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Control Pop

Espero que les guste~

Nota: Bueno, nunca pensé que llegaría a esto, el comienzo de un segundo libro de historias de trolls. Wow, estoy en serio sorprendida pero al mismo tiempo, encantada

Nota-2: Para quienes no me conozcan, mi pasatiempo es inventar locuras y tontearías centradas en mi personaje favorito, Branch en este caso, así que la mayoría estar centrado en él :3

Nota-3: Soy muy consiente de que me quedaron muchas peticiones e ideas por escribir pero les pido, en especial para aquellos que lo dejaron en comentarios, que me lo vuelvan a escribir aquí si es que pueden. Entre tantos comentarios y 100 capítulos del libro anterior, buscarlos toma demasiado tiempo T-T

Nota-3: En este Au, Peppy logro mantener un control mental sobre Branch desde temprana edad con su cuerda del pop y fue liberado luego de que las cuerdas fueran destruidas

Traen de vuelta el color y la música con una canción pero incluso entonces, eso no resuelve todo.

Branch se mantiene gris, con las orejas caídas, temblando en el rincón más alejado de todos y luciendo como si estuviera al borde de otro ataque, casi paranoico mientras mira a su alrededor con miedo y terror puro.

A Poppy le duele verlo así.

Recuerda que su padre se lo presente cuando tenía 2 años, anunciando con una sonrisa dulce que viviría con ellos una temporada hasta que se le considerará mayor para tener su propia vaina y ella había estado muy entusiasmada en ese momento. Branch podía ser un poco raro, un poco rígido de vez en cuando, pero ella lo adoro desde ese mismo momento, contenta con tenerlo cerca siempre para seguirle en sus locas ideas y ayudando en sus fiestas, siempre dispuesto a bailar y cantar con todos los que le pidieran. Amaba su voz que siempre parecía combinar muy bien con la suya y eran considerado uno de los mejores dúos de toda la Aldea.

Ella lo amaba, como su mejor amigo en todo el mundo y su familia, así que duele mucho verlo así, algo que solo empeora cuando se da cuenta de quien fue el responsable de todo eso.

-¿Qué hiciste?- se siente horrorizada mientras ve a su padre, cuya expresión triste no luce ni una pizca de arrepentimiento, sus manos aferradas a aquella arpa antigua en donde alguna vez estuvo su cuerda. Esa misma cuerda mágica que había usado para controlar la mente de un troll y obligarlo a ser como todos los demás.

-Tenía que hacerlo feliz- fue lo único que pudo decir antes de que Barb se acercara y lo golpeara con fuerza en el rostro, amigos de ella siguiéndola de cerca, luciendo dispuestos a unirse a la golpiza que su reina empezó. Poppy solo lo mira y aunque duele, porque aun amaba a su padre, le da la espalda y se aleja. El rey hizo algo horrible y sabe que ella no podrá contra la ira de esa reina en particular. Se aleja, ignorando lo mejor que puede los gritos y súplicas del mayor, más centrada en su mejor amigo, queriendo abrazarlo con fuerza y esperando que pudiera arreglar todo aquello que su padre rompió.

-Branchifer...- extiende sus manos con una sonrisa esperanzada, con toda la intención de brindar consuelo, su corazón estremeciéndose cuando él chilla al verla y se rompe cuando lo ve retroceder con pánico.

-No, no, no, no...- esta aterrado y horrorizado, luchando por retroceder, cada vez más desesperado mientras tropieza. -...no, no, no, no- esta sollozando en este punto y Poppy lo único que quiere es consolarlo pero cuando da unos pasos más cerca, con toda la intención de aunque sea intentar, sus sollozos solo empeoran.

-Atrás, Poppy- Hickory es quien se interpone en su camino. Luce triste, culpable, pero serio mientras la hace retroceder unos pasos.

-...es mi amigo- quiere llorar pero se está esforzando por no hacerlo.

-Atrás, niña, o te morderé- Dickory se para junto a su hermano, mostrando los dientes con un gruñido profundo y en señal de advertencia, luciendo amenazante incluso con su tamaño. La reina del pop frunce el ceño, herida y molesta, levantando las manos en una especie de inocencia e inclinándose apenas para poder ver a su amigo.

-No quiero, no quiero...- Branch siente que esta en espiral una vez más. Hay recuerdos vagos y poco claros, puede verse a si mismo cantando y bailando con ella, recuerdos que no se sienten suyos y que quiere borrar pero no puede. La sola idea de que ella se acerque para llevarlo de vuelta a esa horrible pesadilla solo le da náuseas, algo que solo empeora con el abrumador y empalagoso sabor a dulce que no parece querer desaparecer de su boca.

Lo obligaron a comer kilos de dulces, pasteles y quien sabe que más, eso lo horroriza aún más hasta el punto en el que su estomago se revuelve en una amenaza de vomitar en cualquier momento.

-¿Cariño?- levanta la vista con miedo, sintiendo algo de alivio al ver a Delta allí. Ella es bueno, amable y dulce, lo hace sentir cálido. Le recuerda a su abuela.

-Yo...- Branch sabe que tiene más de 20 años, la imagen que le devolvió el espejo cada vez que se miro le da una clara señala, pero se siente como un niño, porque su último recuerdo claro y consiente es de cuando tenía 5 años, antes de que todo se fuera al diablo. -...yo...- quiere llorar y no sabe si eso está permitido.

-Oh, dulce pequeño...- Delta esta preocupada por el troll que amenaza con desmoronarse una vez más, triste por todo ese miedo y terror que muestra, enojada con el bastardo que había usado su poder para controlar la mente de alguien más y apenas satisfecha mientras nota, de reojo, como la reina del rock y algunos de sus trolls golean salvajemente al rey del pop. -...esta bien, la mantendrán alejada- se mueve, doblando sus patas para acomodarse al lado ajeno, cubriendo su vista de la reina del pop que súplica porque la dejen pasar y mostrando su sonrisa más dulce.

-Bien, bien- Branch no tarda mucho en arrastrarse hasta ella, acurrucándose contra su costado, temblando del miedo y viendo con desconfianza a todos a su alrededor, especialmente a los trolls del pop. Delta no está sorprendida de su comportamiento y aunque no entiende por qué él parece haber decidido que ella es alguien de confianza, decide no pensar mucho en eso. Ella lo protegerá de todos, en especial de los pop.

-¿Estás bien, cariño?- uso ese tono suave y dulce que suele usar con los niños, mostrando una amigable sonrisa ante los enormes ojos que la miran. Hay mucho miedo allí, miedo genuino mezclado con terror y eso retuerce su corazón.

-...no quiero volver- su voz se rompe un poco, sus manos temblando y flotando, como si buscará algo a lo que aferrarse y Delta no duda en deslizar su manos entre las suyas, aliviado cuando él se relaja un poco en su lugar. -Él encontrará una manera, de...de obligarme a ser como los demás...- el corazón de ella se rompe ante las nuevas lágrimas que corren por las mejillas grises, lágrimas que se ocupa de secar lo mejor que puede con su manos libre. -...ya perdí mucho, muchos años, no quiero...- no quiere perder más años bajo el control de alguien más, no quiere volver a ser una marioneta.

-Esta bien, dulzura- Dela lo acerca, suspirando con cierto alivio cuando él se apoya contra su hombro y se acurruca un poco más contra ella. No es una madre pero es tía y sabe lidiar con pequeños angustiados. -No volverás allí, te lo prometo- porque no va a permitir que este troll vuelve a la zona de sus pesadillas, no después de todo lo que había pasado. Levanta la vista, notando que los demás lideres se están reuniendo y solo falta ella. -Escúchame, corazón...- toma su rostro entre sus manos para mirarlo directo a los ojos. -...tengo que atender unos asuntos de líder...- él no luce muy contento pero asiente, sabiendo que eso es importante. -...pero volveré y nos iremos juntos a mi casa, ¿esta bien?-

-¿Puedo quedarme contigo?- esa posibilidad lo llena de alivio, relajándose en su lugar cuando ella asiente. -Esta bien, yo...esperare aquí- Delta le sonríe, dejando un suave beso en su frente gris antes de levantarse y alejarse para unirse a los demás que la esperan, seria, dispuesta a enfrentarse a la reina del pop por el menor.

-¿Quieres compañía?- Branch se sobresalta, parpadeando con sorpresa cuando nota entonces al tecno troll que flota a su lado, con ojos amables y gran sonrisa, el corazón verde en su pecho brillando como las mangas en sus brazos. -Soy Synth- extiende su mano en un claro gesto y el troll gris se siente un poco perdido, dudando. Nunca, ni siquiera de bebé, había sido muy bueno socializando con otros.

-Branch...- coloca su mano sobre la ajena, tomado por sorpresa ante le toque frio y algo húmedo. -...estas mojado- comenta y por alguna razón, no puede evitar estar un poco fascinado. Sus contactos más recientes han sido con la reina Barb, cuya piel es áspera pero sin llegar a ser incomoda, y con la alcaldesa Delta, cuyo toque era cálido y amable.

-Vivo bajo el agua, amigo- Synth se lo tomo con diversión, moviéndose para sentarse al lado ajeno. -¿Quieres ver algo genial?- el troll gris asiente después de unos segundos, cautivado por como el corazón verde en el pecho ajeno empieza a palpitar de repente.

Es ignorante de la ligera pelea que se desata entre los lideres de las diferentes tribus.

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