Demonios. Me había quedado dormida y ahora no sabia donde estaba. Me incorporé y trate de salir, pero al parecer estaba en una carcel. Me asuste al ver a los guardias que cuidaban mi celda. ¡Eran los androides! Recordé lo que Jack me había dicho. Los más agresivos.
Después de algunas horas me sacaron de la celda. Su líder me quería ver. Me llevaron agarrada de los brazos. No tenía ni mi disco ni mis katanas, en otras palabras, estaba indefensa. Cruzamos una larga sala y ahí estaba el. Un hombre de cabello mas oscuro que la noche con un traje negro con luz color sangre.
-¡¿Que rayos quieres de mi?!- grite enojada. -Uy... Alguien esta enojada- ese tipo simplemente me desperaba. -¿Quién eres?- me cuestiono. No hubo respuesta de mi parte y eso lo enojo. -Si no respondes...tendremos que torturarte- se paro de su trono y bajo a donde yo estaba. -Dije que quien eres- resistí mas sin responder. Saco su disco. Esta vez si me cortaría. -Tu no eres más que un simple programa. No mandas y no tienes poder alguno. Ahora, ¡HABLA!- resistí mas. Se acercó aun mas y me corto en el brazo. Grite agudamente. Mi sangre corrió y eso probo que no era un programa.. -¡Un usuario! ¡¡UN INÚTIL HUMANO!! ¡¡MÁTENLA!!- un estuendro nos distrajo a todos.¡¡Era Jack!! Venia a salvarme.... Al parecer no era tan malo... Todo entro en cámara lenta. Al parecer perder tanta sangre me estaba matando. Vi a Jack luchando. Luchaba por mi como persona... Como un método para ganar? Perdí la conciencia.