Espero que les guste~

Nota: Esto se me ocurrió gracias al comentario de Nicte_Prince ^_^

Creek es un cobarde, es algo de lo que es muy consiente, y algo que lo llena de vergüenza pero su miedo a morir y el instinto de correr le gana a cualquier otra cosa.

Así que mientras cuelga inútilmente frente al horroroso rostro de la berteno que los encontró, asqueado por el mal aliento que lo golpea directamente en el rostro y tiembla ante su voz, no puede negar que no pensó en todo para salvar su propio trasero y tener otro día para vivir. Ofrecerle darle la ubicación del pueblo y la forma de sacarlos de su escondite están en la punta de su lengua pero hay un nudo en la garganta que le impide hacerlo. Era egoísta, él era su principal prioridad, y era un cobarde, uno que correría mientras empuja a todos con tal de salvarse, pero recuerda a su amigos, en esos momentos juntos que lo llenaron de calidez y cariño, en todo lo que vivieron juntos y algo en en su interior cambia. Siente asco y vergüenza de si mismo por ese pensamiento intrusivo de entregar a todo el pueblo pero eso, le da una mejor idea.

-Te llevare con todos- conoce a Poppy, su terquedad legendaria que la ayudaba a cumplir cualquier objetivo que tenía en mente y ese amor incondicional por todos a su alrededor, que simplemente sabe que ella esta en camino y decide darle algo de tiempo para salvar a todos. Si puede alejar a la chef del castillo, guiarla lejos del pueblo y de su gente, cree que puede haber una oportunidad que todos sobrevivan...incluso si él no esta en esa posibilidad porque por primera vez en mucho tiempo, puede luchar contra el instinto que le suplica correr y hacerle frente a ese monstruo de pesadilla para ayudar a los demás.

Su pecho se aprieta con aprensión y miedo cuando, no mucho después, ve a Poppy encerrado con los demás por un descuido al parecer. Para su absoluta sorpresa, Branch también esta allí, luciendo furioso y como si quisiera romper los barrotes de la jaula a mordiscos. Es la primera vez en su vida que en realidad se siente pequeño y miserable ante los ojos grises que lo fulminan con una simple mirada cuando la chef revela su "traición", sintiendo culpa inundar su pecho ante la expresión herida y triste de Poppy.

Solo puede esperar que ellos entendieran en algún momento lo que realmente esta por hacer.

Posado en la gran mano ajena, guiándola en la dirección incorrecta hasta el punto en el que él mismo se perdió, retuerce sus dedos con nerviosismo y lucha por mantener a raya la ansiedad que amenaza con cerrar su garganta. Debe mantenerse tranquilo, usar su voz para llevarla un poco más lejos, y esperar que ella no pueda volver a encontrarlos nunca más.

Aunque, sabe que es cuestión de tiempo para que ella sospechara o al parecer, se diera cuenta de su engaño.

-¿Te crees muy listo, troll?- chef lo aprieta, no como para matarla en el momento pero si lo suficiente como para ser doloroso y se haga cada vez más respirar para el de piel violeta.

-No...yo...- jadea, sintiendo que pierde el aliento, jadeando y sin poder conseguir más aire. Es desesperante y su vida entera pasa en frente de sus ojos, como una película. Odioso y algo creído, creyéndose superior y sintiéndose protegido tras las paredes que creo a su alrededor para gustarles a todos pero aun así, puede ver momentos en lo que todo eso cae, cuando rio y se divirtió sinceramente con sus amigos, cuando agradeció en su mente poder tenerlos en su vida. Aunque también hay un rostro gris y sus propias burlas resuenan en su cabeza. Se arrepiente de haberse burlado de Branch, de haber ignorado sus advertencias y sus comentarios. Debieron haberlo escuchado, bajar el volumen y tener más cuidado pero todos se confiaron al no ver al rey asustado y pensaron que habían estado a salvo, que tontos habían sido con eso.

Le gustaría tener una segunda oportunidad para hacer mejor las cosas, incluso si no se lo merece.

Justo cuando su visión se pone negra, amenazando con quedar inconsciente en cualquier momento, puede escuchar un grito y de repente, esta libre, cayendo con un chillido agudo. Hay mechones de cabello que lo rodean, evitando su caída, siendo dejando un poco demasiado bruscamente en el suelo.

-Auch...- se quejo, sintiendo su cuerpo adolorido y resentido,, alzando la vista ante el escandalo. Puede ver a la berteno cubrirse el rostro, soltando obscenidades mientras lucha por limpiarse los ojos al parecer, y solo tiene un segundo de confusión antes de que un rostro familiar apareciera frente a sus ojos.

-¿Aun estas vivo?- Branch luce preocupado en medio de toda su seriedad y Creek asiente de manera distraída. Se pregunta como pudo salir de la jaula, mejor aun, se pregunta como es que llego allí tan rápido y qué rayos le tiro a la berteno en los ojos. -Bien, genial- bufo y lo levanto, dejando que el gurú se tambaleara un poco sobre sus propios pies. -¡Corre!- hay una mano agarrando la suya, fuerte y firme, dándole un tirón que lo hace tropezar pero no tarda mucho en obedecer, siguiendo al sobreviviente sin pensar, porque él conoce mejor el bosque que cualquiera y espera que su mente estuviera pensando en un plan, en especial teniendo en cuenta los pasos fuertes que los están siguiendo. Son pequeños y ella es enorme, no tardara mucho en alcanzarlos y eso no es bueno.

-¡¿A donde vamos?!- odia sentirse perdido, sin poder reconocer su entorno.

-¡Tu solo calla y corre!- acelera todo lo que puede y al otro no le queda otra más que seguirlo, luchar por mantener el ritmo, sintiéndose arrastrado cual muñeca en este punto. Ese momento se siente eterno pero de repente, el sobreviviente se detiene en seco, mirando a su alrededor rapidamente antes de asentir, tirando de su muñeca una vez más para arrastrarlo y empujarlo bajo un hongo. -Quédate aquí- ordena con un gruñido, manos en los hombros violetas para obligarlo a sentarse.

-¡Branch, no!- Creek reacciona cuando lo ve alejarse e intenta detenerlo pero el troll gris es mucho más rápido y se aleja antes de siquiera poder rozar su mano, parándose allí, a plena vista.

-¡Hey, loca!- su cabello se mueve y se enrolla, volviéndose una especie de megáfono, haciendo que su voz sonara más fuerte. La berteno luce furiosa, con las manos preparadas para agarrarlo y el gurú no puede moverse, adolorido y congelado, solo pudiendo mirar la extraña escena. -¡Intenta atraparme!-

-¡Ya veras, criatura asquerosa...!- avanza, con el rostro contorsionado por la ira, pero solo alcanza a dar unos pocos pasos antes de que el suelo bajo sus pies simplemente seda, tragándosela con un grito de sorpresa y miedo, dejando en su lugar un gran agujero con los demasiado redondeado para haber sido un accidente. Hay un silencio momentáneo, solo roto por los gritos y reclamos de la chef, con Creek moviéndose lento y con mucho cuidado para levantarse, acercándose al sobreviviente, confundido y perdido.

-¡En tu cara!- Branch se adelanta con una gran sonrisa que parece un poco rara en el rostro de alguien usualmente frio y el gurú lo mira sin entender, parpadeando ante su extraño baile de victoria, su cerebro lleno de miedo tardando un poco en procesar todo aquello.

-¿Es una de tus trampas?- logra encontrar su voz para preguntar, sin saber si estar sorprendido o no.

-Una de las más complicadas- se llevo las manos a la cintura con orgullo notable, su sonrisa solo agrandándose ante los insultos y gritos que pueden escuchar venir del gran pozo, viniendo de la chef que al parecer no puede salir y Creek no puede evitar preguntarse que tan profundo es como para que algo así sucediera. -Tarde diez años en cavar lo suficiente como para que sea profundo, muchos intentos para que no se inundara con las lluvias y tuve que hacer algunos ajustes en las paredes para que no se derrumbara...- habla tan rápido que tiene que detenerse unos segundos para recuperar el aliento pero eso no disminuye su gran sonrisa. -...¡pero valió la pena todo el esfuerza!- y suelta una carcajada algo caótica, casi loca, pero el gurú solo puede verlo con los ojos bien abiertos.

-¿Qué vamos a hacer con ella?- hace una mueca ante los gritos de la berteno, deseando que se callara.

-Nosotros nada...- sus sonrisa se ve rara, afilada y algo macabra como para lograr que un escalofrió ligero recorra la espalda de Creek. -...pero sé de algunos seres que estarán felices de encargarse de eso- su cabello vuelve a moverse, formando el megáfono anterior, y Branch respira profundo antes de soltar un sonido raro. Suena como un gruñido, no como los que le sobreviviente suele usar como una respuesta sin palabras, sino más salvaje y preciso, algo que resuena. Hay una pausa y luego, se escuchando ladridos algo lejanos pero que suenan como si se estuvieran acercando. -Lo mejor es irse antes de que vengan o nosotros también estaremos en el menú- su cabello volvió a su posición usual mientras llevaba dos de sus dedos a la boca, silbando, una insecto volador no tardando mucho en aparecer. Creek aun sigue muy confundido respecto a todo, subiéndose tras el sobreviviente con aire ausente y aferrándose inconscientemente al chaleco de hojas que tantas veces quiso quemar en el pasado cuando el insecto voló, alejándose de la escena, aullidos escuchándose poco después.

-¿Qué fue lo hiciste?- la curiosidad se siente morbosa en ese momentos.

-Hay una manada de bestias carnívoras en el bosque, suelen cazar presas más grandes que ellos para que todos puedan comer y memorice su llamado- Branch no se volteo al hablar, encogiéndose apenas de hombro, con una tensión notable a pesar de su tono tranquilo. -Básicamente les dije "hay comida aquí", puedes imaginar el resto-

-Oh...- se arrepiente un poco de preguntar, aunque aun así el alivio lo inunda. Ella no volvería a molestarlos. -...eso es morboso...y sádico, incluso para ti-

-¿En serio creías que la idea de Poppy sobre convencerlos de buena manera iba a funcionar? ¿En especial con ella?- se voltea para verlo, luciendo serio, enarcando una ceja y Creek hace una mueca. No, no creía que fuera a funcionar, sin importar cuanto corazón pusiera la futura reina en sus intenciones, la chef no parecía dispuesta a retroceder en ningún momento. Su expresión fue suficiente respuesta para el otro. -Exacto- bufo, volviendo a mirar hacia el frente. -Solo espero que Poppy me hiciera caso por una vez y haya escapado con los demás- comenta al ver el castillo de Pueblo Berteno y Creek traga en seco, aferrándose a la ropa ajena, ansioso por volver a su casa y aprovechar la segunda oportunidad que le dieron para vivir. Iba a hacer las cosas bien ahora.