Espero que les guste~

Nota: Antes de que empiecen con los reclamos y las piedras, quiero decir dos cosas. Primero, me inspire en un animatic de youtube de un Au en donde Poppy es quien quiere controlar a todas las tribus y como no hay mucha información sobre ellos, invente mi propia versión. En segundo, no es nada en contra de Poppy en si, así que no lo tomen a mal

Nota-2: Como un dato curioso, tenía más capítulos planeados para "Te Tengo" pero recibí tantos reclamos sobre mi trato hacia Poppy, tanto en la historia en si como por mensaje privado en ese momento, que decidí terminar lo más pronto posible lo que empecé y dejarlo hasta allí

Nota-3: En todo caso, solo quiero recordarles el respeto. Respeto los gustos de los lectores pero espero que también respeten mis gustos ^_^

Algo era diferente en Poppy, es algo que Branch noto en el momento en el que el antiguo rey del Pop se alejo con pasos rápidos y sin estar dispuesto a escuchar. Ella pareció molesta, también un poco frustrada, pero con el paso de las horas, el sobreviviente pudo ver que algo en la reina estaba cambiando. Su expresión se volvió decidida, como si acabara de tomar una decisión realmente importante en su mente, y enderezo su postura, caminando como una reina que estaba marchando en una misión, sin estar depuesta a dar marcha atrás por el aspecto que tenía.

Algo en eso se sentía muy mal.

Era una sensación extraña, un sexto sentido que vibraba o parte de su instinto que tantas veces lo había salvado que le estaba gritando, encendiendo alarmar rojas en su mente que no tenía muy en claro como obedecer. Algo estaba por suceder, algo grande y de seguro peligroso, pero aun no sabía exactamente que, aunque estaba más que seguro de que tendría que ver con Poppy de alguna manera. Por eso la siguió, en silencio y escondido, atento a sus movimientos, una parte de si sintiéndose como todo un maldito por desconfiar así de su mejor amiga pero esa sensación de que ella estaba por hacer algo tonto siendo mucho más fuerte.

Nada realmente sucedió, todo parecía mayormente normal, incluso si ella lucia algo fuera de lugar por momentos pero cuando la noche cayo, mientras la mayoría de los integrantes del pueblo de los Pop estaban juntos en una de sus locas fiestas nocturnas y justo cuando Branch empezaba a sentir un ligero dolor de cabeza, ahí fue cuando la vio. Poppy se alejaba de la fiesta que ella mismo había organizado, con pasos rápidos y silenciosos, en una dirección clara que lo alerto.

Algo en su interior se removió cuando la siguió, viéndola tomar aquella arpa con esa única y mágica cuerda rosa que representaba su música.

-¿Qué estás haciendo?- pregunto, sintiendo una sensación de malestar en su interior que removía su estomago, teniendo el repentino impulso de arrebatarle aquello a la troll de piel rosa. Algo no estaba bien.

-Yo...- Poppy hizo una mueca, abrazando el arpa contra su pecho, avergonzada y apenada por ser descubierta pero sus manos se aferraron al objeto. Ella no iba a retroceder. -...voy a unir a todas las tribus una vez más-

-¿Cómo?- y ahí esta el mal presentimiento una vez más, del tipo que viene como una ola repentina que te pone tenso y con un pequeño escalofrió que recorre su espalda, erizando parte de su cabello.

-¡Los voy a hacer a todos felices!- parece iluminarse con sus propias palabras por alguna razón. -Papá dijo que nuestra cuerda es poderosa...- mira la cuerda brillante con ilusión, con imágenes de unión y felicidad pura llenando su mente. Eso era lo que quería, reunir a todas las tribus para que todos fueran iguales y ninguna diferencia pudiera separarlos otra vez. Sería como una gran fiesta, llena de música y rostros sonrientes, ese era su objetivo. -...eso significa que las demás también lo son. Si consigo todas las cuerdas, destruiré las barreras que nos separaron y ya no habrá diferencias- Branch retrocede un paso cuando ella levanta la vista para mirarlo, sus ojos iluminados, llenos de felicidad y esperanza pero con firmeza y decisión por encima de todo. -¡Todos seremos iguales, como siempre debió ser!-

-¿Quieres...hacer a todos iguales?- Branch no tiene muy en claro como sentirse en ese momentos. Esta entre la decepción y el horror, preocupado también. -¡Eso no es armonía, Poppy!- entiende de cierta manera lo que quiere hacer la reina. Juntar a todas las tribus una vez más, hacer realidad esa "gran fiesta" que en el pasado desapareció por diferencias o quien sabe que más, pero cree firmemente que no es la manera de hacerlo. -¿Siquiera sabes lo que puede hacer la cuerda?- ninguno de ellos tiene idea de cual es el alcance total del poder de esa magia y Branch, si es completamente sincero, realmente no quiere saberlo.

-No pero...seguro que todo saldrá bien- parece poco dispuesta a analizar del todo la situación, centrándose en su deseo y misión, sin siquiera querer pensar en las consecuencias o lo que va hacer realmente. -Seguro que algo se nos ocurrirá- sonrío y el sobreviviendo bajo las orejas cuando una mano rosa se extendió en su dirección, ella luciendo contenta, esperando que la tomara. -Juntos como siempre, ¿no es así?-

-¿Qué?- no puede creer nada de eso. Poppy es su mejor amiga, la quiere tanto hasta el punto en el que ella es el único troll al que puede considerar familia de cierta manera, pero en ese mismo instante, no la reconoce y siente que su corazón se rompe. Nada de eso esta bien, sin importar que tan buenas fueran las intenciones de la reina que lo mira fijamente, en espera de su apoyo. -No- retrocedió, pudiendo notar como la expresión de ella decaía notablemente, dolida y decepcionada pero por sobre todo, pareciendo herida. -No voy a ayudarte en esta locura- esta decidido, por mucho que duela, él se niega a estar de su lado esta vez. -No puedes obligar a los trolls a ser felices todo el tiempo, mucho menos puedes obligarlos a que todos se quieran. Así no funcionan las cosa-

-Branch...- Poppy luce la borde de las lagrimas, dolida, sin poder creer del todo lo que estaba escuchando y aferrándose al arpa, cuya cuerda parece brillar un poco más intensamente cuando su piel la roza. Puede sentir su poder. -...somos un equipo-

-Esta vez no- negó. Esta preparado para lanzarse sobre ella, quizás quitarle la cuerda y alejarse todo lo posible pero sus orejas se agitan, escuchando que pasos se acercan. Ambos están tiesos en sus lugares, sin haber esperado compañía.

-¿Poppy?- ambos se voltean, encontrándose con Biggie y Smidge, quienes los miran con confusión y curiosidad, obviamente sin entender la escena que presencian. Ni siquiera parecen notar la tensión que hay entre ellos. -¿Qué esta sucediendo?- la miran en busca de respuestas

-¡No es nada!- Poppy muestra la sonrisa más grande que puede, incluso si sabe que luce algo forzada, frotando apenas uno de sus ojos en un intento de borrar las lagrimas que no dejo caer de momento. -No esta pasando...- sus dedos rozan la cuerda, tirando, sintiendo como algo de ese poder se acumula y se siente casi como un cosquilleo contra su piel desnuda. -...nada- los ojos de Branch se abren con horror y mueve sus manos para taparse las orejas, justo cuando ella la suelta, permitiendo que un tono llenara el ambiente entre ellos, acompañado de una ola de poder. El sobreviviente puede sentirlo contra su propia piel.

-¿Qué...?- la mira. Ella luce asombrada, viendo a sus amigos, y ahí es cuando él también los mira, sintiendo un escalofrió recorrer su espalda. El par luce grandes sonrisas, del tipo que no se ven del todo naturales y te dejan sintiéndote algo incomodo hasta el punto de pensar que podrías estar en una escena de terror o algo así, con los ojos bien abiertos brillando de la manera más literal posible, sus pupilas perdidas entre todo el rosa. Hay chispas rosas que caen a su alrededor, como una especie de lluvia, algo demasiado bonito en opinión del sobreviviente cuyo horror solo crece.

-Oh~- los ojos de Poppy esta vez se iluminan con cierto encanto, mirando a su amigo que se tensa y se endereza en su lugar. Branch no duda, no cuando ella tiene sus dedos en la cuerda con toda la intención de volver a repetir ese movimiento, y se da medía vuelta, cubriendo sus orejas incluso mientras se aleja tan rápido como puede.

Él corre, sin mirar atrás en ningun momento, esperando poder evitar esa locura de zombis pop que Poppy quiere crear.