Pequeño Troll
Espero que les guste~
Nota: Esto es un AU que se me ocurrió gracias a un video de Tiktok
Nota-2: Básicamente, Branch es adoptado por los integrantes de la banda "Kismet" cuando es pequeño y gris
Nota-3: No tengo muy en claro que actitud puede tener cada personaje pero me los voy inventando sobre la marcha ^_^
El "trollsticio" paso y al fin, después de décadas de ser devorados, han logrado escapar. No tardan mucho en asentarse en lo profundo del bosque, construyendo vainas a un ritmo sorprendente para albergar a cada familiar posible, y muy pronto, cada quien tiene un hogar.
Hay una vaina en particular que se construye un poco más grande que las demás y muy cerca del suelo, un lugar para recibir a aquellos pequeños que han perdido a sus familias y no tienen a donde más ir. Un "orfanato" según el rey.
Se supone que los huérfanos consiguen un hogar bastante rápido, cree que es porque muchos trolls han perdido algún familiar y deciden que aceptar un trolls ajeno es la mejor manera de llenar el vacío, así que el lugar no esta demasiado lleno y los pequeños no permanecen por mucho tiempo, encontrando familiar amorosas que los llenan de abrazos y dulces.
Excepto por uno, quien sabe muy bien que nunca tendrá algo así.
Nadie quiere encargarse de un troll gris, muchos creen que en realidad ya no hay esperanzas de que recuperen sus colores, otros creen firmemente que podría contagiarlos con un simple toque y los que quedan no les importa lo que le puedan suceder a un troll como él pero ninguno tiene opción allí. A intentado escapar, esconderse en el bosque hasta que lo olviden y así empezar a construir su lugar seguro, pero el rey siempre lo encuentra y básicamente lo arrastra de vuelta bajo ese eslogan suyo de "Ningún troll se queda atrás", que de paso obliga al orfanato a aceptarlo nuevamente.
Branch ni siquiera se molesta en intentar ser bueno. Ya lo han tachado de molesto y paranoico cuando expresa su preocupación de ser encontrado una vez más por los bertenos, es silenciado e ignorado cada vez que recalca que las ruidosas fiestas serán una condena para todos, a sido degradado e insultado de la manera más disimulada posible por cada troll que visita el orfanato, a sido empujado a una esquina debido a su estado y su actitud. Esta más que arto.
Odia el lugar, odia cada segundo que pasa allí y usa toda la fuerza de voluntad que tiene su pequeño cuerpo para abstenerse de golpear a los demás que lo rodean y tienen el maldito descaro de burlarse de él, de mirarlo con lastima y de actuar como si tuviera una enfermedad altamente contagiosa. Quiere irse, quiere estar lejos y escondido para dejar que ellos se condenen por si mismos pero no puede.
La troll que maneja el orfanato, de aspecto mayor y con marcas de cansancio en cada parte de su rostro, simplemente lo mira con tanta pena y tristeza que lo hace enfurece, sabe perfectamente que ella no lo quiere allí, porque es quien mira hacia otro lado y no le dice nada al irse.
Hasta que un día, algo diferente sucede. Su nombre es mencionado y sabe que están hablando de él, así que se esconde, sin poder observar abiertamente la conversación pero manteniendo las orejas atentas para poder escuchar correctamente. Es un chismoso, uno que siempre debe estar preparado.
-¿Estás seguro de que quieres llevarlo?- la troll suena preocupada, aunque Branch puede detectar una pizca de alivio y eso lo llena de una tristeza que se apresura a hundir en lo más profundo de su ser. Sabe que no es querido y tampoco bienvenido. -Es salvaje...- se abstiene de gruñir. Golpeo a Creek en defensa propia y aun así, tiene un nuevo titulo para agregarlo a su larga lista. -...y rebelde, no obedece ninguna orden, tampoco baila o canta...- Branch rueda los ojos con cansancio, lo dice como si eso fuera importante. -...incluso es quisquilloso con la comida...-
-No me gusta tanta azúcar, ¿eso es tan malo?- se queja entre dientes, escuchando que continua hablando de lo malo que es.
-Me advirtieron de todo eso...- se endereza ante la voz desconocida. Puede decir que es masculino y cree que suena extrañamente divertido, algo nuevo. -...pero aun así, estamos dispuestos a tenerlo en nuestro hogar- eso también es nuevo. Nadie quería llevarlo, todos se habían negado, algunos incluso habían suplicado para que no los obligarán.
-Por supuesto- se siente casi ofendido de lo rápido que ella acepta pero antes de poder quejarse, es básicamente arrastrado y empujado frente a un troll desconocido, quien suaviza su expresión apenas lo ve.
-Hey~- el troll frente suyo tiene piel brillante y de un tono muy particular de azul que casi parece verde, con al nariz verde lima y su cabello luciendo mayormente azul pero con pequeños toques en tonos más claros. Sus ojos son azules y su sonrisa es ligera, luciendo calmado.
-...hola...- lo analiza de manera descarada. No se veía como un adulto si tenía que ser sincero pero tenía un aire que le recordaba un poco a su hermano mayor, quizás podía ser un adolescente, aunque no estaba del todo seguro y tampoco quería preguntar.
-Soy Hype...- se agacha y Branch retrocede apenas un paso, tenso mientras su mirada se encuentra con la ajena, un poco frustrado. A diferencia de todos los demás, esos ojos azules no parecen juzgarlo, ni siquiera lo miran con pena o lastima, hay pura amabilidad y eso lo confunde. Nadie quiere a un troll gris. -...vendrás a quedarte conmigo y unos amigos- se pregunta que le habrán ofrecido para aceptar un troll gris en su casa. -¿Qué te parece?- el menor evita bufan con burla, no es como si tuviera el poder de decidir.
-...yo...- no sabe quienes son y si es sincero, no quiere ir con ellos, prefiere totalmente acampar en el bosque y quizás al fin poder empezar con su bunker pero puede sentir la mirada fija de la troll que lo arrastro hasta allí, insistente y exigente, y de alguna manera sabe que no puede irse sin ganarse alguna clase de castigo. Además, si lo piensa un poco mejor, prefiere irse con a ellos a volver a pasar un día más en ese horrible orfanato rodeado niños odioso que lo siguen molestando por el tono de su piel. -...cualquier lugar es mejor que esta pocilga...- lo dice con voz alta y clara, sonriendo con cierta satisfacción al escucharla jadear con ofensa, pero su atención se mantiene en el trolls frente suyo, quien ríe como si hubiera contado un gran chiste.
Lo mandan a empacar y aprovecha eso para irse rápidamente, riendo entre dientes.
Tiene pocas cosas, algunas prendas de ropa había logrado traer de su casa original, junto a unas llenas de garabatos e ideas para su bunker, así que no tarda mucho en guardar todo aquello y volver con Hype, quien lo mira apenas aparece, su sonrisa aun presente.
-¿Listo?- se mantiene atento a la expresión ajena, observando cada pequeño movimiento de esa manera paranoica que todos siempre le señalan, desviando la vista apenas en cuanto nota la mano extendida en su dirección. Entiende el gesto, aunque aun lo hace sentir confundido. La mayoría evita el contacto con él, sin querer contagiarse de su color, incluso si es totalmente imposible pero este en particular parece no importarle.
-Supongo- desliza con mucho cuidado su mano en la ajena, observando con fijamente como los dedos brillante lo rodean en un suave y amable agarre que lo toma desprevenido, aunque su sorpresa más grandes es alzar la vista y notar la sonrisa de emoción apenas contenida que tiene el mayor, como si ese simple gesto de tomarse las manos alegrara su día.
Es raro y no puede definir exactamente en que sentido.
Permite su mente divagar mientras Hype habla con la troll, tocando tentativamente la mano que sostiene la suya. El otro es un brillan-troll, cubierto de pies a cabeza de brillo, pero su toque no es áspero como había esperado, aunque si puede ver y sentir la brillantina pegándose a su piel gris, sobresaliendo, algo que decide ignorar por el momento.
Salen y empiezan a caminar. Lo deja guiar, acostumbrado a ignorar las miradas fijas que los trolls a su alrededor y haciendo oídos sordos a los comentarios que susurran, dejándose guiar, sintiendo que el mayor le da un suave apretón en algún momento del camino.
Se detienen frente al árbol y sabe lo que viene. No le gustan las vainas, cree que no son seguras, no cuando son tan coloridas y cuelgan de la rama de los arboles a plena vista, pero mantiene la boca firmemente cerrada.
-Hey- mira al mayor al escucharlo, notando que se había agachado a su lado. -¿Me dejas levantarte?-
-No soy un niño...- es más pequeño de lo que debería para su edad y cree que puede ser debido a su estado, aunque no lo tiene muy en claro. -...puedo hacerlo solo- su cabello no se estira tanto como el de un adulto pero esta dispuesto trepar, tiene mucha práctica.
-Quizás...- se encogió de hombros, sin sonar molesto por su tono brusco. -...pero aun así, me gustaría llevarte...- las esquinas de sus ojos se arrugan por su sonrisa, luciendo contento, soltando su mano solo para abrir los brazos. -...si no te molesta-
-...eres tan raro...- nadie quiere tocar a un trolls gris pero a este no parece importarle, es más, luce encantado. -Como quieras- decide seguirle la corriente y se acerca, tenso mientras los brazos ajenos lo rodean, enterrando su rostro en su hombro. A pasado mucho tiempo desde que tuvo un toque amable y a pesar de resistirse, no puede evitar disfrutarlo. Siente una ligera diversión cuando el mayor engancha su cabello en una rama alta y los eleva.
-Hogar, dulce hogar- el de ojos azules tararea cuando llegan a la puerta y el menor no tiene tiempo de ordenar que lo suelte porque el mayor simplemente entra. -¡Ya llegue!- avisa y pronto, se escuchan pasos acercarse, Branch encogiéndose mientras se aferraba al chaleco de Hype cuando hay muchos ojos encima suyo. Hay más trolls que viven allí para su sorpresa.
Espera poder escapar en algún momento.
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