Capitulo 2
Aquí tienen su tan pedido smut xD. Disfrútenlo porque la próxima actualización va a ser más o menos para el viernes.
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En general a Mal le gustaba, y evitó entrar en pánico. Hubo pocos problemas por los que realmente valiera la pena preocuparse, y la acción en sí rara vez ayudó, y tendieron a empeorar aún más las situaciones malas.
Sin embargo, en ese momento en la cocina, Mal entró en pánico, y en un pánico fuerte, no ayudaba realmente el hecho que Evie también entro en pánico, se sonrojó, la miró con una mirada que era una mezcla entre "depredador" y "mirar el último pedazo de pastel de chocolate en la nevera después de un largo día".
"¿Mal...?" Pregunto Evie, su voz temblaba.
Mal corrió hacia el resto de los cupcakes, golpeando las cartas en la, y garabateó apresuradamente un mensaje sobre ellas—
NO COMER
- Mal
— Antes de dejarlas en el borde de la bandeja. Cuidadosamente volvió a envolver los cupcakes— Maldijo, había gastado mucho tiempo, dinero, y esfuerzo haciendolos, y aun seguia planeando en usarlos para su propósito inicial — Antes de volverlos a dejar en el congelador.
'Paso uno: Contener la situación, listo!' Pensó Mal para si misma, cerrando la puerta de un portazo y volteandose para enfrentar a Evie.
Ella había empeorado, ahora mordía su labio y el sudor bajaba por su cara; Pensó. Mal no podia ver exactamente, definitivamente estaba cruzando sus piernas y cruzandolas apretadamente.
'Paso dos: Controlar el daño... Trabajando en ello!' Pensó Mal para si misma mientras corría de vuelta al mostrador y se detenía frente a Evie. Estaba apunto de preguntarle si estaba bien, antes de darse cuenta de cuan estúpida era esa pregunta, en vez pregunto, "¿Como lo estas llevando?".
Evie susurro. "No muy bien... ¿Que eran esas cosas?".
Mal debatió si mentir solo para salvar su pellejo y no decirle a Evie que estaba tan desesperada por obtener algo de Ben que estaba dispuesta a ponerlo bajo un hechizo de nuevo, antes de darse cuenta de que era bastante obvio, y Evie probablemente lo habría descubierto o lo haria pronto.
"Pociones de la lujuria— Son como pociones de amor excepto que hacen que la víctima se ponga realmente, realmente, realmente caliente por la primera persona que ve."
Evie gruño. "Genial, como si necesitara más ayuda con eso..."
Mal parpadeo. "¿Que?".
Ambas se sorprendieron cuando las puertas se abrieron de nuevo. "Buenas tardes chicas!" Dijo Lonnie mientras caminaba con sus brazos cargados con suministros para hornear. "¿También querían galletas con chispas de chocolate?"
Antes de que alguna de las dos pudiera contestar, Jane siguió poco después con su propio brazo lleno de ingredientes. Ella estaba apunto de saludar cuando vio a Evie, con la cara completamente roja y sosteniéndose del mesón fuertemente para mantenerse así misma " ¿Estas bien, Evie?" Pregunto.
"No--" Empezó Evie.
"Nop, definitivamente no esta bien" Mal chilló mientras se abría paso rápidamente alrededor del mesón y al lado de Evie. "Creo que algo le cayó terriblemente mal, y ahora voy a ayudarla a regresar a nuestra habitación, ¿verdad, E?" Ella dijo mientras pasaba un brazo por la cintura de Evie.
Evie hizo un chillido agudo antes de asentir rápidamente con la cabeza.
"¿Estas segura que no quieres llevarla a la clínica? Pregunto Lonnie mientras dejaba las cosas en el mesón. "Se ve muy serio".
Las dos comenzaron a sudar más de lo que estaban haciendo. "Nop, de ninguna manera, reposo en cama, es todo lo que necesita!" Dijo Mal mientras las sacaba de la cocina lo más rápido que podía, las puertas dobles se balanceaban a su paso.
Lonnie y Jane se miraron entre ellas y se encogieron de hombros. Comenzaron a añadir los ingredientes y obtener los cuencos y utensilios de los armarios. Jane se detuvo y se volteo para cerrar la puerta del refrigerador correctamente—Mal lo había golpeado tan fuerte que el sello no había tenido tiempo de engancharse antes de rebotar y abrirse de nuevo — y no pudo evitar mirar lo que había dentro ...
Por su supervisión al etiquetar los cupcakes y evitar que alguien accidentalmente se los comiera, Mal se había preparado completamente para todo lo demás: los pasillos de Auradon Prep estaban casi vacíos este miércoles por la noche, la mayoría de los estudiantes estaban dentro de sus dormitorios o estaban en donde debían estar, dejando a las dos correr libremente por los pasillos sin algún testigo, excepto las cámaras de seguridad.
Desafortunadamente, los efectos de la magia eran mucho más fuertes de lo que a alguna de las dos le hubiera gustado.
Evie se detuvo repentinamente, su mano recostandose en la pared buscando soporte y recostandose en ella. Aún ocupada arrastrándola por los pasillos, Mal continuó hasta que el peso de Evie la detuvo, mientras que Evie cayó hacia adelante. Los brazos de Mal volaron y la atraparon, con un pie dando un paso atrás para sostenerse mientras sostenía a Evie.
Sus caras terminaron pulgadas lejos de las otras, un hecho que hizo que las mejillas de Evie se tornaran incluso más rojas de lo que ya estaban, y las de Mal se comenzaron a tornar del mismo color también.
"¿Que pasa? Susurro Mal frenéticamente.
"No puedo caminar más!" Susurro Evie.
Los ojos de Mal de movieron revisando los pasillos que las rodeaban— Seguían vacíos, gracias al cielo— Antes de volver sus ojos a Evie. "¿¡Hablas enserio!? Casi gritó.
Evie mordió su labio y asintió, sus ojos llenos de ansiedad y necesidad.
Mal miro al rededor de ella rápidamente—Las cámaras de seguridad tenían un fácil alcance a ellas , sin mencionar que alguien podría pasar y fácilmente verlas, antes de que sus ojos se fijaran en su salvación: una señal apuntando el baño de las chicas. Rápidamente llevó a Evie hacia allá, esta última luchando con mantenerse de pie pues sus piernas estaban casi convertidas en gelatina.
Mal rogaba porque nadie estuviera dentro mientras entraban. Gracias al cielo, estaba completamente vacío, cada una de las puertas de las cabinas estaban abiertas y listas para usarse. Mal las llevó hacia la puerta más lejana, Evie se deslizó sobre la pared mientras Mal cerraba la puerta y la bloqueaba.
Estaba a punto de girar y mirar la pared cuando Evie la tomó del hombro y le dio la vuelta para enfrentarla. "Mal—Por favor!" Susurro. "Tienes que ayudarme".
Mal la miro a esos ojos marrones chocolate—frenética, nerviosa, y desesperada—Y encontró sus labios abriéndose pero ninguna palabra salió de la boca.
No era como si no supiera qué hacer. Después de cierta edad, los chicos de la isla de los perdidos tenían a ocupar su tiempo con toda clase de actividades sexuales (O la mayoría fracasaban buscandolas), y Mal y sus amigos no eran extraños a eso o del uno al otro. Esta no era la primera vez que hacía llegar a Evie, o Evie a ella, y ciertamente lo habían hecho en peores circunstancias que en uno de los baños de Auradon Prep.
Pero era la primera vez que ella consideraba en hacerle algo sexual a Eve desde que salieron de la isla de los perdidos, y para empeorar las cosas, ella estaba con Ben ahora. Como sea que pintarás la situación, de todos modos era engañarlo, no había duda en eso.
"Mal... Por favor, te lo ruego..." Susurro Evie, su voz casi al borde de las lágrimas. Se desplomó aún más en la pared, sus piernas temblorosas se abrieron lo más abiertas que pudieron, sus brazos temblorosos colgaron inútilmente a los lados.
'A la mierda' Pensó Mal para si misma. Levantó la falda de Evie con una mano mientras que con la otra encontraba su camino hacia sus bragas.
Los brazos de Evie volaron y se envolvieron alrededor de Mal, antes de jalarla hacia la pared con ella, sus cuerpoes presionandose contra el otro, su quijada recostada en su hombro. Mal se sonrojo mientras sentia la respiracion caliente de Evie en su oído, escuchaba cada susurro y cada ruego de ella mientras sufría bajo el hechizo de la lujuria.
Mal busco a tientas, sus dedos se deslizaron torpemente bajo la ropa interior de Evie. Se detuvo cuando descubrió sus dedos se humedecian rápidamente por la excitación. — Se había olvidado que tan mojada podía llegar a ser, espesos riachuelos del fluido transparente corrían por sus muslos internos justo antes de que ella llegara, y mucho más cuando finalmente terminará y estuviera satisfecha. El olor dulce y poderoso finalmente golpeó su nariz, y Mal descubrió que tenía que parar cuando sintió una poderosa ola de excitación golpearla.
"Mal...!" Susurro Evie.
Mal apretó los dientes. 'Concentrate...' Pensó para si misma mientras deslizaba sus dedos fuera de las bragas de Evie, poniéndolos torpemente sobre sus muslos. Evie se quedo sin aire cuando sintió el frío viento rosando sus pliegues; Mal sintió unas cuantas gotas calientes en su mano mientras volvía a la entrepierna de Evie.
Evie cerró los ojos y se sacudió con anticipación.
Mal frunció el ceño "Trata de estar callada, ¿De acuerdo?" Susurro.
Evie mordió su labio y asintió frenéticamente, con sus ojos aun cerrados.
Mal llevo dos dedos a los pliegues de Evie, frotandolos de arriba a abajo, sintiendo sus fluidos bajar por sus dedos y empapar su mano. Evie gimió de placer, un sonido corto que logro detener un poco tarde.
"Evie!" Susurro Mal frenéticamente.
"Estoy intentando, estoy intentando..." Evie sollozo, sus ojos aun cerrados. Su parte inteligente le decía que lo mejor era que Mal pusiera su mano sobre la boca de Evie, de esa manera amortiguaría sus gemidos, pero mientras la miraba, el sudor bajaba sobre su piel, sus mejillas ardían rojas, su boca medió abierta, se encontró a si misma dirigiéndose hacia abajo, entrelazando sus labios con los de Evie y presionándolos fuerte.
Evie chillo en sorpresa, el sonido saliendo amortiguado. Mal rápidamente comenzó a frotar sus pliegues de nuevo, dos dedos yendo de arriba para abajo en un ritmo regular, su pulgar llegando y lentamente frotándolo alrededor del clitoris de Evie; ella gimió, chillo y se retorció, su voz escondida por los labios de Mal sobre los de ella, el suave goteo de su excitación bajaba por sus piernas y caía en las baldosas siendo un poco sospechoso.
Hubiera sido genial si Mal pudiera mantenerse así hasta que Evie se viniera, pero desafortunadamente, sus pulmones quemaban por aire.
Mal se separó inhalando por aire, su pegajosa y mojada mano seguía entre las piernas de Evie pero sus dedos estaban quietos. Evie Jadeo por aire, sus piernas temblaban, su excitación brotaba de sus pliegues, empapando sus medias, y haciendo crecer el pequeño charco en el suelo.
"Mal--!" Evie se detuvo vagamente de gritar.
Mal tomó aire. "Calla...!" Fue todo lo que pudo decir.
Evie gimió, antes de ver el cuero de la chaqueta de Mal. Sin dudarlo, se lanzó hacia adelante y apretó los dientes alrededor de un bocado de la tela. Ella hizo un ruido frenético, sus brazos apretando con fuerza alrededor de Mal.
Mal no necesito que se lo dijeran dos veces — volvió a frotar los pliegues de Evie de nuevo, su pulgar haciendo círculos en su clitoris, sin detenerse aún cuando sintió a Evie temblar y retorcerse, la excitación brotando en su palma, bajando por sus piernas, cayendo sobre los azulejos del suelo.
Algún tiempo después, Evie soltó su mordedura de la chaqueta de Mal, dejando marcas sospechosas de mordiscos en el cuero. Se inclinó hacia atrás y se dejó caer contra la pared, con una mirada aturdida y complacida en su rostro mientras se deslizaba lentamente hacia abajo, con las bragas todavía entre sus muslos.
Mal saco su mano rápidamente, intentando no mirar, pero se encontró a si misma sin poder apartar sus ojos de Evie. Su dulce aroma inundó sus fosas nasales otra vez -el aire era denso- y se vio afectada por otra ola de excitación, una mucho más poderosa que provocó un intenso calor entre sus propias piernas.
Mal estaba apunto de poner su pegajosa mano abajo en sus pantalones cuando la puerta se abrió. Sacudió su cabeza, buscando frenéticamente un rollo de papel que estuviera cerca y le ayudará a ocultar la mayor parte de evidencia que pudiera. Evie recobró sus sentidos pronto y se unión, ambas botaron un considerado montón de papel en la basura, antes de subir sus bragas de nuevo.
Ambas esperaban que nadie notara que las medias de Evie eran más oscuras que lo usual.
Mal limpió el inodoro antes de abrir la puerta y se asomó cautelosamente. El Hada Madrina estaba en los lavabos, arreglando su cabello y cepillándose los dientes. Mal maldijo en silencio y le hizo un gesto a Evie
Evie solto su cabello y lo peinó sobre su cara para lucir medio decente. Las dos se deslizaron fuera lentamente de la cabina, esperando que pudieran evadir al Hada Madrina, pero el espejo se iba a asegurar de que solo fuera cuestión de tiempo.
El Hada Madrina escupió y enjuagó su boca. "¡Oh, buena tardes chicas!" Se detuvo al ver sus apariencias, pálidas, nerviosas y aún sudando. "¿Sucede algo?"
"Solo ... Evie no se sentía bien antes". Mal explicó mientras la arrastraba rápidamente hacia la puerta. Detrás de ella, Evie hizo un ruido apresurado que respaldaba el reclamo.
El Hada Madrina los miró con el ceño fruncido. "No dudes en llamar a la salud del campus si ustedes dos se encuentran con algo desagradable, ¿vale? No podemos olvidarlo en estos días, pero déjenme decirles que la medicina moderna es su propio hacedor de milagros".
"¡Lo haremos!" Mal dijo mientras los empujaba a través de la puerta y regresaba a los afortunados pasillos vacíos.
Los dos compartieron miradas, simultáneamente sorprendidas de que se hubieran salido con la suya, mortificadas con lo que habían hecho exactamente, y un poco emocionadas. Bajaron rápidamente por los pasillos hasta su habitación, antes de que pudiera pasar cualquier otra cosa.
Mal pensó que sus problemas terminarían cuando los atravesaran la puerta, pero la verdad, recién estaban comenzando.
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