Todo era felicidad.

Pero terminó mal.

El cuento de hadas acabó.

La historia de terror comenzó.

El sueño ha terminado.

La pesadilla ha iniciado.

Dijiste que me amabas.

Pero hasta hace poco me aterrabas.

Me golpeaste, te disculpaste, y luego dijiste: "Te amo"

Pero sentí como el miedo y el dolor me tomaban de la mano.

El miedo se ha vuelto mi compañía.

Y mis lágrimas en tu melodía.

¿Quieres que perdone tus golpes,

por eso me trajiste flores?

¿Algún día cambiarás?

¿O siempre así seguirás?

Tú conmigo te disculpas.

Y yo te perdono, pero me asustas.

Sé qué esto no es normal.

Te has vuelto mi mayor mal.

Tengo demasiado miedo.

Quizá ya no hay remedio.

Tus palabras hieren.

Mis sueños mueren.

"Eres mía", dices y repites.

Mientras mi cuerpo se llena de cicatrices.

No hay solución, en silencio digo.

Es el dolor quién se ha vuelto mi amigo.

Hay veces en las que me pegunto: ¿Dónde quedó del que me enamore una vez el hombre?

Pido que la bestia disfrazada de humano me suelte mientras intento pronunciar tu nombre.

Caigo sobre el piso, cierro los ojos.

Solo veo vagos recuerdos borrosos.

Pero tú no dejas de tomarme por el cuello.

Todo sucede en un parpadeo, de pronto he muerto.

Adiós cariño, adiós amor mío, me prometí siempre amarte.

Pero creo que ni aún así mi amor pudo cambiarte.