
30.- Andrés I.
Abby's POV.
No estaba celoso, pero era divertido molestarlo. Seguro mi hermano lo había mandado a que me vigilara.
Y el tonto había caído.
Cerré la puerta de mi habitación y caminé directo al baño para ducharme y ponerme el pijama. El día siguiente era Domingo y tenía planeado hacer una maratón de Friends o algo con lo que no necesitara levantarme de la cama.
Pero había olvidado que no estaba en Counterville y en casa los Domingos son de la familia.
Un pequeño almuerzo familiar, tal vez.
Bufé tapándome con una almohada preparándome para lo que venía al día siguiente.
Y alguien tocó la puerta.
—Nate, si eres tú, solo retirate de mi presencia antes de que grite y papá use a Valentina.
—No soy Nate, tontita —rio mi hermana entrando a mi habitación y sentándose cómodamente en mi cama.
—¿Ahora qué, Zoe? —rodé los ojos dejando la almohada bajo mi cuello.
—Solo quiero hablar contigo —encogió los hombro— Nos hemos alejado mucho, ¿sabes?
—Lo hubieras pensado antes de irte con el gaznápiro de tu novio.
—Ex.
—Lo que sea.
—Abby —me movió el brazo haciendo que la mirara y ella bajó la cabeza.
—¿Qué?
—¿Puedo preguntarte algo... Seriamente?
—¿Preguntar qué? —me moví y me senté frente a ella.
—Necesito que me digas algo y seas totalmente sincera.
—Dime —crucé los brazos esperando su pregunta. Si me salía con algo sobre el lanzamiento de alguna marca de ropa le golpearía, en serio.
—¿Recuerdas el día que te pregunté si te molestaba que saliera con Thomas? —yo asentía seria y ella suspiró— ¿Por qué no me dijiste que no habían terminado?
Oh, la bomba.
¡La bomba ha explotado!
—Y-yo. ¿Por qué dices eso?
—No intentes mentirme Abril Rizzo, te conozco perfectamente. Hemos compartido la placenta, la familia —todo, hasta el novio, pensé— así hazme un favor y por una vez en tu vida no me trates como una niña de cinco años y dime.
—Porque, bueno... No quería verte mal. Te veía muy feliz con él. Eres demasiado importante para mí para hacer que sufras también. Ugh, qué cursi. ¡No! Nunca digas que te dije eso —gruñí haciendo que mi hermana sonría y me abrace fuerte.
—Eres una tonta. ¿Cómo vas a hacer eso? Es decir, uno porque te dañaste a costa de mi felicidad. Pero si me hubieras dicho podíamos juntar fuerzas y hacerlo sufrir —presionó el puño y yo lo bajé negando.
—La venganza nunca es buena. El que siembra, cosecha. A ese chico le llegará su momento.
—Una vez prometimos que nos contaríamos todo y estaríamos juntas siempre y que ningún problema de chicos nos separaría, ¿recuerdas? —preguntó mirándome.
—Lo sé, y al final siempre estamos juntas de nuevo, por desgracia —mi hermana soltó una risilla abrazándome.
—Bueno, ya. Demasiado amor —me separé y ella negó con la cabeza.
—Así que... ¿Cómo te fue la cita con Donatello?
—Fue un desastre. Primero que no pude verle seriamente toda la cita porque solo podía ver a Donatello reflejado realmente en su rostro. Me llevó a comer pizza donde papá, fuimos al cine a ver una tonta película de terror en un pobre intento de que me asuste y lo abrace. No sucedió, por cierto. Luego me congelé todo el camino porque dijo que no era necesario un abrigo y oh, al final de la cita al no conseguir besarme pidió que concretara una cita para él contigo.
—Pedazo de patán —bufó asombrada— y pensar que en la escuela todas estaban detrás de él menos nosotras.
—Pues ya ves por qué nunca volvían a salir con él.
—¿Qué hiciste para no besarlo? —rio acomodándose a mi lado en la cama.
—Estaba a punto de dejarlo sin descendencia y Nate interrumpió abriendo la puerta. Se retaron con la mirada, hice que Nate entrara a casa y fue ahí cuando Guido pidió una cita contigo.
—Está celoso —sonrió emocionada tapándose la cara.
—Cállate, seguro fue Mateo quien lo mandó.
—Mateo está en casa de Diego.
—¿Qué? No puedo creer que mamá haya caído tan bajo de mandar a Nate a...
—Mamá, está con papá en la pizzería.
—Pues habrá alguna explicación lógica.
—Que le gustas y está celoso —dijo mi ilusa hermana y solté una carcajada demostrando fervientemente la tontería que estaba diciendo.
—Zoe, vete a dormir, me haces el favor. ¿Sí? Buenas noches.
—Pero Abby, él...
—Buenas noches, Zoe.
—Buenas noches —alargó caminando a la salida— pero le gustas y van a tener que aceptarlo.
—El día que te vea leyendo libros sobre ingeniería megatrónica y no te importe tu apariencia, ese día lo consideraré.
Mi hermana maduramente me sacó la lengua y salió de la habitación mientras yo reía y sacaba el teléfono.
De: Donatello.
Hora: 21:54 pm.
"Perdona por la cita de hoy. Creo que no fue lo más acertado. ¿Aceptarías una cita en forma de disculpa?".
De: Abby.
Hora: 22:43 pm.
"Lo siento Guido, no quiero sonar grosera pero preferiría seguir como antes. Saber lo menos posible de ti. Espero no pescar un resfriado, huh. Nos vemos. ✌".
Y envié.
A ver si entendía que no quería nada con él.
-×××-
—Creo que estoy enamorada —dije mirando a Bianca.
—Lo sé —rio suspirando frente a su tablet.
—¿Quién es ese chico? —pregunté dando vueltas en su silla giratoria.
—Estoy buscando, espera. Y deja de dar vueltas —habló tocando su pantalla.
—Es un modelo brasileño, se llama Francisco Lachowski. Está casado y tiene un hijo. Oh mira que ternura —mostró una foto del bebé que sonreía para la cámara y comencé a derretirme.
—¡Pero que preciosura! ¡Quiero un hijo así, por favor!
—Para eso tendrías que casarte con Francisco, ¿sabes? Y eso no va a suceder.
—Gracias hermana, te amo. A ti y a tu optimismo.
—Como sea. El bebé se llama Milo.
—Oye Bianca, ¿qué piensas de mi teniéndome el cabello de rubio? —pregunté mirando las puntas.
—¡Puedo hacerlo yo! —gritó Zoe entrando rápidamente.
—¿Estuviste escuchando?
—No, mis oídos se activan cuando oigo sobre algo como esto. Así que... ¿Te atreves o no?
Miré a Bianca y luego a Zoe sonriendo.
—Hagamos esto.
Eran las diez de la mañana, papá cerraba la pizzería los domingos a las dos de la tarde.
Mateo estaba Nate y Diego haciendo quién sabe qué. Supongo que jugando videojuegos.
Bianca, Zoe y yo pasábamos la mañana decolorando ligeramente mi cabello para poder teñirlo de rubio.
—¡Seremos completamente iguales de nuevo! —decía Zoe saltando emocionada.
—A ver, no. Yo no quiero cosas rosadas en mi cabeza —dije señalando sus mechas.
—También tengo azul y morado —encogió los hombros señalando dos tubos.
—Quiero el morado —lo señalé y ella asintió.
Así que después de un par de horas de encierro, estaba rubia y tenía mechones morados en la cabeza.
Experimento numero uno: Engañar a la familia.
—Matiiii, mira este vestido. ¡Es súper lindo y rosita! ¿Me acompañas a comprarlo? —dije haciendo mi mejor imitación de Zoe.
—Largo de aquí rubia, intento huir de una apocalipsis zombie —dijo mi hermano empujándome y sonreí orgullosa.
—¿Abby? ¿P-por qué estás rubia? —preguntó Nate mirándome. Oh rayos.
Oh rayos.
Oh rayos.
¡Él me descubrió!
—Esta no es Abby, amigo. Es Zoe —rio Mateo pegándole en el brazo a Diego y señalando a Nate con una sonrisa burlona.
—No, esta es Abby —dijo Nate mirándome y sonrió.
—¿Cómo rayos lo supiste? —tiré la revista en la cama y crucé los brazos.
—Te muerdes mucho el labio inferior y tienes un lunar cerca de la sien derecha. Además tus ojeras están ahí —encogió los hombros y siguió jugando.
—¡Aguafiestas! —rodé los ojos y salí de ahí.
—¿Cómo te fue? —preguntó Bianca desparramada en su cama.
—Todo iba bien y Nate me descubrió.
Solté caminando a mi habitación.
—Es que le gustas —dijo Zoe sacando la cabeza de su habitación.
—Exacto —la apoyó Bianca señalando.
—¡Cállense! —grité dando un portazo.
—Eso es totalmente improbable —me convencí encendiendo la laptop.
"El amor. Un eufemismo que se hereda generación tras generación. Una palabra que puede cambiarte la vida dando un giro de ciento ochenta grados.
Porque déjenme decirles que si diera un giro de trescientos sesenta volvería a donde está. (Esto es para quienes lo han dicho alguna vez en su vida). Como sea, digamos que tu vida es amarga. Que pasaste por muchísimos problemas, y llega alguien. Alguien que puede o no cambiar tu vida para siempre. Pero antes se pasa por muchas etapas.
Numero uno, la negación. Amigos mios, negar las cosas obvias de la vida solo te retrasan a todo lo bueno que puede llegar.
Numero dos, la duda. Si vas a dudar sobre qué o quién entra a ti vida, dudarás siempre. Si es bueno, genial. Si es malo, aprenderás. Pero cada cosa puede acarrear una lección.
Número tres, el amor es todo su esplendor. Y este es el último paso si es lo que quieres. Muchas personas intentan con otros hasta "encontrar al indicado", o simplemente no lo buscan. Déjame decirte que en algún momento llegará y estaré ahí para decir te lo dije. Todo tiene su tiempo, no desesperes y todo llegará".
Por cierto, me alegra mucho que les gustara las fotos del viaje.
Besos, Sky 'equis equis'.
Reí negando con la cabeza y cerré la computadora.
Gustarle a Nate, por supuesto. Y yo soy una modelo muy conocida, ¿saben?
Solo que finjo ser una subnormal. Tengo lo mejor de dos mundos aquí.
Inserte aquí el sarcasmo, por favor.
—¡A comer! —gritó mamá haciendo que todos bajáramos mientras Bianca terminaba de arreglar la mesa.
—¿Por qué hay dos rubias? —preguntó mamá mirándome.
—Mamma mia —susurró la nonna.
—Hola, soy rubia también —reí sentándome a comer.
—Yo la descubrí —dijo Nate orgullo sentándose a mi lado.
—Nadie te preguntó, metido —dije sin mirarlo y todos giraron a mí.
—Abby, esos modales.
—Perdón Nate —alargué rodando los ojos.
—¿Ha pasado algo que no sepa? —preguntó papá entrelazando los dedos.
—No, no ha p...
—A Abby le gusta Nate —dijo Luca causando un completo silencio seguido de un gran "¿Qué?" de mi padre.
—Eso no es cierto. Es un niño, ni siquiera sabe sonarse bien los mocos —dije tranquilamente mientras comía.
—Abby, no hables de fluidos corporales en la mesa.
—No soy una niña, mamá.
—¿Te pasa algo, hija? —dijo mamá algo seria.
—Sí. Que me he despertado con fluidos corporales que suele ser a veces denominado como "Andrés" que no quisiera mencionar en la mesa. Permiso, se me quito el hambre.
Y me levanté, y subí.
¡Que me duele todo, hombre!
-----
Hola.
A ver, esto no es para todas. Algunas chicas se han estado quejando sobre algunas cosas que debo aclarar. No voy a decir nombres pero yo creo que si han llegado hasta acá y no se han ido sabrán quienes son.
Yo escribo True Colors porque me gusta. Hace un tiempo pregunte sobre "¿Qué podrían hacer Nate y Abby en los países elegidos?" y muchas de ustedes me ayudaron (Gracias, por cierto♥) pero después, algunas demás chicas se han estado quejando por lo que escribía. Chicas, soy de Perú. No soy de Colombia, o Venezuela. Yo escribía en lo que me basaba, además es una historia. No es un reportaje ni nada esto. Si se me antoja puedo hacer que aparezca un vampiro en medio de la historia y seguirá siendo eso. Solo intento sacar lo mejor de cada país, obviamente exagero al poner a Abby con señor con motocicletas y que no le hagan nada. Por favor, no sé tomen las cosas en serio.
No quería decirlo, pero una de las razones por las que deje de escribir eso es por las quejas.
Otra cosa, hay una palabra llamada respeto. Es triste que quieran ser tus amigos dependiendo de qué país eres.
SOY DE PERÚ. Si a alguna le incomoda eso, el botón de salir está muy cerca a sus deditos.
Y me importa un reverendo runtu si se enojan por esto. No sé porque hay gente que ser burla de Perú y Bolivia (entre otros, pero he visto más sobre esto dos). No sé cómo reaccionarán, pero ya está hecho.
Gracias a todas por su apoyo. Y perdonen las que no tienen nada que ver pero tenía que ponerlo aquí.
Cambiando de tema radicalmente y volviendo a mi álter ego, Paz.
Les digo que SE VIENE el próximo capítulo.
Les va a gustar, yo lo sé hijas.
Otra cosa, necesito que le hagan preguntas a Abby porque le harán una entrevista (cuando este listo les digo).
Quiero que hagan las preguntas en mi ask (endlesscurl) se puede preguntar si cuenta. Así yo dejaré las preguntas y la chica que hará la entrevista elegirá las preguntas.
También pueden dejar sus preguntas aquí (aquí y solo aquí).
Las quiero.
Baaai<3.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro