

Poco después, nos dijeron que estaría un tiempo en la incubadora y luego la regresarían junto a Abby, que estaba siendo trasladada a su habitación.

—Ve a avisarle a los demás, deben estar impacientes —habló Abby sonriendo, se veía cansada y feliz al mismo tiempo, asentí y besé su frente saliendo del lugar, encontrándome con un...

¿Cómo decirlo? Bueno, un espectáculo.

Mi familia y la de Abby en el pasillo, emocionados e intentando caber todos en el mismo lugar. Sí, un espectáculo.

El primero que me vio salir fue Don Vini, que en cuanto me vio, abrió los ojos esperando una respuesta.

—¡Es una niña! —alcé los brazos y el gigante hombre soltó una risa de emoción, para luego cargarme en el aire.

—¡Soy abuelo ahora! —gritó soltándome y todos empezaron a saludar.

Mis suegros, mis cuñados, mis primos, mis hermanos...

—Mi bebé —musitó mamá tapándose las mejillas mientras lloraba. Yo estiré los brazos y ella sonrió abrazándome— ¡felicidades Nate! —volvió a abrazarme emocionada.

—¿Dónde está Abby? —preguntó aquel Theo de diez años.

—Está adentro, está descansando. Sky está ahí —señalé el lugar donde estaban las incubadoras y todos corrieron como si se tratara de una manada a tomar fotos y celebrar.

—¿La llamaron Sky? —preguntó Dest emocionada.

—Era un deber —señaló Nat y Liz rio.

—Queremos conocerla, mira. Es tan linda —mencionó Liz dando pequeños saltitos.

—¡Soy tío! —gritó Logan entrando al lugar con globos de colores y un oso de peluche que decía Sky en un corazón.

—A ver, tío. ¿Cómo rayos sabias que se iba a llamar Sky e iba a ser mujer? —preguntó Dest cruzando los brazos.

—Pues más vale que fuera así porque también compré uno por si era hombre —dijo sacando otro oso que decía "James"

—¿Es en serio? —pregunté riendo y el chivo me abrazó en cuanto dejó todos los regalos repartidos en las manos de nuestras amigas.

—¡Felicidades hermano! La primera vez que te vi pensé que no eras real, pero ahora estoy tan emocionado de ser tu mejor amigo que voy a llorar y —dramatizó agudizando la voz y mis primos se acercaron.

—Oye, guapo. Bien hecho, tu hija es hermosa —dijo Mark estirando los brazos y yo sonreí abrazándolo.

—Es idéntica a Abby —esta vez fue Ty quien se acercó abrazándonos también.

—¡Soy el tío más genial del mundo! —dijo Mateo señalando su cámara, en la que había una foto de él, pegada a la vitrina con una mueca junto a la incubadora de la bebé.

—Hablando de eso, voy a ver un rato a Abby. Cuando puedan entrar les avisaré —sonreí caminando hacia adentro— Ya todos están enterados, y hay un gran tumulto allá afuera.

—¿Vinieron todos, verdad? —sonreí asintiendo de lado— No todos —dedujo al ver mi cara.

—Le dieron solo cinco años por buen comportamiento, y ha desaparecido del mapa.

—Dale tiempo cariño, tu padre sabrá cuando regresar.

—Eso espero —sonreí sentándome a su lado.

—Y aquí traigo a... Sky Collins —dijo la enfermera con un pequeño bulto rosado envuelto sobre sus brazos— ¿quieres cargarla tú, Nate? —preguntó la mujer, yo asentí y me acerqué a ella.

—Eres tan pequeñita y frágil... Pero te prometo Sky, que tu tendrás todos los colores de la vida, ¿verdad mamá? —le pregunté a Abby que asintió sonriendo y limpiándose las lágrimas de nuevo.

—Lo prometo —contestó mientras me sentaba al lado de mi esposa.

Y ahora eramos Sky, Abby y yo, juntos contra cada problema.

Corrijo, ya que dos años después, James nació.

Tenía una familia. Ahora la tenía.

-×××-

Abby's POV.

—¿Ven? Me dice que cuente y lo termina contando él —reí negando mientras James recostaba su cabeza sobre mis piernas.
—Papi, no puedo dormir —se quejó Sky bajando las escaleras junto a su oso de peluche.

El mismo que Logan le había regalado cuando nació.
Casualmente, su hermano dos años menor que ella, James. Tenía un oso igual.

—¿Quieres estar aquí? —preguntó Nate cargándola, ella asintió y se acurrucó en el pecho de su padre— ¿Ven? Sky nunca me va a rechazar.
—Ustedes me enojan, son la familia perfecta —se quejó Mateo cruzando los brazos.
—Y tú eres el tío más genial, ¿recuerdas? —rio Theo mirándolo. Mateo sonrió de lado y asintió.
—Lo soy, ¿verdad? Claro que lo soy.
—Eres ridículo, brony —reí mirando a mi hermano.
—No tengo tiempo para recordar viejos tiempos —dijo Mateo alzando la mano.
—Pero si eso es lo que venimos haciendo desde que nos reunimos en la tarde —dijo Theo obvio.
—¡El pavo! —suprimí un grito al ver a James y Sky dormir, acomodé al pequeño y me paré lentamente para luego correr a la cocina.

Entonces, luego de un gran proceso de "salven al pavo", logré que no se quemara.

La familia empezó a llegar, mis padres, Chloe y todos los demás.

—Quiero hacer un brindis —habló Nate golpeando suavemente la copa con una cuchara— Hoy quiero darle las gracias a todos por venir aquí, a nuestro hogar para pasar estar navidad junto a mi familia, que también son ustedes. Hace un tiempo, oí que detrás de las nubes, el cielo siempre sería azul.
Y desde ese día no he dejado de ver el cielo, y no solo porque mi hija se llame así —alcé y una ceja y muchos rieron— el punto es que... Abby llegó a casa, sin saber que años más tarde estaríamos aquí celebrando la séptima y quinta navidad de nuestros hijos. Por eso solo quiero darle las gracias, por enésima vez, gracias por haberme hecho ver que la vida no es monocroma, que los colores de la vida son siempre los que te llevas por delante, los que cumples. Los que prometes, los que anhelas. Así que solo por eso, y por la vida de cada un de ustedes, salud —sonreí alzando la copa y le guiñé el ojo al chico que tomó mi mano y beso mi frente.

—Hola.
—Hola —reí abrazándolo de la cintura.
—Te amo, Abril Rizzo.
—Te amo más, Nate Collins.
—¿Terminamos el capítulo de una vez?
—Bueno —sonreí encogiendo los brazos.

FIN.

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OH GOSH NO ESTOY PREPARADA PARA ESTO.
NI SIQUIERA SÉ QUE ESCRIBIR AHORA.

Las quiero. De verdad, todas estas cosas han sido wow.

Estoy consciente de que True Colors no es "la mejor novela" porque es obvio que hay mucho mejores, y no intento ahora hacer que me lo nieguen y halaguen más, es cierto. Ha sido un poco cliché y todo, pero me gustó mucho escribirlo.

Y no voy a despedirme y nada de estas cosas porque uno, este no es el final definitivo.

Y dos, aún falta el epílogo.

No, no habrá segunda temporada.

Ya el lunes (o tal vez mañana) en el epílogo les anunciaré todo, por fin lo soltaré todo xd.

Quiero darle las gracias a cada una de ustedes por estos meses leyendo True Colors, muchas me han preguntado si planeo escribir más cosas en cuanto esto acabe, y la respuesta es sí, y como dije antes, en el epílogo lo subiré.

Hay un grupo de personas en especial (sin contar a mis papás que sin leer la novela, creo yo, están orgullosos de lo que hago) es a una chicas que conozco hace casi un año.

Y por una "tontería" que dijo una de ellas, se creo Peruzuela (e inmigrantes). Ya ellas saben quienes son y de hecho algunas no leen TC pero igual las nombro porque siempre las estoy molestando con mis fangirleos en el grupo de whatsapp y a pesar de mis chistes y todo me soportan, así que chiks, eso es para ustedes.

Pd: Dani, edita lo de Mona que no vamos a poder subir Wall Street 7.7

OHHH CIERTO, KQHSKABKAKABS

Si quieren leer algo escrito por mí (y Dani) mientras esperan "otros proyectos" pasen a @endlessfxrnia a leer "Wall Street" mes va a gustar, yo lo sé<3

Y bueno, creo que nada más por ahora.
Nos vemos el Lunes.

(O mañana).

Baaai<3

Pd: Estoy subiendo sus dibujos a mi Instagram, gracias de verdad :')