Puedo jurar a gritos que no me lo he robado
Pero puedo afirmar que me hubiese gustado.
Me ponen las esposas y me toman las huellas
Al rendir declaración me asignan abogado.
Me acusan de un acto que no he cometido
A la hora del juicio llegan los testigos
El fiscal me confunde con su cruel existencia
Y arremete a preguntas mi frágil elocuencia.
Si digo la verdad el juez dicta sentencia
- Señores de la audiencia, me declaro inocente
Pretendí ser más fuerte que su bella sonrisa,
Pero con su mirada de pronto me hechiza
Y pierdo la noción del brusco movimiento
En el que sin arreglo dediqué mis poemas,
Mis cartas y mis lemas, por tiempo indefinido
A aquel ángel caído que cautivó mi escena.
Intenté ser la llave de toda su alegría
Hacerle compañía en sus momentos tristes
Perturbar su pasado con presente seguro
Que inventa fantasías de un beso en el futuro.

Pero éste corazón que llevo entre mis manos
Yo no me lo robé, les juro no es hurtado.
Este es mi corazón herido y maltratado
Me lo extraje del pecho donde estaba guardado
Para dárselo a él que es todo lo que he amado.

Por eso les repito, señores del jurado,
Que su corazón yo no me lo he robado
Aunque puedo afirmar que me hubiese gustado.