
44.- Jetlag.
—¿A qué se refieren? —preguntó Mark aún confundido.
—Tengo una amiga inglesa, aunque es algo...
—¿Algo...? —me incitó a hablar y sonreí.
—No es algo común.
—Genial —asintió sonriendo lentamente.
—Es gótica.
—¿Gótica? ¿Habla con los muertos, hace rituales y esas cosas?
—Es gótica, no satánica, idiota. De hecho es muy difícil encontrar satánicos dentro de la cultura gótica, ¿lo sabías? —entonces me paré derecha y suspiré— Creo que he pasado demasiado tiempo con Nat.
—Entonces... ¿Es linda?
—Lo es, y es mucho más que eso. Está estudiando leyes —Mark giró a ver a Nate y rio.
—¿Siempre tendré que lidiar con abogados, eh?
—Oye, hay buenos abogados. Que la política este como está no significa que los abogados sean corruptos, te estás llevando una mala imagen de ellos—lo señalé y volví a suspirar— en serio, demasiado tiempo con Nat.
—Pobre bonita, ven aquí, ven —Nate habló atrapándome entre sus brazos con un puchero mientras me hablaba como si fuera un bebé.
—Nate —dije rápido y de un solo golpe me soltó y giré hacia la reciente pareja— Así que tú eras el famoso novio de Dest.
—El mismo —asintió sonriendo y todos nos acomodamos en los sofás del living de Nate— Dest me ha hablado mucho de ti, sobre que me creías inexistente.
—No es cierto, solo me gusta molestar mi amiga —reí en cuanto Dest arrugó la nariz mientras cruzaba los brazos.
—¿Y qué haces por aquí? —preguntó Nate pasando un brazo por mi hombro.
—Soy cantante, mis amigos y yo nos reunimos y creamos una banda. Así que tomé la excusa de ser telonero para visitar a mi novia —besó la mejilla de Dest y la chica sonrió acurrucándose en el pecho del castaño.
—¿En serio? ¿Teloneros de quién? —dije sentándome derecha en el sillón.
—Somos los primeros teloneros de One direction. Luego viene D8 que es un grupo que hace break dance, son nuevos pero son geniales.
—No he oído de ellos —sonreí de lado— Sí de One direction pero, D8... No.
—Nos maneja la misma compañía, ¿oyeron hablar de Gregory Maxwell? Bristol Company.
Entonces Nate me miró y sonreímos al recordar al anciano del avión que nombraba a su amada Cleodette.
—Sí, lo conocimos una vez cuando viajábamos a Estados Unidos —asentí sonriendo.
—Cuando llegamos a Los Angeles, Abby conoció a unos chicos que bailaban y los contactó con Greg.
—Espera, espera —dije al darme cuenta de lo que decía— ¿Dijiste D8? ¿Cómo se llama el líder del grupo?
—Andy —dijo Edward alzando una ceja, yo miré a Nate y me tapé la boca.
—¿Andy? ¡Andy! ¡Nate, Andy! —hablé emocionada y todos me miraban como si fuera una loca.
—¿Qué tienes, Abs? ¿El jetlag te tiene mal?
—No tonto, Andy es el chico que contactamos con Greg. Al que le dijiste si no tenía nada que hacer.
—¿Los malandros? —dijo riendo y asentí.
—No puedo creerlo —reí golpeando el piso con los pies.
—Los chicos me contaron que una chica los había ayudado, pero que pequeño es el mundo. Oh... Así que tú debes ser el niño bonito salido de Beverly Hills —dijo mirando a Nate y yo solté una carcajada.
—¡Así le llamaron! Qué bien, me encantaría verlos.
—¿Cuánto tiempo estarás aquí?
—Hasta mañana —ladeé el labio.
—Oh, es una pena. Tal vez cuando lleguemos a Inglaterra pueda avisarles.
—Sería genial —sonreí asintiendo.
-×××-
Y pasamos al menos una hora más oyendo anécdotas de Dest y Edward y uno que otro chiste de los gemelos. Finalmente cuando todos se fueron, era la una de la mañana y yo quería dormir.
Así que me duché rápidamente y salí cambiada.
—Buenas noches, Collins —le guiñé el ojo asomando la cabeza por su habitación y él río besando mi frente mientras apoyaba mis manos en su pecho.
—Buenas noches, Chispita —me abrazó y suspiré.
—No quiero irme. Pero sé que debo hacerlo.
—No pienses en eso, de hecho... Creo que debo enseñarte algo —caminó hacia su mesa de noche y me entregó un sobre.
—Me llegó ayer horas antes de que llegaras.
—¿Son los resultados? —sonreí emocionada sacando los papeles del gran sobre.
—Leelos y verás.
—La Universidad de Leeds le saluda coordialmente blablabla para anunciar por parte de blablabla, oh, que el alumno Nathaniel Andrew Collins —solté una risilla al ver su cara cuando dije su segundo nombre— ha sido aceptado con petición de una beca completa de deportes para el equipo de baseball de nuestro prestigioso plantel —fui agudizando la voz mientras leía para empezar a dar saltitos en mi lugar— de modo que el día viernes, siete de noviembre esperamos su asistencia para coordinar su ingreso. Madonna mia, ¡vienes conmigo! —grité saltando sobre él haciendo que ría mientras me abrazaba.
—Te dije que me iba contigo sí o sí.
—Sí, por fin. Juntos de nuevo —hablé pegando mi rostro a su cuello y planté un pequeño beso.
—Cariño, planteo cumplir la promesa de tu padre de los veinticinco años, pero no me ayudas de esta manera —acarició mi espalda y yo reí bajandome.
—Lo siento, estoy muy emocionada.
—Así que te vas mañana y nos vemos en dos días, ¿qué te parece, eh?
—Me parece que eres el mejor. ¿En qué momento diste el examen? Yo podía haberte ayudado.
—Los exámenes para becas de deporte son diferentes. Estudiaba en la mañana y trabajaba en la tarde en la tienda de videojuegos.
—¿Y tu papá no ha vuelto a hablarte?
—No, tú sabes como es él. Envía a mamá preguntando como estoy, pero no cambia —encogió los hombros— no importa, desde que dejé de depender de mis padres me siento más...
—¿Libre?
—Sí, algo así.
—Te comprendo, así fue para mí a los dieciocho. Cuando Zoe y yo vinimos a vivir a Counterville.
—Es raro todo este silencio, pero te acostumbras —suspiró entrelazando mi mano a la suya.
—Es silencioso hasta que al señor Nicholson se le ocurre encender su radio a las seis de la mañana.
—Lo sé, al comienzo era una tortura. Elvis Preasley no merece ser oído por señores que hacen aeróbicos por las mañanas —lo miré y reí.
—Nat va a estar muy feliz de verte en Leeds.
—¿Va a estar feliz?
—Ey, es la gótica más emotiva que he visto. Me recuerda mucho a la gótica de NCIS, ¿cómo se llamaba? —pregunté poniendo mi dedo en la barbilla— ¡Oh soy tonta! ¿Cómo pude olvidar eso?, ¡se llama Abby! —reí negando con la cabeza.
—Necesitas dormir —dijo luego de golpearse la frente con la mano.
—Tú necesitas mi puño en tu cara —entrecerré los ojos y él rio abrazándome.
—Ahora sí. Buenas noches, Collins.
—Buenas noches, Chispita.
Entonces besé su mejilla y caminé hacia la habitación de huéspedes, donde había dormido la anterior noche.
-×××-
Aunque no pareciera cierto, algo me despertó. Sentí un pequeño peso sobre mi estomago y un olor característico, un pequeño animal descansaba sobre mí mientras yo me acostumbraba a la luz.
¿Por qué me gustaba dormir cerca de las ventanas?
Mea culpa.
—Hola cosita —reí acariciándolo. Ya lo había extrañado y me preguntaba cómo había hecho Nate para cuidarlo sin que le mordiera. Porque aunque ya estaba entrenado, Sparkie seguía mordiendo a mi novio.
—¡Prometiste que me dejarías en paz! —gritó Nate desde afuera y yo fruncí el ceño. Me levanté de la cama y deje al hurón en la habitación— ¡No! No quiero nada de esto papá. Puedes decirle al tipo que acaba de traer todo esto que lo devuelva.
Sabía perfectamente que estaba mal espiar, pero ey, mi novio estaba enojado y eso totalmente me incumbía.
—Eso no tiene nada que ver, dijiste que debía hacerlo yo solo. He estado trabajando y he aplicado a la beca. ¿Es necesario mandarme estas cosas?
¿Mandarle qué?
Abrí la puerta suavemente y caminé a pasos largos por el pasillo, abrí los ojos en cuanto encontré todas esas cosas en el living.
Estaba la guitarra, el piano, y muchas cosas que tenía en su habitación.
—Papá —paró un segundo tomando aire y calmándose— yo sé que estas cosas son mías de algún modo, pero quedamos en que empezaría de cero, y no estás ayudando así.
Me senté en silencio y agarré la guitarra para afinarla mientras el chico renegaba.
Al primer sonido de la cuerda moviéndose, Nate giró dramáticamente hacia mí y respiró más tranquilo en cuanto me vio. Sonreí y lancé un beso al aire mientras él intentaba no sonreír y mantener su "pose seria" al discutir con su padre.
Pensé en tocar algo, pero no estaba segura de qué, así que en cuanto terminé de afinar la guitarra empecé a tocar "Someone like you" de Adele.
—Está bien, está bien. Como quieras, pero te lo pagaré, ¿bien? Sí, sí, yo también. Saluda a mamá y mis hermanos. Adiós.
Tarareé el coro mientras Nate se sentaba a mi lado.
—¿Todo en orden?
—Sí, creo —sonrió de lado echándose para atrás— A Kyle Collins no se le puede decir que no.
—Ya veo —reí dejando la guitarra en el sujetador.
—Ni siquiera notó cuando le dije que apliqué a la beca —suspiró poniendo su cabeza en la mano que apoyaba con el codo en el sofá. Mirándome.
—Lo notará cuando estés viajando a Inglaterra —me encogí de hombros y él sonrió tomándome de ambos brazos y sentándome en sus piernas. Así que rodeé mi brazo por su cuello y Apoyé mi cabeza en la suya.
—¿Por qué todo siempre tiene que complicarse?
—Porque si todo fuera fácil sería aburrido y estarías preguntando que por qué todo es tan fácil.
—¿Siempre tienes una respuesta para todo?
—Si no tuviera respuestas no sería Sky, ¿sabes?
—Claro, Sky equis equis, a veces olvido que tengo una novia famosa.
—No soy famosa, solo tengo un blog con muchas visitas.
Entonces empezó a "imitarme" con muecas y giré su cara para que me mire a los ojos. Me acerqué y lo atrapé con los labios para que se callara de una vez.
"Nuestros labios luchaban en una guerra interna incontrolable de amor y pelea entre quién estaba dominando al otro"
Oh, cómo amo ironizar cursimente en mis narraciones.
Aunque si me preguntan, es obvio que soy la dominante en la relación.
—Me bañaré —anuncié separándome rápidamente y me levanté para caminar hacia el baño. Pero Nate tomó mi mano, tenía la respiración entrecortada y los labios rojos.
—No puedes solo besarme y decir que irás a ducharte.
—Sí que puedo —reí asintiendo, intenté volver a caminar pero me detuvo de nuevo.
—Quiero otro beso ahora —habló como un pequeño niño y sonreí abrazándome a su cintura.
—Eres tan tierno que podría presionarte las mejillas justo ahora. Pero me ducharé.
—Bien —estiró el labio y me soltó. Besé rápidamente sus labios y corrí por el pasillo.
-×××-
—Abby, ¿recuerdas que te dije que... Me acompañarías a ver a... June? —bajó la cabeza mirando su cereal.
—Sí, claro. ¿Quieres ir hoy? —sonreí poniendo ambas manos sobre la mesa. Él me miró asombrado y asintió.
—¿No te molesta? —yo alcé una ceja.
—¿Por qué debería molestarme?
—Porque fue mi... Ex novia, tal vez —murmuró alzando un poco los brazos y yo negué.
—Vamos Nate, quiero ir. Después de desayunar. —hablé comiendo ensalada de frutas y él sonrió de lado.
Así que en cuanto terminamos, nos subimos a mi moto y manejé hacia el cementerio. Nunca había ido a uno y era bastante... Silencioso.
Y de camino a la tumba pensaba... ¿Cómo rayos llevaría la moto a Inglaterra?
Eso me iba a costar un ojo de la cara.
—Abby, esta es June —habló poniéndose en cuclillas.
Cuán tétrico era presentar a tu ex novia en un pedazo de concreto.
—Ey, cumplí la promesa —sonrió murmurando bajito, y me di cuenta que no me hablaba a mí. Giró a verme y estiró su mano— y eres con la única que quisiera cumplir la promesa —y esta vez, si me hablaba a mí.
Bueno, creo que empiezo a ser inmune a lo cursi. Porque eso sí me gustó.
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HOLAAAAA.
Espero que les guste skshhajahdhs. UstedES PIDIERON ESTO, ¿BIEN?
Las quiero♥
Baaaaai<3
×Jetlag: Cambio de horario al viajar.
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