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- entonces... ¿ella baja con nosotros? - pregunta el rubio y cuando estoy por pasar, Tangerine me detiene. - tomaré eso como un no.

- fui la vez pasada ¿qué cambia de esta? - dije algo molesta. - no me mandas.

- y yo ya estoy harto de pelear, así que por favor quédate aquí en la entrada esperándonos porque no se que tan idiotas vayan a actuar estos sujetos y no quiero que... - antes de terminar esa oración, voltea a ver al rubio, tan solo para confirmar si lo estaba mirando. Lamentablemente para el, si era así. Así que pone mala gana, y no entiendo el porque pero lo podía notar. - que algo malo te pase.

- ¿dices que no son novios? - repite este y ambos volteamos a verlo. - quiero decir, pareciera que si es así.

- solo... solo salgan. - dije y esperé ahí recargada en la puerta mientras esta se abría. Tangerine sonríe victorioso y me acaricia la mejilla, pero estaba recién adolorida por lo de mi nariz, así que hice una expresión de queja.

Tan solo me asomé porque estaba igual de interesada en saber que pasaría esta vez. Deseando por supuesto, mas que nada que todo salga de maravilla y que no les pase nada malo. Bueno, aun y cuando el sujeto de los anteojos me agradó, no es lo mismo que con Tangerine. Y no lo digo porque me guste ni nada por el estilo pero en serio deseaba que lograran su objetivo que no les pasara nada malo ni a el y a Lemon. Que ya me esta preocupando porque no lo he visto en un largo tiempo. Me pregunto dónde esta.

- aquí nos tienes. - escuché la voz de Tangerine y mi atención de nuevo regresa a lo que sucedía afuera. - ¿feliz? ¿ahora si podemos irnos?

- ¿dónde quedó tu novia? - le preguntan, y sabía perfectamente que era una idea perfecta el que yo saliera con el. Estaba por hacerlo, literalmente toqué el suelo donde me estaba apoyando para bajarme cuando oigo lo siguiente. - estoy muy feliz de que esta vez no haya venido porque seguramente, nos hubiera gustado llevárnosla con nosotros.

- como si fuera yo a dejar que eso pasara. - al menos me defiende, supongo que es un avance. Irreal que me este conformando con tan poco en la vida. Pero no puedo esperar mucho de esta situación, en una ciudad extranjera, donde no tengo a ningún conocido mas que a un ladrón y dos asesinos y ahora solo tengo que esperar a que todo salga bien. - ¿están satisfechos con ver el maletín?

- okay usted dos si parecen gemelos. - el sujeto los apunta y no puedo creer que el piense que en serio se parecen. Estos se voltean a ver confundidos pero siguen con el juego. - que chistosos nombres, no me imagino porque llegaron a escoger aquellos.

- ¿una mejor idea? - le pregunta el sujeto de anteojos, el rubio. - a mi me parecieron brillantes.

- no lo sé... lo que sea que no fuese una fruta. - se vuelve a reír el tonto sujeto.

- okay, aquí esta el maletín, pueden dejarnos en paz. - dice Tang y ambos caminan de regreso al expreso, donde por fin podemos hacer contacto visual y me siento tan tranquila al saber que estaban por regresar pero los detienen.

- no se vuelvan a meter en problemas o saben que les va a ir mal.

- bastante fácil, si podemos hacer eso. No se preocupen por nosotros. - vuelve a decir, con la decisión de dejar la escena pero vuelve a hablar el otro.

- ¿ya han abierto el maletín? - mierda, espero y no les pida que lo abran o se va a llevar una gran sorpresa.

- no soy tonto, obviamente no. Sé lo que es respetar lo que no es mío y que también, si lo hago no me iría nada bien.

- así es, no somos tan tontos como ustedes. - dice el rubio, riendo y cuando pasa la mano por los dígitos, se cae toda la ropa. Mierda, mierda, mierda, mierda.

Caen varios dildos y ropa interior de quién sabe quién, pero encontramos ese maletín en los equipajes y creímos que podría ser bueno para fingir que era el real. Solamente no contaba con qué este idiota iba a arruinar por completo la misión. Estos dos se voltean a ver de inmediato y corren a dónde estoy yo para alcanzar a subir al tren antes de que las puertas se cierren. Me hice a un lado para que pasaran y cuando las puertas se cierran, logramos escapar pero era evidente que los iban a estar siguiendo.

- ¿qué rayos? - pregunté, pero ninguno de los dos me contesta, ya que estaban muy ocupados viéndose.

- lo se , lo siento, tengo esta mala suerte y... lo siento, no fue planeado.

- oh ¿así lo llamas? ¿mala suerte? increíble. - dice este de mala gana y le pone los ojos en blanco. - muy bien, has arruinado todo. De nuevo.

- pero estaban creyéndoselo. - miré con el ceño fruncido al rubio ya que en serio estaba muy emocionado. - casi, y lo sabes. Se lo estaban creyendo.

- ¿y ahora qué pasará? - pregunté y este me toma de la mano para llevarme fuera de la entrada.

- ahora venimos, no te vayas muy lejos. - le ordena Lemon al rubio. - no andes de entrometido, no te metas conmigo, has lo que tengas que hacer y cuando tengas mi maletín, estaré listo para buscarte.

- escucha... - el rubio le empieza a decir pero Tangerine le cierra la puerta en el rostro y por fin tomamos asiento para descansar. Me senté a un lado suyo y empecé a verlo para entender lo que estaba pasando pero este no hablaba, tan solo aprovechó que el vagón estaba completamente solo y descansa, mirando a la nada.

- ¿qué pasa? - me acomodé bien, recargando mi cabeza en mi asiento pero de lado como para poder verlo.

- solo se que... todo esto es una mierda. - hice una mueca, pero el seguía viendo al fondo del lugar. - y que se va a ir, también a la mierda.

- no necesariamente.

- no tenemos el maletín, Lemon esta quien sabe donde y... - por fin voltea a verme. - y de nuevo he hecho de todo para que te hundas con nosotros. Lo siento.

- yo desde un principio me comprometí a ello, no te preocupes. - le sonreí y sorpresivamente el también a mi.

- Henry. - lo miré confundida. - Henry es mi nombre.

- oh. - me enderecé para verlo bien, y es que en serio no me esperaba que me estuviera diciendo esto. - wow. Si... si tienes cara de Henry.

- me alegro, porque odiaría saber que no es así. - reímos juntos.

- me has dicho tu nombre. - dije con la sonrisa mas grande de todas en mi rostro. - me has dicho tu nombre. - repetí de lo emocionada.

- no significa nada. Sigue en pie lo de que no quiero saber nada de ti cuando salgamos de este tren de una vez por todas.

- de acuerdo, estoy bien con ello. Tampoco quiero saber nada de ti saliendo de aquí. - alza las cejas sorprendido. - eres problemático, eres peligroso y me das algo de miedo tengo que admitirte. No eres algo que me convenga para nada en mi vida.

- me lo pude imaginar. No esperaba que fuera diferente. - se acerca mas a mi y me hice para atrás. - déjame besarte, Ellie.

Escucharlo decir mi nombre real, tan solo me hace sentir tan nerviosa. En especial porque esta vez lo ha susurrado.

- esta vez es para calmarme o... es para fingir frente a los idiotas que te persiguen. - me reí.

- solamente porque esta vez te digo la verdadera razón, que es que estoy deseando hacerlo y punto. - me interrumpe y jalando de mi cuello, une de nuestros labios.

La cosa aquí es que, yo también le seguí al beso y con harta pasión. Lo deseaba como nunca antes. Podría lucir atractivo para mi, encantador, todo lo que he pensado en esta noche pero ahora, creo que yo estaba mas necesitada de esta integración que el. Literalmente con la pura unión de nuestros labios, ya me tenía jadeando y cerrando los ojos con fuerza para disfrutar del momento.

Me toma de la cintura y me levanta de un solo movimiento de mano para colocarme encima suyo, acomodando mis piernas de lado a lado suyo y pegando nuestros cuerpo lo mas que pudiéramos. Yo abrazando de su cuello, el de mi cintura y bajando inmediatamente a mis glúteos para sostenerlos con fuerza, con sus manos siguiendo la curvatura y dando cierto apretón que me hizo estremecerme. No quería que esto terminara.

Sus manos sobre mi cuerpo, manoseando lo lo mas que pudiera y lo peor de todo es que en cualquier otra situación, esto no me gustaría. Jamás he sido alta fanática de que mi primer beso bien con alguien sea de lo mas... ¿sexual? donde literalmente no haya nada de sentimientos y lo se porque el me dejado bien en claro que no siente nada por mi, a menos de que sea atracción sexual pero ¿la verdad? es que al diablo con esto porque estaba en las mismas que el.

Y no, no me molestaba para nada que en un ataque de tentación el decidiera besarme de la manera que el lo hacía. Ni siquiera era sutil o dulce, tan solo estaba desesperado y eso me volvía mas loca aún. Escucharlo jadear cada que me tocaba, cerrar los ojos y apretar sus cejas que hasta pareciera que terminarían uniéndose. Pasa su mano a mi cuello y sosteniéndolo, me causa un suspiro ahogado que me lo interrumpe con un beso. Hace mi cabello a un lado y sigue con el camino de besos de mi cuello hasta mis pechos, donde sin preguntármelo en lo absoluto, empieza a desabrochar de mi suéter que traía encima.

Fueron dos sentimientos en ese momento, el primero fue de vergüenza, porque no estaba lista tal vez para que viera de mi cuerpo desnudo y el otro era que tampoco me parecía bien que estuviera dandole todo en bandeja de plata, así que intenté retirar su mano pero parecía imposible.

- no, por favor. - me estaba suplicando que lo dejara seguir besándome y tocando. Escucharlo suplicar fue literalmente lo mas excitante de toda mi noche que terminé siendo yo la que gemía ante sus manos en mis pechos y dando el apretón más fuerte posible. Fue al parecer para el también lo mismo ya que escucharme disfrutarlo, le gustaba y por ende seguía y seguía besándome.

- en cualquier momento va a llegar alguien. - dije mientras estaba ocupado con sus labios sobre mi pecho. - deberíamos...

- al diablo, quien quiera aparecerse, que lo haga. - respira agitadamente y se separa un poco para verme. Lo siguiente, fue lo que mas me ha sorprendido de la noche. Me sonríe y me toma de la barbilla para acercarme a el y besarme. Fue... ¿dulce? ¿por qué ahora actúa así?

- ¿y si es el sujeto del maletín? - se detiene ante ello y me mira tan solo. - sabes que es mejor terminar con tu misión de una vez por todas antes de... - suspiré hondo. - cualquier cosa.

- si. - dice de mala gana y me toma de la cintura de nuevo pero esta vez para bajarme y nos levantamos ambos de nuestros asientos. - yo... - recupera su aliento y la verdad es que yo por igual. - no quisiera que esto... termine.

- ¿a qué te refieres? - y es que, no podía creerle. Todo el tiempo era lo mismo, el siendo lindo y luego no, el siendo coqueto y luego no, el deseando que este a su lado y luego no. Y no pensaba caer en lo mismo de nuevo a menos de que lo mencionara. - Henry...

- tienes que decirme Tangerine aun.

- claro.

- estamos en la misión y... bueno... no me gustaría que alguien mas lo escuchara. - me acerqué un poco mas a el y le acaricié la mejilla.

- de igual manera, creo que me he acostumbrado a llamarte así. Me gusta. -reí y el me sonríe, pero no le di la oportunidad de que dijera nada mas sobre el tema, no estaba lista para escuchar su respuesta, así que tan solo me abroché de nuevo mi suéter y me peine un poco antes de volver a salir.

Para mi suerte, en cuanto salimos las puertas se abren, para que la gente baje a su parada y ahí estaba por irse el rubio.

- oh, hola. - me dice y le saludé con la mano a lo lejos. - ¿y tu novio?

- no es mi...

- ¿a dónde crees que vas? - Tangerine se muestra y se coloca justamente enfrente de la puerta.

- iré a un templo, a descansar, a relajarme como lo hacen todos los demás y te lo recomiendo a ti también. - intenta pasar de nuevo pero no lo deja.

- no puedo dejarte ir porque aun ocupo a una persona a quien culpar y... tu pareces ser la mejor opción. - este levanta los hombros.

- entiendo, de verdad entiendo y es que... solo hay una pared entre los dos, es una ilusión, una ventana de oportunidades. ¿O es puerta?

- no puedo entender lo que dices.

- a decir verdad, yo tampoco. - admití y voltee a ver a ambos en diferentes veces pero nada, sin respuesta de lo que estaría por pasar.

- lo que pasa es que la puerta entre los dos... um... la puerta esta cerrada. - este dice y lo empuja, mientras le da una pateada y sale volando del tren.

- ¡Tangerine! - grité y estaba por ir con el pero las puertas se cierran.

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