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Capítulo 1

Bajo normales circunstancias, Mal estaría totalmente en contra de poner a Ben bajo otro hechizo, pero veran, ella esta realmente, realmente, realmente caliente, y el era demasiado caballeroso y virtuoso para su propio bien.

No la malinterpretes, Mal amaba a Ben. El era dulce, justo y amable. También era un gran besador, sabía cómo tocarla en todos los lugares que la excitaban y como susurrar en su oído para que su corazón latiera más rápido, sus mejillas se tornaran rojas y el espacio entre sus piernas se estremeciera.

Solo que el no iba a tener sexo con ella. "No es que no te encuentre atractiva ... ¡Lo eres!" Explico Ben " Es solo que ... Bueno ... todavia no estoy listo".

Externamente, Mal asintió entendiendo. Internamente, se preguntaba cómo diablos un hombre de 16 años como Ben no quería tener sexo con ella, o tan solo siquiera tocarla allá abajo - Honestamente! Ella estaría totalmente bien si Ben le metiera los dedos o se la comiera.

"Esta bien Ben, puedo esperar por ti" Dijo Mal, sonriendo, entonces lo beso por si acaso.

Y fue así como se convirtió en una apasionante sesión de besos que nunca pasaba de ropa arrugada y en los de una vez en cuando de Ben, y Mal se encontró a si misma, dolorosamente, terriblemente caliente después de que realizó que ella realmente, realmente no podía.

Para su crédito, ella trato, realmente lo había hecho. Había intentado distraerse, había tratado de matar o dominar su libido, había intentado masturbarse. Pero encontró que su arte y su práctica de magia tendían a sumergirse rápidamente en el ámbito sexual y lo cuestionable; sus furiosas hormonas se rieron ante el agua helada, el té y la meditación; y después de su gusto por la verdadera intimidad humana, sus dedos, sus juguetes y los hechizos no podrían hacerlo por ella a menos que tuviera el calor de otro cuerpo, los gemidos y susurros de otra persona en su oído y la sensación tranquilizadora de alguien abrazándola todo el tiempo.

Se volvió una adicta al afecto y para su disgusto, también se había filtrado en su vida sexual.

Vagamente se entretenía con pensamientos sobre lo que ellos hacían usualmente en la isla, jugando al "doctor", turnándose para burlarse y atender a la otra - pero después de reflexionar, recordaba cuán vacíos estaban en cada aspecto excepto por obtener que el otro se corriera tan rápido como fuera posible para que puedas tener tu turno, o disminuir el riesgo de que un voyeur te encontrara y se quedará por un show gratis.

Ahora, ella estaba en la cocina, tarde en la noche. Preparando una bandeja entera de cupcakes rellenos, antes de ponerles una cereza en tope a cada uno. Todos tenían la forma de corazón, hechos de un delicioso chocolate negro en la base, un glaseado púrpura con un poco de canela para ese toque adicional y la cremosa fresa de color rosa.

Las delicias fueron un deleite abriéndose y lentamente, lamiendo amorosamente desde adentro hacia afuera, en caso de que todo el simbolismo que Mal estaba poniendo no fuera doloroso, desesperadamente, estúpidamente obvio.

Una docena de esas cosas lucía extremo, era verdad, pero si Ben era tan buen dios del sexo como Audrey - no - había presumido en los baños y en otras exclusivas locaciones privadas de las mujeres. Mal quería experimentar esa mística habilidad cuantas pudiera teniendo que ir a través de la canción y el baile de seducir a Ben y convertirse en su sentido de virtud natural y justicia. (Por cierto, también sería un gran paso para explicar toda la increíble amargura que había tenido por ella poco después de la ruptura).

Claro, estaba lejos de ser bueno, incluso pasaba la ambición moral e iba justo de vuelta a lo malvado, pero pronto ella - Ella era una adolescente de 16 años de edad con necesidades, demonios.

Mal coronó el último de los cupcakes con una cereza, cada uno de ellos perfectamente colocados y en ángulo para hacer de este lote los pasteles más deliciosos, hermosos y tentadores que jamás haya visto, si ella misma lo dijera. Si ella no sabía qué había en ellos, podría haber decidido comer uno solo para disfrutar los frutos de su trabajo.

Pero eso no iba a ser esa noche - "No, ustedes pequeñas delicias van a pasar un tiempo en el congelador" Dijo Mal al tiempo en el que sacaba el papel para envolver. Solo iba a necesitar uno - O posiblemente dos - sobre uno o dos mensuales, y definitivamente no quería tomar el riesgo de tener que explicarle a Ben porque repentinamente había comenzado a ignorar sus trabajos de rey a favor de estar sacándole los sesos a su novia constantemente. (Que, personalmente estaba bien para Mal, pero no sería muy bueno para Auradon).

Fue cuando finalmente envolvió las golosinas y las preparó para su viaje a el frío congelador que Mal se dio cuenta de que había olvidado algo muy importante — una tarjeta y un rotulador para poder decirles a todos los intrépidos asaltantes que estos cupcakes eran hecho por ella y para Ben. Y si había alguien a quien no iban a usar el argumento de "Es el refrigerador de todos", era ella, y triplicado así que cualquier cosa hecha para Ben.

Los dejó sobre el mostrador donde estaban cuando se fue a buscar en los cajones para buscar una tarjeta y un bolígrafo. No hizo ningún intento adicional de esconderlos cuando salió de la cocina para ir a buscar suministros de escritura a otra parte; los pasteles eran obviamente de su marca, y no fue difícil llegar a la conclusión de que sería mejor dejarlos solos, la delicia estaría condenada.

Ademas, ¿Quien en el mundo arriesgaría su ira robando uno de ellos?.

Mal no notó a Evie cuando pasaba junto a ella por los pasillos, refunfuñando acerca de cómo esta noche de todas las noches era cuando todas las cartas sueltas y los utensilios de escritura en Auradon Prep estarían en todas partes, excepto cerca de la cocina. Evie no cuestionó la falta de saludo de su amiga — ella sabía suficientemente bien cuando Mal estaba ocupada con algo y no debía molestarla, especialmente cuando había evidencia clara como un delantal manchado aún atado al cuello.

'Lo que sea en lo que está trabajando debe de ser muy importante...' Pensó Evie para si misma mientras cruzaba el pasillo. 'Probablemente algo para Ben'. De repente se detuvo. "Claro..." Murmuro para si misma. "Ben, su novio"

Cuando Evie aprendió que la relación de Ben y Mal no era falsa o temporal como todos pensaron que iba a ser, Sonrió un inexplicable sentimiento de pánico, confusión y remordimiento. Ella lo ignoro, explicando que estaba preocupada por los nuevos sentimientos de Mal poniendo en peligro su plan de robar la varita el Hada Madrina. Entonces todos habían escogido el bien, Maléfica había sido derrotada; Ben y Mal eran libres de ir en citas y ser felices tan juntos como sus horarios les permitieran; y cada vez que Evie los veía o escuchaba siendo tan amorosos y disfrutando la compañía del otro, los sentimientos volvían, incluso más fuertes que antes.

Hoy en día, habían exactamente tres de ellos: irá por Ben,cada vez que ella lo veía besando a Mal, coqueteando con ella o solamente haciendo algo como el perfecto novio que era — Pero nunca por largo tiempo, se veía físicamente imposible estar enojado con alguien tan generoso y amable; anhelo por Mal, cada vez que la ayudaba a estar lista para una cita, embellecerla y hacerla lucir mucho mejor, antes de que ella la despidiera para otra cita con Ben ; y el disgusto hacia si misma, que ella nunca podría tener el coraje para confesarse, en vez de pasar el tiempo enfurruñado y preguntándose sobre cómo Mio podía ser ella la que salía del pueblo, tomando una caminata por el bosque o simplemente disfrutar de una callada noche en su habitación con Mal en vez de el.

"Nunca sabras cuanto amas algo hasta que no lo tienes más". Su madre era una aficionada diciéndolo. Y mientras se refería a la piel libre de arrugas y piel joven, seguía funcionando.

Evie no sabía cuándo (o incluso porque) había caído por la chica que le hacía bullying y la había atrapado en un closet lleno de trampas para oso hace una década, pero entonces de nuevo, extrañas cosas pasaban, como el hijo del la pareja más poderosa de Auradon les dio a los cuatro hijos de los villanos más temibles una oportunidad de tener una vida normal lejos de la isla de los perdidos — Y esos chicos se volverían buenos, como era esperado.

Salió de sus pensamientos y se encontró a si misma con una necesidad extrema por chocolate. Evie tomó un desvío hacia la cocina, esperando que alguien hubiera dejado algún pedazo de pastel sobrante y lo guardara en la nevera o en los estantes — Prometió que ignoraría todo lo que tuviera una etiqueta o una tarjeta firmada, no como algunas personas en la escuela. Evie humedeció sus labios, preguntándose qué podría encontrar en su búsqueda mientras se detenía frente a las dobles puertas balanceables.

Los cupcakes de Mal se veían tentadores para ella, las Luces no estaban apagadas y aunque estaban bajo el plástico, las Luces los hacían brillar positivamente, todo menos rogarle a Evie que viniera y le diera un mordisco — ¡Su boca ahora llena de lágrimas y su estómago quejándose sin duda le decían que era una buena idea!

Evie se acercó al mesón, pero se detuvo asi misma antes de destapar al bebé. 'Estos son probablemente para alguien más —Ben, sin duda' Pensó.

Ella se podría  imaginarse a Mal presentando los cupcakes a Ben mientras están en un picnic romántico, probablemente poniendo uno de ellos en una caja en forma de corazón y tiene el resto escondidos en una canasta. Ben sacaría uno de ellos con mucho cuidado en el bosque, partirlo a la mitad, entonces darle la parte más grande...

Evie se detuvo. Ella y Mal eran amigas ¿Verdad? Probablemente a ella no le importaría si Evie tomará un cupcake, y si lo hiciera, bueno, ahora ella tendría una excusa para tomar uno y cambiar los números.

Había una parte de ella que decía que lo mejor para ella era que esperara por Mal y le preguntara, pero la otra parte mucho más grande y mucho más convencedora le recordaba que ella realmente necesitaba chocolate justo ahora, y mira, no había duda de que los cupcakes de Mal eran deliciosos y estaban justo ahí!

Evie los destapo cuidadosamente—No quería arruinar los cupcakes de Mal accidentalmente, eso sería imperdonable— Y tomo uno. Se tomó un momento para olerlo, disfrutando el delicioso aroma del dulce azúcar,  chocolate, fresa fresca e incluso un poco de canela picaron su nariz. 

Su boca empezó a llenarse de agua una vez más. Lentamente llevó el cupcake a su boca y tomó una primera mordida muy generosa.

Evie hizo un sonido que solo hubiera sido positivamente embarazoso si no estuviera sola. Olviden delicioso— Estos eran divinos, suaves y húmedos, los sabores bailaban en su boca, incluso mucho después de que masticara y se lo comiera todo.

El relleno de fresa de la mitad restante rezumaba tentadoramente, y Evie descubrió que no podía resistirse a lamerlo con la lengua. Sus mejillas se tiñeron de rojo cuando se la llevó a los labios y comenzó a chupar todo el relleno— ¿cómo sería si alguien la viera así? ¿Qué pensarían? ¿Qué pasaría y Mal entrara y la vio no solo comiendo uno de sus cupcakes, sino también disfrutándolo demasiado?

'Bueno, no sería una cosa totalmente mala...' Pensó Evie.

Se apresuró a meterse el resto del cupcake en la boca y masticarlo, sin ocultar la evidencia, solo  quería llenar su boca con más de esa dulce, chocolatada, afrutada y especiada delicia. Si el cupcake que faltaba y el hecho de que ella era la única persona allí no le indicaba a Mal, entonces las migajas, la guinda y la fresa que le llenaban los labios y los dedos sellaría su destino.

'Esto vale la pena de todos modos' Pensó Evie mientras agarraba el mesón por soporte, sus rodillas se sintieron débiles y temblorosas de repente. Ella mastico lentamente, disfrutando cada ultima mordida del cupcake antes de que ella lo tragara, luego gimió sin la más mínima renuencia o vergüenza.

Estos cupcakes eran tan buenos.

Se dio cuenta de que necesitaba convencer a Mal para que le hiciera un montón or tres de ellos para ella misma—Y que perfecto tiempo! Ahí estaba ella, caminando dentro de las puertas de la cocina con un ceño en su cara y un marcador y unas poss it en sus manos.

La agradable calidez del cupcake en su estómago cambió repentinamente, el calor bajo y bajo hasta llegar entre sus piernas. A la simple vista de Mal repentinamente hizo su calor aumentar mucho más, sus rodillas se cruzaron, y sus bragas se volvieron realmente incomodas, Evie se dio cuenta que probablemente debió preguntar antes. 

No solo porque hubiera sido cortes, también porque esos cupcakes definitivamente no eran normales.

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Como dije antes, esta historia no es mía, solo la traduzco y paso a Wattpad xD. De todos modos espero que les guste

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