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¿Como se supone que ella debía sentirse en estos momentos?

Ramón, el troll de quien se enamoró, tenía el corazón en alguien más, Kairel.

La troll que lo dejó y lastimó, si ella tanto quería a Ramón ¿porque lo abandonó?

Aquí había gato encerrado.

Ahora caminaba lejos de los suyos de regreso a la aldea troll, al frente estaba Ramón y Kairel tomados de la mano. Los demás trolls se alegraron de volver a verla, al parecer la conocían bien.

Poppy se sintió tonta.

Kairel y Ramón se conocieron cuando tenían 8 años. En ese entonces ella tenía 4.

Vagando en el bosque sola.

Soltó un suspiro, miro al cielo, sobre su cabeza volaban los fenixs, Takari y compañia volaban dirigiendo a los demás.

¿Que sería de ella ahora?

Bueno, aún tenía a Takari y compañia.

Tal vez, solo tal vez, le pediría ayuda a las aves.

Ramón era rey ahora, no tendría tiempo para ser su "niñero".

Sobretodo ella sabía que el mismo Ramón se aseguraría de ponerse al día con esa tal Kairel que tanto extraño y sigue amando.

Poppy no pudo evitar mirarlos.

Ellos se veían felices.

Ellos se miraban con amor.

Ramón la miraba con amor.

Kairel hacía lo mismo.

El corazón de Ramón tenía dueño. Y era esa troll.

Poppy quería ignorar el escozor de sus ojos, sentía que se quebraria en cualquier momento.

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Cuando los trolls llegaron a la aldea, Poppy corrió a toda prisa, no quería ver a nadie.

En todo el tiempo que ella pasó con Ramón, ella pensó que tal vez ella podría darle felicidad a Ramón, hacerlo feliz, pero el troll nunca se arrepentía si él decía algo hiriente.

Y por más que lo intentó, no lo logró.

Ahora llegó Kairel, la dueña de su mente, sus pensamientos, y su corazón.

Y Ramón encontró lo que había perdido.

Ella se limpió las lágrimas, ella misma se prometió ser fuerte y salir adelante, ella misma se pondría a practicar el leer y escribir, sin tutor o sin nada. Saldría adelante y no dejaría que vieran que lograron hacerla llorar.

Era una promesa.

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Pasó un mes.

Poppy se mantuvo firmé y confiada. Como primer cambio, decidió ayudar en una pequeña librería.

La dueña llamada Twilight Shimmer, le dió la oportunidad. Poppy estaba agradecida con ella.

La troll gris ponía todo su empeño en hacer bien su trabajo, acomodar los libros, ordenar el inventario, limpiar, subir cajas, quitar el polvo etc.

Cada vez que Poppy veía a Ramón se escondía, siempre lo veía con un tablón ordenador en las manos y a su derecha Kairel ayudándolo.

Quería evitarlo lo más que podía y eso incluía meterse en vainas ajenas. XD.

Ni se hable de los fenixs, las aves decidieron quedarse en la aldea por un tiempo, y si, incluía a Takari y compañia.

Poppy no quería creer que los fenixs se llevarán bien con Kairel, demasiado bien, de hecho parecían amigos de toda la vida.

¿Que rayos estaba pasando?

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Una una vez en una semana.

Poppy había salido de la librería, su turno había acabado y se dirigía a casa con unos cuantos libros en las manos. La dueña se los había regalado.

Estaba haciéndose de noche y los trolls tenían en ese mismo instante una celebración, de paso llovía estrellas y en el cielo había auroras boreales.

Poppy no quiso detenerse a ver tal espectáculo, ¿para verlo y sobretodo sola?

Y lo que escuchó a unos metros de ella hizo que deseara irse más rápido a casa.

A su izquierda estaban Ramón y Kairel abrazados y besándose con sus melenas entrelazadas.

Entre ellos dos se sentía esa atmósfera de amor genuino.

Los trolls se separaron y juntaron sus mentes.

- Kairel, yo...

- no digas nada Ramón, se que aún estas lastimado por mi culpa, y de verdad lo siento, no fue mi intención herirte...

- ¿pero porqué Kairel? ¿Tienes idea de lo que pasé por tú ida? ¿Porque no me lo dijiste Kairel? ¿No confías en mi?

- por supuesto que sí Ramón, es solo que, mi especie es distinta, soy distinta a ti Ramón, y tenemos que hacer cosas que ustedes no entenderían, ¿recuerdas el día que nos conocimos?

- ¿como olvidarlo?...

- te dije que había perdido la memoria y que no recordaba quien era o que era de mi, lo que yo hago ahora es por instinto, es como si alguien me dijera que es lo que tengo que hacer y debo hacerlo, hasta ahora eso me ha ayudado a sobrevivir...

- ¿eso incluía irte?

Kairel asintió.

Ramón soltó un suspiro.

- Prometeme que no habrá nada entre nosotros, nunca más

- Lo prometo...

Y sellaron esa promesa con otro beso.

Poppy sentía que quería gritar.

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Otro mes ha pasado.

Ni señal de los fenixs ni de Ramón en la puerta de su casa desde el otro mes.

Poppy se sentía como antes, sola.

En este mismo instante estaba en el ático de su casa leyendo y practicando.

- y - y t-oda ac-accion co-corres-corresponde a -a un-una re-acc-rea-reacción e-en cua-cualquier ma-masa u o-ob-jeto ina-ina-inanimado...

Se detuvo de repente porque alguien había tocado la puerta, ella con duda fue a la puerta y abrió y era Takari.

- ¡hola Poppy....! - y lo que Poppy hizo fue cerrarle la puerta en la cara al ave.

- ¡hey! ¿¡Porque fue eso!?

Se quejó el ave desde afuera.

- lárgate - respondió Poppy cortante y enojada

-....

-....

- ¡Poppy abre la puerta!

Pero la troll gris no lo hizo.

- ¡Poppy....!

Y la troll gris lo encaró abriendo otra vez la puerta.

- ¿tienes algún problema conmigo?

-.... Ah...

- ¡entonces lárgate y dejame sola, no quiero saber nada de ti o de alguién más! - y Poppy volvió a cerrar la puerta

- traidores.. - y Poppy no evitó que una pequeña lágrima saliera de sus ojos

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